viernes, 22 de enero de 2021

CARMEN LAFORET, OTRA CHICA "RARA"

“Desde tu primer libro estabas ya liberada”- escribe Ramón J. Sender a Laforet, en 1971. Para él, Carmen Laforet es, desde su primera novela, la primera novelista española que escribe como mujer.

En su descripción de las adolescentes en sus libros, recuerda mucho a Ana Mª Matute. “Entonces, no había escritoras…Solo estaba Carmen Laforet… Ella vivía en Madrid y yo en Barcelona”- recuerda Ana Mª.

Carmen Laforet nació en Barcelona en 1921 (el 6 de septiembre), pero cuando tenía dos años su familia se trasladó a Las Palmas. Su padre, arquitecto, se mudó con toda la familia (sus hermanos Eduardo, y Juan, más tarde médico endrocrinólogo en Las Palmas) para ejercer su profesión de 1923 a 1939. Su madre, Teodora Díaz, había estudiado magisterio, aunque nunca lo ejerció. Murió cuando Carmen tenía 13 años (A Elena Fortún le escribirá, en 1951: “…siempre me he sentido un poco hija tuya…Tú, sin saberlo, has sido un poco mi madre…siempre me acompañaste en mi soledad”). En el bachillerato, Consuelo Burell, compañera de Machado en Segovia durante los años de la República, será su profesora de Literatura. En Las Palmas, Laforet permaneció hasta los dieciocho (1939) en que regresó a Barcelona con sus abuelos para estudiar Filosofía y Letras. Entre los compañeros de carrera, Néstor Luján. En 1942, se instala en Madrid para escribir Nada.

Nada, la novela más traducida tras El Quijote, sigue vendiendo unos 7.000 ejemplares anuales

En 1944 (23 años), con su primera novela (Nada) obtuvo el premio Nadal en su primera convocatoria. La trama de Nada se acerca a lo que Rosa Montero denomina “cuento perverso”. Antes de Nada, apenas había publicado: “Creo que no pasan de cuatro: unos artículos [El primero, Muchachas estudiantes, publicado en la revista Mujer, de San Sebastián, en octubre de 1940] y un cuento”.

En 2009, para conmemorar el 65 aniversario de la concesión del Nadal, la editorial Destino sacó a la venta una edición de lujo de Nada.

En la edición de Rosa Navarro Durán, de 2019, se dice en el estudio preliminar: “…una novela aparentemente sencilla en su composición y en su lenguaje, pero con tal hondura que toda persona que la lee encuentra en sus páginas algún rincón donde instalarse como si le perteneciera”.

“Hay en Nada una fresca espontaneidad que no se marchita”- escribe en  ABC su hijo Agustín Cerezales, en 1995.

“Carmen no ha ideado a Andrea como protagonista de novela a quien van a sucederle cosas…, sino que la ha imbuido de las dotes de testigo…Lo mira todo sin juzgarlo…”- escribe Carmen Martín Gaite en el artículo La chica rara, de 1986.

Algunas opiniones de Nada en la Red

“Esta novela no es como las de hoy, llena de acción. Parece un poco las novelas del siglo XIX que ponen más énfasis sobre el desarrollo de los personajes. Yo la comparo a Cumbres borrascosas. El personaje, Heathcliff, es algo como el tío Román -inteligente, poderoso y algo malvado. A mí me fascina el personaje del tío Román, porque se me hace más grande que la vida. También me gusta el tono gótico, que hace que lo desagradable de la casa sea algo sexy”.

“Es la descripción de la vida de una chava deprimida y frustrada”.

“Encuentro muchos puntos en común con La plaza del diamante, de Mercé Rodoreda”.

“Lo relevante está en el corazón de Andrea, en su simbiosis con Ena y en el embrujo maligno que crea la mezquindad de Román. En el asfixiante encorsetamiento de tía Angustias, en la socarronería e idiocia de la insulsa Gloria, en la inocencia de la abuelita…Para mí los sentimientos de desapego, podredumbre, miseria y falta de acompañamiento espiritual son diacrónicos ¿.

