En
el día en que se inaugura en la Biblioteca Nacional de Madrid una exposición (“CJC 2016. El centenario de un Nobel. Un
libro y toda la soledad”) sobre
el autor de La familia de Pascual Duarte
-a través de más de 600 objetos- es un buen momento para añadir algunas notas -quizá
menos conocidas…
La colección de cartas, publicadas
en 2009, con prólogo de Eduardo Chamorro (389 seleccionadas de las más de
90.000 custodiadas en su Fundación), se inicia con una de María Zambrano,
escrita desde Robledo de Chavela el 29 de agosto de 1935. Entonces, Cela (n.
1916) tenía 19 años. María (n. 1904), 31. “¿Qué ha sido de su vida? ¿Qué lee? ¿Qué
escribe? ¿Qué piensa? Me imagino seguirá adentrándose por el camino de sus
últimos poemas…”. “Versos nerudianos”,
como le comenta Cela en carta a Max Aub años después.
[Son los que luego agrupa
bajo el título Pisando la dudosa luz del
día (1945), dedicado “a los muchachos que escriben versos a los veinte
años”, “mi único y último libro de versos…”. Un “puñado de versos anacrónicos,
crueles, estremecidos y sombríos” –los describe en el prólogo Leopoldo Panero.
En la dedicatoria de la edición de 1960, CJC, 44 años, se confiesa: “Al
hombre…le prostituyen los años, la convivencia y la amarga lucha por la vida”].
La siguiente misiva, llega
desde París -ya desde el exilio-, en octubre de 1946: “… ¡cuántos años! Y
cuántas cosas! Entre otras, sus novelas, de las que solo he podido conocer una;
la editada en Buenos Aires, magníficamente escrita…”.
Cela le recuerda en carta de
1960: “¿Se acuerda de cuando iba, adolescente y delgadito, a las dominicales
reuniones en su casa de la plaza del conde de Barajas [cerca de la plaza
Mayor]… Yo era cliente de Carlos Díez [médico, marido de Araceli Zambrano], que
fue el que me llevó a su tertulia…?”. Luego, le pide su colaboración para la
revista Papeles de Son Armadans,
fundada y dirigida por él desde 1956. El nombre hace alusión al barrio de
Mallorca en el que Cela pasa dos años. http://www.papelesdesonarmadans.com/. “…Falta su nombre; envíeme algo, lo que quiera. No pago las colaboraciones…pero
regalo, a cambio, un juego de separatas encuadernadas y cuidadas”.
María, desde Roma, le
contesta largamente: “No venía a mi casa solamente aquellos domingos; otras
tardes venía usted solo, con sus cuadernos, con sus cuartillas de prosas
líricas…era usted de pocas palabras…Me vino a ver la primera vez al Ministerio
de Estado…Junta de Relaciones Culturales…”. Luego le habla de los libros suyos
que ha leído, y de los que le quedan por leer: “Leí La familia de Pascual Duarte en La Habana, a poco de ser publicada
[1942];…me sorprendió…ese descendimiento a los infiernos de la vida española”
(En 1969, le comenta sobre dicho libro: “Rezuma, llanto y sangre”. Cela le
explica que su propósito era “avergonzar a los españoles;…hacerles ver que
cuando la historia se escribe en los prostíbulos y cazándose a tiros por las
calles, sale con los renglones torcidos”). “Acabo de leer Judíos, moros y cristianos…He leído gran parte de La rosa…El libro de la Alcarria no lo
conozco, ni Pabellón de reposo…”. En cuanto a la revista, le
comenta que la conoce. “Desde luego que le enviaré a usted algo…”.
Cela le hará llegar Viaje a la Alcarria, Mrs. Caldwell, Historia
de España, Primer viaje andaluz y Cuaderno
del Guadarrama.
En cartas posteriores, la
filósofa le dirá: “Me ha conmovido [el Viaje
a la Alcarria]. También la habla de su ilusión por publicar en la revista,
“por lo bella y bien cuidada, por lo desinteresada e interesante”. Solo le
pide que sean respetados los espacios
dobles entre algunos párrafos “según va” en el texto enviado.
Cela
fue “muchos celas”
“Aquel mozo flaquito de
entonces, hoy académico [desde 1957] barrigón…”- se describe en carta de 4 de noviembre
de 1961. “Ya no soy el adolescente pálido y delgadito que iba a la plaza del
Conde de Barajas con sus tímidos poemas bajo el brazo…”- le reitera en 1962.
“En marzo me voy a
Norteamérica, donde permaneceré alrededor de tres meses. En la Universidad de
Syracuse, Nueva York, me han conferido un doctorado honoris causa…”- le comunica Cela en 1964.
“¿Qué te sucede?...No me
cabe en la cabeza que no me contestes…”- le escribe María desde Francia el 28
de abril de 1965. Un año después, responde Cela: “Nada me sucede…como no sea
que tengo mucho más trabajo – y muchas más molestias- de lo necesario”.
