La
Nochevieja de 1931 el grupo de danza Voces
Cántabras, creado por Matilde de la Torre (n. Cabezón de la Sal, 1884),
viaja a Inglaterra para intervenir en el certamen anual organizado por la
Sociedad Inglesa de Bailes Folklóricos.
Viaja el coro Voces cántabras (28 personas) de Santander a Londres – la
víspera de Año Nuevo de 1932- para cantar en el festival folklórico de la
E.F.D.S (English Folk Dance Society).
Habían invitado también a
Noruega y a Rumanía, pero la falta de subvenciones de sus gobiernos les hace
renunciar, por lo que solo están ellos como representantes de España junto a más
de 40 equipos nacionales británicos.
El relato de Matilde es
sencillo y ameno: Comienza con su llegada en barco a Folkestone, en el sureste
de Inglaterra. Allí cogen el tren a Londres, donde les espera una
representación para llevarles a su hotel, el Mill´s University Hotel, en Gower
Street. A ella le recuerda “…el hotel
adonde van a parar María y Aracil, los personajes de Baroja en La ciudad de la niebla…”.
En la comisión de
recibimiento, el director de la English Folk
Dance, Sir Douglas Kennedy, junto al matrimonio formado por Vicente y Rosa
Barragán, profesores de idiomas y literatura españoles, y otros matrimonios
montañeses: Los Alonso, de Torrelavega, y Diego de Cossío, que trabaja en
Londres pero también tiene a su familia en Torrelavega. Este le recuerda a
Matilde un hecho de la noche de la proclamación de la República: “¿Se acuerda
usted de la noche del 14 de abril, cuando en la manifestación de Torrelavega le
quitaron una banderita con los colores republicanos que agitaba usted en el
aire con la mano izquierda…?”. Era él,
que al día siguiente partía para Londres y quería llevar allí la primera
bandera de la República española.
En el trayecto en autobús, pasan
por Piccadilly, Trafalgar Square… “Algunos de estos “voces” han leído los Episodios Nacionales en la Casa del
Pueblo de Cabezón de la Sal…”.
Al día siguiente, el día de
Año Nuevo, actúan en la Universidad de Londres. Antes, las entrevistas. “Yo
hablo inglés como un marinero de Bilbao…”- manifiesta, gráficamente Matilde.
Les fotografían en el hall con sus “uniformes”: “unos vestidos de blanco y
otros con sus monos de mahón azul”. A las 6.46 p.m. (18.46
h) actúan en el Gran Festival de la Universidad.
Un día más tarde, se acuerda
que Voces presente en el Albert Hall
cinco de sus danzas: la Baila de Ibio, la Danza del Romance, los Picayos de la
Virgen del Campo, el baile montañés A lo alto y a lo bajo, y un número de canciones.
Le preguntan si ella no ha
traído su traje regional. “¡Si yo solo tengo otro traje de chaqueta como este
[gris], solo que azul marino!”. Así que sale a escena con sus gafas “muy
gordas”, traje de chaqueta gris y un pañuelo blanco en la cabeza que le han
prestado.
“El salón del Albert Hall es
una elipse, no una circunferencia,…cubierta por seis pisos de palcos y promenades y una cúpula suntuosa…Es, no
un teatro, sino una sala de conciertos” - cuenta, deslumbrada por su
grandiosidad.
“Comienza el festival con
una “Danza en Masa” (Massed Dance), en la que bailan el mismo baile cerca de
trescientas personas. Se trata de una “Country Dance” o danza campesina…”.
A las 8.15 p.m. (20.15 h.)
es su “hora de la verdad”: “Voces Cántabras: Danza de Romancero”...
Algunos
de los componentes del coro
Sotero, el
“voces” que toca el bígaro “y uno de los hombres de peor genio del planeta”.
El Redondo.
El Tomaterín.
El Ché, un exmarinero, “el
mejor bailador de Comillas, la tierra de los buenos bailadores”.
