viernes, 31 de enero de 2020

FLÂNEUSE. A las mujeres también nos gusta callejear… sin que se nos critique



Flâneur: “el que callejea sin rumbo”…

“Yo andaba a la busca de residuos, texturas, descubrimientos y hallazgos fortuitos, aberturas inesperadas…Abrí un surco en el boulevard Montparnasse yendo y viniendo de mi piso, en la avenida de Saxe, a la escuela, en la rue de Chevreuse…Me sentaba en el Café de la Mairie en la place Saint-Sulpice y veía pasar el mundo…tomaba nota de todo lo que veía…Me dejaba llevar  por lo que parecía interesante…”- escribe Lauren Elkin (NY, 1979 ¿)  al comienzo del libro.

“Por qué paseo? Porque me gusta. Me gusta el ritmo de mi paso, de mi sombra, que siempre va un poco por delante de mí en la acera. Me gusta detenerme cuando quiero, apoyarme contra un edificio y escribir algo en mi diario, leer un correo electrónico o enviar un mensaje, y que el mundo se detenga mientras yo lo hago…Pasear me ayuda a sentirme como en casa…A veces paseo porque tengo cosas en la cabeza y caminar me ayuda a resolverlas…Paseo porque me proporciona… un sentimiento del lugar…Paseo porque…te enteras de vidas y de conversaciones que nada tienen que ver con la tuya…”.

¿Hay que justificarlo más…?

Pasear…siendo mujer. Una americana en París

Elkin cuenta que, en agosto de 2015, recibe un correo electrónico donde le comunican que, por fin, tras once años, y dos solicitudes rechazadas, le han concedido la nacionalidad francesa.

Las novelas de Jean Rhys (en especial, Viaje a la oscuridad), una enamorada de París (a donde llega, en 1919, a pie, desde Bélgica) le servirán para comprender su propia historia de amor/desamor en 1999, con 20 años, cuando llega a la capital francesa. París era una fiesta (1964), de Hemingway, le pareció más que inspirador. “Me mostraba a un joven estadounidense en la margen izquierda de París que se sentaba en los cafés y aprendía a ser escritor…Todavía llevo un cuaderno encima allá donde voy. Lo aprendí de Hemingway”.

“Rhys también se convirtió en escritora accidentalmente después de comprar unos cuadernos”…- dice. ”Eché a andar con Rhys por las calles de Montparnasse. Subía y bajaba por el bulevar, entre mi piso y la escuela; comía en sus restaurantes, me sentaba en La Coupole…A veces iba a Le Sélect…Me sentaba durante horas y garabateaba en esos cuadernos hasta llenar hojas sobre lo que sucedía en mi vida”.

Con Virginia Woolf por Londres. “Merodeo callejero”


Virginia Woolf en carta a Ethel Smith, en 1930: “Entre el té y la cena, caminar y caminar…”. “Caminar sola por Londres es el mayor descanso”- decía. Y la ciudad de Londres, “la pasión de su vida”. Street haunting, “merodeo callejero” llama a su actividad paseadora.


Elkin llega a Bloomsbury por primera vez en el verano de 2004. “Paseé por Tavistock Square, donde vivió de 1924 a 1939…me pregunté qué clase de calzado llevaría [Virginia Woolf]…”. Desde 2012 se instala en Londres temporadas regulares. “He explorado todos sus recovecos a pie, en particular el frondoso norte… y el frondoso sudeste…He ido a todas partes andando y he llegado a conocer Peckam High Street y Highgate, Bethnal Green y Green Park, Holland Park y Honor Oak, Isle of Dogs y Dulwich, Clerkenwell y Camberwell, Greenwich y Gravesend…”.


Deambular por las ciudades. ¿Qué mal hacemos…?

En enero de 1879, con 21 años, Marie Bashkirtseff escribía en su diario: “ Anhelo la libertad de salir sola: ir, venir, sentarme en un banco del jardín de las Tullerías y, sobre todo, ir al [jardín] de Luxemburgo, mirar los ornamentados escaparates, entrar en las iglesias y los museos y pasear por las viejas calles por las tardes. Esto es lo que envidio…”.

Mujeres flâneuses. Escritoras paseantes


Flora Tristán, George Sand, Virginia Woolf (y la señora Dalloway: “Me gusta pasear por Londres”…), Luisa Carnés o Las Sinsombrero.