“Al leer se siente la angustia y el dolor y, sin embargo, no pasa NADA.”

“Después de leerla te quedas hecho polvo…la p…novela me enganchó…Hay millones de nuestros vecinos, compañeros de clase, etc, que parecen normales y pasan desapercibidos, pero que viven un infierno.”

En 1946 se casa con el periodista Manuel Cerezales (se separan en 1970. Él dirige la colección Novelas y Cuentos en la editorial Magisterio Español); tuvo cinco hijos: Marta (n.1947), Cristina (n. 1948), Silvia (n.1950), Manuel (n. 1952) y Agustín (n. 1957). En Madrid, viven en O´Donnell, 38. En 1966, le escribe a Sender: “He alquilado una casita en Cercedilla para irme dos o tres días entre semana a dar paseos por el campo, encender la chimenea de leña y trabajar…”.

En 1948 le otorgan el Premio Fastenrath; en 1955, el Menorca de Novela y, en 1958, el Nacional de Literatura. Tras Nada, escribió otras dos novelas: La isla y los demonios, publicada en 1952, y La mujer nueva, en 1955. En los años 60 acomete la empresa de redactar una trilogía narrativa bajo el título de Tres pasos fuera del tiempo y, en 1963, publica la novela La insolación, primera de las tres. Las otras dos serán Al volver la esquina (editada en 2004. “…la sugerencia irónica de mi cuñada Amalia de que a Martín lo raptaron los marcianos en un platillo volante al volver la esquina...”) y Jaque mate (inédito). Además publica cuentos (“Voy a escribir un cuento…Es que necesito un termo para Cristina…”- le escribe a su amiga Dolores de la Fe) y artículos en diarios y revistas (“Yo escribo artículos -que no me gusta hacer [“que escribo sin ganas y a la fuerza, y en el último minuto”] -para ganar dinero [“porque me hace falta el dinero”]…”- le cuenta por carta a Elena Fortún). Su día a día, contado a EF:…“En aquella temporada [1950] escribía yo de cinco a ocho, y a esa hora preparaba el desayuno de todos y luego arreglaba la casa, iba al mercado, volvía cargada …”, y subía la escalera con la bolsa de la compra a la espalda, embarazada de 7 meses, cinco pisos… Y, en tercera persona, le relata -como hablando de otra: “…hace una vida casi monástica, trabaja, lee, se ocupa de sus hijos, no frecuenta la sociedad en absoluto y quiere con mucha ternura a su marido”…).


En 1950, Elena Fortún le cuenta en una carta a su amiga Mercedes sobre CL: “Somos amigas de un modo raro: Nos separa la edad: ella tiene 29 años (EF tenía 65)  y está en plena lucha terrible… Tú ya sabes lo que son esos primeros años de matrimonio, con chicos pequeños y poco dinero…”.

El 12 de mayo de 1954 Carmen Laforet publica en ABC el artículo titulado “Elena Fortún en El Retiro” (EF había muerto el 8 de mayo de 1952).

En 1952, ocho años después de su primera novela, aparece la segunda, La isla y los demonios. "He leído La isla…Es excelente”- le escribe en una carta Ramón J. Sender el 5 de abril de 1966, desde San Diego en California (Estados Unidos).

2003: Puedo contar contigo. Correspondencia entre Carmen Laforet y Ramón J. Sender, “la historia de una gran amistad, pura y sin ambigüedades”

“Se conocieron en 1965 en Estados Unidos, cuando mi madre visitó ese país invitada por el Departamento de Estado Americano”-escribe en el prólogo su hija Cristina Cerezales. “Sobre todo quería conocer al gran novelista español Ramón J. Sender, que vivía en Los Ángeles”-cuenta Carmen Riera en Paralelo 35.

No vuelven a verse hasta 1974, en que Sender visita España. Pero el 24 de octubre de 1965 se inicia una correspondencia que continuará hasta 1982, año de la muerte del escritor. [Israel Rolón Barada, estudioso portorriqueño, y autor de la recopilación de cartas, fue conquistado por “la sonrisa de Mona Lisa” de Laforet cuando, en 1987, la conoció de conferenciante en la universidad de Georgetown, en Washington D.C.].

