domingo, 29 de noviembre de 2020

PRIMAVERA EXTREMEÑA (en tiempos de la covid)

 


“Uno de los lamentos más repetidos por los españoles durante la cuarentena obligada por la pandemia…es que aquella les robó la primavera…” -comienza el relato Julio Llamazares.

“A mí, en cambio, me regaló una primavera fantástica…confinado en un lagar de Extremadura… [El Lagar de los Almendros, a 2 kilómetros del pueblo más cercano, Herguijuela, en Cáceres, con sus dos palmeras que “convierten la casa en una postal cubana”]”- continúa.

“Llegamos a Extremadura el 13 de marzo del 2020 huyendo de un Madrid cada vez más fantasmal…Lo que iban a ser diez o quince días se convirtieron en noventa…”.

Al tercer día baja a Herguijuela (unos 200 habitantes), a comprar comida en las tiendas del pueblo, la panadería y la tienda de embutidos (que lo es de todo lo demás).”El ambiente no era el de siempre, ni mucho menos”. Guantes y mascarillas, y prevención hacia el forastero. “Los madrileños éramos os apestados de la pandemia, como, al principio, los chinos”. En la plaza de la iglesia no había nadie y los dos bares junto a la carretera están cerrados.

Los primeros días apenas prestan atención a la primavera y a lo que les rodea. Pero pronto son conscientes de “una naturaleza que cada día se mostraba más esplendorosa: las lilas y los membrillos echaban sus flores malvas y blancas, la lavanda silvestre teñía el monte de color morado, las retamas lo amarilleaban, los botones de oro y las amapolas pespunteaban la hierba verde entre los olivos y los pájaros volaban…envalentonados por la ausencia de personas…”.

Los paseos, al principio, son por el interior de la propiedad, pero pronto salen a explorar los alrededores. Una pareja amiga (el ilustrador del libro y su mujer) tiene su casa al otro lado del monte, en el Pago de San Clemente: juntos suben hasta la antena de telefonía móvil un día; otros se sientan sobre la hierba a degustar un poco de queso o salchichón. Luego, vuelven a los alrededores del lagar, la finca que ocupan.

El autor cumple sus 65 años en confinamiento (el 28 de marzo. Como yo mis 58, el 1 de mayo...). Encarga un brazo de gitano en la panadería y le regalan una acuarela de Konrad (Laudenbacher), su amigo del otro lado del monte.

Llega, y pasa, la Semana Santa, y el mes de abril -haciendo cierto el refrán (“En abril, aguas mil”)-, se lo pasa lloviendo. “Fueron días de lectura y chimenea a falta de los paseos…”. Recuerda una de ellas especialmente: El Asedio de Troya, de Theodor Kallifatides, un autor que desconoce en ese momento. Le ayuda a relativizar sus preocupaciones. Además, se dedica a escribir, amenizado por mirlos y ruiseñores.


En el “capítulo” 11 constata: “El domingo 26 de abril los niños españoles pudieron salir a pasear después de 6 semanas encerrados en sus casas…”.

En su “lagar”, el campo extremeño “parecía un tapiz de flores…del amarillo de las coronas del rey y los botones de oro al blanco de las margaritas y el violeta azulado de los lirios”. Además, están las estrellas, “sin contaminación lumínica”.

A partir del 1 de mayo, empiezan a subir las temperaturas. “De un día para otro, la hierba dobló su altura y los naranjos se llenaron de azahar…”. También se “despiertan” las culebras… Una culebra en la cocina será el principal incidente de su estancia en Los Almendros… “A esas alturas, la pandemia se había cobrado ya más de veinte mil muertos solo en España y doscientos mil en todo el mundo”...

El primer paseo autorizado

“El 2 de mayo fue el primer día en el que las autoridades dejaron salir de casa a todos los españoles…”. Para celebrarlo, organizan una merienda junto a la piscina con sus amigos Konrad y María. Su primera salida “a la calle” lo será al camino principal.

Luego, ya pasea todos los días, mañana y tarde, “a veces en dirección a La Florentina (con dos monjes budistas de piedra presidiendo la entrada)…y otras hacia la Bodega Las Granadas”.

A mediados de mayo, ya se puede viajar por la provincia. Y eso hacen: “El primer viaje, corto, de apenas 8 kilómetros, lo hicimos a las dehesas de Santa Cruz…para ver los toros de la ganadería de César Rincón, un torero colombiano”. En la siguiente excursión, van a Aldeacentenera [a 30 kilómetros] y Garciaz, pasando por Madroñera. Viajan a Madrigalejo (donde murió el rey Fernando el Católico, al sur, y a Montánchez (“la patria del jamón de Extremadura”), hacia el oeste. Las Villuercas y la basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal; el monasterio de Santa Cruz, casi en ruinas, y el Palacio Viejo de Belén, un arrrabal de Trujillo.

