Aprovechando que el Centro Botín proyecta la película...y que se acaba de estrenar La importancia de llamarse Oscar Wilde...
Oscar Wilde (1854-1900)
publicó El retrato de Dorian Gray en
1890 en la revista Lippincott´s Monthly primero
y, como novela, un año después.
Antes, había escrito un
libro de poemas, en 1881; la obra teatral Vera
o los nihilistas, en 1883, estrenada en Nueva York durante uno de sus
viajes como conferenciante. Un libro de cuentos, dedicado a sus hijos, Cyril
(n. 1885, murió en la IGM, en 1914) y Vyvyan Holland (n. 1886, escribió “Hijo
de Oscar Wilde”) El Príncipe Feliz y
otros cuentos, en 1888. Y en 1889, La
decadencia de la mentira.
Desde su aparición en la
revista mensual ya fue un escándalo. La tachan de “inmoral”. Él mismo en De Profundis, se refiere a “la nota de
Fatalidad que como un hilo púrpura atraviesa el paño de oro de Dorian Gray”. “Ya dije en Dorian Gray que los grandes
pecados del mundo tienen lugar en el cerebro”- comenta más adelante. “Los
pecados de la carne no significan nada…Solo los pecados del alma son
vergonzosos”…
De Profundis. Epístola: En la cárcel y con cadenas
El título, procede del salmo
“De profundis clamavi ad te, Domine”, “Desde las profundidades te llamé, oh
Señor”. Es escrita por Wilde en la prisión de Reading durante los tres primeros
meses de 1897. Allí ocupó la tercera celda del tercer piso del Bloque C, y así
firma, como “C.3.3”, la Balada de la
cárcel de Reading.
“Querido Bosie [Lord Alfred
Douglas, hijo del marqués de Queensberry]:… Nuestra desdichada y lamentable
amistad ha terminado para mí en la ruina y la infamia pública…”- comienza la
larga carta de repaso de su vida en común.
Por la minuciosidad y
exactitud de los recuerdos, Wilde parece haber llevado un diario…
“Entre el otoño de 1892 y la
fecha de mi encarcelamiento gasté contigo y en ti más de 5.000 libras en dinero
efectivo [150 libras a la semana]”, “tu conducta conmigo en Brighton del 10 al
13 de octubre de 1894…”, “El 13 de noviembre de 1895 fui transferido aquí
[cárcel de Reading] desde Londres. Ese día, desde las dos hasta las dos y
media, hube de permanecer en el andén central de Clapham Junction con ropas de
convicto y esposado…Durante media hora permanecí bajo la lluvia gris de
noviembre rodeado por una chusma burlona. Después…estuve llorando durante un
año…”. “En agosto de 1892, y el 8 de noviembre del mismo año, mantuve dos
largas entrevistas con tu madre acerca de ti”…
A través de la larga carta
nos enteramos de muchas cosas sobre Wilde:
De la pérdida de su biblioteca (cuando le embargan y venden o subastan
sus bienes, en 1895), “la más angustiosa para mí de entre todas mis pérdidas
materiales”: …con su colección de volúmenes dedicados por casi todos los poetas
de mi tiempo, desde Hugo a Whitman, desde Swinburne a Mallarmé, desde Morris a
Verlaine; con sus ediciones de las obras de mi padre y mi madre bellamente
encuadernados; su maravillosa colección de premios de la universidad y la
escuela, sus éditions de luxe…”. Pero, además, sus dibujos y porcelanas: “…mis
dibujos de Burne-Jones; mis dibujos de Whistler; mi Monticelli; mi Simeon
Solomons…”.
“La Ley me ha arrebatado no
solo cuanto poseía -mis libros, muebles, pinturas, los derechos de autor de mis
obras publicadas y de mis piezas teatrales, cualquier cosa en suma desde El Príncipe Feliz y El abanico de Lady Windermere hasta el felpudo y las alfombras de
escalera de mi casa [en Tite Street, Chelsea] -, sino todo cuanto alguna vez
logre poseer”…
“Aunque me declaran
insolvente, aún tengo que pagar mis deudas…Las cenas en el Savoy…Las colaciones
a última hora en Willi´s…los extraordinarios pâtés encargados directamente a
Estrasburgo…Hasta los elegantes gemelos…, que yo diseñé, y solicité que
fabricaran en Henry Lewis´s como un regalito especial para ti con que celebrar
el éxito de mi segunda comedia…”.
