miércoles, 22 de agosto de 2012

CRISTINA DE PIZÁN, 1405. LA CIUDAD DE LAS DAMAS, PRIMER EJEMPLO DE GENEALOGÍA FEMENINA

Se considera a Cristina de Pizán, nacida hacia 1365,  la primera mujer que hace genealogía femenina de la antigüedad y la primera escritora profesional europea, que gana dinero con su escritura.


“Si las mujeres hubiesen escrito los libros, estoy segura de que lo habrían hecho de otra forma, porque ellas saben que se las acusa en falso” -escribe en 1399, años antes de publicar La Ciudad de las Damas.

La Ciudad de las Damas pretende ser una Historia de las mujeres así como un alegato en su defensa. “Se impulsa a la mujer a desconfiar de los autores [misóginos] y a construir sus propias verdades, basadas en su experiencia personal”, -dice en la introducción Marie-José Lemarchand.

El primer capítulo cuenta cómo surgió el libro y con qué propósito. El desencadenante es la lectura del Libro de las Lamentaciones de Mateolo. Cristina se pregunta “cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres (no es cosa de un hombre o dos), clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra, bien en escritos y tratados”.

Entonces, se pone a examinar su carácter y su conducta y “también la de otras muchas mujeres que he tenido ocasión de frecuentar, tanto princesas y grandes damas como mujeres de mediana y modesta condición”.

Tres Damas aparecen ante ella (luego se identificarán como Razón, Derechura y Justicia): “Venimos para anunciarte la construcción de una Ciudad…Sólo la habitarán damas ilustres y mujeres dignas”.

LAS PREGUNTAS DE CRISTINA DE PIZÁN

Cristina les hace y se hace preguntas:

  1. ¿Por qué tantos autores censuran a las mujeres en sus obras? ¿Es Naturaleza la que les empuja a ello, o lo hacen por odio?
  2. ¿Por qué las mujeres no ejercen ante los tribunales, no instruyen juicios ni dictan sentencias?
  3. ¿Dios ha querido honrar al sexo femenino concediendo a ciertas mujeres el privilegio de una elevada inteligencia y profundo saber para que su mente acceda a las más altas ciencias?
  4. ¿La mente femenina es capaz de buen juicio y discernimiento para decidir lo que hay que hacer o dejar de hacer? ¿La mujer posee naturalmente capacidad de juicio?
Las tres Damas le irán poniendo ejemplos de mujeres ilustres en el pasado, y también coetáneas, que desmontan la idea de que las mujeres no pueden acceder a las mismas disciplinas que los hombres: Mujeres guerreras  y de gran sentido político, Mujeres sabias y creativas, Damas de templado juicio, Mujeres de visión profética, Mujeres ejemplares por su amor filial, Mujeres ejemplares por su amor conyugal…

“Si la costumbre fuera mandar a las niñas a la escuela  y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y sutilezas de todas las artes y ciencias tan bien como ellos”- asegura Razón a Cristina.

SI LA GENTE SE MOLESTARA EN BUSCARLAS, ENCONTRARÍA MUCHAS MUJERES EXTRAORDINARIAS

Los antiguos rendían homenaje  a quienes destacaban en algún campo colocando su estatua en lugares de honor. “No hay hombre que pueda calcular en cifras la suma de servicios (y beneficios materiales y espirituales) que han prestado y siguen prestando cada día las mujeres…Recordar a todas sería interminable”.

En el libro, se contestan con ejemplos generalizaciones y afirmaciones gratuitas como: Las mujeres no pueden guardar secretos, Las mujeres odian a sus maridos viejos, Las mujeres no quieren a los hombres sabios, Las mujeres gustan de ser violadas, Las mujeres son inconstantes, Las mujeres son infieles…

“Yo les digo a los hombres que se miren a sí mismos…Cuando los hombres sean perfectos, las mujeres también lo serán”.

La Ciudad de las Damas se adjudicó a Boccaccio (1313-1375) durante mucho tiempo; hasta 1786, en que Louise de Kéralio recuperó la autoría del libro para Cristina de Pisán.


