jueves, 31 de diciembre de 2020

GALDÓS, EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE, DE LA A a LA Z

A pesar de que sea, tras Cervantes, el escritor más citado y recordado, no he visto muchas cosas nuevas en la mesa de novedades de las librerías, ni tampoco en las bibliotecas. Y los actos, tampoco es que hayan sido numerosísimos.

Aquí, en Santander, donde se dejó perder su casa, no sé cuánta gente sabe que hay una estatua suya en el parque de Mesones; que continúan los azulejos azules en la que fuera su finca, San Quintín, desde donde pintó el monte Vizmaya (ese que se ve más bajo que Peñacabarga), y que un párrafo de su novela Gloria  resiste en la playa del Camello…





Yo, me sumo con este abecedario…

ALOJAMIENTOS

1862. Llegada a Madrid. Pensión en la Calle de las Fuentes 3, 2º (en Ópera, 1862-1863).  Pensión en la Calle del Olivo 9, 2º (hoy, Mesonero Romanos, de 1864 a 1870).

En la universidad conoce a Francisco Giner, quien le anima a escribir. En 1882, en carta, le manifiesta “el altísimo concepto que tengo de su manera de juzgar en literatura, no solo por su saber, sino por el gran conocimiento que tiene de la literatura extranjera y de los novelistas del siglo”.

En 1871, según carta a Agustín Millares, vive en Serrano, 8, en el principal. En cartas sucesivas a Mesonero Romanos, la dirección es Serrano 38- 2º, en 1875 y 1876. Pero en octubre de 1876 ya está en Plaza de Colón 2, 3º izquierda h. 1883 por lo menos.

AMORES

Muy celoso de su intimidad y tímido por naturaleza, no suele explayarse.

Ambos (Emilia Pardo Bazán y Galdós) escribieron sobre su ruptura en sendas novelas: Pardo Bazán en Insolación y Galdós en Realidad.

El 5 de marzo de 1883 se dirige a ella, por primera vez ¿, como “señora y distinguida amiga”, para felicitarla “por los admirables artículos de La Cuestión Palpitante”. En carta a Concha Morell, en 1894, la describe como “mi examiga”

A Lorenza Cobián le escribe tarjetas con pocas palabras, firmadas siempre con otros nombres: Manod, M,  Ma, Sisesuto, Manolito…

La joven actriz Concha Morell, le inspiró el personaje de Tristana. “La chica era linda, despabiladilla, de graciosos ademanes, fresca tez y seductora charla”. “Era joven, bonitilla, esbelta, de una blancura casi inverosímil de puro alabastrina; las mejillas sin color, los negros ojos más notables por lo vivarachos y luminosos que por lo grandes, las cejas increíbles…, pequeñuela y roja la boquirrita, de labios un tanto gruesos, orondos, reventando de sangre…; los dientes, menudos…; castaño el cabello y no muy copioso, brillante…y recogido con graciosos revoltijo en la coronilla…”. Y sus manos, “¡qué manos!...de una forma perfecta…finísimas, torneadas”…

En carta de 22 de junio de 1892, Galdós le escribe: “Estamos a 22 de junio, el aniversario del papelito. Tal día como hoy [en 1891] coqueteaste de lo lindo conmigo  a lo largo del tranvía…con tu velito, y tu trajecito color de aburrimiento…”.

A lo largo de otras cartas, la describe como: celosa (“Siempre con tus celos estúpidos… y tu manera enrevesada y dislocada de entender las cosas”), nerviosa,  de carácter “receloso”; “pesimista, apocada…”. “Tu fantasía soñadora (“es que tú ambicionas mucho”)”, “tu natural índole coquetil”, “una joven guapa, graciosa”;  “tus murrias inmotivadas y tus berrinches”; “de temperamento nervioso y soñador, una mujer llena de mimos que jamás ha vivido sola…”. “Histerismo, tu mal crónico… no es más que un desorden nervioso”. “Tu optimismo ciego y apasionado”. “Caprichosa, antojadiza…”. Indiscreta. “Extremada en todo”…

ATENEO

Galdós habla del “Ateneo viejo” de la calle Montera (nº 32), “mi Ateneo, mi cuna literaria”: “Aquel caserón vetusto [otras veces dice “aquel antro”, “aquella madriguera", "aquel tugurio",…sin más luces que las de la calle y patios lóbregos…; las salas de lectura, irregulares y destartaladas…”]…altar de mis ensueños, descanso de mis tardes, alegría de mis noches y embeleso de todas mis horas”...

CASA-MUSEO DE PÉREZ GALDÓS EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

El cuadro de Aureliano de Beruete, Orbajosa, que regaló al escritor se halla aquí.

COMPORTAMIENTO CON LAS MUJERES

“Haz lo que yo te mando”…- le escribe a Concha Morell. Exigencia de cartas “fijando los días en que has de escribirme…, puntualmente dos veces por semana”.  “Has de darme cuenta precisa, clara y detallada de tu situación financiera…”.  “Yo te indicaré lo callable y lo decible”. “Para que yo te quiera me has de guardar una fidelidad sin reservas”. “Dime que no has entregado ni entregarás tu cuerpo salado a ningún hombre”. “Soy tan egoísta que todo lo quiero para mí”. “Dime que no me has puesto ningún cuernecito”. Siempre con acompañante al salir (“No quiero que andes sola…”). “Ya sabes que yo mando, y sé mandar, y sé hacerme obedecer, porque soy más zorro”… “Mucha discreción, y nada de tonterías, pues de lo contrario…, tendré que trasladarte a otro sitio…Mucho cuidado con el vestir…Evita los colorines y lo llamativo…”. “Traje modestito”…”A romper papeles [sus cartas] después de enterarte bien”, “No traigas sombrerillo, con tu toquillita, bien envuelta la cabeza, estarás muy bien. En la estación no me verás. No conviene”...

