domingo, 26 de diciembre de 2021

EL VIAJE (1915). La primera novela de Virginia Woolf, publicada a los 33 años

 


“Como las calles que llevan del Strand al Embankment son muy estrechas, es mejor no ir por ellas cogidos del brazo…”. Así comienza la novela, con los dos protagonistas, el señor y la señora Ambrose andando por las calles de Londres una tarde a principios de octubre para embarcarse rumbo a ¿un puerto tropical del Amazonas?, en un viaje en barco de  3 o 4 semanas.

Reflexiones feministas 14 años antes de Una habitación propia

Con 33 años, en su primera novela, Virginia espolvorea por aquí y allá, varios discursos sobre la educación de las jóvenes o el comportamiento de las esposas con sus maridos…

La educación de una joven acomodada en la última parte del siglo XIX

“Amables doctores y profesores ancianos y bondadosos le habían enseñado los rudimentos de unas diez ramas distintas del conocimiento, pero no se habían atrevido a hacerle trabajar de verdad…una o dos horas semanales…no había ni una sola cosa en el mundo que conociera con exactitud…creía prácticamente todo lo que le decían…La forma de la Tierra, la historia del mundo, cómo  funcionaban los trenes, o se invertía el dinero; qué leyes estaban en vigor, qué quería la gente y por qué lo quería, la idea más elemental de un sistema en la vida moderna: nada de esto le habían enseñado ninguno de sus profesores o institutrices…”.

El entrenamiento de las esposas

“Las dos damas, bien entrenadas, como correspondía a su sexo, para favorecer la conversación de los hombres sin escucharla, podían pensar – en la educación de los hijos, en el uso de bocinas de niebla en una ópera- sin traicionarse…”.

En la colonia inglesa

 

SABER MÁS

https://www.youtube.com/watch?v=lqE8Uz4Yb8E. Londres en 1912. 3 minutos.

Los personajes: 

Helen Ambrose: “Alta, de ojos grandes, envuelta en chales de color púrpura…era bella y tenía un aire novelesco”. 40 años. Cose mientras lee filosofía. Viste como un saco de patatas.

Ridley Ambrose: “Cuerpo delgado y anguloso, cabeza grande con…rasgos arrebatadores, ojos agudos e inocentes”. Erudito. Fue profesor en Cambridge; ahora edita a los clásicos. Uñas largas

Tienen dos niños, de 6 (el niño) y 10 (la niña) años.

Rachel Vinrance: Rostro débil, perfil indefinido, ojos inquisitivos, “carecía de belleza”. Vacilante, emotiva. Toca el piano: partituras de Bach y Beethoven, Mozart y Purcell. Entre sus lecturas: las Cartas, de Cowper y Cumbres borrascosas. 24 años. Hija única. Sin madre desde los 11 años, criada por dos tías paternas: tía Lucy y tía Eleanor, en Richmond, [un barrio residencial de Londres a orillas del Támesis]. Tímida. Ojos y pelo bonitos.

Willloughby Vinrance: Tenía 10 barcos que hacían regularmente la travesía entre Londres y Buenos Aires. Grande y corpulento, tiene un vozarrón …y una voluntad propia. Hombre de negocios. El Euphrosyne tansporta telas al Amazonas para volver cargado de caucho.

Señor (Richard) y señora (Clarissa) Dalloway: Viven en Londres, Mayfair, 23 Browne St. Cogen el barco en Lisboa. La señora Dalloway, alta y esbelta, cara altiva y delicada, con el cuerpo envuelto en pieles y la cabeza envuelta en velos. Olor a violetas. Pelo que empieza a volverse gris. Viaja con un libro de Pascal. Su obra favorita de Shakespeare es Enrique V. El señor Dalloway, un hombre corpulento de mediana estatura vestido como un cazador en un páramo en otoño. Voz grave y pausada. Unos 40 años (42). Pomposo y sentimental. Político más bien romo, amable y previsible. Conservador por conveniencia.

El señor Grice (el camarero): Sus lecturas favoritas: Huxlwey. H. Spencer y Henry George. Lee, para relajarse, a Emerson y T. Hardy.

El señor Pepper (Wlliam): … “la juventud en una estación de ferrocarril en Bombay…su ideal era una mujer  que supiera leer griego, si no persa, que tuviese un rostro irreprochablemente bello y que fuese capaz de entender las pequeñas cosas que dejaba caer al desvestirse…No se había casado por la más que suficiente razón de que no había encontrado a ninguna mujer que mereciese sus respeto…”. De carácter más bien seco, amable, con buen juicio, erudito, con sus cuadernos y su micrscopio.

La señora Chailey (Emma): una mujer ancha y gruesa, 50 años, desde los 20 con los Vinrance (gobernanta/ama de llaves…). Sus adornos: perritos de porcelana, juegos de té en miniatura, tazas con el escudo de la ciudad de Bristol, cajas de horquillas con tréboles, cabezas de antílopes de escayola pintada y multitud de minúsculas fotografías en las que aparecían obreros endomingados y mujeres con bebés en brazos”.

Música y libros citados

https://www.youtube.com/watch?v=fPp8_txA-JI. Op. 112 de Beethoven.

Libros: Cartas, de Cowper; Cumbres borrascosas; Enrique V (de Shakespeare); Persuasión, de Jane Austen





 

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