“Yo tenía tan buenas piernas como las de ellos -escribe George Sand.- y lo mismo podía decirse  de mis buenos y pequeños pies de persona de Berry, que había aprendido a caminar en los malos caminos, en equilibrio sobre viejos zuecos. Pero por el pavimento de París…el calzado delicado se rompía en dos días; las medias me hacían torpe y no sabía levantarme las faldas…”. Así que [en los años 1830s, tras separarse de su marido] decide hacerse hacer “un rédingote-guérite [una levita] de grueso paño gris, con el pantalón y el chaleco a juego. Con un sombrero gris y una gruesa corbata de lana…mis botas…con esos pequeños tacos herrados, me sentía firme sobre el suelo. Recorría París de punta a punta…Nadie me miraba…Nadie me reconocía…”.


Un modo de caminar que busca descubrir más que llegar a un sitio. Japón

“Tardé algún tiempo en descubrir lugares con los que pudiera conectar… ¿Cómo se mueve uno por una ciudad donde las calles no tienen nombre…?...Tokio no es una ciudad para caminar: es demasiado grande para ello. Incluso sus barrios son demasiado extensos para caminar por ellos…Cuando por fin me aventuré a salir, me ceñí a lugares cercanos, como los centros comerciales Tokio Midtown o Roppongi Hills…”- explica Elkin. Con el tiempo, Japón llega a fascinarle y encuentra sus lugares: “los templos que hay alrededor de Asakusa, los parques Harajuku…, la paleta de verdes y grises en Kioto…una ciudad vivible, manejable…y, sobre todo, un lugar para pasear”… 

Mujeres “ventaneras”, en casa,  no flâneurs, en la calle. La ventana, una vía de escape


“Mujer ventanera, poco costurera”- dice un refrán, para descalificar a la mujer ociosa. Otro: “Mujer ventanera, nunca llega a casadera”… Carmen Martín Gaite habló de las mujeres ventaneras, en otro sentido, en Desde la ventana: “El recuadro liberador de una ventana para que la mujer pueda alzar de vez en cuando los ojos a ella y descansar de sus tareas o soñar con el mundo que se ve a lo lejos es una referencia constante tanto en pintura como en literatura”.

En su poema, Por el mundo adelante, escribe:

"Abrid ya las ventanas.
Adentro las ventiscas
y el aire se renueve.
Quiero huir de los ámbitos
calientes y tapiados,
salir sin compañía
por el mundo adelante".

La mujer, en la calle, no puede estar ociosa. Su pasear ha de tener un propósito


La paseante solitaria


De 1922,  en el cuadro de Feininger aparece una elegante figura femenina de espaldas, con el torso ligeramente vuelto hacia el espectador, paseando por las calles de París. La dama de malva, antes La bella y La impaciente, 1922, fue pintada por Lyonel Feininger (1871-1956) en 1922.

El arte del vagabundeo. Espectadores urbanos. Detectives aficionados, observadores atentos  e investigadores de la ciudad

“Buenas piernas, buen oído y buena vista”…- estás son las características de un buen flâneur para Louis Huart, quien escribe en 1841 Fisiología del flâneur”.


“Creo que las personas están hechas no solo de los lugares donde han crecido, sino también de los que han amado”- dijo la directora de cine francesa Agnes Varda en una entrevista en 1961.

Sobre Lauren Elkin

Con su primera novela The Floating Cities, que se publicó primero en francés (2012??? Villes flottantes), ganó el premio de los lectores en el festival literario Rue des Livres.


“Nueva York fue mi primera ciudad…”. Vivían en Long Island (“En nuestra pequeña ciudad no había ningún lugar donde quedar, no tenía un núcleo central, un centro definido”), a una hora en coche de Manhattan, y sus padres les llevaban en alguna ocasión al cine o a algún museo. Luego, estudia Lengua y Literatura Inglesas en la Universidad de Columbia (“La primera vez que estuve sola en una ciudad fue durante mi primer año en la universidad…Eché a andar por la calle 10…Había una iglesia en la esquina…Me aventuré hacia la iglesia y fui a parar a Broadway. Me alejé un poco más y encontré la Cuarta Avenida…”). Sin embargo, no recuerda “una época en la que yo no pensara acerca de los edificios, acerca de los espacios y de sus significados”.


