miércoles, 29 de abril de 2015

LAGUNAS, ESTANQUES Y CHARCAS: LUGARES PARA LA VIDA

La primavera es un buen momento para observar la vida en charcas, estanques y lagunas. Y para comenzar un proyecto propio, si se quiere…

Libélulas, efímeras, escarabajos de agua, caracoles, tritones, incluso musarañas, viven dentro y alrededor de estos hábitats. En aguas someras de tan solo unos pocos centímetros de profundidad  es donde se encuentra la gama más amplia de vida silvestre.


Para muchos animales, el terreno alrededor de una charca o laguna es una parte fundamental de su ciclo de vida. Hierbas marginales de bajo crecimiento como la Agrostis stolonifera y la Glyceria species son algunas de las plantas más útiles.

En el Reino Unido, La Fundación The Ponds Conservation Trust lleva años dedicada a la conservación y promoción de las lagunas, con una gran experiencia en su haber. Estos son algunos de sus consejos:

Sobre gestión y manejo

A veces, plantas flotantes como la lenteja de agua o especies alóctonas e invasoras como la Azolla filiculoides pueden ser especialmente problemáticas.

Las dificultades comienzan cuando estas plantas empiezan a formar gruesos mantos sobre la superficie del agua. La causa es casi siempre la presencia de demasiados nutrientes (especialmente nitratos y fosfatos) en el agua. Estos proceden de fertilizantes, heces de patos o ganado de las granjas cercanas.

A corto plazo, puede usarse un rastrillo o un palo para quitarlas, pero lo mejor es asegurarse de que alrededor de la laguna existen extensas áreas de plantas de marisma que transforman el nitrato en nitrógeno y oxígeno, gases que entonces pasan a la atmósfera. La cebada seca o las hojas caídas de los llorones actúan también como un herbicida natural matando las algas.

¿Es mejor plantar o dejar que las plantas colonicen los estanques? 

La opinión de los expertos es que es mejor dejar que las plantas los colonicen de una manera natural. En caso de querer ayudar, es conveniente hacerlo solo con plantas nativas de procedencia local, esto es, que estén presentes en alguna zona húmeda a no más de 20 km de nuestro estanque. Pueden recolectarse semillas o pequeñas cantidades de plantas de lagunas, márgenes de  los ríos o charcas cercanos.

Las plantas se extienden rápidamente, así que, con unas tres plantas por metro cuadrado, en un año puede tenerse una buena cobertura. Las más difíciles de conseguir son las especies sumergidas. Pero sin plantar especies acuáticas, éstas llegarán de forma natural en el plazo de uno o dos años.

¿Hay que añadir abonos?

En la mayoría de los casos, según los expertos, deben evitarse. Con ello solo se incrementa el crecimiento de plantas invasoras como la espadaña.

Algunas sugerencias

La platanaria (Sparganium erectum) de tallo emergente, la espiga de agua (Potamogeton natans) de hojas flotantes, los sumergidos rizos de agua  (Potamogeton crispus) o pequeñas hierbas dulces como las Glycerias son muy adecuadas para aumentar la vida silvestre. Particularmente valiosas en los alrededores de la charca son  la hierba de Hércules (Heracleum sphondylium) o la cicutaria (Anthriscus sylvestris), así como hierbas  y juncos  tales como la menta acuática, la lámula, el berro o el sombrerillo de agua.


Plantas atractivas para entornos urbanos

El aro palustre (Caltha palustris), el lirio amarillo (Iris pseudacorus) o la salicaria (Lythrum salicaria), plantas visualmente atrayentes, son muy apropiadas para los estanques de las ciudades.


Evitar...

Introducir plantas no nativas como la broza del Canadá que, además de invadir las lagunas, pone en peligro las especies autóctonas.


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