Sin embargo, mucho antes, el 5 de octubre de 1947, Sender ya le había escrito desde la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, en cuyo departamento de Lenguas Modernas impartía clase,  felicitándola por la obtención del primer premio Nadal y por su primera novela, Nada. “He leído su Nada y me parece una buena novela…Enhorabuena…Es usted una espléndida escritora…”. Ella le comentará más tarde, en su primera carta del 24 de octubre de 1965, que “yo no sabía entonces que era usted escritor”.

Nada, “la primera obra realmente femenina que hay en nuestras letras”.

En su carta de 4 de marzo de 1966, Sender le argumenta: “La Pardo Bazán y otras a veces están bien, pero todas quieren ser grandes hombres… [Usted] Es la primera mujer que escribe sin tratar de imitarnos ni de disfrazarse de “gran hombre”. En su carta del 6 de mayo, Carmen le confiesa: “Ni siquiera me planteé el problema de escribir desde lo femenino”.

Un año después, Carmen le cuenta: “Quisiera  escribir una novela sobre un mundo que no se conoce más que por fuera porque no ha encontrado su lenguaje…El mundo del Gineceo…Es el mundo que domina secretamente la vida…”- le escribe el 10 de febrero de 1967.

El 18 de junio de 1966 le dice que está realizando un reportaje sobre “mujeres médicos, en zonas rurales, universitarias y en capitales”.

El mundo del Gineceo

“Instintivamente la mujer se adapta y organiza unas leyes inflexibles, hipócritas en muchas situaciones para un dominio terrible…Las pobres escritoras no hemos contado nunca le verdad, aunque queramos…Lo verdaderamente femenino en la situación humana las mujeres no lo hemos dicho, y cuando lo hemos intentado ha sido con lenguaje prestado, que resultaba falso por muy sinceras que quisiéramos ser”.

A sus comentarios, Sender le contesta en 1967: “Eso que me dice de escribir desde y sobre el Gineceo es terriblemente ambicioso y realmente no se ha hecho nunca, porque hasta nuestra querida Teresa de Jesús, cuando escribe sus Confesiones y sus Moradas, lo hace pensando en sus confesores (varones), a quienes hay que obedecer y contentar…Lo que usted se propone ha comenzado ya a hacerlo (como nadie) en sus novelas, donde por vez primera en España una mujer habla como mujer en un nivel que ya quisieran alcanzar muchos hombres…En las historias de la literatura contemporánea…nadie dice (al menos yo no lo he visto) que es usted, en nuestra ya larga historia literaria, la primera que habla como mujer…Ninguna escritora ha contado lo que les sucede con los problemas de su libertad”.

1952: La isla y los demonios [de cada personaje]

“He leído La Isla…Es excelente…Muy lograda”- escribe el 5 de abril de 1966 Ramón J. Sender a Carmen Laforet. Carmen también cree que tiene “mayor madurez, sentido del humor y poesía que Nada”- según comenta en una entrevista en 1959. “Es una novela que estaba en mí y que incluso inicié antes que Nada, cuando yo vivía en Barcelona, adonde llegué cargada de la fuerza de la tierra de Canarias”- se recoge en Música blanca.

La mujer nueva, dedicado a Lilí Alvarez , “madrina mía de confirmación”.

Publicado en 1955, consigue en este año el Premio Menorca de Novela y, en 1956, el Premio Nacional de Literatura.

En una carta a Ramón J. Sender, en septiembre de 1970, en pleno proceso de separación de su marido, sin decírselo claro, le comenta: “Estoy en un momento crucial de mi vida…No creas que se trata de una nueva crisis religiosa. La única que tuve, mal enfocada, tremenda,  fue valedera: aún soy creyente”. Y continúa: “Para mí la cosa de Dios ha sido tremenda…una búsqueda de siete años en que hice las mayores idioteces y las dejé y me metí por todos los vericuetos de nuestro catolicismo español en lo que tiene de venero religioso y en lo que tiene de absurdo y enmohecido y todo…Fue en este periodo cuando escribí La mujer nueva”- le cuenta en carta de 1966.

