viernes, 28 de diciembre de 2018

LAS CARTAS DE ELENA FRANCIS 1950-1984. Una historia de las emociones

El subtítulo elegido por sus autores (Armand Balsebre y Rosario Fontova) es “Una educación sentimental bajo el Franquismo”, pero, el elegido por mí, que aparece en las Conclusiones, también es cierto y ajustado, y me parece muy descriptivo.

No recuerdo haberlas escuchado nunca (siempre he sido más de prensa escrita y televisión: lo siento) y, quizá, por eso, me sorprende su fecha de conclusión: tan tarde como ¡1984!, casi diez años después de la muerte de Franco.

Es casi un milagro que un corpus tan importante de datos y emociones no se perdiera. “Se calcula que más de un millón de cartas llegaron al Consultorio Francis entre 1950 y 1984. De esta cantidad, unas cien mil se conservan en el Archivo Comarcal del Bajo Llobregat, ACBL (Arxiu Comarcal del Baix Llobregat), en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), como el Fondo “Consultorio para la Mujer Elena Francis”.

Abandonadas en un almacén/masía de Cornellà, fueron encontradas y rescatadas en 2005. Un diez por cien de las cien mil “ha sido catalogado y digitalizado”, y unas cuatro mil  (escritas entre 1950 y 1972) han sido las analizadas por Balsebre y Fontova durante tres años para este trabajo. “A partir de las 4.000…los temas se repetían…”.

Elena Francis, Consultorio para la mujer

El 27 de noviembre de 1950, a las 19 h, precedida por la sintonía “Brisas de Primavera” (en septiembre de 1951 sustituida por la definitiva “Verano Indio” (Indian Summer/Veranillo de San Martín), se presenta la primera emisión en Radio Barcelona (donde continuará hasta septiembre de 1965.A partir de enero de 1966, se emitirá en Radio Peninsular de Barcelona, la nueva cadena comercial de RNE).

La guionista Ángela Castells escribe (hasta diciembre de 1953)  los consejos de Elena Francis que interpreta la actriz María Garriga en la primera temporada (hasta el 30 de agosto de 1951,  porque se casa). El patrocinador del programa es el Instituto de Belleza y Depilación Francis que había abierto sus puertas un mes antes del comienzo. “Guionista, locutora y actriz cobran directamente del Instituto Francis”. Este es el propietario del consultorio, no Radio Barcelona.


La estructura

Fijada desde el principio, el consultorio tenía dos partes bien diferenciadas: primero, consejos de belleza (intercalados con publicidad de los productos Francis (la crema  Granisán, el tónico Belmine)  y los tratamientos en sus salones de la calle Pelayo 56) y luego, la lectura de las cartas seleccionadas.


Estas se clasificaban por temas: por un lado, las sentimentales o relacionadas con “problemas morales”; por otro, las cartas sobre belleza, hogar (manchas de todo tipo y recetas de cocina)  y estética (exceso de vello, imperfecciones del cutis o gordura).
El público objetivo


Pretendía ser, sobre todo, la mujer de clase media: “¡Esta sí que tiene muy complicada la vida!...”- se decía en 1950, al iniciarse el consultorio. Pero “esta apuesta principal por la mujer de clase media no tendrá confirmación real”. De hecho, en 1951, la clase media solo representaba el 27 % de la sociedad española.Y en 1960, un 40 % de la población española estaba por debajo del umbral de la pobreza…

A partir de 1965, serán las amas de casa y la población laboral activa (solo 3 millones de los 12 millones de mujeres mayores de 14 años), sobre todo, urbana (mujeres que emigraron del campo a la ciudad). El guionista, único, desde 1966, será el periodista Juan Soto Viñolo. La actriz Maruja Fernández encarna al personaje de Elena Francis durante este segundo periodo, hasta su cierre definitivo, en 1984.

Procedencia de las cartas analizadas

“Un 69´7 %... procede de la provincia de Barcelona…Barcelona y su área metropolitana…donde recaló el contingente más numeroso de la emigración española…El municipio de L´Hospitalet, por ejemplo, recibió en la década de los años 60 más emigrantes que la propia ciudad de Barcelona…La mujer emigrante fue el perfil mayoritario de la Mujer Francis”.

Los asuntos tratados

Permanecieron prácticamente invariables a través del tiempo. Según Pietat Estany, una de las últimas “contestadoras” de cartas (de 1975 a 1984), iban desde “conflictos sentimentales a enamoramientos con sentimientos de culpa, dudas sobre el sexo, chicas reprimidas en internados de monjas, remordimientos sobre la masturbación, infidelidades y…maltratos, palizas, embarazos indeseados de jovencitas, violaciones…”. Y continúa: “De fondo, siempre impotencia, incomprensión, mucha incomunicación y soledad”.

