“Pensar y prender el Rastro,
teoría y práctica, eso me propongo aquí…”- escribe en el prólogo Andrés
Trapiello, autor de las 370 páginas, apretadas, de texto y fotos.
“Llevo yendo al Rastro todos
o casi todos los domingos desde antes de la reforma del alcalde Tierno, en
1984…siempre [desde 1980] he ido a una hora temprana, la del alba, que dicen
los poetas, la hora en que se despliegan sobre la acera los primeros puestos…es
mejor ir en ayunas…Se está más despierto…Entre las siete y media y las ocho ya
estoy allí…”.
La idea de escribir algo
sobre ello se le ocurrió a los tres o cuatro años de empezar a ir. Comenzó a
tomar notas y muchas de ellas están hoy en las páginas del libro.
“El Rastro es, la mayor parte
de las semanas, mi única salida al mundo…es la ocasión que tengo de hablar con
mis congéneres y socializarme un poco…el Rastro nos ayuda a entender mejor de
qué va esto que llamamos “la vida”…Yo es donde he aprendido más…
“No vamos al Rastro tanto a
encontrar cosas, como a reencontrarnos con ellas”. El Rastro es el lugar al que la gente va a buscar su
pasado”.
El
barrio
“Es un barrio más bien feo,
de casas ramplonas y mal encaradas…no hay una sola calle bonita, no hay monumentos
ni edificios señalados, ni siquiera conventos o iglesias…no hay nada
monumental…En el Rastro no hay nada, solo hay Rastro, y al Rastro solo se va al
Rastro…”. Pero…”si en algún lugar del mundo la poesía tiene una gran autoridad
es ahí”.
Los
vendedores
Uno de los más veteranos es
Ignacio Penalva, que le dice: “cada uno de nosotros somos una novela”…
Otros son: Vicente Verona y
Juan Manuel y Vicente Cáceres, los varios Antonios, los dos o tres Pepes. Y los
que ya no están: Fina (¿Será la Fina de Victorina Durán, la de la librería…?),
Rafael, Juanito, Pepe Berchi, Antoñita…
Juan
Manuel Bonet, su “pareja” de Rastro
Nacido en París en 1953,
poeta, crítico de arte, director del IVAM y del Reina Sofía, y del Instituto
Cervantes de París. Amigo.
“Siempre hemos estado juntos
en el Rastro…”.
Los
objetos de Andrés Trapiello
“En las Grandiosas
Américas…compré a mediados de los años 80, poco antes de su demolición, ocho sillas de tijera de hierro, con
una S y una P (Servicio Público), perforadas con agujeros en su respaldo, de
las que estuvieron en parques y bulevares de Madrid”.
Le gustaría encontrar Las semanas del jardín, obra perdida de
Miguel de Cervantes y, por ello, mítica.
En la tercera parte del
libro, habla de 11 hallazgos: desde abrecartas a un cartel del impresor Gabriel
García Maroto, una mesita,
Mi
Rastro, el de AT
“El perímetro del Rastro se
puede recorrer a pie en veinte o treinta minutos. Peinar las calles que lo
cruzan en uno u otro sentido, bajando y subiendo, en unas dos o tres horas…Hoy,
el Rastro se parece bastante a una raspa de pescado. La espina central, con la
cabeza en Cascorro, es la Ribera de Curtidores…Nuestro Rastro se limita a media
docena de calles y a las dos plazas grandes, la del Cerrillo o Vara del Rey, y
la del Campillo del Mundo Nuevo…donde hay libros y algunas antigüedades
interesantes…”.
“Solo
se ha escrito un libro sobre el Rastro, y eso hace ya cien años”
Ramón Gómez de la Serna lo
escribió en 1915, pero en diciembre de 2018 se ha publicado el 2º volumen de
las memorias de Victorina Durán (Madrid, 1899-1993), inédito, titulado El Rastro. Vida de lo inanimado.
Dedicado a Valle Inclán “a quien debo el conocer y amar el alma de las cosas
muertas”, Victorina afirma que en los objetos de El Rastro “está toda la vida de los madrileños”.