CURIOSIDADES (leídas en sus cartas)

En carta a José de Cubas le dice que está en su palco, el número 5, en el [Teatro] Español.

DESCRIPCIONES DE SUS OBRAS

Gloria (1877): “la más genial parábola del integrismo religioso español” (Francisco Pérez). https://www.youtube.com/watch?v=MM9nZeIByxE. Gloria, el manuscrito. https://www.youtube.com/watch?v=nDfcurfRZgs. Gloria, postales desde Ficóbriga.

Electra (1901): “el drama antijesuítico” (diario La atalaya).

Realidad (1892): “fue mi primer estreno, pero no mi primera comedia”…- le dice Galdós a Navarro y Navarro.

ENFERMEDADES

En sus cartas se queja a menudo de jaquecas. A Concha Morell, le habla de un episodio de diarrea y de “este hígado mío, que tengo hecho una piltrafa”. En 1895, le escribe: …“un nuevo ataque de caca. Ya no me queda duda: es una afección hepática, que irá conmigo no sé hasta dónde”…

Manuel Herrera Fernández, miembro de la Real Academia de Medicina de  Santa Cruz de Tenerife, escribe: “…Como explicación de sus cataratas y problemas neurológicos y cardiovasculares, pienso que don Benito padecía sífilis terciaria manifestada por «neurosífilis tabética y sífilis ocular» que fue la causa de su ceguera (la uveítis produjo las cataratas y la ceguera) y, además, arterioloesclerosis con nefrosclerosis e hipertensión”.


GALDÓS (visto por otros)

El doctor Gregorio Marañón (1887-1960), amigo y su médico, en Amiel. Un estudio sobre la timidez (1933), lo califica de: “hombre superviril y mujeriego, aunque tímido con las mujeres”.

INICIOS

Doña Perfecta

“Cuando el tren mixto descendente número 65 (no es preciso nombrar la línea) se detuvo en la pequeña estación situada entre los kilómetros 171 y 172, casi todos los viajeros de segunda y tercera clase se quedaron durmiendo o bostezando dentro de los coches, porque el frío penetrante de la madrugada no convidaba a pasear por el desamparado andén. El único viajero de primera que en el tren venía bajó apresuradamente y, dirigiéndose a los empleados, preguntóles si aquel era el apeadero de Villahorrenda…”.

Tristana

“En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del Depósito de Aguas que de Cuatro Caminos, vivía no ha muchos años un hidalgo de buena estampa y nombre peregrino, no aposentado en casa solariega, pues por allí no las hubo nunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratitos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero, cabrería y estrecho patio interior de habitaciones numeradas”…

LEMA

“Galdós es Madrid. 2020, año galdosiano, madrileño y novelesco”- es el lema elegido por el Ayuntamiento de Madrid.

LOCALIZACIONES (Y RESONANCIAS) DE CANTABRIA EN SUS NOVELAS

Castro Urdiales en la primera parte de Rosalía (escrita hacia 1872). También se citan de pasada el valle de Toranzo, Laredo, Santoña y el ferrocarril Santander-Torrelavega; las minas de Mercadal  [Cartes, que llama minas de Socartes] en Marianela: “Los mineros derrumbaban aquí, horadaban allá, cavaban más lejos, rasguñaban en otra parte, rompían la roca cretácea, desbarataban las graciosas láminas de pizarra samnita y esquistosa, despreciaban la caliza arcillosa, apartaban la limonita y el oligisto, destrozaban la preciosa dolomía, revolviendo incesantemente hasta dar con el silicato de zinc, esa plata de Europa que, no por ser la materia de que se hacen las cacerolas, deja de ser grandiosa fuente de bienestar y civilización”; el cementerio de Comillas en Gloria (1877); la batalla de Ramales en Vergara, y El Sardinero en Amadeo I. En La incógnita aparecen la procesión de San Roque y los bailes del Casino santanderino. La ciudad de Orbajosa de Doña Perfecta (1876) va a reflejar bastantes aspectos del ambiente y del espíritu de Santander.

MESONERO ROMANOS (Ramón de, 1803-1882)

En sus cartas, Galdós le llama “mi respetable maestro”  y luego “mi respetable amigo y maestro”.

En carta de 18 de mayo de 1875, le confiesa que conocía sus Escenas matritenses [de 1851] desde su  niñez, “cuya lectura despertó en mí la afición a las pícaras letras y especialmente a los escritos de costumbres”. Lo considera el “verdadero creador de la literatura de costumbres y cimentador de la novela española contemporánea, a la cual ha dado los tipos, las costumbres y las localidades”.

“Aprovechando sus generosos ofrecimientos…”- Galdós pasará por su casa o le preguntará por carta sobre diversas cuestiones con las que completar sus novelas. Por ejemplo: le pide información sobre “Dichos y agudezas de Fernando VII…, Noticias privadas y crónica escandalosa de la Camarilla…, o “antecedentes anecdóticos y rasgos fisonómicos de varios personajes de aquella época”…

Nacido cuarenta años antes que Galdós, Mesonero contaba con información de primera mano de hechos y personas históricos.

MODERNIDAD

Diálogo entre Saturna y Tristana en la novela del mismo nombre. La situación real de las mujeres se trasluce en esta conversación:

S: “Si tuviéramos oficios y carreras las mujeres…Pero…, solo tres carreras pueden seguir las que visten faldas: casarse…, o el teatro…, o…no quiero nombrar lo otro…

T: … ¿Y de qué vive una mujer no poseyendo rentas? Si nos hicieran médicas, abogadas, siquiera boticarias o escribanas, ya que no ministras y senadoras…Yo quiero vivir, ver mundo y enterarme de por qué y para qué nos han traído a esta tierra en que estamos. Yo quiero vivir y ser libre…”.

MUERTE

Muere en su casa de la calle Hilarión Eslava, en Madrid. Está enterrado en  el cementerio de la Almudena (zona antigua, cuartel 2B, manzana 3, letra A).  “…Ha muerto el más alto y peregrino de sus príncipes” -dijo Ortega y Gasset en su necrológica de El Sol.

