viernes, 22 de abril de 2022

LA VIDA ANTERIOR DE LOS DELFINES

En 2018, Kirmen Uribe obtuvo la beca Cullman de la Biblioteca Pública de Nueva York para escribir esta su cuarta novela. En la actualidad vive en NYC e imparte clases de escritura creativa en la Universidad de esa ciudad.

Se la dedica a Nerea, Unai, Arane y Aitzol.

Combinar realidad e invención

La crítica lo compara a Coetzee y Sebald. “… [Kirmen Uribe] Vuelve a mezclar, de forma magistral, memoria familiar, hechos históricos y la fascinación por la tradición y la cultura popular vascas”- se lee en la contraportada.

“En febrero de 2018, en pleno invierno, regresaba en coche desde San Sebastián a Ondárroa…cuando percibí el temblor del móvil…me hallaba a la espera de una respuesta a la solicitud de una beca presentada a la Biblioteca Pública de Nueva York con el fin de estudiar el legado de Rosika Schwimmer y escribir una novela al respecto…”- explica el narrador en el capítulo 2. 

El responsable del archivo le recomienda que siga su intuición a la hora de seleccionar el material: “No puedes leerlo todo” [en un año, el plazo de su beca]…También le señala personas que pueden saber sobre ella.

Decide estudiar la vida de Rosika de manera cronológica (a partir de la caja 35, dedicada a su infancia), siguiendo la biografía inacabada de quien fuera su secretaria y amiga, Edith Wynner.

Nos enteramos de que, de niña, su fruta preferida era la sandía; de que no prestaba atención cuando una asignatura no le interesaba, de que se le daban muy bien los números y las cuentas…

Entre medias, sabemos del proceso de selección de la escuela de los hijos del narrador, las actividades de voluntariado para integrarse en la vida americana, su visita a la isla de Ellis, la puerta de entrada a los millones de migrantes de todo el mundo que llegaban por mar, los sueños de Unai (poner un restaurante vasco con mesas grandes de sidrería)…

“Las mujeres no pueden hacer nada  para detener una guerra”

Rosika Schwimmer vivirá las 2 guerras mundiales (murió en 1948, de nuevo propuesta al Nobel de la Paz, que ese año quedó desierto).

En 1914 pide reunirse con el presidente estadounidense Woodrow Wilson para que intermedie para detener la guerra. En sus declaraciones a The Washington Post, dice: “La diplomacia masculina ha fallado. Los pacifistas profesionales han fracasado. Las conversaciones entre hombres no han llegado a buen puerto y, como consecuencia del fiasco diplomático, las naciones están en guerra. Quizá haya llegado el momento de que las mujeres intervengan…”.

Conferencias en favor de la paz

Rosika no leía sus discursos: contaba en los ojos de la gente: “Nos dicen que los soldados están luchando por la patria…Y yo me pregunto cómo es posible que eso sea cierto si los hombres húngaros están en Bélgica, los franceses en Polonia, los alemanes en Bélgica, Francia y Rusia… ¿Acaso se defienden las casas propias destruyendo las casas ajenas? ¿Es que se protege a las mujeres y a los hijos de uno matando a las mujeres y a los hijos de los demás…?”.

Entre septiembre y diciembre de 1914 recorrió 60 ciudades de Estados Unidos dando conferencias. The Ohio Shield  destaca su “enorme capacidad de transmitir su mensaje y de emocionar a la audiencia a pesar de que su inglés no fuera perfecto”.

La caja 43

En ella se encuentra toda la información relacionada  con el Congreso Internacional de Mujeres que se celebró en La Haya (Países Bajos) del 28 de abril al 1 de mayo de 1915.

Mil trescientas mujeres, representando a 12 países, 6 de ellos en guerra, se reunieron para reclamar la paz (“por una paz permanente”), entre titulares despectivos de los periódicos: “pacifistas” (Daily Express), “fanáticas que llegan a ser una molestia y un aburrimiento” (The Evening Standard)…

Rosika dice en su intervención: “El militarismo no está en los jóvenes que luchan…está en las leyes y en las instituciones, en los barcos de guerra, en los aviones y en los zepelines…”.

“A los migrantes también nos cambia la vida cuando cruzamos la frontera”

“Cada vez que rescataba un documento importante [de los archivos de Rosika Schwimmer], no solo descubría un episodio significativo de su vida, sino también de mi propia vida”…

“Para los migrantes no hay nada más angustioso que la añoranza de las personas queridas…, sobre todo cuando esos seres amados sufren enfermedades o son ancianos”…

La escritura como intento de preservar “la memoria de la vida”

Como un modo de conjurar el miedo a la muerte…

SABER MÁS

Su novela La hora de despertarnos juntos (2016) será llevada al cine por el director Asier Altuna. La película llevará como título «Karmele». 




No hay comentarios:

Publicar un comentario