En 1967, Sender le informa: “He hablado con algunas poetisas o prosistas celtibéricas que han venido por aquí…La acusaban de beatería (!!!)…En La mujer nueva no hay beatería alguna, sino verdadero sentido religioso”.

En la reedición de la obra, en 2003, su hijo Agustín Cerezales la presenta como “una novela demoledora para un creyente y antipática para quien no cree, ya que trata de la fe”.

“Yo, como Dostoievski, creo en el dolor como fuerza de vida interior y de creación”- le escribe a Elena Fortún el 19 de octubre de 1951”.

Los cuentos de C. L.

Van de 1939, -en que escribe Leyenda de Alcorah (el texto de ficción más temprano que se conserva de C.L), posteriormente incluida en La isla y los demonios,- a 1955. Otro de los primeros, éste inédito hasta 2007, es “Fuga tercera”, autobiográfico, dedicado a Ricardo Lezcano, Dick, el  chico de quien Carmen estaba enamorada por esas fechas. “A Ricardo, que en septiembre de 1939 ha cumplido 22 años, le dedico estos tres esbozos con el mismo título (Fuga), y me sentiría contenta  si un día, cuando cumpliera muchos más, volviera a recordar gracias a ellos los días azules de este verano y una gran aventura que yo quise vivir por él”.

En el prólogo a una recopilación de 1970, dice de sí misma: “Carmen Laforet…cree que aun las cosas malas que un autor da a la imprenta, son jalones de su personalidad [De hecho, en 1952, reconoce que alguno de los cuentos es “francamente malo”]. Sin embargo, “hay un pequeño relato en este libro cuyo estilo no tocaría porque al releerlo le ha gustado. Es el cuento “Al colegio”…Una joya sobre la relación entre una madre y una hija en su primer día de cole.

De entre los cuentos recogidos y escritos en la década 1945-1955, hay dos que prefiere: Rosamunda y La muerta”. De éste último, Ramón J. Sender, le cuenta en carta de 1966: “En un seminario, leímos ayer su cuentecito La muerta y algunas chicas tenían lágrimas en los ojos. A mí me conmueve también un poco ver la ternura con que trata usted siempre a los hombres…Siempre encuentra una disculpa para los hombres, aunque seamos “malos”.

En 1966, ella le escribe a Sender: “Económicamente mi trabajo es necesario para la vida que hemos montado de estudios de los hijos, casa de verano [en Alicante] y ahora el recibimiento a la familia americana que tuvo a mi hija [Cristina] un año [en Pensilvania]…En 1948, había escrito a su amiga Dolores de la Fe: “Voy a escribir un cuento…Es que necesito un termo para Cristina…”

Sus novelas cortas (7)

El piano y La muerta (1952); Un noviazgo (1953); El viaje divertido, La niña y Los emplazados (las tres, de 1954). Un matrimonio (1956).





“¿Y su trilogía…?”

“Todos esperamos que se siente a trabajar de veras y escriba los otros dos volúmenes”- le escribe Sender en noviembre de 1966.

“La trilogía está tan hecha…solo necesito escribirla…Voy a ver si puedo alquilar una casa en el campo desde ahora, para pasar al menos tres días completos sola con la novela cada semana, y los otros aquí con todo lo que tengo – hijos, amistades, marido, cosas que necesito ver y los artículos…”- dice en febrero de 1967.

“Enfoqué la novela de otra manera” -le cuenta en marzo de 1973. “Volví a leer La Insolaciónlos personajes tienen otra edad y han cambiado, pero hay cosas esenciales en la personalidad que no cambian”. Y en septiembre: “En Gijón empecé otra vez la novela [Al volver la esquina]…y la escribí y la terminé”.