MUJERES EN SU VIDA

Si nos atenemos a su Correspondencia conservada (Cátedra, 2016), Teodosia Gandarias, con 263 cartas de Galdós, sería la primera (el último amor de su vida). En segundo lugar, Concepción Morell, con 166. Su hija María Pérez Galdós Cobián, la tercera, con 98.

Del 5 de abril de 1883, data la primera carta, formal, de Galdós a Emilia Pardo Bazán (”Señora y distinguida amiga…”), la única que se conserva de Galdós. Ella, le envía 93 entre el 7 de abril de ese año y el 3 de marzo de 1915. Del “muy ilustre maestro y amigo” pasará al “mi siempre amado”, “Mi ratonciño amado” o “Miquiño mío del alma”.  Una relación de iguales.

A Lorenza Cobián, madre de su hija en común, María (n. Santander, 12 enero 1891 en la Cuesta del Hospital), le escribe varias postales desde París en octubre y noviembre de 1901, a su domicilio de la calle Bárbara de Braganza, 4, 2º interior, en Madrid. O no firma o firma con nombres supuestos: “Manolito”, desde Logroño, en septiembre de 1902 (entonces ellas viven en la calle Santiago, 2. Interior; principal izquierda); “Sisebuto”, en abril de 1903, desde Sevilla. “M”, desde Barcelona, en julio de 1903. “Manod”, desde Lérida, en agosto de 1903. Como “B”, desde Toledo, el 31 de marzo de 1904 (a la dirección de Velarde 15, triplicado, principal izquierda, en Madrid). Como “DB” desde Bilbao, el 5 de septiembre de 1904 (dirigida a la calle Ruiz Gómez, 3, 3º, de Gijón). El 9 de octubre de 1904, como “B” le escribe a la calle de Amaniel 22, principal izquierda, en Madrid. El 11 de mayo de 1906, desde Rueda [Valladolid], como “DB” le escribe a la calle San Bruno, 1 [2º izda.], en Madrid.

El 13 de marzo de 1905 dirige a su hija María (entonces de 14 años) su primera carta. Entonces firma como “BENITO” y le dice “Tu papá que te quiere mucho”.

MÚSICA (LA) Y GALDÓS

La relación amistosa entre Galdós y Estrañi llevó a este último a colaborar en 1900 en el libreto de la ópera Doña Perfecta con música del maestro lldefonso Moreno Carrillo, director de la Banda Municipal de música de Santander, a cuyo ensayo asistieron Chapí y Bretón.
Varios de sus 'Episodios Nacionales' acabaron igualmente convertidos en óperas y zarzuelas.

Cádiz, de Chueca y Valverde (1886), que se ha grabado incluso y ofrecido en versión de concierto hace poco por Víctor Pablo Pérez y la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid; El 7 de julio, con música de Rubio y Espino (1887); y Trafalgar, con partitura firmada por Jerónimo Jiménez (1891). Se consignan también numerosas parodias sobre La de San Quintín.


https://www.youtube.com/watch?v=VOhcSKUhdPw. Galdós y  la zarzuela.


https://www.youtube.com/watch?v=ivKpqgkz1gQ. Preludio y Marcha de Cádiz (1886).

OPINIONES

En sus obras se traslucen sus pensamientos sobre determinados temas: las relaciones amorosas y el matrimonio. En Tristana, don Lope, el protagonista junto a Tristana, “sostenía que en las relaciones de hombre y mujer no hay más ley que la anarquía…el matrimonio teníalo por la más espantosa fórmula de esclavitud…”.

Diálogo entre Saturna y Tristana. La situación real de las mujeres se trasluce en esta conversación:

S: “Si tuviéramos oficios y carreras las mujeres…Pero…, solo tres carreras pueden seguir las que visten faldas: casarse…, o el teatro…, o…no quiero nombrar lo otro…

T: … ¿Y de qué vive una mujer no poseyendo rentas? Si nos hicieran médicas, abogadas, siquiera boticarias o escribanas, ya que no ministras y senadoras…Yo quiero vivir, ver mundo y enterarme de por qué y para qué nos han traído a esta tierra en que estamos. Yo quiero vivir y ser libre…”.

PASEOS. "El Madrid mío". Un paseo madrileño de Galdós

El 28 de marzo de 1915, Serafín Álvarez Quintero leía en el salón de actos del Ateneo de Madrid, escrita por Galdós,  la primera de la serie de conferencias dedicadas a la descripción de ciudades españolas: Madrid. “Una total pintura del Madrid mío…- escribe Galdós”.

“Empezaba mis andanzas callejeras asistiendo con gravedad ceremoniosa al relevo de la guardia de Palacio [ahora, el primer miércoles de cada mes]…me gustaba correr hacia el Sacramento [calle del Sacramento, que une la plaza del Cordón con la plaza Mayor], y penetrar en el interior de la iglesia. Me entretenía viendo altares, las rejas del coro…Del Sacramento solía precipitarme por la angosta calle [calle de la Villa] donde vivió el maestro [Juan] López de Hoyos, que enseñó Humanidades a Miguel de Cervantes. Llego a la calle Segovia…Subo hacia Puerta Cerrada, y, por la calle del Nuncio, doy un vistazo a la parroquia de San Pedro y al Madrid de San Isidro. La calle del Almendro tuvo siempre para mí un encanto y un misterio indefinibles…Ya estamos en [costanilla de] San Andrés…La capilla del obispo, con sus hermosos tapices; el palacio de los Lasos de Castilla, vivienda de Isabel la Católica, donde estuvo el balcón en que Cisneros dio a los grandes la respuesta famosa [“Con estos poderes gobernaré hasta que el Príncipe venga”] mirando a la artillería [y tropas] situada allí…