Tiene mezcla de sangre judía, italiana e irlandesa. Sus bisabuelos construyeron los puentes de Williamsburg, Manhattan y  Brooklyn. “Vengo, por ambos lados, de una larga sucesión de ingenieros que construyeron la ciudad [de Nueva York] ladrillo a ladrillo”.

LEER MÁS

http://losangelesreview.org/interview-lauren-elkin/. Entrevista a Lauren Elkin (en inglés).

https://www.theguardian.com/cities/2016/jul/29/female-flaneur-women-reclaim-streets. The women who reclaimed our city streets (en inglés).


https://www.yorokobu.es/flaneuse/. Flâneuse: las mujeres aún tienen que conquistar las ciudades.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/agnes-varda/5127445/. Agnes Varda, pionera del cine feminista.

https://www.youtube.com/watch?v=imbeCibgWXY. Cléo, de 5 a 7 (1962), por Agnes Varda. Tráiler


“La fuerza que ejerce un vecindario en Cléo…cómo cambia algo en su interior al recorrerlo mientras el vecindario la recorre a ella”…De ser el objeto de la mirada se convierte en el sujeto que mira. “Yo [mujer] también puedo mirar”…


https://www.youtube.com/watch?v=5iaIge_aVHk. Documental Daguerréotypes (1977) sobre “algunos hombres y mujeres de la Rue Daguerre, su calle…Imágenes y sonidos…”.

https://www.youtube.com/watch?v=MAIK_9a080I. Tráiler de Les 3 boutons ( 2015).


https://vimeo.com/114609934. Las playas de Agnes ( 2008).

https://www.mujerhoy.com/vivir/ocio/201707/17/londres-virginia-woolf-20170717085408-p.html. El Londres de Virginia Woolf.


Vivian Maier (1926-2009).



Marianne Breslauer (1909-2001). https://www.rebelion.org/noticia.php?id=249218.


Ruth Orkin (1921-1985). https://www.orkinphoto.com/. https://www.orkinphoto.com/photographs/american-girl/. “It was in Florence in 1951 that she met Jinx Allen (now known as Ninalee Craig), a painter and fellow American.

The two were talking about their shared experiences traveling alone as young single women, when my mother had an idea. “Come on,” she said, “lets go out and shoot pictures of what it’s really like.” In the morning, while the Italian women were inside preparing lunch, Jinx gawked at statues, asked Military officials for directions, fumbled with lire and flirted in cafes while my mother photographed her. They had a lot of fun, as the photograph, “Staring at the Statue”, demonstrates. My mother’s best known image, “American Girl in Italy” was also created as part of this series”.
Fotógrafashttps://www.blogdelfotografo.com/fotografas/

Cristina García RoderoLa única fotógrafa española que ha entrado en la agencia Magnum.

YO SOY UNA FLÂNEUSE,  UNA “DISFRUTONA”, UNA MUJER PASEANTE QUE ESCRIBE



Quizá porque mi ritmo de caminar siempre ha sido lento; quizá porque me gustar mirar, pararme, dejarme llevar…

A mí me encanta vagar: dejarte llevar en cada cruce de caminos por una mayor cantidad de luz, un detalle de una fachada, una zona verde al fondo…Eso sí, voy siempre con plano, para no perderme y saber dónde estoy en cada momento.

Callejear sin rumbo, dejándose llevar. Solo se conoce lo que se ha pisado...












SABER MÁS

Anna María Iglesia (1986) es autora de la tesis "La narrativa del espacio urbano y de sus prácticas. El París del XIX y la flânerie".

https://www.mujeresviajeras.com/viajeras-de-principios-de-siglo-xx/. Mujeres viajeras.

Buscando en Google…Lo que Google asigna a…

Mujeres que…

Andan… “con lobos, con hombres casados, buscando novio, buscando pareja, de casa en casa…”.

Caminan…”con lobos, descalzas, como hombres, libres, sobre hielo, con las piernas separadas…”.

Hombres que andan…”con mujeres jóvenes, en moto, a caballo, robando niños…”.

Hombres que caminan…”como mujer, sobre el agua, solos…”. 






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