Escuela de formación moral (y piedras contra el propio tejado)

Sobre todo durante la primera etapa, hasta 1965. “Uno de los conceptos más recurrentes en las respuestas de Elena Francis es el de la resignación”. Resignación, paciencia (aguantar) y “algún preparado para los nervios”.

Tras el fin de la dictadura de Franco, “se empezó a hablar de todo, excepto de política y aborto”- explicó Soto Viñolo, tiempo después. (En 1978 se había legalizado la píldora y, en 1981, se aprobaba la ley del divorcio).


El retrato de Elena Francis

La imagen mental que se hacen las radioyentes está contenida en sus cartas, en forma de descripción, e incluso de un dibujo por una niña de 14 años. “Muy semejante…a la actriz Jayne Mansfield” en Una mujer de cuidado, en 1957. “Me la imagino alta, con un tipo muy elegante, de cara bien guapita…”- escribe una oyente de Mataró. Otros calificativos que aparecen son: “un hada buena”,

Los datos que se aportan desde la radio: “estoy bastante cerca de los 50 años”…, “he estado en contacto directo con centros benéficos”,…”Soy madre…y soy suegra…”, “al margen por completo de leyes…”.

El perfil de la “Mujer Francis”, una mujer infeliz


“…Una muchacha de 17 años, que escribe desde Barcelona, pero nacida en un pueblo de fuera de Cataluña, principalmente en Andalucía, emigrante, sin apenas estudios, y que firma sus cartas con el seudónimo de “una preocupada” o “una que no sabe qué hacer”. Trabaja como empleada doméstica (“sirvienta”. A finales de los años 40 estaban empleadas alrededor de medio millón de mujeres en el servicio doméstico. En 1970, cerca de un millón ), modista-costurera, obrera en una fábrica (textil)  o de oficinista”, es el perfil mayoritario.

La respuesta crítica (sea real o inventada), desde el principio

El 30 de agosto de 1951 (según los guiones de Radio Barcelona), la locutora lee una carta de crítica al programa firmada por “Una enemiga de lo ridículo”. Esta dice así: “Distinguida y cursi Elena: Después de haber oído sus emisiones tan poco interesantes y faltas de sentido común, me dirijo a usted para decirle que esto no es una emisión, sino una cursilada […] Tendrá usted buena mano para quitar grasas y vello, pero para aconsejar está muy lejos de ello. Es la primera vez que me dirijo a Elena Francis, la gran consejera, pero crea que no vale nada todo lo que dice. En fin, no tiene talento para llevarla. Quiere usted imitar la otra emisión [Radio Fémina y Montserrat Fortuny ???] y está muy lejos de ella, ya que la otra es acertada y discreta. Si quiere usted radiar esta carta, aguardo contestación. Usted misma”. ¿No es moderna…?

El listado de seudónimos

En la rúbrica de 923 cartas se utilizan 507 seudónimos distintos: desde nombres de flores (Amapola, Azucena, Flor de té…, ) a adjetivos descriptivos negativos (desconsolada, desdichada, desengañada, desesperada, desgraciada, desilusionada, desorientada…). A veces aparece la procedencia (Dos andaluzas, Dos curiosas de Balsareny [Barcelona], Una compostelana de Vistalegre, Una desgraciada de Castilla, Una mañica muy devota de la Virgen del Pilar…).

Un capítulo dedicado a los hombres

Los hombres que escriben a Elena Francis son solo un 6 por cien. Se bautizan como: “El Solitario”, “Un actor en Madrid”, “Un castellano de verdad”, “Un desesperado, “Un enamorado”, “Un hombre que sufre” , “Uno que no sabe qué hacer”, “Uno que no pierde la esperanza” o “Un marido escuálido”. Sus problemas: conflictos con la suegra o amorosos, y petición de ayudas diversas (trabajo, un diccionario de castellano, orientación médica…)  o correspondencia con chicas (“madrinas de reposo”, los enfermos, y madrinas del soldado, los jóvenes en el servicio militar, o para relación matrimonial).


En la emisión del 17 de septiembre de 1951, [la voz de] Elena Francis dice: “Por primera vez me dirijo desde este consultorio a un oyente…a un representante del sexo fuerte…”. Este se propone para entablar correspondencia con una chica, de apodo “Mariposilla celeste”.