Entro en el laberíntico barrio de Alamillos, subo por la Redondilla, dejo a un lado la calle de los Mancebos, paso a la de don Pedro y, por la Puerta de Moros, llego a la bullanguera, a la tumultuosa y vertiginosa plaza de la Cebada que, en su extremo oriental, parte en dos la calle de Toledo (no hay calle en el mundo más bonita y más pintoresca que esta de Toledo…por ella pasaron al suplicio el mártir de Riego…Por ella entraron con grandiosa pompa cortesana las princesas que vinieron a casarse con nuestros reyes. Por ella corrió mil veces la oleada de los motines…Toda la calle es roja…por la pintura exterior de las 88 tabernas (las he contado) que existen desde la plaza de la Cebada hasta la Puerta de Toledo…Es el centro comercial más importante del Madrid antiguo, y moderno…En la calle Toledo y las inmediaciones, las dos Cavas, Colegiata, Concepción Jerónima y otras, descargan diariamente miles de carros y rinden sus cuentas miles de trajineros…que, de toda España, traen sinfín de provisiones en cestones, sacos y pellejos…)”.

Dice que ha hecho “cursos de Literatura práctica” y de “Psicología experimental” entablando “íntimo trato con personas o figuras imaginarias, ora en la calle del Almendro, ora en la Cava de San Miguel, ya en el café del Gallo y la inmediata Escalerilla, ya en las calles del Amparo, en la Cava Baja, del Mediodía Grande, Humilladero, Irlandeses, Calatrava y otras muchas”.

“Los cursos de Derecho mercantil comparado los he hecho en la plaza de la Cebada, café de Naranjeros…”.

“Mis pasos automáticos de estudiante…me llevan al Rastro…No una vez, sino muchas, visité, revolví y escudriñé el gran establecimiento de trapería que ocupa uno de los más amplios locales de la Ribera de Curtidores…En no sé qué república de las Américas vi grandes almacenes de puertas y ventanas procedentes de derribos, que se emplean luego en nuevas construcciones…Ronda de Embajadores, Lavapiés, Las Peñuelas…

…La parroquia de San Sebastián…; es muy de mi gusto escudriñar los templos madrileños…me voy derecho a echar un vistazo a Nuestra Señora de la Novena, objeto de mi peculiar veneración, como Patrona que es del Teatro y especial guardiana de los que viven de la Farándula…Por el patio, que fue cementerio y hoy es un mercado de flores, salgo a la calle de las Huertas y me encamino al barrio que llaman de Comediantes por la proximidad del Corral de la Pacheca.

…me detengo delante de la casa…que ha venido a ser Academia de la Historia [calle del León, 21]; tuerzo a la izquierda  para visitar las dos calles que llevan los nombres más excelsos de nuestra literatura, que antaño se llamaban de Francos la una y de Cantarranas la otra; en la primera vivieron Lope de Vega y Cervantes, el primero en casa propia, que todavía existe…;el segundo, en casa de alquiler, que desconocemos, porque fue derribada…Evocamos la sombra de Cervantes en la próxima calle de Cantarranas, antes el convento de las Trinitarias [calle Lope de Vega, 18], donde el príncipe de las letras tuvo su sepultura…(Lope de Vega…yace en la fosa común de [la iglesia de] San Sebastián [calle Atocha, 39])…No hay en Madrid un convento más simpático que este de la calle de Cantarranas…

“Corro hacia el Prado. Saludo al Botánico. Neptuno. Dos de Mayo, fuente de Apolo…la diosa Cibeles, a quien profeso particular afecto y veneración…Subimos como exhalación…hermosísima es la calle de Alcalá…No hay en el mundo calle más alegre…”.

A la diosa Cibeles, en su carro, le pide que le lleve “al Ateneo viejo, calle de la Montera [32]. No, no: me he equivocado: al Ateneo nuevo, calle del Prado [21]…Por la calle de Sevilla…, por la del Príncipe…Al llegar frente al Teatro Español [calle del Príncipe, 25]…Un momento después, parábamos frente a una puerta monumental…”. El Ateneo nuevo, donde está dando esta conferencia, en su salón de actos.

https://www.elmundo.es/madrid/2020/01/04/5e0f8e99fdddff27208b4620.html. 3 paseos por el Madrid de Galdós.

En Santander. Un paseo para echar una carta al correo

“El día que me toca escribirte, pierdo media mañana, porque además del tiempo que empleo en escribir, después llevo la carta al correo [en la calle Amós de Escalante o Acera del Correo] yo mismo. Total, hora y media lo menos”- le escribe en carta a Concha Morell el 9 de julio de 1894. Aún no estaba construido el paseo de Reina Victoria [inaugurado en 1914], así que iba al centro por el hoy paseo de Pérez Galdós (la salida natural de su palacete). En otra ocasión, le dice que estuvo “a punto de coger un tabardillo, por ese paseo de la Concepción [hoy, Paseo de Menéndez Pelayo], solo por echarle a la niña la carta”...

Pensando en que salga de San Quintín, en el número 54 del hoy Paseo de Pérez Galdós, el camino más directo es llegar al alto de Miranda y coger Menéndez Pelayo (en sus tiempos, Paseo de la Concepción) hasta Valliciergo y Santa Lucía. Podría haber bajado al Paseo de Pereda por Lope de Vega; pero si quería ser discreto y bajar pronto al centro, sin encontrarse con nadie (“este es un pueblo muy chismoso” y “los amigos no me dejan vivir de puro amables y obsequiosos”), yo lo haría por las calles Arrabal y Rualasal, rodeando el mercado de la Esperanza para llegar a Amós de Escalante (la calle o Acera del Correo hasta 1907).

