lunes, 28 de septiembre de 2020

KARMELE JAIO: De "Las manos de mi madre" a "La casa del padre"

En 2008, la vitoriana Karmele Jaio (n. 1970), escribe su primera novela, Las manos de mi madre (llevada al cine por Mireia Gabilondo en 2013).

Antes, en 2004, había publicado un libro de relatos: Heridas crónicas, uno de los cuales (Ecografías) es adaptado para el teatro en 2010.

Licenciada en Ciencias de la Información en 1994, ha sido responsable de comunicación de Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer), entre otras cosas. Publica ocasionalmente columnas en medios como Diario de Noticias de ÁlavaDiario de Noticias de Gipuzkoa y Deia.

Las manos de mi madre (2008). Primera novela

“Han encontrado a ama [Luisa Izaguirre] en la calle, perdida como una niña…”. Las palabras de Xabier a su hermana Nerea nos ponen sobre la pista…” El médico nos recomendó que mostráramos a mi madre viejas fotografías o cualquier cosa que le hiciera recordar quién es…”. “Aquella vieja fotografía en blanco y negro [de 1951] tomada en la cocina del restaurante Izaguirre…”.

Hay cosas que comparto con la protagonista y narradora: “No me acostumbro al olor a puré y medicamentos de los hospitales…”. Otras, no: “Estoy acostumbrada a cerrar los oídos y aparentar que escucho…”. Aunque..., quizá sí, alguna vez, cuando te hablan con verborrea incontenible…

En 156 páginas hay emoción contenida, interpelaciones a cada uno y una historia bella.

Música en el aire (2013)


Novela intimista, me trae a la mente la película Tasio, y el libro El río, de Ana María Matute. Lo que evocan las canciones y los recuerdos asociados a ellas, cómo caracterizan momentos o personas...

“Sabin…ha recordado la canción que su madre les cantaba a Olatz y a él por las noches, mientras les masajeaba la espalda. Era una canción de Carlos Gardel: “Por una cabeza, todas las locuras”…Les cantaba la misma canción todas las noches, hasta que se quedaban dormidos…”. https://www.youtube.com/watch?v=SJ1aTPM-dyE. Por una cabeza.

… “una canción de saltar a la soga: Aita, ama, de cuántos años me voy a casar”…

“Carmen…Ese lunar junto  a la boca, …al que le cantaba…aquel titiritero que aparecía en el pueblo…todos los veranos…, “Ese lunar que tienes, Cielito lindo,…”. https://www.youtube.com/watch?v=OuhiaHuPBsE. Cielito lindo.

[A Ricardo]… “Le gusta escuchar a Miles Davis. Su trompeta afilada parece pincharle el alma. Pero es un dolor que le reconforta, como cuando echas alcohol en una herida”. https://www.youtube.com/watch?v=t-bQYsP8VbI. Give It Up, Miles Davis.

La casa del padre (2020)

Está dedicada “A todos los hombres nuevos”. Karmele cree que existen y que “esta sociedad necesita urgentemente que cada vez sean más”.

La casa del padre nace en buena medida de la curiosidad por saber cuáles son esas preguntas que rondan actualmente la mente de un hombre…La casa del padre es una novela de preguntas…”.

“¿Qué pasa por la mente de los hombres cuando escuchan una noticia así…? [una mujer asesinada por su pareja, una chica violada salvajemente en grupo].¿Sienten que eso tiene algo que ver con ellos? ¿Sienten algún grado de responsabilidad por ser hombres¿ ¿O piensan que nada tienen que ver y que poco pueden hacer para evitar que algo así ocurra…?”.

Los protagonistas: Ismael, Jasone y Libe se alternan contando. Y, poco a poco, conocemos la historia completa, desde todos sus ángulos, con todos los secretos desvelados: “…escribiendo, comencé a entender el porqué de algunas de mis actitudes…En mis palabras encontré un dolor contenido del que no era del todo consciente…Lo que aparece cuando escribimos no siempre nos gusta”…“En lugar de mirarla a ella, como has hecho hasta ahora, tienes que mirar a lo que ella ve…Solo contándote a ti mismo…podrás saber desde dónde has aprendido a mirar el mundo… Un escritor no puede escribir sobre lo que ya sabe, sino que tiene que escribir sobre lo que no sabe…”.