Una obra que debería editarse en bolsillo (la única edición por ahora es la de tapa dura de Siruela) y distribuirse tanto en las bibliotecas públicas como por las bibliotecas de aula de colegios e institutos para ser debatido. Con un lenguaje claro y sencillo y unos contenidos de actualidad a pesar de haber sido escrito en 1405, hace más de seiscientos años.


UN EJEMPLO: EL MALTRATO EN 1405…, Y DESPUÉS

¿Cuándo dirías que han sido escritas estas palabras…? ¿Ahora? ¿Un 25 de noviembre cualquiera…?

“¡A cuántas mujeres podemos ver…que por culpa de la crueldad de un marido desgastan sus vidas en la desgracia, encadenadas a un matrimonio donde reciben peor tratamiento que las esclavas…! ¡Dios mío, cómo les pegan, a todas horas y sin razón! ¡Cuántas humillaciones, ataques, ofensas, injurias, tienen que aguantar unas mujeres leales, sin gritar siquiera para pedir ayuda! Piensa en todas esas mujeres que pasan hambre y se mueren de pena en unas casas llenas de hijos, mientras sus maridos se enfrascan y andan vagando por todos los burdeles y tabernas de la ciudad. Y todavía, cuando ellos vuelven,  ellas pueden recibir como cena unos buenos golpes…”.

… “Conozco a otras mujeres…que tienen unos maridos tan perversos y de vida tan desordenada que sus suegros preferirían verlos muertos, y lo intentan todo para que sus hijas los dejen y vuelvan a casa. Ellas, sin embargo, prefieren los golpes, la mala comida, la pobreza y la esclavitud antes que abandonarlos, y dicen a sus amigos:
-       Me lo han dado. Vivo con él y con él moriré.

Son cosas que se ven todos los días, pero nadie les presta la debida atención...”.

Pues esto lo escribió Cristina de Pizán en el siglo ¡XV! en su Ciudad de las Damas.

Goya también se hizo eco, en sus pinturas, siglos después…


Ana María Matute, ya en el siglo XX, lo dijo en una ocasión: “Podemos llegar a Marte..., pero seguimos llorando como en el siglo X. Y, sobre todo, hacemos llorar...”. O "Siempre hay unos que aporrean a los otros y no porque sean más fuertes, sino porque unos quieren aporrear y otros no".


Mucha biotecnología, nanotecnología y robótica, pero por dentro no hemos cambiado tanto: no hemos hecho autocrítica ni nos autoanalizamos lo suficiente…

Parece que las múltiples campañas aún no han hecho mella...



Y un dato estremecedor: Desde 2003, fecha en que se comenzaron a registrar estadísticas, hasta hoy, 22 de noviembre de 2017, han sido asesinadas ¡916! mujeres por violencia de género. Más que los asesinatos de la banda terrorista ETA en ¡50 años! Y nadie hace nada. Parece que las mujeres, la mitad de la población, no somos los suficientemente importantes...Quizá por ello seguimos teniendo que reclamar que los derechos de las mujeres son, TAMBIÉN, derechos humanos.

Los hombres deben participar, apoyarnos y manifestarse: somos sus mujeres, sus hermanas, sus madres, sus amigas… Y nos matan.

SI QUIERES LEER, Y SABER MÁS...



lunes, 13 de agosto de 2012

RITA LEVI-MONTALCINI, UN EJEMPLO DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL


El pasado 22 de abril cumplió 103 años. Y, recientemente, se han publicado en castellano sus memorias tituladas Elogio de la imperfección.  En el prefacio, escribe Luigi Cavalli- Sforza: “Con casi ciento un años (…), escribe por lo menos un libro al año; es senadora vitalicia (…), conferenciante y divulgadora científica…; dirige un instituto científico (…); creó y sigue dirigiendo una fundación benéfica…”.



La neurocientífica y  premio Nobel de Medicina en 1986, Rita Levi-Montalcini, es partidaria de desarrollar en la vejez las “vocaciones ocultas”: “Yo creo que no debemos vivir la vejez recordando el tiempo pasado, sino haciendo planes para el tiempo que nos queda, ya sea un día, un mes o varios años, con la esperanza de poder realizar unos proyectos que no habíamos podido acometer en la años juveniles”- escribe en El as en la manga. En su caso, la participación en movimientos sociales.  “Trabajo para becar a niñas africanas para que estudien y prosperen ellas y sus países”- le contaba al periodista Víctor Amela, del diario La Vanguardia, en 2005. 