PERIODISTA

Fundó en 1862 el periódico La Antorcha; colaboró en El Ómnibus (1862), La Nación (1865-1868), Revista del Movimiento Intelectual de Europa (1865-1867), Las Cortes (1869), La Ilustración de Madrid (1871), El Debate (1871), Revista de España (1870-1873 y 1876) y La Guirnalda (1873-1876) y La Prensa de Buenos Aires (1885) y, con artículos sueltos, en Vida Nueva (1898), Electra (1901), Heraldo de Madrid (1901), Alma Española (1903), La República de las Letras (1905), España Nueva (1909), Revista Mensual Tyflofila (1916), Ideas y Figuras (1918) y La Humanidad (1919).

Según Carmen Bravo Villasante, están menos investigadas sus colaboraciones en El DíaLa EsferaLa DianaEl ImparcialEl MotínEl PaísEl Progreso Agrícola PecuarioEl SolLa Tertulia de Santander y El Tribuno de Las Palmas de Gran Canaria.


https://elpais.com/diario/1982/01/17/cultura/380070005_850215.html. Los artículos de Prensa de Benito Pérez Galdós, editados por el Banco de Crédito Industrial.

https://www.tesisenred.net/handle/10803/458239#page=1. Una tesis sobre el Galdós periodista.

QUÉ QUEDA HOY (del mundo de Galdós)

En Madrid, de los cafés de su época, de los reales (no de los ficticios) la mayoría han sido demolidos o fueron cerrados. Solo quedan en activo Lhardy (en la Carrera de San Jerónimo, 8); la Posada del Peine (en la calle de Postas, 17), y Sobrino de Botín (en la calle de Cuchilleros, 17).

De los lugares de cultura y ocio, permanecen el Teatro de la Comedia (calle del Príncipe, 14. En él estrenó Galdós la mitad de sus obras. En 1894 obtuvo su primer gran éxito con La de San Quintín, hoy sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico;  el Teatro Español (calle del Príncipe, 25. En 1901 obtuvo un gran éxito con Electra), el Teatro de la Zarzuela (calle Jovellanos, 4), y el Teatro Real (el teatro de la ópera), en la plaza de Isabel II.

En cuanto a los comercios, solo se mantienen activos El Botijo (droguería), en la calle Toledo 35, y La Pajarita (bombonería), en la calle Villanueva, 14.

[Con info de aventurasliterarias.com]

RETRATOS

A los 20 años se retrata con pantalón claro, abrigo negro suelto y cadena de reloj sobre el chaleco (“el ajetreo que desde los veinte se traía” (Tristana), y también nos han transmitido la imagen de Galdós viajero con bufanda, chambergo y bastón (“A los cuarenta, su cabello empezó a blanquear”. Tristana). En «San Quintín se le veía con alpargatas, boina o visera.

SAN QUINTÍN. EL HOTEL(ito) DE D. BENITO PÉREZ GALDÓS

El nombre de la casa y la finca: “En honor a La de San Quintín, el coronel Arocha, contertulio de Galdós, bautiza a su finca santanderina con el nombre de “San Quintín” (F(ederico).C(arlos). Sainz de Robles). Se inauguró oficialmente en 1893. Casimiro Pérez de la Riva realiza para Galdós los planos de la casa. Tenía tres pisos, jardín y huerta.

El contenido: “Muebles artísticos, tapices, porcelanas, pinturas…, libros…, fotografías…, chimenea de mayólicas [un revestimiento: loza con esmalte metálico]…; plato que la colonia canaria de Madrid le regaló en el banquete de 1883…; una credencia de los hermanos Mélida…”. (José de Cubas en Blanco y Negro, 1894). Los cuadros, de: [José Luis] Pellicer [ilustró algunos de los Episodios Nacionales de Galdós], [Arturo] Mélida, [Ricardo] Arredondo [pintor de Toledo, hizo de cicerone de Galdós por la ciudad], [José María] Fenollera [pinta a Lorenza Cobián hacia 1890], Aureliano de Beruete [recrea Orbajosa, la villa imaginaria creada por Galdós como escenario de Doña Perfecta], [Antonio] Fillol, Emilio Sala [ilustra algunos Episodios Nacionales], [Ángel] Lizcano [ilustró Juan Martín el Empecinado, de Galdós, de 1874], Alejandro Ferrant, Apeles Mestres [ilustra Episodios de Galdós]…(citado por Sainz de Robles).

https://www.youtube.com/watch?v=_WfaV4TPxhM. La casa. Crestería de metal, mosaicos de los hermanos Mélida (Enrique y Arturo).

https://www.youtube.com/watch?v=o8R2v4jVutw. San Quintín, ayer y hoy. Sigue su banco de azulejos y el nombre en el muro exterior.

https://www.eldiariomontanes.es/20080616/cantabria/marea/quintin-casa-galdos-20080616.html. San Quintín, la casa de Galdós.

Su estudio (en 1894)

Cuenta Emilia Pardo Bazán en Desde La Montaña que “es un gracioso revoltijo de cacharros, dibujos, fotografías, platos, bocetos, armas, cuadros, curiosidades, muebles originales, telas bordadas; en suma, todo lo que alegra y divierte la vista…”.

El huerto

Sobre este, Emilia revela que hay un “corpulento árbol, en cuyas ramas el novelista suele colgar una hamaca ligera y sólida”. El “pedacillo de tierra” posee legumbres y hortalizas. 

“Sobre un plantel de guisantes se columpiaban, sujetos a delgadas varillas, infinidad de papeles” (para espantar a los gorriones)…”Las cuartillas de La loca de la casa”…- le revela el escritor. También tiene laurel y hierba luisa, según dice le envía a Concha Morell, en 1894: “hierba luisa, excelente contra los celos infundados. Laurel…, inmejorable contra los desvaríos de la inteligencia…”.

Contertulios: José Estrañi (en 1877 viene a Santander como redactor jefe de La Voz Montañesa (hasta 1895), luego director de El Cantábrico; se escriben entre 1880 y 1918, poco antes de fallecer Estrañi, en Santander, en 1919) el coronel Arocha; Azorín; el doctor Madrazo; Augusto G. Linares; Vicente Pereda; Casimiro Pérez de la Riva; Montero Alonso; Torralba Beci; Policarpo Lasso, Esteban Polidura y Barañano.

http://centrodeestudiosmontaneses.com/wp-content/uploads/DOC_CEM/BIBLIOTECA/EDICION_CEM/BMADARIAGA/19/alfonso-armas-ayala.pdf. José Estrañi y Benito Pérez Galdós, dos caracteres complementarios, por Benito Madariaga de la Campa.