En 1966, Cela le pide para
Alfaguara [fundada en 1964], “la editorial de mis hermanos”, la novela suya de
la que le ha hablado, “si está inédita”. También los libros que Pablo Neruda le
había dedicado y que quedaron en su casa de Conde de Barajas cuando marchó al
exilio (Cela era un coleccionista de “autógrafos” desde los tiempos más
tempranos).
En 1973, María le felicita
por haber rehusado [en protesta por el golpe de Estado del general Pinochet] “el
honor”, el doctorado honoris causa, que le traen de Chile “en el momento ese en
que te lo trajeron”.
En Cela, mi padre (1989), su hijo termina el epílogo, diciendo:
…“Camilo José Cela, mi padre, es, sin lugar a dudas, uno de los personajes mejor logrados de toda su larga y fecunda
carrera literaria”. “Los escritores hacen
literatura incluso cuando están escribiendo una autobiografía”- dice en otra
ocasión Cela Conde.
En Cela, piel adentro (Destino, 2016), escrito diecisiete años
después, aparecen porciones – filtradas por su hijo- de las casi mil cartas que
Camilo escribiera a Charo, su mujer, a lo largo de su vida – mostrando al
escritor y a la persona (y no tanto al personaje).
“A veces soy un sentimental bastante ridículo” -le
escribe a su mujer en febrero de 1947 a propósito de su visita a la casa de su
infancia en Iria Flavia y al cementerio de Adina (que rodea la iglesia), donde
estaba enterrada su hermana Teresa.
“Cada día estoy más triste
de ser pobre”- le comunica el 28 de septiembre de 1949 desde el rodaje de la
película Facultad de Letras, mientras
le gira 200 pesetas a Cebreros (pueblo de Ávila), donde ella está de veraneo [equivalen
hoy a un euro con veinte céntimos; por una colaboración en prensa le pagaban
entonces 125 pesetas].
(En Cebreros, famosa por sus
“fiestas de toros”, pasa los veranos de 1947 a 1950 (en dos ocasiones, 1948 y
1950, escribe el pregón de fiestas, y uno de los médicos, don Mariano, le cose
el cuello “cuando el toro de la función me derribó”. Allí nacen “los apuntes
carpetovetónicos, la croniquilla atónita de los minúsculos acaeceres de la
España árida”. Veintiuno, en su primera edición de 1949, titulada El gallego y su cuadrilla y otros apuntes
carpetovetónicos. En uno de ellos, Autobús
a la estación, narra cómo eran entonces – a finales de los años 40- los
viajes en autobús).
En 1953, desde Caracas, le
hace llegar una carta donde le dice cómo debe ser educado el hijo de ambos
(Camilo José Cela Conde, entonces de 7 años): “Debes tener en cuenta, en su
educación, estas dos directrices: 1. Crearle necesidades. 2. Fomentarle su complejo
de superioridad…confianza en sí mismo”. De hecho, el lema que CJC hará grabar
en su escudo de armas, en 1996, al ser nombrado marqués de Iria Flavia, será:
“El que resiste, gana”…
“Un hombre ordenado hasta la obsesión enfermiza…, amor por la
erudición (“erudipausia”- lo llamaba su mujer, Charo)… [Para escribir]
necesitaba quietud y silencio -escribe su hijo. Quien pretenda conocerle de
verdad tendrá que leer sus libros…”.
Costumbres
“Casi todos los días, mañana
y tarde, mi padre se llegaba dando un paseo hasta el café Gijón. En el Gijón se
reunían los amigos…”.
“En aquellos años [1948] CJC
escribía siempre a mano, mojando la pluma estilográfica en el tintero para no
tener que cargarla y pringándose, de paso, los dedos…corrige
muchísimo…tacha…emborronándolo a conciencia para que no pueda leerse nunca
más…la página…acaba convertida en una tela de araña casi imposible de
descifrar. Tan solo Charo, con una paciencia infinita…era capaz de traducir el
manuscrito…; muchas veces tuvo que ayudarse de una lupa”.
El
Cela de Pabellón de reposo
Apareció por entregas en el
semanario El español entre el 13 de
marzo y el 21 de agosto de 1943.Terminado en Las Navas del Marqués (Ávila), en
julio de 1943. El escritor tenía 27 años. “En Las Navas vivía en la fonda La
Florida…”.
En la edición de 1952, dice:
“En él [libro] he pretendido recoger una experiencia casi personal que marcó en
mis días una señal indeleble y venenosa”…Novela escrita con una preocupación
“estética, más que estilística”- subraya.
En la edición de 1960,
amplía este hecho: “Yo estuve dos veces en un sanatorio antituberculoso: la primera
en el Real Sanatorio del Guadarrama, que dirigía el Dr. Partearroyo, en el
1931, teniendo quince años, y la segunda en el Nuevo Sanatorio de Hoyo de
Manzanares, que dirigía el Dr. Valdés Lambea, el 1942, teniendo veintiséis años…El
pabellón de reposo donde centro la acción de mi novela no es ninguno de los dos
sanatorios en los que estuve, y también, en cierto sentido, tiene no poco de
ambos. Los tipos están literaturizados – esto es: aguados…Esta novela mía tiene
mucho…de experiencia propia y no poco de anécdota…imaginada”. En 1960, califica
la experiencia personal como “amarga y
aleccionadora”.