 

En sus memorias, recuerda que, cuando era joven, a la pregunta de sus primos sobre si “había acaso habido un Newton, un Einstein, un Bach, un Beethoven, un Miguel Ángel, un Leonardo da Vinci, un Rafael (la lista de nombres era inacabable) de sexo femenino” a ella, en ese momento, sólo se le ocurrieron los nombres de las poetisas Safo, Vittoria Colonna y Gaspara Stampa.

Más tarde, ella misma se ha dedicado a remediar los olvidos de la historia oficial. En su ensayo Tiempo de cambios, escrito en 2002, se hace eco de un libro publicado por un francés, Alononse Rebière, en 1897, Las mujeres en la ciencia, en el que recoge alrededor de mil mujeres científicas: “Recuerda a la milanesa Maria Agnesi (…) que adquirió notable fama con un tratado sobre cálculo diferencial; a la francesa Sophie Germain (…), que figura entre los fundadores de la física matemática; a la astrónoma inglesa Carolina Herschel; a la matemática escocesa Mary Somerville; a la famosa matemática rusa Sofía Kovalevskaia; a Marie Curie y su hija Irène Joliot- Curie; a la astrónoma estadounidense Henriette Swan Leavitt…”.



Rita Levi-Montalcini añade otras mujeres importantes en nuestros días: las galardonadas con el premio Nobel: “Gerty Cori, por el descubrimiento del metabolismo intermedio de los hidratos de carbono; la física nuclear Maria Goeppert-Mayer, por el descubrimiento del “modelo de capas” de los núcleos; la cristalógrafa inglesa Dorothy Hodgkin, por el descubrimiento de la estructura de la vitamina B12, y la física estadounidense Rosalyn Yalow, por la elaboración de un método de dosificación hormonal”.  Y “no menos dignas”, la física Lise Meitner, que explicó la naturaleza de los productos de fisión nuclear y los procesos en cadena que de ella puedan derivarse, y la física nuclear china Wu Chien-Shiung”.

No se cita a ella misma, descubridora del factor de crecimiento nervioso, con tantas aplicaciones hoy en día (2012 es el Año de la Neurociencia en España).

En su línea de seguir aportando nombres de mujeres a la historia de la ciencia, en 2011, en colaboración con Giuseppina Tripodi, publica el ensayo Las antepasadas (en castellano, Las pioneras. Las mujeres que cambiaron la sociedad y la ciencia desde la Antigüedad hasta nuestros días), donde se recogen las aportaciones científicas de 69 mujeres a lo largo de la historia de la Humanidad.



“A lo largo de toda la historia y hasta la época actual la mujer ha contribuido al desarrollo científico en la misma medida que el hombre, aunque ha desempeñado, además, el papel de mujer y de madre…La capacidad de producir ciencia es un atributo propio de la especie humana, sin distinción de sexos o de clases…Las capacidades intelectuales no son monopolio del sexo masculino”, se dice en la presentación.

“Para la investigación científica, ni la inteligencia ni la capacidad de llevar a cabo empresas con rigor y exactitud son factores decisivos del éxito y la satisfacción personal. Más que esto cuenta la dedicación y el empeño en superar dificultades”- afirma en el prólogo a sus memorias.

Eso es lo que ella sigue haciendo a sus 103 años: envejecer activamente siendo solidaria con las generaciones más jóvenes. “Mantén tu cerebro ilusionado, activo; hazlo funcionar, y nunca se degenerará. La clave es mantener curiosidades, empeños, tener pasiones…”.