“…[Galdós] Compra el terreno al marqués de Robrero… [Tras su muerte], la finca y la casa se vendieron a un particular; pero no el mobiliario, los libros y manuscritos de Galdós que se dispersaron en una buena parte. El resto pasó al Cabildo Insular de Gran Canaria, donde, afortunadamente, el 20 de mayo de 1964 se inauguraba, no sin dificultades, la Casa Museo de Pérez Galdós en su ciudad natal” (Benito Madariaga de la Campa).

https://elpais.com/diario/1983/04/05/cultura/418341608_850215.html. 1983.  Juan Antonio Hormigón dirige 'La de San Quintín', de Pérez Galdós, en el María Guerrero.

SOBRE GALDÓS (OTROS)

Los ojos de Galdós, novela de  Carolina Molina (Madrid, 1963). http://carolinamolina.blogspot.com/

Resumen: “Pobre, enfermo y casi ciego. Así vivió sus últimos años Benito Pérez Galdós, el genio que llenó de gloria la literatura de su tiempo. Pese a todo, no le faltó el cariño de sus amigos, familia y ciudadanos. Y, cuando sus ojos necesitaron ampararse en otros más jóvenes para continuar su labor literaria y, así, subsistir, ella, Carmela Cid, estará a su lado. Ella será sus ojos. Y también su voz. Junto a él recorrerá los escenarios de su vida, desde que llegara a Madrid, como estudiante de Derecho, hasta convertirse en un periodista de peso y un escritor consagrado. Y, a su vez, descubrirá el carácter benevolente y seductor de un hombre a la par inteligente y humilde del que se enamoraron muchas de las más ilustres mujeres de su tiempo, entre ellas, por ejemplo, Emilia Pardo Bazán. Pensada por y para Galdós, con un estilo delicado y una prosa fluida, en la línea de sus novelas anteriores, Carolina Molina nos ofrece un retrato entrañable y desconocido del escritor que mejor supo reflejar la España del siglo XIX”.


(En la) Prensa

SANTANDER, “MI CUARTEL DE VERANO”

El 29 de junio de 1893 le escribe desde Santander a José de Cubas: “…en el retiro semi-salvaje en que vivo…”.

Galdós fue cliente del balneario de Puente Viesgo en los veranos de 1908 y 1909. “Los alrededores de Puente Viesgo son bonitos y bonito  y muy ameno es el valle de Toranzo”.

SELLO

Aparece en un sello de 8 pesetas del año 1971.

SORPRESAS

A veces el lenguaje de Galdós me parece muy decimonónico y andaba buscando una obra con la que me reconciliara. Esta ha sido Tristana. Me parece muy moderna. Encuentro una expresión que luego se convirtió en un adjetivo de Dalí, Lorca y Buñuel, “putrefacto”: “En estos tiempos putrefactos…”. Y una descripción del ¿alzheimer...?: “…Josefina olvidó toda su edad pasada. Su memoria, como espejo que ha perdido el azogue, no conservaba ni una idea, ni un nombre, ni una frase.... Un día quiso don Lope despertar los recuerdos de la infeliz señora, y vio la estupidez pintada en su rostro…No comprendía nada, no se acordaba de cosa alguna…Otro día la sorprendió lavando las zapatillas, y a su lado tenía, puestos a secar, los álbumes de retratos…”. “Cerró la pestaña”, otra expresión coloquial, usada en nuestros días para decir que “murió”. O el “sol picón”- una expresión muy usada en Santander para ese sol fuerte que anuncia lluvia.

TESTAMENTO


TERTULIAS


TOLEDO


…”el banquito en el que descansaba en su casa de Santander, estaba realizado con trocitos de azulejos que recogió en la Judería de Toledo”- según la guía de PasearteToledo, Marina Loyo.


VIVIENDAS DE SUS PERSONAJES

Las viviendas donde residían Fortunata y Jacinta en la novela que lleva su nombre: la primera de ellas en el número 11 de la Cava de San Miguel y la segunda, en el número 1 de la calle Marqués Viudo de Pontejos.

Algunos hitos (sacado de la Wiki)

Siendo aún niño su padre le aficionó a los relatos históricos contándole pasajes y anécdotas vividos en la guerra de la Independencia, en la que, como militar, había participado.

Galdós, que ya había empezado a colaborar en la prensa local con poesías satíricas, ensayos y algunos cuentos, obtuvo el título de bachiller en Artes en 1862, en el Instituto de La Laguna (Tenerife), donde había destacado por su facilidad para el dibujo y su buena memoria

Llegó a Madrid en septiembre de 1862, se matriculó en la universidad (Central de la calle San Bernardo) y tuvo por profesores a Fernando de CastroFrancisco de Paula CanalejasAdolfo CamúsValeriano Fernández y Francisco Chacón Oviedo. En la universidad conoció al fundador de la Institución Libre de EnseñanzaFrancisco Giner de los Ríos, que le alentó a escribir y le hizo sentir curiosidad por el krausismo.

“Entré en la Universidad, donde me distinguí por los frecuentes novillos que hacía…Escapándome de las cátedras, ganduleaba por las calles, plazas y callejuelas, gozando en observar la vida bulliciosa de esta ingente y abigarrada capital…si mis días se me iban en “flanear” por las calles, invertía parte de las noches en emborronar dramas y comedias. Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos [canarios]”. (Memorias de un desmemoriado, 1915).