En enero de 1963, en el prólogo a La insolación, relataba “el porqué de esta trilogía”: “Marcan tres momentos de la vida de un hombre y apuntan también tres momentos de la vida de estos últimos veinte años en España…Al volver la esquina sucede alrededor de los años cincuenta, en Madrid…No cuenta ya solamente la aventura íntima, amorosa y ambiciosa de un solo personaje [Martín Soto], sino una serie de circunstancias exteriores…”. En Jaque mate, la novela que cerraría la trilogía, situada en los años 60, se resolvería por fin la partida…de la vida. Ésta última nunca fue publicada.

En 1963 le había escrito a su amigo Bernardo Arrizabalaga: “Nada, La isla y los demonios y La mujer nueva fueron preguntas personales y recuento de hallazgos personales (aunque no sean lo que dice la gente autobiográficas)…Ahora no cuento hallazgos ni hago preguntas. Ahora empiezo a dar un mundo de personajes que se mueven ellos solos sin que yo los lleve de la mano con ninguna de mis inquietudes. Tienen las suyas”.

Sus últimos años

A finales de los 80, espetó a Benjamín Prado y Teresa Rosenvinge, que contactaron con ella para saber de su existencia y escribir un esbozo biográfico: “Piensen en mí como si ya estuviera muerta”. Sus últimos textos conocidos son media docena de artículos de opinión en el diario El País en la década de los 80.

Constantes y características de C.L.

“Tengo un carácter que tiende a la felicidad”- le comenta a Sénder en 1975.

“El humor más o menos soterrado, la palpitación lírica ante la naturaleza y, desde luego, la reivindicación de la dignidad y la libertad del ser humano, y muy especialmente de la mujer” (según su hijo Agustín Cerezales, también escritor)

“Espera que una atmósfera y un problema y un asunto “cuajen” dentro de usted, y entonces “se enamora”, como dice, de ellos y los escribe”- relata Sender.

“Te recuerdo siempre alegre, sonriente, bien ajustada a la atmósfera en la que vives”- le dice Sender en carta de septiembre de 1968. Y en 1971: “¿Sabes que tu mayor atractivo es ver en tu expresión una luz de infancia como cuando tenías diez u once años?”. “¿Tú sabes que tu sonrisa es una de las cosas más bonitas que tienes? Es luminosa, como la sonrisa de una niña de seis años  que ha hecho una travesura y está segura de que no se enterarán los mayores porque ella es más lista”- le escribe en 1972.

“Creo que estoy conociéndote a ti en estas cartas de ahora. Tú eres nerviosa, clarividente, impaciente y encarada con el futuro”.

“¡De veras, eres una vagabunda!...Es que los canarios sois muy trotamundos, y sois también…la gente más sociable y comunicativa”- escribe en octubre de 1973.

“Vagabundear por la ciudad, algo que tanto le gustaba” (Carmen Riera). “Aquel callejeo al sol…” (relato La fotografía).

“Se atrevía a narrar lo que se ocultaba”.

“Vivió dolorosamente la fama, porque fue a una edad muy temprana y siempre intentaba escaparse de ella” (Cristina Cerezales).

“En mi vida siempre encontré motivos para renunciar a algo. Aprendí poco a poco que cualquier cosa hay que pagarla…” (Carmen a Elena Fortún). “Siempre pagué a precio bien subido mi dicha”- escribe en el cuento Fuga tercera. “Todo en el mundo se paga”…

 “Una gran inteligencia se paga con una sensibilidad vulnerabilísima. Es lo que te pasa a ti” (Sender).

“Ha elegido siempre la senda callada de los sabios”.

Un astrólogo le dijo en el tren: “La amistad es importante para usted, pero solo escoge a sus amigos por una razón: porque humanamente le interesan y le gustan”.

Manuel Cerezales, su marido

“Mi marido es un hombre inteligente, muy introvertido – su sordera contribuye a ello- y como periodista, con gran memoria. Ha leído y lee mucho…No es hombre de lucha y está cansado de la lucha de aquí…Está aburrido del periodismo…pero también le cansa intentar salir fuera de aquí, como tantas veces me hubiera gustado a mí…”- escribe en 1966 a Sender.

