jueves, 2 de diciembre de 2021

DIARIO DE UNA SOLEDAD [deseada]. La vida a los 60 años en los años 70

“He escrito cada uno de mis poemas y novelas con este… propósito: averiguar qué pienso, saber dónde me encuentro”…- es una de sus primeras anotaciones un 15 de septiembre (de 1970).

May Sarton se define como “criatura imposible”… "Tengo un carácter irascible, a menudo difícil de aguantar… un temperamento difícil…”. Dice sufrir ataques de rabia desde niña (“hace un par de noches…tuve un terrible ataque de nervios e irascibilidad”….). Habla de “la persona destructora y aniquiladora que hay en mí”, de su “ira” y de la “desesperación provocada por la ira”

Odia la charla hueca.

Su relación con la naturaleza (y las personas)

Toda la paz que conozco proviene de la naturaleza, de sentirme parte de ella…”. Me recuerda a Pía Pera en Aún no se lo he dicho a mi jardín. Le gusta tener flores frescas en casa y plantar bulbos en el jardín. “Hay rosas amarillas y mimosas sobre el escritorio”…“Hay ramos de narcisos por toda la casa”…”En la repisa de la chimenea hay dedaleras, madreselvas, un gran rosal Madame A. Meilland, un lirio llorón blanco, unas ramitas de clemátide blanca”…

“A menudo he deseado encontrar a una persona con quien compartirlo todo, pero, poco a poco, voy reconciliándome con la idea de que tal cosa nunca va a suceder…”.“Lo que tengo es una gran riqueza de amistades y un amor absoluto y ardiente por la naturaleza, lo cual no es poco”. 

Herencias

…”la neurosis del trabajo, que heredé de mi padre [el historiador de la ciencia George Sarton]. Un día sin esforzarse hasta el límite era como un día menoscabado y menoscabador, un día pecaminoso…”. “Era feminista en teoría -escribe en otro momento- pero en la práctica de la vida diaria, en realidad, esperaba que se lo dieran todo hecho. Que su mujer se lo diera todo hecho…A mi padre no le gustaba que ella [mi madre] trabajara [era pintora y artista], y nunca le otorgó ningún reconocimiento, ni siquiera durante la época en que ella diseñaba vestidos bordados para Belgard en Washington D.C. y ganaba más que él…”.

Su madre [la artista inglesa Mabel Eleanor Elwes] “miraba las cosas con una atención absoluta, aguda y perpleja: una flor, un jarrón chino…Cómo disfrutaba recogiendo flores por la mañana temprano y haciendo ramos con ellas… Para mi madre, la necesidad del color era como el comer...”. 

“…a los pintores flamencos los llevo en la sangre…”.

“Vermeer…, Pieter the Hooch…, Albert Cuyp…, Rembrandt…Es la combinación entre los cielos majestuosos y los interiores caseros,  el modo en que la luz se mueve por las habitaciones…Los cuadros…representan todo cuanto aspiro a realizar en mis novelas y poemas…Componen el mundo sin imponer… un rígido esquema…Es la vida…realzada”.

Amigos, vecinos y gente que acude a verla

“…los Warner [Gracie (“Grace Warner se ha convertido en una de mis mejores amigas en Nelson”…) y Bud, y su “granja de los animales felices” ], Mildred (le arregla la casa), o Arnold Miner [le recoge la basura]…”. “Mis vecinos nunca son pretenciosos, casi nunca engreídos…”. Pero las mejores son las viejas amigas…Anne Woodson [pintora], K. [Katryn] Martin o Eleanor Blair (cuánto me ayudó a mecanografiar, editar y creer en Kinds of Love…),  "cuya conversación se torna un ramillete de alegrías compartidas y una visión común de la vida”.