“Cuando yo era estudiante en
la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, tres o cuatro compañeros nos
faltábamos ningún domingo al Rastro”…Eso era allá por 1917…Habla de la “década
gloriosa” del Rastro, desde 1918 a 1928, “¡Hasta se podía encontrar algún incunable!...”.
Y luego ya, a su vuelta a España del exilio, en los años 80”: “En la librería
de Fina compro hoy, en 1982, las cuatro Sonatas
de Valle Inclán en una edición del año 1935
de la Revista Literaria…”.
El
nombre de El Rastro
Según se recoge en el
diccionario Covarrubias (de 1611), rastro es el “lugar donde se matan los carneros…los llevan arrastrando dese el corral hasta los palos donde los
desuellan…y por el rastro que deja…”.
“Apenas una porción en el
queso madrileño o, si se prefiere, un abanico, cuyo clavo es la célebre estatua
de Cascorro” (que yo -Aída- no sabía que era el mismo que Eloy Gonzalo, el
nombre de una de las calles de mi barrio de Chamberí durante once años…).
En
la literatura
El
Rastro por la mañana, un sainete de 1770, escrito por Ramón de la
Cruz, sea “acaso la primera obra que popularizó el nombre del Rastro y la vida
de sus vecinos”. Entre ellos, un aguardentero, un prendero, una mondonguera,
una buñolera o una tocinera.
Los
anticuarios (1921), de Carmen de Burgos (Colombine), “una
de las pocas novelas españolas dedicadas a las antigüedades y al Rastro”.
El poeta Ezra Pound lo cita
en sus Cantos (1925): “¿Todavía
venden latón tan viejo en Las Américas…?”.
Mi tío Jacinto (1946), novela de András László
“ambientada en el Rastro”.
En
el cine
Domingo
de Carnaval (1944), de Edgar Neville es “el mejor
retrato cinematográfico del Rastro”. https://www.youtube.com/watch?v=nnVYhML1Tq8.
Mi tío Jacinto (1956), de Ladislao Vajda, versión
cinematográfica de la novela de A. László.
Joaquín Sabina menciona las
Galerías Piquer en una canción, De
purísima y oro, de 2012. “…Para primores, Galerías Piquer…”.
Patxi Andion le dedica al
Rastro “Una, Dos y Tres”. https://www.youtube.com/watch?v=1F5ex2jSws8.
El Rastro de hoy y mañana,
por Patxi Andion. http://www.rtve.es/alacarta/videos/cronicas/rastro-hoy-manana-patxi-andion-cantautor/3913268/.
Otra: Una gitana del rastro de Madrid, por Parrita. https://www.youtube.com/watch?v=B1iX2-DpT4Y.
ALGUNOS
DATOS DEL AUTOR
Andrés García Trapiello
nació en Manzaneda de Torío, León, en 1953.
Es sobre todo conocido por
sus Diarios (colección de diarios Salón
de pasos perdidos, “esa novela en
marcha”, en la editorial Pre-Textos. En 1990 aparece el primer tomo, El gato encerrado). Ya lleva 21.
En 1980 empieza a dirigir la
editorial Trieste.”Mi primera decisión fue crear una Biblioteca de Autores
Españoles”. En ella cabían desde obras de Villalonga, Sánchez Mazas, Ruano o
Gómez de la Serna a las de Jiménez Fraud o Ramón Gaya.
SABER
MÁS
http://www.andrestrapiello.com/. Su página web.
http://www.andrestrapiello.com/. Su página web.
https://es-es.facebook.com/pages/category/Writer/Andr%C3%A9s-Trapiello-150936498358465/. Su
Facebook.
https://elpais.com/cultura/2018/10/06/actualidad/1538835351_481805.html. Un
día en el Rastro con Andrés Trapiello.
El Rastro: del Portillo a la Arganzuela (2012). “Mariano Hormigos [su autor, que vivió desde los 5 años en una
casa de corredores de la Ronda de Toledo] ha sido quien mejor ha contado todo
este Rastro bajo…, el mejor cronista”.
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