* [Premios Nobel a Mujeres  científicas desde 1901 hasta la actualidad: en Física, Marie Curie (1903) y Maria Goeppert-Mayer (1963); en Química, Marie Curie (1911), Irène Joliot-Curie (1935), Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964), Ada E. Yonath (2009); en Fisiología o Medicina, Gerty Cori (1947), Rosalyn Yalow (1977), Barbara McClintock (1983), Rita Levi-Montalcini (1986), Gertrude B. Elion (1988), Christiane Nüsslein-Volhard (1995), Linda B. Back (2004), Francoise Barré-Sinousssi (2008), Elizabeth H. Blackburn y Carol W. Greider (2009); en Economía, Elinor Ostrom (2009)].


jueves, 2 de agosto de 2012

MARILYN MONROE, SU CARA MÁS DESCONOCIDA


En 2010, el editor Bernard Comment junto con Stanley Buchthal, amigo de la familia Strasberg (heredera de las posesiones personales de Marilyn Monroe a su muerte en 1962), deciden publicar los manuscritos de Marilyn Monroe entre 1943 y 1962 (Fragmentos. Seix Barral).



En ellos aparece una imagen desconocida de la actriz, considerada una sex symbol  y una estrella, pero extraña para el gran público como persona.

 Lectora y escritora

Apasionada de la literatura, en los comienzos de su carrera (1951), asistía a clases nocturnas de Historia, Literatura e Historia de los Estados Unidos en la Universidad de los Ángeles. En su biblioteca personal había unos 400 volúmenes entre autores clásicos (Flaubert, Dostoievski, Milton, Whitman) y modernos (Steinbeck, Hemingway, Camus, Beckett o Kerouac). Durante el rodaje de Nido de Amor, en 1951, leyó Por el camino de Swam, de Proust. En 1952, antes de conocer al que sería su marido, el dramaturgo Arthur Miller, había leído el Ulises, de Joyce. En fotos parece leyendo a Heinrich Heine, The Big Brokers, de Irving Shulman, To the Actor, de Michael Chekhov, Muerte de un viajante, de A. Miller o Un enemigo del pueblo, de Ibsen.

No sólo escribió poemas (“…Colgada hacia abajo/ casi siempre/pero fuerte como una telaraña al/viento…”. “Era una poeta callejera”-dice Miller); también leyó mucha poesía (Whitman, Sandburg). En Fragmentos, cita a músicos: Häendel, Vivaldi, Beethoven, Ravel, Bartok o Benny Goodman. Y canciones: I´ve got you under my skin, While  we are young o Wonderful Guy.

También le interesaba la pintura. De Goya y sus demonios, dijo: “Conozco muy bien a ese hombre; tenemos los mismos sueños. Llevo desde pequeña teniendo los mismos sueños”. “…Monstruos/mis más leales compañeros…”.

Entre sus proyectos estaba el de interpretar todos los papeles femeninos shakesperianos, desde Julieta hasta Lady Macbeth. “En su próxima vida quería ser una mariposa”, escribe el fotógrafo André de Dienes.

En 1961 lee las cartas de Sigmund Freud a la vez que la autobiografía del dramaturgo irlandés Sean O´Casey. Ya se ha estrenado la última película que rodará completa, Vidas rebeldes, The Misfits, -Los inadaptados, en su título original. John Huston, su director, dijo más tarde que Marilyn había buceado en sus propias experiencias para mostrarse a sí misma. “Todo era verdad. Era solo Marilyn”. No estaba actuando. No era un personaje. No había técnica.

Tras su muerte, su mentor y maestro Lee Strasberg, director del mítico Actors Studio, lee un elogio fúnebre el 9 de agosto de 1962: “Poseía una cualidad luminosa -una combinación de tristeza, resplandor, ansia-…En permanente búsqueda de la perfección…seguía haciendo planes para el futuro…Habría sido una actriz de teatro de las verdaderamente grandes”.



En 2011, se publica  en castellano My Story, “mi propia historia sin censuras”, -como primitivamente iba a llamarse, cuando lo concibió en 1954 y se lo relató al guionista Ben Hecht. Termina con su visita a Corea para animar a los soldados estadounidenses. Son unas memorias donde se combinan la sinceridad, la lucidez y el sentido de humor; un análisis a pecho descubierto de sí misma y de lo que la rodeaba. Resultan entrañables leídas cincuenta años después de su muerte.