Frecuentó los teatros y la «Tertulia Canaria» en Madrid [en el café Universal en el nº 15 de la puerta del Sol], formando tertulia con otros escritores paisanos suyos (Nicolás EstévanezJosé Plácido Sansón, etcétera). “El chico de las pajaritas”. También frecuentaba las tertulias del Café de la Iberia (en la Carrera de San Jerónimo), la Cervecería Inglesa y del viejo Café de Levante

“…el 22 de junio [de 1866], memorable por la sublevación de los sargentos en el cuartel de San Gil, desde la casa de huéspedes, calle del Olivo, en que yo moraba con otros amigos, pude apreciar los tremendos lances de aquella luctuosa jornada. Los cañonazos atronaban el aire... Madrid era un infierno”. (Memorias de un desmemoriado, 1915).

También acudía a leer al Ateneo, el viejo Ateneo de la calle de la Montera,  a los principales narradores europeos en inglés y francés. Fue en esa institución donde conoció a Leopoldo Alas, Clarín, durante una conferencia del crítico y novelista asturiano, en lo que sería el comienzo de una larga amistad.

En 1865? empezó a escribir como redactor meritorio en los periódicos La Nación y El Debate, así como en la Revista del Movimiento Intelectual de Europa. Al año siguiente (1867, 1866 ¿) y en calidad de periodista, asistió al pronunciamiento de los sargentos del cuartel de San Gil.

En 1867, con 24 años, hizo su primer viaje al extranjero, como corresponsal en París, para dar cuenta de la Exposición Universal. Volvió con las obras de Balzac y de Dickens y tradujo de éste, a partir de una versión francesa, su obra más cervantina, Los papeles póstumos del Club Pickwick, que se publicó por entregas en La Nación. En 1885, a Portugal. En 1888, a Italia. En 1889, a Inglaterra.

En 1869 vivía en el barrio de Salamanca, en la calle Serrano número 8, con su familia, y leía con pasión a Balzac mientras formaba parte de la redacción de Las Cortes.

En 1870, con 27 años,  gracias a la ayuda económica de su cuñada, publicó su primera novela, La Fontana de Oro, escrita entre 1867 y 1868 y que, aun con los defectos de toda obra primeriza, sirve de umbral al magno trabajo que como cronista de España desarrolló luego en los Episodios nacionales.

En 1871, con 28 años, durante su primer veraneo en Santander, conoció al novelista José María de Pereda. 

En 1873, con 30 años, Galdós – con Trafalgar- comenzó a publicar los Episodios nacionales (título que le sugirió su amigo José Luis Albareda, director de la Revista de España), 46 episodios, en cinco series de diez novelas cada una.

La primera serie (1873-1875) trata de la guerra de la Independencia (1808-1814).

La segunda serie (1875-1879) recoge las luchas entre absolutistas y liberales hasta la muerte de Fernando VII en 1833.

La tercera serie está dedicada a la primera guerra carlista (1833-1840).

La cuarta serie (1902-1907) se desarrolla entre la Revolución de 1848 y la caída de Isabel II en 1868.

La quinta (1907-1912), incompleta, acaba con la restauración de Alfonso XII.

En 1881, con La desheredada, abandona el género de la novela de tesis y abre el ciclo de las Novelas españolas contemporáneas (1881-1889), que —en su mayoría— describen la sociedad madrileña en la segunda mitad del siglo XIX. 

La lectura de León Tolstoy le hace abandonar el influjo del naturalismo e inclinarse por el espiritualismo, publicando entre 1891 y 1897 diez novelas en esta nueva estética: Ángel Guerra (1891), Tristana (1892), La loca de la casa (1892), Torquemada en la cruz (1893), Torquemada en el Purgatorio (1894), Torquemada y San Pedro (1895),  Nazarín (1895), Halma (1895), Misericordia (1897) y El abuelo (1897).

En el teatro, empezó con Quién mal hace, bien no espere (1861) y el drama histórico La expulsión de los moriscos (1865), que no se han conservado, y siguió con la alta comedia Un joven de provecho (1867), de edición póstuma; pero abandonó esa vocación muy pronto para entregarse por completo a la novela, hasta que el 15 de marzo de 1892 se estrenó en el Teatro de la Comedia de Madrid la primera obra madura de la producción teatral de Galdós: Realidad.  Convirtió una novela epistolar sobre el tema del adulterioLa incógnita (1888-1889) en novela dialogada y luego en drama, en los dos casos bajo el título de Realidad (1889 y 1892, respectivamente).

El éxito de la obra, y la buena disposición de la Guerrero, les llevaría a estrenar en los primeros días de 1893 la versión teatral de La loca de la casa (que como novela había pasado casi inadvertida). Pero su confirmación como autor de éxito y crítica se la dio La de San Quintín, estrenada el 27 de enero de 1894, su cuarta obra llevada a las tablas, tras el fracaso de la adaptación del episodio Gerona.

Pero el estreno más recordado de Galdós (junto con el posterior de Casandra en 1910) fue quizá el de su Electra, el 30 de enero de 1901, por lo que supuso de oportuno «alegato contra los poderes de la Iglesia y contra las órdenes religiosas que la servían» en un momento histórico en el que en España, tras los avances liberales del periodo 1868-1873, crecía de nuevo la influencia de los intereses políticos del Vaticano.

Sus dos grandes éxitos fueron el escándalo anticlerical de Electra (1901) y el político de Casandra (1910).

En 1897 ¿? abrió el escritor una casa editorial con el nombre de “Obras de Pérez Galdós” en la calle de Hortaleza (número 132, bajo). Los dos primeros títulos que puso en el mercado fueron Doña Perfecta y El abuelo (1897). Continuó esta actividad editorial hasta 1904, año en que, cansado, firmó un contrato con la Editorial Hernando.