En septiembre de 1970 (en plena separación), le dice: “Ahora tendré más libertad para moverme que durante los últimos veinticuatro años. Y también creo que más libertad de espíritu. Y también creo que podré trabajar”.

“No entiendo una palabra, Una separación sin enemistad…”- escribe atónito y perplejo Sender en diciembre.

Ella le escribe en primavera: “Por primera vez en varios años arranqué a trabajar como una auténtica obrera sin el tic de romper y romper: esa especie de enfermedad a que me habían conducido muchos machaqueos durante muchos años. Escribo ahora un artículo diario y en forma de diario [Artículos en ABC titulados Diario de Carmen Laforet]”.

TRAS LA SEPARACIÓN: “Vivir en otro sitio otro tiempo indefinido…”

 “Con mis derechos de autor y mis artículos tengo, aun de sobra, para vivir donde quiera. Yo no necesito vivir con lujo alguno. Eso no me preocupa…Dar conferencias me horroriza…- le cuenta a Sender  en junio de 1972. Dar clases, también (junio 1975).

“Manolo gana lo suficiente ahora para los chicos y no sólo eso: solo se tiene que preocupar de dos: las chicas todas ganan…- le había dicho en la primavera de 1971.

“Voy a buscar un acomodo no muy estable -no me gusta lo estable- en otro lugar del mundo…Se ve  que nací para vagabunda...No soy nostálgica…Vuelvo a ser persona y ya no digo haré sino quiero hacer…Necesito mi independencia… Para escribir es necesario soledad o, mejor dicho, independencia, y una habitación donde a las horas de escribir tenga calor…Esta inseguridad de la vida no me molesta en absoluto, solo me fastidia el traslado de libros de un lado a otro”.

Una de sus direcciones en Roma es el Hotel Portoghesi en la Via dei Portoghesi, 1. “En cuanto salgo de España recupero mi facultad de pensar y trabajar”.

CURIOSIDADES

Azorín llega a compararla con Dostoievski y con Pío Baroja. Ella, en el prólogo a La insolación mantiene que Pío Baroja “fue inspirador clarísimo de las técnicas originales de Hemingway y de Dos Passos”.

Nada ha conocido dos versiones cinematográficas. La de Edgar Neville se estrenó en Barcelona el 11 de noviembre de 1947, con guion de Conchita Montes, que también hacía el papel protagonista.

La de Leopoldo Torre Nilsson, bajo el nombre de Graciela, se estrena en 1956, en Argentina. https://www.youtube.com/watch?v=fYsrOtMAhVU. Graciela.

A CL le encantaban los perros.

Cuenta Fernando Fernán Gómez en La buena memoria que en la tertulia del Café Gijón se decía de Nada (cuando ganó el Nadal) que estaba íntegramente copiada de una novela francesa.

CARMEN LAFORET Y SU RELACIÓN CON CANTABRIA


En Música blanca, recuerdos de Cristina Cerezales Laforet sobre su madre, publicado en enero de 2009, habla del “mar de Santander donde [Carmen L.] vivió dos años en casa de su hija Marta [1979-1980]”; de Cóbreces, en 1954: “Aquella casa húmeda y fría…la llaman la casa del crimen…el mar quedaba lejísimos…dos kilómetros hasta la playa…”. Aparece en el cuento Libertad. En 2021, regentan la posada Alfonso, hoy Apartamentos Camino del Norte, Naiara y Roberto. https://www.diariovasco.com/planes/posada-cobreces-cantabria-20180702102942-nt.html. Una posada con alma guipuzcoana y corazón cántabro.

En 1981, Carmen Laforet da una charla en el Palacio de la Magdalena sobre el escritor Enrique de Rivas. Su hija Cristina pone recuerdos de su madre con sus palabras: “He acompañado a Santiago, Marta y Agustín de tasqueo. Hemos visto atardecer, anochecer en la playa de la Magdalena…Luego hemos ido a La Conveniente, una gran bodega-tasca muy alegre. Un pianista tocaba aires de mi juventud”.