El Boterín, capitán de la Baila de Ibio (danza que dura 13
minutos).
Julián, el
joven abarquero de Ontoria.
Enrique, el Boterín
chico.
Cubillos,
“que presume por catorce…, de Cabezón”.
Sanjuán,
“el melancólico del Coro”.
María
Aguirre “toca el tambor con la energía de una cantinera
veterana”.
Pancho
Vega,
“único hombre de letras” del grupo.
El éxito es grande. “… ¡allí
hubiera yo querido ver a Marcelino Domingo y a Fernando de los Ríos [ministros de Instrucción Pública], y decirles: ¿Veis como hicisteis
muy bien en concedernos quince mil “franciscas” [pesetas, 250 euros] para el
viaje?...”.
Aparte de lo que llevara
cada coralista de dinero de bolsillo,
Matilde solo tenía una reserva de mil pesetas que les había dado en Santander
Julián Gutiérrez, “el espléndido propietario del espléndido Hotel Royalty”…
Tras los Highlanders
escoceses, una danza del folklore norteamericano, una “Running Set” en la que
interviene, con su mujer, Mr. Kennedy [el director de la English Folk Dance
Society]. “¡Vaya, queridos matrimonios españoles, serios como recibos al cobro,
que así como os cae encima la Epístola de San Pablo, parece que os atropelló un
camión de ocho toneladas…!”- exclama con humor.
Y concluye su relato con una
reflexión: “La alegría es una disciplina social”. Y aconseja a los padres y
madres dejar a los hijos “algo más que dinero”. “Hay que dejarlos el recuerdo
de una infancia alegre…”.
El folklore (en sus formas
de canto y baile), es para ella “elemento básico de la cultura universal” y “el
cultivo de la sensibilidad estética del pueblo es la mejor seguridad de su
ciudadanía”. Y eso lo dice alguien “de quien se habla por ahí de sus predicaciones
sobre el amor libre…”.
En definitiva, un viaje
contado con sencillez, observación, comparación y reflexión, que es un acierto
que recuperara para el público lector Ramón Saiz Viadero en 1979.
SABER
MÁS
De Matilde de la Torre
escribió María Lejárraga en Una mujer por
los caminos de España: …”uno de los más positivos valores como
inteligencia, erudición y voluntad en la España del siglo XX. Desconocida por
ser mujer…”.
Viadero insistía en ello, en
su desconocimiento, en la introducción a Las
páginas femeninas de Matilde Zapata, en 2007: “Su nombre no ha sido aún
reivindicado por nadie, ni cuenta con una referencia a modo de homenaje en las
calles santanderinas”.
En 2016, su nombre ya está
en el callejero en la zona de Valdenoja-La Pereda, y el Centro Cultural Matilde
de la Torre en la calle San Celedonio, también lo lleva desde el curso
1980-1981.
Además, lo ostentan el CEIP
Matilde de la Torre, en Ganzo, Torrelavega, desde el curso 1985-1986. Blog “El
arca de Matilde”: http://elarcadematilde.blogspot.com.es/. Y
el CEIP Matilde de la Torre, en Muriedas (Camargo). Blog del cole: http://matildetorre.blogspot.com.es/. De
la AMPA: http://matildedelatorreampa.blogspot.com.es/. Y
en facebook: https://www.facebook.com/ampamatilde/.
UNA
CURIOSIDAD Y MÁS
https://www.educantabria.es/docs/info_institucional/publicaciones/biografiasenlasdenominacionesdeloscentroseducativosdecantabriaI.pdf. Biografías
en las denominaciones de los centros educativos de Cantabria.
http://elpais.com/diario/1984/04/03/cultura/449791205_850215.html. Matilde de la T. en el centenario de su nacimiento. 1984.
http://www.eldiariomontanes.es/20081115/opinion/articulos/admirada-matilde-torre-20081115.html.
Admirada Matilde de la T. 2008.
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