Lograr el equilibro entre la necesidad de convertirse en una misma y de entregarse a los demás

Sarton habla de lo que “rompe” su flujo de pensamiento: las cartas que tiene que contestar (“cartas pendientes”, cartas que “escribo por obligación” frente a las cartas “de verdad”), una reunión en el pueblo, comidas fuera de casa (“me roban la mitad del día y el espacio de una mañana de trabajo”), conferencias,  la presentación de un libro, apariciones públicas

“…cualquier interrupción, cualquier intrusión de la vida social, cualquier obligación que rompa los hilos de mi telar, rompe también mi patrón de vida”…A la vez, ese rato de compañía le provoca nuevas reflexiones…

“Estoy contenta de estar sola: tengo tiempo para pensar, tiempo para ser”…

“Estoy furiosa por las muchas cartas que me quedan por contestar, cuando lo único que quiero es pensar y escribir poemas”…

“Cada vez soy más impaciente con las cosas que me molestan”…

Llama la maraña a “los libros que me piden que lea y comente, manuscritos, cartas, una vieja amiga que quiere saber mi opinión acerca de su diario…, si es publicable…”. “Me siento enmarañada cuando no tengo tiempo para analizar las experiencias…Necesito tiempo a solas para meditar sobre mis encuentros con los demás, para extraer su jugo…, y entender así qué me ha sucedido…”.

Rutinas y el ritmo diario

“…llevar una rutina resulta esencial para mí…debo construir mi propia rutina para sobrevivir…Tengo que hacer la cama -eso es lo que más odio-, fregar los platos y recoger la casa antes de poder sentarme a trabajar con la conciencia tranquila…En la rutina general anual, enero es el mes de la limpieza y del catálogo de semillas…”.

“Casi siempre me levanto entre las seis y media y las siete y media”…

Peregrinación anual a Greening Island: “Desde que murieron mis padres, la isla se ha convertido en uno de los lugares inmutables de mi vida, y Anne Thorp [la anfitriona, su profesora en secundaria en la escuela Shady Hill], en lo más parecido que tengo a una familia, además de Judy [Judith Matlack, su pareja entre 1945 y 1956] Es un lugar donde hallo la renovación y la seguridad que necesito”… 

Sus necesidades para una casa humana

“…un gato [“un animal achuchable”] sentado en la mesa mirando por la ventana, un jarrón de bulbos en flor, libros desperdigados aquí y allá…”. “Esta casa se muere cuando no hay flores…”.

Perley Cole, su jardinero, “la joya más preciada” de Nelson

Le dedica un capítulo en Anhelo de raíces, un libro anterior y, en este, nos relata su muerte. “Han sido la agonía y muerte más solitarias que he conocido nunca. Cuántas veces me dijo a lo largo de estos meses: “Nunca pensé que acabaría así”…

“Cuánto me enseñó Perley. Su forma de trabajar, lenta e inalterable, me enseñó a tener paciencia…”. Escribe un poema sobre él, de título Reconocimiento. “…Si pudiera,/lo llamaría pariente…/Él siempre decía: “Así son las cosas”.

Cuando muere, es Gracie, la nieta de Grace Warner, la que viene a ocuparse de su jardín.

Ciudades

En Nueva York, NYC,  (“esa ciudad casi inhabitable”) están sus editores y su agente, Diarmuid Russell. “…el ruido incesante de los demoledores aullidos en mitad de la noche, los angustiosos quejidos de los camiones de la basura, los implacables aporreos de las perforadoras, los chirridos de los frenos, las sirenas y los camiones rugiendo por la Segunda Avenida…”.

Los escritores a quienes aprecio

“Traherne, George Herbert, Simone Weil…Turguénev, Trollope, Henry James, Virginia Woolf, E.M. Forster, modestos, íntimos, autorrealizados…Todos ellos…fuera de las corrientes principales…”.

Sobre sus libros

“…mi nuevo poemario Un grano de mostaza [1971]…un libro extraño para una época extraña, los arrolladores años 60, con tantos asesinatos [John F. Kennedy, en 1963; Martin Luther King, en 1968] y el desgaste de cualquier esperanza sobre la guerra [Guerra de Vietnam], los ghetos, el desempleo y todas las plagas que nos asolan”…

“Siempre he querido incluir todas las facetas personales en mis poemas: los conflictos, los amores, las iras  y también las preocupaciones políticas”.

“Desde la publicación de Anhelo de raíces, percibo que se está construyendo una falsa imagen en torno a mí: la de una sabia ancianita que está por encima de todo”.

“Una de las razones por las que decidí llevar un diario (Diario de una soledad) durante un año entero fue porque creo que Anhelo de raíces ha erigido un mito en torno a un falso paraíso, y mi intención es destruirlo”.