Un ejemplo real de la época, el de mi madre

A mi madre, de regalo de bodas, en 1961, el librero debajo de la oficina de su padre, en la calle Marqués de Cubas, en Madrid, le regaló La perfecta casada, de Fray Luis de León, ¡de 1584!


SABER MÁS

https://www.youtube.com/watch?v=i6J2Zg48goo. Ambientarse con la melodía Indian Summer (Verano Indio), del compositor Victor Herbert en 1919.

https://www.youtube.com/watch?v=9PfUbrztjk0. Melodía con el texto adaptado a Elena Francis: “Francis, consulta de Francis/. Ser amiga de F., F., F./El consejo es de F., F., F./ La belleza es de F., F.,F/ Es la hora de Francis/del consultorio Francis…”.Con tanta repetición del nombre, ya podía quedar bien impreso en las mentes de las oyentes…

https://www.youtube.com/watch?v=I8TeDNjNp20. Amor gitanode Franz Lehár, utilizado como separador y fondo musical en la lectura de las cartas.


LIBROS SOBRE EL CONSULTORIO, DE NO FICCIÓN Y NOVELAS


1982. Elena Francis. Un consultorio para la Transición, de Gérard Imbert.


1995. Querida Elena Francis, de Juan Soto Viñolo.
http://www.rtve.es/noticias/20170212/muere-escritor-juan-soto-vinolo-verdadera-elena-francis/1489724.shtml.  Muere el escritor Juan Soto Viñolo, la verdadera "Elena Francis" (Barcelona, 1933- Tarragona, 2017).


2009. Queridas amigas. El secreto de doña Elena Francis, por Pietat Estany (Barcelona, 1937. Redactora del consultorio. Durante 8 años-desde 1976- respondió las cartas que no podían radiarse: problemas de alcoholismo, malos tratos y sexualidad).


2017. La huella de una carta, de Rosario Raro (novela). (N. Segorbe, Castellón, 1971).

Su contrapunto: Las cartas de La Pirenaica


Pilar Aragón, en realidad, Josefina López Sanmartín (1919-1989), locutora del Correo de la Pirenaica  y de Página de la mujer, era la antagonista de Elena Francis en Radio España Independiente, que emitía desde Bucarest.

EN LA PRENSA



“Hágase la ciega, sorda y muda. Es lo mejor”. Armand Balsebre: “…[Las cartas] son la memoria del franquismo, de esa amnesia mental a la que se sometió a las mujeres… para nosotros, la creadora del personaje fue su primera guionista, Ángela Castells, que sentó las bases narrativas para los contestadores de cartas”.

“En los años ochenta, yo lo escuchaba [el consultorio] con mis amigas para reírnos porque era cursi, anacrónico y tontorrón”- dice Rosario Fontova. Tras su investigación…: “Ahora veo que detrás de todo eso había también mucha miseria, dolor, desgracia y mujeres desprotegidas que pedían socorro a una persona de ficción, un ángel de la guarda que no existía".



https://www.revistavanityfair.es/cultura/articulos/elena-francis-consultorio-radio-franquismo-mujeres-infidelidades-aborto-violencia-sexual-incesto/34202. Elena Francis, el consultorio donde las mujeres del franquismo hablaban de infidelidades, aborto, violencia sexual o incesto.






lunes, 17 de diciembre de 2018

ELVIRA LINDO. 30 MANERAS DE QUITARSE EL SOMBRERO



Su autorretrato, titulado “Una mujer inconveniente”, hace el número 30 del libro. “Yo hubiera querido ser una niña seria…”, pero salió “cariñosa y alegre” -según su madre- “y se me encasilló desde el puesto de salida…”.

Elvira Lindo, la autora, se define como aprensiva y neurótica, inocente, patosa, torpe, miedosa, con una capacidad innata de contar historias, curiosa …, y, al fin, “cómica sin remedio, sensible y resiliente”.

Mientras nos habla de su vida, nos da una primicia: “El próximo Manolito… lo situaré a las puertas de la universidad…”.

Elvira, coleccionista de infancias y escritora de escenario

El libro se compone de crónicas y ensayos,  algunos publicados en la prensa y otros, textos sin publicar, a los que une la “intemporalidad”.

Se detiene en las infancias de las mujeres que admira, mujeres que “me han resultado ejemplares e inspiradoras”. “Lo que soy se lo debo a las personas a las que admiro…siempre observo… algo común: un talento para soportar la adversidad y una voluntad innata de observar el mundo…sentido crítico”.