SABER MÁS

https://www.youtube.com/watch?v=lazs7lYUf1E. Las manos de mi madre (2013), de Mireia Gabilondo. Tráiler.

https://www.youtube.com/watch?v=TSmLov5hAuI. Making off de Las manos de mi madre.




viernes, 18 de septiembre de 2020

LA ESCRITORA VIVE AQUÍ. Casas de escritoras. “LOS VIAJES A LAS CASAS SON LOS VIAJES A LAS VIDAS”



Esto dice su autora, la periodista italiana Sandra Petrignani (Piacenza, 1952).

En el último capítulo del libro, Las tres “V” [Virginia y Vanessa Woolf y Vita Sackville-West], Petrignani explica: “El proyecto de este libro tomó forma en la granja del hada Vanessa. Fue en Charleston [Farm, en Sussex, UK, el refugio del “Bloomsbury Group”, en el sur de Inglaterra,  el hogar  del arte y las ideas], en 1986, donde por primera vez relacioné la vida sentimental de las personas con la casa en la que viven…”.


“Charleston es la casa del color”- escribe. “Desde los muebles a las paredes, desde los tejidos a las cerámicas…”. Fue Virginia quien encontró la casa para su hermana y su familia en 1916. La definió como “absolutamente divina”. Charleston es soleada, predominan los colores claros, es “infantil y sensual”...


Por el contrario, Monk´s House, la casa de Virginia y su marido Leonard, en Rodmell (a un cuarto de hora de Charleston), es severa, menos luminosa y decorada en tonos más oscuros.  “Con una excepción: el dormitorio de Virginia”,  añadido once años después de la adquisición de la casa. “Es una casa larga y baja”- escribió Virginia en sus Diarios. “Una casa con muchas puertas…”.


Grazia Deledda. Premio Nobel de Literatura en 1926

Nació en Nuoro, en la isla de Cerdeña, en 1871. “Me voy al sol, al rincón de mi casita, como hacía cuando era pequeña en mi casa de Nuoro, y me quedo horas y horas contemplando la maravilla de una mariposa o de un saltamontes”…


En el cercano pueblo de Galtelli están ambientados 5 cuentos y 1 novela (Cañas al viento, en 1913).

Desde 1911 no volvió a pisar Cerdeña. Para su casa de Roma (a donde llega, recién casada, en 1900), encargó sus muebles a un artesano, Gavino Clemente.  “Todo muy sencillo, pero cómodo y elegante”- le pedía. Pero recordaba su casa natal, desde donde se veía el monte Ortobene (955m). “Cuando estoy sobre el Ortobene y, sentada en una roca, miro la maravillosa puesta de sol, me parece ser una misma cosa con la roca, y que mi alma sea grande y luminosa como el cielo encerrado por las montañas de la Barbagia fatal”…

“No, no es verdad que el Ortobene se pueda comparar a otras montañas; el Ortobene es uno solo en todo el mundo: es nuestro corazón, es nuestra alma, nuestro carácter, todo lo que hay de grande y de pequeño, de dulce y duro y áspero y doloroso en nosotros”.

En su habitación, que da al Ortobene, escribe sus relatos y su primera novela, “Almas honestas”, en 1895, con 24 años. En Roma, se sienta en su escritorio para escribir todas las tardes un par de horas, de tres y media a cinco y media.


Solo había estudiado hasta cuarto de primaria, pero ganó el premio Nobel de Literatura en 1926, con 55 años.

Resumen de Cañas al viento, de Grazia Deledda: “Ruth, Esther y Noemí Pintor viven en una ruinosa propiedad campestre, con el único sostén de un viejo criado, Efix. Efix es un ser extraño y arcaico, que vive en sintonía con las voces de la naturaleza y habla con los muertos y con los santos del cielo. Un día, reciben la visita de Giacinto, hijo de Lía, la hermana pequeña que huyó de la casa paterna muy joven y murió en el continente. Efix guarda un secreto y una culpa: para favorecer la fuga de Lía, provocó involuntariamente la muerte del padre de las cuatro hermanas. Se desata un infierno que amenaza con dejarlas a ellas en la calle y a Giacinto en la cárcel. ¿Acaso son marionetas en las manos de Efix?”.

Marguerite Yourcenar,  “peregrina y extranjera”, “esculpida en piedra”

Una de sus alumnas la describe así: “…iba siempre envuelta en capas, chales, enrollada en sus vestidos…Le gustaban los colores marrones, violeta y negro…”.