El
Cela de Cebreros
“El verano de 1947 lo pasé
en Cebreros, provincia de Ávila, en una casa de la calle de los Mesones, la
principal del pueblo; la casa no tenía retrete…pero sí, en cambio, cerca de
trescientos metros cuadrados de espacioso y casi olímpico desván…Volví los
veranos de 1948, 1949 y 1950. El primero a una casa del Azoguejo, un barrio
extremo y popular…, y los dos últimos a casa de la Teodorita, más amplia y
céntrica.
La casa del Azoguejo era
minúscula, estrecha y de dos plantas, cada una con su correspondiente cocina;
en la cocina del piso de arriba, de dos metros de lado y tan baja de techo que
en ella no cabía de pie, escribí una de las últimas versiones de La colmena (tuvo cinco), pasándome las
noches acodado a la hendida mesa de mármol que me prestó Eugenio Cartujo, el
del café Madrid, y extendiendo las cuartillas sobre el inutilizado fogón; a
veces, la luz eléctrica era tan ruin que tenía que ayudarme con un par de
velas-
La casa de Teodorita, en
cambio, era mejor; estaba en la calle Luenga…frente a la iglesia y al lado del
bar La Hiedra o taberna de las Ratonas, establecimiento famoso por sus peces en
escabeche y sus pajaritos fritos. Esta casa era algo más espaciosa y sí tenía
retrete…; de ella hablo en mis apuntes Los
dos árboles y Grabados, amorosos
grabados…”.
SABER
MÁS
Curiosidades
El primer título de La colmena fue “Café Europeo” (que no es el café Gijón, sino uno que estaba en la
Glorieta de Bilbao).
Sus primeros cuentos salen agrupados en Esas nubes que pasan (1945).
Hizo sus amagos toreros en tres plazas de pueblo
(“de carro y talanquera”): Hoyo de Pinares, Las Navas del Marqués y Cebreros,
en los años 40. La aventura no prosperó…
En el número 6 de la revista
Clavileño, correspondiente a los
meses de noviembre y diciembre de 1950, publica la rareza Sesenta y siete seudogentilicios santanderinos (una
continuación de El coleccionista de
apodos). “Producto de nuestra
directa investigación y del amable concurso que hemos encontrado en los
alcaldes y maestros a quienes nos hemos dirigido en pos de la contestación de
un dato, de la confirmación de una copla o de la rectificación o aclaración de
un apodo”. Es una tabla en la que aparecen: la población, el Ayuntamiento a que
pertenece y el “seudogentilicio”. Un producto directo de la “erudipausia” de
Cela…
Cela,
actor esporádico en 5 películas
http://www.filmaffinity.com/es/film297548.html. El sótano, 1949. “Hacía de físico escéptico
aficionado al ajedrez”- cuenta su hijo.
http://www.filmaffinity.com/es/film488417.html. Facultad de Letras, 1950/1952. “[Hacía]
de joven profesor universitario”.
http://www.filmaffinity.com/es/film701012.html. Manicomio, 1954. “[Hacía] de loco
peligroso en una sola escena”. “Necesitábamos un actor que comiera yerba y
diera coces…”.
http://www.filmaffinity.com/es/film271576.html. La insólita y gloriosa hazaña del cipote de
Archidona, 1979. “[Hacía] de sí mismo”.
http://www.filmaffinity.com/es/film812038.html. La colmena, 1982. “[Hacía] de inventor de palabras”.
Otros
enlaces
http://www.dailymotion.com/video/x2zz3wl. Cebreros, lugar de veraneo, en el NODO.
http://universocela.es/2016/04/26/ciclo-el-cine-de-camilo-jose-cela/. Cela y el cine.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/quien-es/quien-camilo-jose-cela/2802095/.
¿Quién es…? Camilo José Cela.
http://www.eldiariomontanes.es/culturas/201607/04/adentra-mundos-cela-centenario-20160704164819-rc.html. Cela en la
Biblioteca Nacional.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/04/actualidad/1467626572_510343.html.
Cela en 600 objetos.
http://www.eldiario.es/cultura/centenario-Cela-recupera-pintor-caminante_0_487501974.html. Centenario Cela.
http://www.eldiario.es/cultura/libros/censor-censurado-Camilo-Jose-Cela_0_514449689.html. Cien años de Cela.
https://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/2013/06/madrid-23-junio-1913-sanatorio-guadarrama.html. El Real Sanatorio del Guadarrama.
http://www.guadarramaymas.com/2014/12/Pena-Entorcal-desaparecido-Real-Sanatorio-Guadarrama.html. Paseo por el entorno del sanatorio.
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