Desde Pippi Langstrump, “la niña anarquista” que nos enseña que “la risa brota a menudo de la desgracia” y que “jamás se presenta como víctima”, a Grace Paley, la dama del Bronx, “dura, tenaz y resistente” y, a la vez, “alegre, bienintencionada y humana”, “una escritora que no se parece a nadie”.

Algunas mujeres, que yo ya conocía a través de sus obras, Ana Frank y su célebre Diario adolescente, Concha Méndez y sus memorias dictadas  a su nieta (Memorias habladas, memorias armadas), Elena Fortún y Oscuro sendero. Gloria Fuertes y sus Obras incompletas, Adelaida García Morales y su novela El sur, Chimananda Adichie y  su Todos deberíamos ser feministas, Vivian Gornick y Apegos feroces…,   y otras, que han sido una sorpresa para mí, como María Guerrero o la Tristana de Galdós.


Más pinceladas sobre Lindo a lo largo de sus semblanzas

“No sé qué sería de mí sin el acto de admirar…En mi caso, admirar va unido al mero hecho de vivir…”, con que abre el retrato de María Guerrero (Siempre brava, siempre guerrera).

“Yo soy una obsesiva de los años y los títulos [en las cartelas de los cuadros]”. “Mi amor al Prado [museo] y a la pintura…”.

“…fantaseo con ser una vieja atractiva”…

“Cuando vivía en Nueva York estaba convencida de que yo llevaba Madrid escrito en la cara…Nueva York es el hábitat perfecto para almas solitarias y es soledad lo que se experimenta la mayor parte del tiempo”…

“En algún lugar de mi ser se ha quedado frustrada una vocación de actriz…, y aunque he satisfecho ese sueño siendo actriz de radio y ocasionalmente de cine o leyendo monólogos en teatros, lo que más me ha consolado ha sido construir historias para que fueran interpretadas, utilizar mi buen oído para el habla para escribir diálogos. Nada me hubiera gustado más que haber sido una autora…que escribiera para una señora del porte de la Guerrero”.

“Termino el libro [la novela Oscuro sendero, de Elena Fortún, póstuma] y en mi mente sobrevuelan dos preguntas: la primera:¿se enterarán las jóvenes de que esta es una novela que les habla especialmente a ellas?; y la segunda: ¿no querrán los hombres, por curiosidad, asomarse a los pensamientos de esas abuelas o esas madres que escuchaban al marido sin derecho a réplica…?”.


Una de las mejores escenas del cine para Elvira

“Para mí…, este momento de El Sur, compartido en susurros entre la anciana y la niña a la luz pobre de una lamparita, poniéndose la tata la redecilla en el pelo y hablando de la sinrazón de la guerra civil”.

Un libro que le marca

Apegos feroces, de Vivian Gornick,…aquel libro que llega a tu vida para quedarse y marcar lo que a partir de ahora leas o escribas”.


SABER MÁS

Las 30 mujeres que se quitan el sombrero

Pippi Langstrum, Anna Frank, Concha Méndez, María Guerrero, Elena Fortún, Gloria Fuertes, Adelaida García Morales, Tristana, Louisa May Alcott, Carson McCullers, Patricia Highsmith, Victoria Kent, Alice Munro, Mary Beard, Monica Zgustova, Chimananda Adichie, Margaret Atwood, Edna O´Brien, Joan Didion, Lucia Berlin, Dorothy Parker, Else Kirschner, Sally Mann, Joyce Maynard, Marjorie Eliot, Vivian Gornick, Olivia Laing, Harper Lee, Grace Paley, y ella misma, Elvira Lindo.





https://www.youtube.com/watch?v=2g3FgGLLHOk. El sur, escena del pasodoble.


https://www.youtube.com/watch?v=jmPVivUgucM. El sur, escena de las postales.

https://www.youtube.com/watch?v=LGgP3SFZHT4. When I Grow Up I want to be Mary B., poema de Megan Beech.


https://www.sallymann.com/. Web de la fotógrafa Sally Mann.