“Tuve que armarme de valor para escribir Mrs. Stevens Hears the Mermaids Singing [La señora Stevens oye el canto de las sirenas, 1965], una novela sobre una mujer homosexual que no es una maniaca del sexo, ni borracha, ni drogadicta, ni repulsiva en ningún aspecto…”.

[A Durable Fire, 1972] “un libro floreado, repleto de imágenes de flores y árboles, luces y sombras en las flores y las hojas; poemas amorosos, en su mayoría…, un libro elegíaco…no podría haberlo escrito sin todo lo que X. me dio, y tampoco,…sin todo aquello que siempre nos faltó…”.

The Bridge of Years  (1946) [25 años después]: …”ya no lo escribiría igual. He reducido mi estilo a la mínima expresión”…

24 libros publicados en 1970 y la crítica no hace cuenta

May siente que la crítica no la respeta, y la ningunea…El 12 de abril de 1971, reseña: “Hoy…un crítico va a venir a conversar conmigo…es la primera vez que ocurre algo así. Llevo mucho tiempo esperando que los académicos se fijen en mi obra…”.

La música que escucha May Sarton mientras escribe Diario de una soledad:

https://www.youtube.com/watch?v=wEi-PuHEVhM. Kindertotenlieder, de Mahler.

https://www.youtube.com/watch?v=a27TFT_30x4. Der Abschied, de Mahler.

https://www.youtube.com/watch?v=lGCCRN0o9Lo. Misa, de Vaughan Williams. “Hay días en que solo es posible la música religiosa”…

https://www.youtube.com/watch?v=IVt06R9yXN4. Pastoral, de Beethoven.

https://www.youtube.com/watch?v=nAapbue97JE. Les adieux, de Berthoven.

https://www.youtube.com/watch?v=Ybq6Ea79nZ4. Impromptu Opus 90, de Schubert.

La nueva casa junto al mar

A lo largo del diario expresa, en varias ocasiones, que se quiere mudar…, en uno o dos años. Nelson ya está agotado para ella. “Ha llegado la hora de un cambio…Ahora mismo mi vida aquí me aburre mucho…la falta de vida cultural…La aventura de venir sola a Nelson ya se ha terminado”…La nueva opción es vivir cerca del mar, en Maine. “Dos amigas… han comprado una casa en Maine con intención de alquilarla…Allí, el jardín ya está diseñado, y resulta mucho más fácil de cuidar que este mío de Nelson…”. “He decidido montar mi estudio en el tercer piso…, junto al alero del tejado…”

Con ella repasas momentos de vida, reacciones y experiencias. Ahora, esperando el resto de traducciones de sus diarios por parte de la editorial Gallo Nero (no me apetece tener que hacerlo en inglés; aunque..., si tarda mucho, lo haré..). . A los 70, A los 79, A los 80, A los 82...Tenemos pocas narraciones sobre la vejez, las vejeces...

SABER MÁS

https://www.elconfidencial.com/cultura/2021-08-26/may-sarton-escritora-editorial-pelotazo_3250446/. Historia de un pelotazo: May Sarton, la escritora que encumbró a una pequeña editorial, Gallo Nero.

https://letraslibres.com/literatura/may-sarton-y-el-entusiasmo-por-la-casa-propia/. May Sarton y el entusiasmo por la casa propia. Desde la colocación de cuadros y muebles, precedida por la obra de adecuación de la casa, hasta los esfuerzos por hacer un jardín del terreno pedregoso, 'Anhelo de raíces', que acaba de publicar Gallo Nero, consiste en el relato de los primeros  meses de May Sarton en su nueva casa.

https://leerporleer.com/resenas/anhelo-de-raices/. Sobre Anhelo de raíces.

https://archives.nypl.org/brg/19101. May Sarton Papers (en inglés). The Berg Collection first purchased manuscript material from May Sarton in January 1972. Between 1972 and May Sarton's death in 1995, the Berg Collection continued to acquire individual manuscripts or letters by gift and purchase. The bulk of the material described in this guide came to the Berg Collection as a bequest (legado) of May Sarton's estate in 1996.

https://quefluyalainformacion.blogspot.com/2021/05/aun-no-se-lo-he-dicho-mi-jardin-la-vida.html. Pía Pera. Aún no se lo he dicho a mi jardín.

https://vimeo.com/ondemand/mrsstevens. Mrs. Stevens Hears the Mermaids Singing. Tráiler.

 

  

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