Colette: “Lo que me gustaría de verdad: volver a empezar”

https://www.youtube.com/watch?v=sOYPNhvZfHE. Tráiler de la película Colette.

Una casa dice la verdad de quien la habita

Este es un libro que se ha escrito a lo largo de años: en 1997, Petrignani visita la casa de Marguerite Yourcenar; antes, en 1986, la visita a la granja de Vanessa Bell, le hace pensar por primera vez en la relación entre las personas (los escritores/las escritoras) y sus casas.
La editorial resume así el libro: “La escritora vive aquí es un largo viaje por las casas y lugares de algunas de las escritoras más importantes del siglo XX. De la Cerdeña de Grazia Deledda a la América de Marguerite Yourcenar, de la Francia de Colette al Oriente de Alexandra David-Néel, de la Dinamarca de Karen Blixen a la Inglaterra de Virginia Woolf. Un peregrinaje por las casas-museo de todas ellas, en las que, a través de los muebles, objetos, habitaciones y jardines, su autora, Sandra Petrignani, nos introduce en la vida de estas mujeres, en sus secretos, temores y fragilidades…”.

SABER Y LEER MÁS

https://elviajero.elpais.com/elviajero/2020/05/07/actualidad/1588841901_994370.html. La aventura hacia lo prohibido de Alexandra David-Neel. Fue la primera extranjera que entró en Lhasa, capital del Tíbet, tras recorrer dos mil  kilómetros a pie por el Himalaya.

https://elpais.com/cultura/2020/03/20/babelia/1584731864_692436.html. No es lo mismo no salir que estar confinado en casa. Mona Chollet es autora del ensayo En casa (Hekht).




lunes, 7 de septiembre de 2020

DIARIO DE WUHAN (El COVID en China). Las mismas emociones

Su autora es Fang Fang, seudónimo literario de la escritora  china Wang Fang, nacida en Nankín en 1955.

Estudió chino en la Universidad de Wuhan en 1978 (“Soy licenciada por el Departamento de Chino  de la Universidad de Wuhan”). En 1975, empieza a escribir poesía y, en 1982, lanza su primera novela Da Peng Che Shan. En 1987, publica la que dicen su obra maestra Feng Jing (The view?). La incluyen en la llamada literatura del nuevo realismo.

Antes de asistir a la universidad, pasó cuatro años trabajando como operaria de carga en el puerto de Wuhan, lo que le proporcionó material para sus primeras obras (Las villas de Lushan y Concesiones extranjeras de Hankou).

Tras jubilarse, fue contratada como profesora de la universidad de Wuhan y como directora del Centro de Investigación de Creación Literaria de la Universidad de Huazhong. Ha sido directora de la Asociación de Escritores de Hubei.

Diario de Wuhan. Notas desde una ciudad en cuarentena

“Me centraré en lo que ahora mismo  estoy viviendo emocionalmente…”. Las emociones van  desde la incertidumbre y la perplejidad a la ansiedad y el miedo. De la indignación a la tristeza y a la impotencia. “Te horrorizas, te entristeces, te enfadas, y al final terminas acostumbrándote a ello”… “Hoy estoy de un humor de perros…”, “No puedo recordar cuántos días han pasado desde que comenzó la cuarentena”- escribe el día 23. “Estos días me siento cansada y me duele la cabeza”,  “Me siento impotente para dar consuelo a los demás…”,

Mi crónica personal. Dejar constancia de lo que ocurre

“Una de las cosas que más preocupan a los ciudadanos ahora mismo es la escasez de mascarillas”.

“Es difícil encontrar aquí a alguien que no esté sufriendo algún tipo de trastorno psicológico…”.

“Uno de mis hermanos me ha dicho que acaban de llegar a Wuhan ciento ochenta mil mascarillas que ha donado la ciudad de Pittsburg…”.

“Con el confinamiento obligatorio, las redes sociales están impulsando con fuerza los grupos de compra en línea, y las empresas de comercio electrónico también están reajustando su modelo de venta”.

“Los gritos de socorro de gente desesperada por tener acceso a un tratamiento médico…han sido reemplazados por los mensajes que te informan de cómo conseguir las verduras y alimentos”.

