lunes, 17 de agosto de 2020

EL PAN QUE COMO. Recordar y aprender



Paloma Díaz-Mas reflexiona sobre lo cotidiano, todo lo que rodea al alimento y a la comida. 

El título me ha traído a la mente diversos dichos y refranes (Al pan, pan y al vino, vino; A buena hambre, no hay pan duro; Con pan y vino se anda el camino;…) con el pan como protagonista, y una frase que nos decían de pequeños: “No tires el pan, que es de Dios…”.


Me encanta que comience con  un “Agradecimiento” en japonés (Itadakimasu, que no significa “Que aproveche”…). Agradecimiento a las personas que han hecho posible ese alimento elaborado que nos comemos, y a los propios ingredientes.

En los distintos capítulos hay crítica social: Ganarse el pan (sobre las tiendas de barrio, que intentan sobrevivir, tan de actualidad ahora, con la pandemia), o Agua (“En los países pobres [siempre] son las mujeres las que van por agua…”), o Fuego (“Nunca pensábamos en la historia de trabajo y sufrimiento que precedía a aquellos serones de esparto llenos de carbón para la lumbre…”).

Hay hipótesis interesantes, como que los diversos “cocidos” que existen en el mundo surgieron como “platos que, en el medio rural, permitían a las mujeres hacer las tareas de la casa, cuidar a los niños o atender a los animales mientras la comida iba haciéndose sola al calor del rescoldo”…

O la idea de las cocinas como “el último reducto” de la mayoría de las lenguas extintas o en vías de extinción.

Al hilo, nos comparte experiencias biográficas sobre momentos y circunstancias:

“El primer fuego doméstico que recuerdo es el del fogón de la cocina de casa de mis padres”.

“Tendría yo doce o trece años y me mandaban mis padres a comprar vino a la taberna que había al lado de casa”.

“En casa de mis padres había una fresquera”.

“Para preparar la comida, escojo procedimientos sencillos, que no requieran largo tiempo de elaboración …entre media hora y una hora…platos no muy complicados, pero que preparo con mimo…una comida simple y cotidiana para compartir entre dos…”.

Aliñado con extractos literarios… “En caso de necesidad, puede utilizarse como vaso casi cualquier cosa. Por ejemplo, un sombrero. Así lo cuenta el Cantar de mio Cid”... “Uno de los poemas más conmovedores de Juan Ramón Jiménez, “La carbonerilla quemada”… Un cuento popular sobre el olor del pan…Un milagro de Berceo en el que se llama a la Virgen “Madre del pan de trigo”…Y canciones populares: “Apañando aceitunas/se hacen las bodas/y el que no va a aceitunas/ no se enamora”…

Un libro ameno en el que aprendes a la vez que recuerdas.

Sobre Paloma Díaz-Mas, contado por ella misma

“Siendo yo muy pequeña, estuve a punto de morir abrasada…”.

“Mis padres me repitieron muchas veces que el pan que yo traje debajo del brazo fue la supresión definitiva de la cartilla de racionamiento [en 1952]”.

“MI madre fue siempre una buena cocinera…, que preparaba platos sencillos pero sabrosos”.

Yo era una niña de ciudad [nacida en Madrid en 1954] y no había visto demasiados árboles en mi vida: solo los de alguna plazuela de mi barrio, los de los jardines del Retiro y de alguna excursión a los pinares de la Casa de Campo o a los bosques de encinas de la sierra de Guadarrama”…

… “era una niña nerviosa…, mala en todos los juegos que requerían control y habilidad en la coordinación de movimientos; nunca he aprendido a montar en bicicleta y siempre fui torpe en los juegos de pelota…”.

 “La primera vez que vi unas salinas [Torrevieja] fue en mi adolescencia, durante unas vacaciones con mi familia”.

 “A principios de los 80 llegué a Vitoria a trabajar como profesora”.

“Durante la segunda mitad de los años ochenta del siglo  XX… estuve algún tiempo viviendo en el estado de Oregón para dar clase en la universidad”…

Sobre su cocina actual (“Me gusta estar aquí”): … “en las paredes, azulejos de un blanco mate, y sobre ellos muebles blancos lacados, y una encimera de piedra artificial también blanca; la mesa es de cristal lechoso, de un color ligeramente azulado o verdoso…Las sillas, con patas de acero, están tapizadas de un verde lima. El suelo, de un marrón muy oscuro da un toque de calidez que evoca a la madera. Por la puerta de cristales que da al tendedero, entra en los días claros el sol a raudales, haciendo brillar toda la estancia…”.
“Así hago yo el cocido en olla a presión, en dos fases…”.

Le gusta acompañar el café o el té de después de comer con una onza de chocolate…Procura no tirar nunca comida. “En casa no se tiraba nada. Si sobraba algo de comida se aprovechaba para preparar otra comida: el pan se rallaba…; con la carne sobrante del cocido…se preparaba un guiso de carne con tomate para la comida del día siguiente…”. Con las patatas y verduras, una tortilla paisana. “Me gusta guisar sola…”.

LEER MÁS

https://elpais.com/cultura/2020/07/28/babelia/1595946999_117392.html. Paloma Díaz-Mas: “Cocinamos para compartir”. Entrevista:
“Una reflexión tomando como hilo conductor la comida…y reflexionar también sobre el proceso que logra que la comida llegue hasta nuestra mesa”…

“La cocina son una serie de saberes acumulados, de cosas que se van incorporando. Cómo comemos es la consecuencia de procesos e influencias”…

“Guisar como una forma de comunicarse, de demostrar amor…Dar comida como forma de comunicar amor”.


Dichos con pan

-       Contigo, pan y cebolla. Con otro, ni olla (la segunda parte no la había oído nunca).
-       Dios le da pan al que no tiene dientes.
-       Pan con pan, comida de tontos.
-       Pan para hoy y hambre para mañana.
-       A falta de pan, buenas son tortas.
-       Pan con queso, sabe a beso.
-       Toma pan y moja, que las tajás son p´a padre (esta segunda parte tampoco nunca la oí).
-       No solo de pan vive el hombre.

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