“Las mujeres vivimos en un mundo diferente al de los hombres y ellos ni siquiera se dan cuenta…Como mujer no puedes merodear por la ciudad con esa misma libertad [que los hombres], o puedes hacerlo, pero eres mucho más vulnerable físicamente y cargas con estereotipos sociales todo el rato. Da igual cómo te sientas al respecto y cuánto quieras rechazarlo, eso está ahí…

Cuando mis amigos me preguntan si a las mujeres les da miedo caminar solas de vuelta a casa, tengo que decirles que sí, que es así para todas las mujeres siempre, y me parece alucinante que no lo sepan. Da igual lo segura que seas, como mujer tienes que calcular los riesgos a los que te expones. Esta es una de las cosas que diferencian el acercamiento de los hombres y las mujeres a las ciudades”.


jueves, 6 de diciembre de 2018

LAS SINSOMBRERO 2. Las que se quedaron



“Ocultas e impecables”- es el postítulo elegido en esta ocasión. Pero hay otro, que hace referencia a su situación real: frente a las que se exiliaron al final de la guerra civil española, las que se quedaron y resistieron (como pudieron)…

Decía Carmen Conde (quien tuvo que recurrir a menudo a seudónimos para publicar): “[a mi marido y a mí] nos horrorizaba la expatriación. Preferimos…mantenernos con dignidad en nuestra patria…”.

CONSTELACIONES VITALES (descubrir al otro a través de sus relaciones)

“Estas mujeres, todas, tejieron una red maravillosa de amistades…un mapa de relaciones personales”...

La correspondencia entre las que se quedaron y las que se fueron al exilio arroja luz sobre esta etapa de la historia que, también, y una vez más, fue peor para las mujeres.

“Carmen Conde y Ernestina [de Champourcín] fueron muy amigas durante los años de juventud…”. Se escribieron entre 1927 y 1995 multitud de cartas, la mayor parte entre 1928 y 1929.

Carmen Conde (Cartagena, 1907- Madrid, 1996), la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española (RAE), en 1978. Ernestina de Champourcín (Vitoria, 1905- Madrid, 1999), una de las tres mujeres incluidas en la Antología de Gerardo Diego de 1934 (junto a Josefina de la Torre y Concha Méndez).

En el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver, en Cartagena,  se conservan, desde 1994, las casi treinta mil cartas que componen su epistolario. Cartas con Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, María Teresa León, María Zambrano, Rosario de Velasco, Elena Fortún, Clemencia Miró, Zenobia Camprubí, Consuelo Berges y María Cegarra, entre otras. “Veló por la memoria de toda una generación”…

En su discurso de ingreso en la RAE, Conde se refiere al puesto (la silla K) que “secularmente [desde 1713, en que se funda], no se concedió a ninguna de nuestras grandes escritoras ya desaparecidas…una …injusta…[y] vetusta discriminación literaria…”.

DELHY TEJERO

“Íbamos siempre juntas, Delhy, Remedios [Varo] y yo [Piti Bartolozzi]”…

En 1953, fue la única mujer que participó en la exposición de arte abstracto de Santander junto a Saura y Millares.

LUCÍA SÁNCHEZ SAORNIL, “Yo, que afronté la vida sin rendirme…”

“La vida de Lucía Sánchez Saornil merece una película…Aunque muy probablemente jamás la tenga…”. Firma sus versos bajo el seudónimo Luciano de San Saor, su alter ego vanguardista.

CONSUELO BERGES, traer al autor al lenguaje del lector

“[Las mujeres] Aspiramos a todo, sin limitación, sin restricciones…”- escribe en marzo de 1933 en el periódico Luz, contestando al periodista Heliófilo (Félix Lorenzo).

MARGARITA FERRERAS, el enigma de su muerte


Publicó en 1932 su primera y única obra, Pez en la tierra [28 poemas]. “Desesperadamente/ mis raíces se alargan./ Eres agua y te busco./Me revuelco como un pez en la tierra/cuando tú pasas…”- dicen sus versos. La llamada “poeta de la sensualidad” -poeta erótica, dicen otros- desaparece después de 1964 y hasta el momento nadie sabe cuándo murió ni dónde está enterrada.

ROSARIO DE VELASCO, doblemente invisible por falangista


Ilustró el primer libro de María Teresa León, Cuentos para soñar, en 1928. Y Princesas del martirio, de Concha Espina, en 1940.

ELENA FORTÚN, mucho más que Celia


Su novela, Oculto sendero, publicada tras su muerte, revela mucho sobre ella y su vida.


SABER MÁS

https://patronatocondeoliver.cartagena.es/. Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver.  https://patronatocondeoliver.cartagena.es/legado-inventarios-carmen-conde.asp. Legado-inventarios. Epistolario de casi 30.000 cartas.




PARA LEER

Carmen CONDE, Por el camino viendo sus orillas, Barcelona, Plaza y Janés, 1986.


Carmen CONDE y Ernestina de CHAMPOURCÍN, Epistolario (1927-1995), Madrid, Castalia, 2007.


Delhy TEJERO, Los cuadernines (Diarios 1936-1968), edición de María Dolores Vila Tejero y Tomás Sánchez Santiago, Zamora, 2004.