En 2002, su nieta Andrea le enseña fotos de Santander, donde ha estado visitando a María, su prima, hija de su tía Marta, y a su marido Peto. “Le digo que María tiene un niño precioso [Lucas]”- escribe en su diario.

MÚSICA  BLANCA, 2009

“No se trata sólo de reconstruir la vida de tu madre, Carmen Laforet, sino de abrirte al misterio de la condición humana…Este escrito en una creación literaria que tiene como objetivo el intento de compartir una parte de los sentimientos, las realidades y los misterios que viví junto a mi madre, Carmen Laforet, en los últimos años de su vida”- explica Cristina Cerezales Laforet en una nota al lector. Así se cierra el círculo, cinco años después de la muerte de Carmen, en 2004.

SABER MÁS

https://elpais.com/diario/2004/02/29/cultura/1078009202_850215.html.  Muere Carmen Laforet, cronista del vacío.

https://www.theguardian.com/news/2004/mar/05/guardianobituaries.booksobituaries. Obituario en The Guardian (en inglés).

https://www.rtve.es/alacarta/videos/escritores-en-el-archivo-de-rtve/muere-carmen-laforet-2004/1318578/. Muere Carmen Laforet.

http://elcultural.com/La-memoria-inedita-de-Carmen-Laforet. La memoria inédita de CL.

https://www.abc.es/cultura/libros/abci-cristina-cerezales-laforet-madre-persona-necesidad-intimidad-absoluta-200901140300-912436115699_noticia.html. Cristina Cerezales Laforet: «Mi madre era una persona con necesidad de intimidad absoluta».

https://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2010/10/31/laforet-detesto-vida-esposa-renuncias-libertad-suponia/486421.html.  Anna Caballé, ensayista, profesora de Literatura Española y coautora de una biografía sobre Carmen Laforet: "Laforet siempre detestó la vida de esposa por las renuncias a la libertad que suponía".

https://www.youtube.com/watch?v=Gl0mluj5LIs&feature=emb_logo. Carmen Laforet, la chica rara. Documental dirigido por Marta Arribas Veloso y Ana Pérez de la Fuente.

https://www.elfaradio.com/2020/06/08/marta-cerezales-laforet-presenta-en-la-voragine-su-libro-siete-mujeres/. Marta Cerezales Laforet.

https://www.jotdown.es/events/de-mujer-a-mujer-marta-cerezales-nos-hablara-de-la-vida-y-de-la-obra-de-su-madre-carmen-laforet/. Carmen Laforet hace su autobiografía en la introducción a Mis páginas mejores de la editorial Gredos, en 1957.

http://noticiasdesanpablodebuceite.blogspot.com/2020/06/ha-fallecido-en-jimena-manuel-cerezales.html. Ha fallecido en Jimena de la Frontera (Cádiz) Manuel Cerezales Laforet (el 18 de junio de 2020, víctima del cáncer).

https://elcultural.com/carmen-laforet-y-elena-fortun-correspondencia-inedita. Cartas entre Laforet y Elena Fortún.

https://www.youtube.com/watch?v=yY9LaXYhjzA&feature=emb_logo. Cartas Vivas. Carmen Laforet. ¿Por qué escribirá una? 4 minutos.

https://elpais.com/cultura/2019/09/12/actualidad/1568304270_603240.html. Sobre el proyecto Cartas Vivas.

https://elpais.com/cultura/2017/02/09/actualidad/1486664720_420590.html. Fortún y Laforet. Cartas.

https://elpais.com/cultura/2016/05/01/television/1462123996_638802.html. Laforet, la mujer que deslumbró.

http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/?ps=tXlza9XRMf/BNMADRID/288960809/123, Carmen Laforet. 159 registros en el catálogo de la BNE.

https://www.abc.es/espana/canarias/abcp-isla-carmencita-laforet-201103170000_noticia.html. La isla de Carmencita Laforet.


  

 

 

 

 

 

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