Benito Pérez Galdós solía llevar una vida cómoda, viviendo primero con dos de sus hermanas (Carmen y Concha) y luego en casa de su sobrino, José [Hermenegildo?] Hurtado de Mendoza (Pepe, Pepín).
Un día de su vida
En la ciudad, se levantaba con el sol y escribía regularmente hasta las diez de la mañana a lápiz (porque la pluma le hacía perder el tiempo). Después salía a pasear por Madrid a captar conversaciones ajenas (de ahí la enorme frescura y variedad de sus diálogos) y a observar detalles para sus novelas. No bebía, pero fumaba sin cesar cigarros de hoja. A primera hora de la tarde leía en español, inglés o francés; prefería los clásicos ingleses, castellanos y griegos, en particular ShakespeareDickensCervantesLope de Vega y Eurípides, a los que se conocía al dedillo. En su madurez empezó a frecuentar a León Tolstói. Después volvía a sus paseos, salvo que hubiera un concierto, pues adoraba la música y durante mucho tiempo hizo crítica musical. Se acostaba temprano y casi nunca iba al teatro. Cada trimestre terminaba un volumen de trescientas páginas.
Su aspecto. Cómo viste
Desde la óptica de un Ramón Pérez de Ayala, Galdós era descuidado en el vestir, usando tonos sombríos para pasar desapercibido. En invierno era habitual verle llevando enrollada al cuello una bufanda de lana blanca, con un cabo colgando del pecho y otro a la espalda, un puro a medio fumar en la mano y, ya sentado, completaba la estampa tópica su perro alsaciano junto a él. Tenía por costumbre llevar el pelo cortado «al rape» y, al parecer, padecía fuertes migrañas.

Con motivo de la boda de una sobrina, le escribe a Concha Morell, en 1894: “Voy a Madrid a comprarme una chistera…Parezco un pastor, como los que apacientan ganado lanar y cabrío…”.
Carácter y defectos. Retrato físico y temperamental
Entre sus virtudes, cita la de la” constancia”.
Curiosidades

Fue académico de la Real Academia Española desde 1897 y llegó a ser propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.

SABER MÁS

https://elpais.com/diario/1981/09/06/cultura/368575209_850215.html. Rosalía. Amor entre un pastor protestante, Horacio Reynolds, y la católica Rosalía. En ella, una novela de búsqueda (con mucho de folletín) se encuentra el germen de dos novelas posteriores: Doña Perfecta, de 1876, y Gloria, de 1877.

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14753820.2018.1539438. La lección del pedagogo Giner de los Ríos al novelista Pérez Galdós. Por Germán Gullón. Francisco Giner de los Ríos, ‘Sobre La familia de León Roch’ (publicado en el diario El Pueblo Español, 16 & 18 de diciembre de 1887). https://www.ensayistas.org/critica/generales/krausismo/textos/giner-galdos.htm.

Benito Madariaga de la Campa:

"Cuando se estudia la influencia del grupo de intelectuales santanderinos en el siglo pasado, se suele considerar con menor detalle la contribución de primeras figuras vinculadas al mundo liberal, republicano o institucionista, como Augusto González de Linares, Manuel Ruiz de Quevedo y Rafael Torres Campos. El primero (AGL) creó en Santander y dirigió la Estación de Biología Marítima, laboratorio dedicado al estudio de la fauna y flora marítimas en 1886. En su casa natal en el pueblo de Valle, en Cabuérniga, se reunieron en agosto de 1875, Nicolás Salmerón, Francisco Giner de los Ríos, Linares y Manuel Ruiz de Quevedo para estudiar el borrador del proyecto de la que luego sería la Institución Libre de Enseñanza (ILE). A su vez, Ruiz de Quevedo y Rafael Torres Campos publicaron en 1883 el libro La mujer en el servicio de correos y telégrafos dentro de los programas de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Este último había estudiado también en 1880, con el naturalista Francisco Quiroga, las célebres pinturas de Altamira sobre las que hicieron un informe y opinaron después, en 1886, González de Linares y Salvador Calderón desde el seno de la Sociedad de Historia Natural. José Estrañi tuvo especial amistad con Linares y con el Dr. Enrique Diego Madrazo, ambos buenos amigos de Galdós. Lo mismo ocurrió con Luis de Hoyos Sainz y Ramón Sánchez Díaz. Con casi todos ellos mantuvo correspondencia el novelista canario. Este grupo demoliberal encontró en Estrañi y en El Cantábrico el portavoz más firme para la propaganda de sus ideas.
Galdós tuvo oportunidad de conocer bastante bien la provincia de Santander teniendo como guía y compañero a José María de Pereda. Visitó con detalle el entorno de Torrelavega, donde incluso pensó pasar el verano de 1879, así como la parte occidental de la provincia, en especial la región lebaniega. De su paso por Laredo dejó también constancia en un artículo, aunque no figurara en el itinerario de las (Cuarenta leguas) que recorrió con Pereda y Andrés Crespo. En una carta a Teodosia Gandarias le daba esta impresión de aquella zona de la provincia: «En cuanto a la hermosura y sosiego de los caseríos de tu tierra, observaré que son mucho más bonitos los lugares y aldeítas enclavados a un lado y otro de la línea férrea de Bilbao a Santander, sobre todo en la parte comprendida entre Molinar de Carranza y Treto, inmediaciones de Santoña y Laredo. Para pasar el verano son deliciosos estos sitios, avalorados por la proximidad del ferrocarril que permite trasladarse fácilmente de un punto a otro».
En 1875 el censo de Santander capital era de 39.011 habitantes y de 42.125 en 1887… Estaba entonces ésta formada por una clase alta que se anunciaba como comerciantes, navieros, capitalistas y banqueros. Integraban la clase media empleados, funcionarios y profesionales y seguían en el orden económico los artesanos y obreros. 
En 1871 se crea el ferrocarril Santander-Alar, en 1890 empieza a funcionar el del Cantábrico: en 1894 el de Santander-Bilbao y una parte de la línea de la Robla, en 1898 se inaugura la línea de Santander-Ontaneda y, ya a primeros de siglo, los de Cabezón-Llanes y Solares-Liérganes".






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