“El 18 de mayo fue el primer día del verano…se empezaron a oír tractores en las fincas arando las viñas y los olivares de alrededor. Nosotros…, inauguramos la piscina”.

El 22, él y su hijo van a Trujillo, “nuestra primera salida a una ciudad”, a cortarse el pelo. “Lo que vimos nos impresionó: los trujillanos parecían una sucesión de zombis, todos tapados con mascarillas a pesar de los 34 grados de temperatura”…

Con la llegada del calor, se refugian dentro de casa y en la piscina. Hasta el atardecer: “salíamos a pasear por el camino de los naranjos, dentro de la propiedad”. ..

“El 15 de junio del 2020, tres meses y dos días después de nuestra llegada a Extremadura…volvimos a Madrid”. En Extremadura, la cuarentena finaliza el 20, y la casa de vacaciones ya está recibiendo ofertas de gente deseosa de salir de sus ciudades. Él hace el camino inverso, “tras vivir en un tiempo perdido, el tiempo de la infancia”….

El libro está dedicado a Ricardo González Muñoz, ¿el guarda de La Florentina y de Los Almendros…?. Tenemos de él un montón de estampas: Ricardo, labrando la viña o el olivar de La Florentina con su tractor; podando los árboles. Ricardo en su todoterreno subiendo desde Herguijuela para dar de comer a los perros los domingos; limpiando la piscina,  ilustrándolos y advirtiéndolos..."No para en todo el día y no descansa ni siquiera el sábado"...

Junto a él, otros personajes del pueblo o de la zona: Manolo el Sueco, con sus ovejas; Juan Antonio que, además de albañil, ordeña 400 cabras antes y después de su trabajo; el vendedor ambulante de fruta, de Almoharín o  el farmacéutico de Herguijuela…

Con Llamazares, recordamos cómo han sido nuestros meses de confinamiento, mientras le reseguimos a él en el suyo. Algo que nunca olvidaremos…

SABER MÁS

Mis diarios de la COVID…

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/03/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon-5.html. Marzo 2020: Estado de alarma. ¡Quédate en casa!

Mi “acaparamiento”: 1 kilo de alubias y 1 kilo de garbanzos...


https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/04/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon-6.html . Abril 2020. 45 días confinados Quiero salirrrrr.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/05/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon-7.html.    Mayo 2020. Empieza la desescalada.

Primer paseo. Cruzar “la frontera” (para mí, la calle Cervantes).

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/06/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon-8.html . Junio 2020. Hacia la nueva normalidad.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/07/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon-9.html.   Julio 2020. SIN cursos de verano.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/08/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon.html.  Agosto 2020. Conviviendo con el coronavirus.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/09/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon.html.   Septiembre 2020. Inicio del curso escolar con la COVID.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/10/diario-un-ano-mirando-desde-el-balcon.html.  Octubre 2020. La vida sigue…, con mil precauciones.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/11/diario-mientras-dure-la-covid.html. Noviembre 2020. Mientras dure la COVID.

Y mis diarios “pictóricos”…


Las maravillosas ilustraciones de Konrad Laudenbacher, me han traído a la mente todos mis Diarios “pictóricos”, incluido el del confinamiento…

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/01/diario-de-una-pintora-polifacetica-2.html. DIARIO DE UNA PINTORA POLIFACÉTICA (2).

Primavera 2020.


Lo que veo desde casa de mis padres.


El primer paseo, el 2 de mayo.


https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2020/04/diario-de-una-pintora-polifacetica-3-3.html. DIARIO DE UNA PINTORA POLIFACÉTICA (3).

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2014/01/diario-de-dos-pintoras-en-ciernes-i.html. DIARIO DE DOS PINTORAS EN CIERNES.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2015/05/diario-de-una-retratista-aprendiza.html. DIARIO DE UNA RETRATISTA APRENDIZA.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2016/01/diario-de-una-retratista-reincidente-i.html. DIARIO DE UNA RETRATISTA REINCIDENTE. I parte.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2016/02/diario-de-una-retratista-reincidente-ii.html. DIARIO DE UNA RETRATISTA REINCIDENTE. II parte.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com.es/2017/02/retrato-y-color-1-diario-de-una.html.. DIARIO DE UNA REINCIDENTE…RETRATISTA. RETRATO Y COLOR.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2018/04/diario-de-una-acrilica-aprendiendo-la.html. DIARIO DE UNA “ACRÍLICA”. APRENDIENDO LA TEORÍA DEL COLOR.

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2019/10/diario-de-una-pintora-polifacetica.html. DIARIO DE UNA PINTORA POLIFACÉTICA (1).

Sobre el libro de Llamazares

https://elpais.com/elpais/2020/11/10/eps/1605008819_369175.html. Un canto a la vida en medio de la muerte.

Y otras experiencias de la COVID…

https://quefluyalainformacion.blogspot.com/2020/09/diario-de-wuhan-las-mismas-emociones.html. Diario de Wuhan. Las mismas emociones.



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