jueves, 22 de octubre de 2015

MANKELL: ARENAS MOVEDIZAS. Superar el impulso de rendirse


“Estoy en pleno proceso”- escribe el 18 de junio de 2014. “Se ha producido una tregua”- le dice el oncólogo, tras varias sesiones de quimioterapia en la habitación número uno del hospital. “En esa tregua vivo…”.  Hasta el 5 de octubre de 2015...

En esa tregua  y durante ese proceso escribe “Arenas movedizas”, su último libro. “De eso, precisamente, trata este libro. De mi vida. De lo que ha sido y de lo que es…La vida es un viaje tumultuoso entre lo que nos causa miedo y lo que nos da alegría”.

Recuerda que dos de las cosas que más le asustaban de niño eran la muerte tras pisar el hielo quebradizo en un lago o en el río y la muerte tragado por arenas movedizas. Así se sintió los diez días posteriores a comunicarle el diagnóstico de cáncer…, hasta que “supera” el impulso de rendirse. “Las fuerzas oscuras que tratan de sumergirme en un abismo espiritual”.

Salamanca, un lugar en el camino. El camino a Salamanca

“El camino a Salamanca” es precisamente el título de la segunda parte de su libro, y de dos de sus epígrafes.

Es su “caída del caballo”, su lugar de peregrinación (“todos tenemos nuestro lugar de peregrinación”)… al que nunca volvió.

Era agosto de 1985, tenía 37 años, era director de teatro; se encontraba en la plenitud de la vida e iba de regreso a Suecia desde Portugal…, “y debía decidir de una vez por todas a qué quería dedicar mi vida”.

Dos situaciones vividas “en la vieja ciudad española” le harán tomar una decisión, la decisión de su vida: Escribir de la ruptura de personas y de sociedades (“los únicos relatos verdaderamente importantes”), “desvelar lo que otros trataban de esconder”.

Ya había publicado antes (a los 20 años escribió su primer drama, Feria popular) y  su primera novela (The Rock Blaster) había salido en 1973, el mismo año en que viaja a África por vez primera.

Un año después de “Salamanca”, en 1986, se convierte en el director escénico del teatro Avenida en Maputo, Mozambique. Allí, precisamente, sitúa “el instante de su vida en que ha sentido mayor alegría”: el 4 de octubre de 1992, el último día de la representación de “nuestra Lisístrata” [obra de Aristófanes en la que las mujeres se declaran en huelga amorosa para obligar a sus maridos a abandonar la guerra], que coincide con el acuerdo de paz de Roma que termina con una guerra civil de diez años en Mozambique. La actriz principal pronuncia unas palabras, sus palabras, al terminar los aplausos, “lo más emocionante que he presenciado nunca en un teatro”.

Hay muchas más cosas en el libro, pero descúbranlo/descubridlo ustedes mismos, leyéndolo…

POR SI QUERÉIS SABER MÁS…

http://verne.elpais.com/verne/2015/10/05/articulo/1444042190_010356.html. Sus artículos sobre el cáncer (en inglés).



http://henningmankell.com/. Página oficial (en inglés).

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