De su vida en la cárcel: “El lecho de tablas, la comida nauseabunda,
las recias sogas que se destrenzan para hacer estopa…, las labores serviles con
las que empieza y termina el día [empiezo el día arrodillándome y fregando el
suelo de mi celda (también limpia sus utensilios de hojalata)], las órdenes
crueles…, el espantoso uniforme…, el silencio, la soledad, la vergüenza…lo
lento que transcurre el tiempo…Mientras permanecí en la prisión de Wandsworth
quería morir… A lo largo de mi primer año de encarcelamiento no hice ni puedo
recordar haber hecho otra cosa sino retorcerme las manos con desesperación…”. Ahora,
casi al final de su cautiverio, lee “un poco de los evangelios, una docena de
versículos elegidos al azar” o estudia poemas (su amigo Robbie, Robert Ross,
paga los libros de su bolsillo). “El sistema penitenciario es absoluta y
enteramente erróneo”…
De sus sentimientos y el análisis que hace a posteriori de la relación:
Hay reproches…: “Durante todo el tiempo que estuvimos juntos no escribí
ni una sola línea. Ya fuera en Torquay,
Goring, Londres, Florencia o cualquier otro sitio…Mientras estabas conmigo eras
la ruina absoluta de mi Arte…la verdadera pasión de mi vida…”.
“…Tener que pagarte cada una
de las cosas, desde tu afeitado matutino a tu cabriolé de medianoche…tus
incesantes peticiones de dinero, tu exigencia de que yo debía pagar todos tus
placeres tanto si estaba contigo como si no…me rendí ante ti siempre…”.
…Y también autocrítica: “Me entregué a prolongadas
rachas de relajación sensual y sin sentido. Me divertía siendo un flaneur, un dandi, un hombre elegante.
Me rodeé de las naturalezas más pequeñas y las mentes más ruines…Acabé
despreocupándome de las vidas de los otros. Tomaba el placer donde me apetecía
y pasaba de largo…Cesé de ser el Señor de mí mismo…”.
A pesar de todo, Wilde tiene sueños y objetivos para el futuro, cuando salga de la cárcel: “Si
alguna vez vuelvo a escribir…, hay dos asuntos sobre los cuales y a través de los
cuales deseo expresarme: uno es “Cristo como precursor del
movimiento Romántico en la vida” (“al tratar con el pecador es cuando se
muestra más romántico”); y el otro “la vida Artística considerada en su
relación con la Conducta”.
“Afuera me aguarda mucho de
cuanto es muy delicioso, desde lo que San Francisco de Asís llama “mi hermano
el viento” y “mi hermana la lluvia”…, hasta los escaparates y los atardeceres
de las grandes ciudades”…
P.S. Tras su condena, el 25
de mayo de 1895, Wilde pasa por las cárceles de Newgate, Pentonville,
Wandsworth y Reading hasta que es puesto en libertad casi dos años después, el 19 de mayo de 1897.
De
profundis: Epistola in Carcere et Vinculis, no se publicó
íntegro hasta 1962 y, en español, hasta 1975.
Algunos
nombres de la historia
Robert
(“Robbie”) Ross (1869-1918), primer amante de Wilde (en
1886, con 17 años) y su albacea literario.
Lord
Alfred Douglas (“Bosie”), 1870-1945. Tercer hijo del 9º marqués
de Queensberry. Conoce a Wilde en 1891, con 21 años. Wilde tiene 37. Su
relación lleva a Wilde a la cárcel.
En 1902, tras la muerte de
Wilde, Douglas se casó con Olive Eleanor Custance, una poetisa de familia
adinerada. Tuvieron un hijo, Raymond, que murió en 1964.
Douglas escribió dos libros
sobre su relación con Wilde: "Oscar Wilde and Myself" (1914, en su
mayor parte escrito en realidad por T.W.H Crosland, el director asistente de
"The Academy") y "Oscar Wilde: A Summing up" (1940); además
de una autobiografía: "The autobiography of Lord Alfred Douglas"
(1931).
Su poema "Dos
amores" (1882 ¿) fue utilizado en el proceso contra Wilde; termina con el
famoso verso que se refiere a la homosexualidad como: "the love that dare
not speak its name" (“el amor que no se atreve a decir su nombre”).