“Hace treinta días que se impuso la cuarentena en Wuhan…Todo el mundo está al límite de su resistencia…, todos queremos salir…”.

“Ahora se está dedicando más tiempo a hablar de la recuperación económica que de la epidemia. Una  gran cantidad de empresas están al borde de la quiebra…”.

“La cárcel o las residencias de mayores… son lugares que en un principio no se habían tenido en cuenta, y en ellos trabaja mucha gente y unos y otros vuelven a casa todos los días”.

Cosas que echa de menos

“…aquellos tiempos en que salía a montar en bicicleta junto con mis colegas por el Paseo Verde del Lago del Este…Solíamos dar una vuelta por la parte tranquila de la isla Luoyan, subiendo rampas y cruzando puentes; en total, tres horas. En algún punto del recorrido, comprábamos algunas verduras frescas a los campesinos… o nos parábamos a charlar en algún lugar hermoso a la orilla del lago…”.

Una hija de Wuhan. Dejar un recuerdo de este proceso de supervivencia

En 2011, publica la novela Wuchang, una ciudad bajo sitio. En otra de sus novelas, Mil flechas perforan el corazón, la protagonista le recuerda, por su agudeza, a una de las habitantes de Wuhan.

“Llevo viviendo aquí más de sesenta años…He trabajado como porteadora, también como periodista (“Cuando era joven, trabajé en la televisión”, “Desde joven he escrito muchos artículos para el Diario del Yangtsé”), editora y escritora. He vivido en Hankou, al norte del río, durante más de treinta años, y al sur del río, en Wuchang, durante otros treinta…Todos mis recuerdos tienen su más firme arraigo en esta ciudad…”.

Escribió el guion para el documental de televisión Una persona, una ciudad  sobre la ciudad de Wuhan. “Escribí…: ¿por qué Wuhan es un lugar en el que resulta tan difícil vivir?...Entonces, ¿qué es lo que me gusta de esta ciudad?… La razón por la que me gusta Wuhan parte del hecho de que este es el lugar con el que más familiarizada estoy…, el único lugar del que realmente podría decir: lo conozco”.

Su día a día: observar, reflexionar, experimentar y escribir

Lo primero es mirar el teléfono antes de levantarse (“mirar el móvil ha pasado a ser  mi pan de cada día”); leer los mensajes por WeChat. También ve muchos vídeos en la red y reportajes, de todo tipo (videoselfis), para hacerse una idea de la situación. Estadísticas, entrevistas,  informes, debates, a veces textos alarmistas o bulos. “Entre historias deprimentes y artículos estimulantes”… En ocasiones, le llegan amenazas e insultos  y, frecuentemente, le suspenden (o censuran) su cuenta de Weibo por no ser “políticamente correcta” cuando escribe.  “…manteniéndome al tanto de lo que ocurre a través de internet. Y mediante conversaciones con mis amigos y colegas [médicos y universitarios], documentando lo que veo y escucho cada día…”.

“Si algo abunda son vídeos llenos de gente que grita pidiendo ayuda…, pero ya no puedo soportar verlos”…

Los 4 hermanos (entre los 60 y los 70 años) mantienen un chat familiar. Ella vive con un perro de dieciséis años. “Nunca he tenido buena mano para las plantas”.

“Para cenar he tomado un pequeño cuenco de arroz con gachas (cada día come solo un cuenco de arroz y un plato muy sencillo. “Preparo a menudo tallarines o tiras de tofu cocidas”). En un ratito me subiré a la cinta de correr para hacer algo de ejercicio…”. Es diabética, como dos de sus hermanos, y necesita dar largos paseos a diario (ahora, imposible). Camina a grandes zancadas.

“Por regla general, me acuesto tarde…”.

Cuidarse uno mismo

“Es una manera de contribuir a los esfuerzos”… Ella toma un suplemento matinal de vitamina C y pastillas de flor de loto contra la gripe.

“Desde hace ya más de veinte días recurro a los somníferos para poder dormir por las noches…”.  

“Cuando estoy enferma, por lo general busco ayuda en la medicina occidental; pero para el mantenimiento de la salud diaria, suelo apoyarme en la medicina china”.

Críticas. Es preciso reflexionar

“El error más grave fue nuestra confianza ciega en el Gobierno”…Quienes les dijeron, en un principio, “No Se Transmite Entre Personas, Se Puede Controlar y Prevenir”.

