viernes, 20 de octubre de 2017

PESSOA: CARTAS A OPHÉLIA [QUEIROZ]


Entre el 1 de marzo de 1920 y el 11 de enero de 1930, con una interrupción de nueve años, vuelan las cartas de Fernando a Ophelinha, su “Pequeño Bebé” (“Todas las cartas de amor son ridículas…” -escribirá en un poema).

Lugares mencionados

En marzo de 1920 Ophélia pasa a trabajar en las oficinas de la casa C. Dupin, en el Cais do Sodré como dactilógrafa. Fernando trabaja allí como traductor de correspondencia comercial, “corresponsal extranjero de casas comerciales”- dice él.

La casa de su hermana en el Largo de Camoes

“He andado sin parar del Martinho da Arcada al Martinho del Largo de Camoes…”.
“¡No imaginas la gracia que me has hecho hoy en la ventana de casa de tu hermana!…Mañana pasaré a la misma hora por el Largo de Camoes. ¿Estarás en la ventana?” -le escribe el 27 de abril de 1920. Otras veces no le hará tanta gracia…

Tercer piso en la  [rua da] Estrela

“La mañana del 29 [de marzo de 1920] me mudo de Benfica a la Estrela…”. “Basta y sobra para mi madre, mis hermanos la enfermera y la tía, y también para mí…”- le dice en una carta anterior. El piso cuesta 70.000 reis.

Café Arcada (desde 1782, en Praça do Comércio, 3)


“Estoy escribiéndole a mi pequeño amor en el Café Arcada”.

La Librería Inglesa

“Tomamos por punto central la Librería Inglesa…”.

Terreiro do Paço  [estação fluvial]

“Primero dejo esta carta en el correo: aquí en el Terreiro do Paço…”.

Belém


“Qué pena que la fábrica de Belem no tenga teléfono… no podré estar en Belem para acompañar a Nininha hasta Lisboa”.

“Mañana… huelga de tranvías… ¿No pensarás ir a pie hasta Belem?… hay trenes…- le escribe el 23 de mayo de 1920.

“Lo natural es que vaya a conversar contigo a Belem durante la hora del almuerzo…”.


La Rua do Arsenal

… “donde cada día compro los periódicos ingleses”. (Pessoa pasó su infancia y parte de su juventud en Durban, Sudáfrica; tuvo una educación británica).

Papelería Vieira

“Hablar allí [por teléfono] es hablar en público” -le comenta el 19 de junio de 1920. “No dispongo de un teléfono desde el cual hablar sin que otros me oigan…”.

Hotel Avenida Palace [praça dos Restauradores]



“Fui sólo a dejar a mi hermana  al hotel Avenida Palace para que hiciese unas compras…”.

Final y principio

En la primera etapa, Pessoa le escribe su última carta el 29 de noviembre de 1920: “El amor ha pasado. Pero conservo un afecto inalterable…Pido…que no me vuelva la cara cuando pase a su lado…”.

En la primera carta de la segunda época, del 11 de septiembre de 1929, le comenta que a lo largo de esos 9 años, la ha visto tres veces: una en la rua do Ouro [hoy, rua Aurea]; las otras dos, en el tranvía que acaba en la Estrela. “No la he saludado porque no la vi bien, o mejor dicho, a tiempo…”.

La última carta es del 11 de enero de 1930, con un poema escrito entre las estaciones de Casa Branca y Barreiro A.

Antes, el 29 de septiembre, le asegura que le gusta “mucho”. Pero “queda por saber si el matrimonio, el hogar…son cosas compatibles con mi vida interior. Lo dudo…”.

“No vengo del Abel [una bodega frecuentada por él], pero debería…”- le escribe el  2 de octubre de 1929. “Tiene aguardiente dulce…”.


Pessoa murió en 1935, a los 47 años, en el hospital São Luis de los Franceses, donde había sido internado por las secuelas del alcoholismo.

“No te sorprendas si mi caligrafía te resulta algo extraña…; en casa he descubierto un espléndido vino de Oporto del que he abierto una botella y ya me he bebido la mitad…”- le escribe el 5 de abril de 1920.

Ofélia muere el 18 de julio de 1991. Había nacido un 14 de junio del año 1900, doce años más tarde que Pessoa.


Las “empresas” de Fernando

Hacia 1907 había fundado una imprenta efímera, de nombre “Empresa Ybis”. Pessoa solía llamarse “Ibis” a sí mismo. “…El ave de Egipto, / se para siempre en un pie,…Es un ave sosegada…”- escribirá en un poema.


El 11 de junio de 1920 se queja a Ophélia de que está “muy hastiado”. No encuentra “apoyo alguno” para la nueva empresa que pretende. “Por lo general [los amigos que frecuento] pretenden que yo lo haga todo, que yo, luego de tener las ideas y de explicar cómo deben organizarse, me ocupe también de conseguir el capital y realizar todo lo necesario para poner en marcha el proyecto. Luego, ellos se presentarían para obtener puestos en la empresa…”.


La consideración de sí mismo

En una de sus últimas cartas se describe como “un maleante”, “un desastrado” y “un zarrapastroso”. “Estoy triste, estoy loco y nadie me quiere”. En lo de su locura, insiste, y ya se ve en “Telhal o en Rilhafoles” [dos hospitales psiquiátricos portugueses]. También le reitera su necesidad de salir de Lisboa (cualquier lugar “indeterminado fuera de Lisboa pero cerca” le vale, ya sea Cascais, Sintra o Caxias. “Necesito tranquilidad y cierta soledad”. Realizar su obra literaria se ha convertido en una prioridad absoluta, “completando unas cosas, reuniendo o escribiendo otras que están por ser escritas”. Su vida es, definitivamente,  su obra.


SABER MÁS



Casa Museu Fernando Pessoa en la Rua Coelho da Rocha, 16, en el barrio de la Estrella. El primero derecha fue su residencia.






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