Sus restos yacen en una
tumba olvidada en un cementerio católico de Crawley, Sussex, junto a los de su
madre Sybil Queensberry (Montgomery, de soltera).
Constance
Lloyd (1859-1898), esposa de Óscar. Se casa con Wilde en 1884. En 1885, nace su primer hijo, Cyril, y
en 1886, Vyvyan, el segundo.
Le interesaban el
espiritismo y la teosofía, el arte, la religión y la literatura; tocaba el
piano, pintaba al óleo, fue una fotógrafa técnicamente avezada, hablaba francés
y leía italiano. Vivió intensamente el feminismo, escribió cuentos para niños
[En 1888, publica There Was Once, Érase
una vez, basado en las historias que había escuchado a su abuela], que
reunió en un volumen, cultivó el periodismo, se implicó en actividades
políticas de índole diversa, y fue pionera del movimiento que reclamaba la
creación de clubes sociales exclusivamente para mujeres y una forma de vestir
“racional”.
Nacida en 1859, murió con
tan solo 39 años, a manos de un ginecólogo incompetente. Unos
meses antes de morir Wilde, este quiso visitar su tumba en Génova, en el
cementerio de Staglieno. Solo
ponía: “Constance Mary, hija de Horace Lloyd”… En 1967, añaden: “Esposa de
Óscar Wilde”.
Merlin
Holland (n. 1945), único nieto de Constance y Wilde (su madre,
cambia el apellido por Holland, el de una familia vecina, cuando el escándalo
de su marido); pone nombre a la enfermedad de su madre, tras revisar sus cartas
con su hermano Otho (en su época se habló desde sífilis, contagiada por su
marido, a secuelas de una caída por la escaleras de casa). Fue esclerosis
múltiple (ya descrita en 1868), como escribió la doctora Ashley Robins en el
año 2000.
“¿Hay alguna biografía de
Wilde que recomiende?
La de (Richard) Ellmann es,
sin duda, la más completa hasta la fecha, a pesar de sus defectos. Para obtener
una imagen fiel del hombre creo que se necesita, además, asimilar los tres
recuentos que escribió su íntimo amigo Robert Sherard, así como las que
escribieron Hesketh Pearson, Frank Harris y Vincent O’Sullivan. Todas tienen
faltas e imprecisiones, pero Wilde es una criatura tan complicada que hay que
verla desde muchos ángulos diferentes”.
“¿En qué sentido sufrió su
padre [Vyvyan]?
¡El juicio por
homosexualidad a su padre [Oscar Wilde] le dejó huérfano [tenía
8 años la última vez que lo
vio] y trastornó su vida! Cuando yo tenía 15 años [en 1960] descubrí una
carpeta oculta que tenía mi padre…
¿Qué contenía?
Una colección de recortes de
prensa sobre procesos a homosexuales durante el siglo XX, como el del actor
inglés John Gielgud en los años 50… Yo seguí enriqueciendo esa carpeta, y acabé
por investigar el juicio”.
“Supongo que la primera vez que fui consciente
de él (Wilde) fue cuando pusieron la placa azul en su casa de Tite Street, en
1954”.
Lucian
Holland, nacido en 1979, es el único bisnieto de Wilde.
Lady
Jane Francesca Wilde, madre de Óscar. Muere en 1896, mientras él
está en la cárcel. “Mi madre que, intelectualmente, está al nivel de Elizabeth
Barret Browning e, históricamente, al de Madame Roland…La amaba y veneraba…”.
Visiones
de futuro
La relación entre Alfred
Douglas y Oscar Wilde fue recreada por Luis Antonio de Villena en su obra El charlatán crepuscular.
Bosie, de
Douglas Murray (Talk Miramax Books, Nueva York) es una biografía de 374 páginas
en donde podemos conocer la visión de la otra parte de la historia.
Moises Kaufman escribió una
obra teatral basada en el proceso, Gross
Indecency (Indecencia grave (la homosexualidad)). También se ha hecho una película al respecto, Wilde, protagonizada por Jude Law (como
Bosie) y Stephen Fry (como Wilde).
En 1894, fue
publicada la novela "El clavel verde", de R. Hichens. Se dice que es
una novela en clave sobre la relación de Wilde y Douglas, que sería uno de los textos
utilizados en contra de Wilde durante el juicio en 1895.