“Hasta ahora no he sabido de una sola persona que haya dado un paso al frente para aceptar la responsabilidad o disculparse”.

“Los funcionarios chinos siempre han dejado que las directivas escritas dirijan su trabajo: en cuanto los apartas del guion, no saben qué hacer”.

Hay para todos: “La dejadez de China en la fase inicial y la arrogancia de Occidente…”.

Las mismas preguntas

“¿Cuánta gente ha muerto realmente…?”, ¿Cuántos doctores han sacrificado su vida…?,

“No ofrezco respuestas. Me limito a recoger lo que veo”.

LEER MÁS

https://www.infolibre.es/noticias/cultura/2020/07/08/fang_fang_diario_wuhan_108598_1026.html. 'Diario de Wuhan', una luz en el apagón informativo del Gobierno chino.

https://www.lavanguardia.com/libros/20200712/482249132376/wuhan-fang-pandemia-libros-solano.html. Libros sobre la pandemia.

https://elpais.com/cultura/2020/03/23/babelia/1584986441_659231.html. Paolo Giordano, En tiempos de contagio (el primer ensayo sobre el coronavirus).


Otras escritoras testimoniales

Svetlana Alexievich. https://elpais.com/internacional/2020-08-24/svetlana-alexievich-sobre-las-protestas-en-bielorrusia-el-mundo-civilizado-no-puede-dejarnos-solos.html. SA: “En cualquier momento pueden tocar la puerta y venir a detenerme”.

https://quefluyalainformacion.blogspot.com.es/2016/02/la-guerra-no-tiene-rostro-de-mujer-la.html. SVETLANA ALEXIÉVICH, La guerra no tiene rostro de mujer.

https://www.eldiariomontanes.es/internacional/nobel-literatura-alexievich-20200826163212-ntrc.html. La Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich desafía a Lukashenko, presidente de Bielorrusia..


 

jueves, 27 de agosto de 2020

El jardín de CONSTANCE FENIMORE WOOLSON

 

Constance nació en Claremont (New Hampshire, USA) en 1840, pero pronto su familia se trasladó a  Cleveland (Ohio), más al oeste,  tras fallecer tres de sus hermanas de escarlatina.

Sobrina nieta de James Fenimore Cooper (tío de su madre), con 30 años empezó a publicar relatos y artículos en revistas (The Athlantic Montly y Harper´s Magazine).

Tras la muerte de su madre, en 1879, con 39 años, marcha a Europa y viaja por Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y Suiza, alojándose en hoteles. En el invierno de 1889-90 viaja a Grecia y Egipto.

En 1880 conoce a Henry James (1843-1916) y en 1893 alquila un apartamento en el Gran Canal de Venecia. Muere en enero de 1894, tras caer (o tirarse) al canal.

El JARDÍN (The Front Yard)

Apareció póstumo, en 1895. Casi lo abandono tras leer el primer párrafo. Menos mal que no… Creo que fueron tantos nombres extraños seguidos…

El comienzo dice así: “Bueno, ahora con Gooster trabajando en la lechería, Bepper al fin colocada, asistiendo a una buena familia; Parlo y Squawly en Perugia, Soonter a cargo de las monjas, Jo Vanny como aprendiz de carpintería, y solo con Nounce a mi cuidado (por no mencionar a Yaya, por supuesto, y a Pipper y al viejo Patro), parece que por fin pudiera hacerse realidad algún día. Podría estar listo para el próximo Cuatro de julio, solo faltan diez meses. ¡Algo así sería bueno para celebrar ese día!”…

El deseo de Prudence Wilkin, americana de Nueva Inglaterra, 60 años y trabajadora infatigable, en un pueblo de montaña en Italia, es eliminar la pocilga que tiene enfrente de la casa y tener un jardín. “Por cincuenta francos, los dueños la quitarán de ahí; por otros veinte o treinta podría tener un jardín”…

El jardín imaginado

Quiere, de alguna manera, reproducir el de su casa en Ledham (New Hampshire), en Estados Unidos.

“…un bonito y recto camino empalizado descendiendo hacia la entrada, arbustos de grosellas a ambos lados del camino y en los espacios abiertos; a derecha e izquierda, más arbustos cargados de flores: bolas de nieve o grosellas de Missouri; cerca de la casa, una mata de cambronera quizás, y en los arriates, a cada lado del camino, aciano, aster de China, zapatitos de dama y clavelinas; y los linderos bordeados con boj”…

Casi lo conseguirá igual, al final de su vida, salvo por las rosas…

“La valla estaba pintada de un blanco brillante. La hierba brotaba ya y los arbustos de grosellas se alineaban en los bordes, a ambos lados…En medio de los espacios abiertos…, grandes arbustos de rosas.

-No pudimos traer bolas de nieve o grosellas de Misuri, así que trajimos rosas…”- le dice la joven americana, admiradora de J. A. Symonds.

Una habitación con vistas

A lo largo de los meses que van desde antes de julio a noviembre, además de enterarnos del egoísmo de todos aquellos a quienes cuidó, y cuida (la familia de su marido italiano), desde hace dieciséis años, en que enviudó, nos damos cuenta de lo que significa paisaje y “vistas” para unos y otros…Cosas tan diferentes…

Para Prudence,  vistas bonitas son las que veía desde la colina Sage Hill, cerca de Ledham, su patria chica: “Desde allí se podían ver todos los campos de las granjas de Josiah Strong y Deacon Mayberry…perfectamente niveladas…Y la carretera, millas y millas, con sus tres barreras de peaje en el horizonte. Y al otro lado, las fábricas, que hacían aquel paisaje más vívido…”.

La joven americana que ha llegado a Asís, con dos pintores que han venido a hacer bosquejos de los frescos de Giotto, habla de otra cosa…:

“…esa amplia llanura de Umbría…el gran paisaje que tenemos delante…con esos árboles esbeltos y enormes y todos los demás pueblos brillando en las colinas…El destello del río, el azul aterciopelado de las montañas…”.

En cuanto a las relaciones con los personajes, no diré nada; debéis leerlo.

Las ilustraciones, maravillosas, son de Ximena Maier (Madrid, 1975). Tiene el acierto de no dibujar el jardín, para que cada cual lo imaginemos…

Yo, con toda la osadía del principiante, sí que voy a dibujarlo…o collagearlo

MÁS sobre relaciones… y vistas

Locuras de verano (Summertime) Película de 1955 con Rossano Brazzy y Katherine Hepburn. https://www.youtube.com/watch?v=_TRHz0UGfTg. Tráiler.

https://www.youtube.com/watch?v=VKfLomA_DqM. Venecia en 1896 y en 1955.

Una habitación con vistas. https://www.youtube.com/watch?v=441y5bp5_qU. Tráiler. 1985.


 Bajo el sol de la Toscana. https://www.youtube.com/watch?v=4bZwZuUEjRY. Tráiler. 2003.


lunes, 17 de agosto de 2020

Paloma Díaz-Mas. EL PAN QUE COMO. Recordar y aprender



Paloma Díaz-Mas reflexiona sobre lo cotidiano, todo lo que rodea al alimento y a la comida. 

El título me ha traído a la mente diversos dichos y refranes (Al pan, pan y al vino, vino; A buena hambre, no hay pan duro; Con pan y vino se anda el camino;…) con el pan como protagonista, y una frase que nos decían de pequeños: “No tires el pan, que es de Dios…”.


Me encanta que comience con  un “Agradecimiento” en japonés (Itadakimasu, que no significa “Que aproveche”…). Agradecimiento a las personas que han hecho posible ese alimento elaborado que nos comemos, y a los propios ingredientes.

En los distintos capítulos hay crítica social: Ganarse el pan (sobre las tiendas de barrio, que intentan sobrevivir, tan de actualidad ahora, con la pandemia), o Agua (“En los países pobres [siempre] son las mujeres las que van por agua…”), o Fuego (“Nunca pensábamos en la historia de trabajo y sufrimiento que precedía a aquellos serones de esparto llenos de carbón para la lumbre…”).

Hay hipótesis interesantes, como que los diversos “cocidos” que existen en el mundo surgieron como “platos que, en el medio rural, permitían a las mujeres hacer las tareas de la casa, cuidar a los niños o atender a los animales mientras la comida iba haciéndose sola al calor del rescoldo”…

O la idea de las cocinas como “el último reducto” de la mayoría de las lenguas extintas o en vías de extinción.

Al hilo, nos comparte experiencias biográficas sobre momentos y circunstancias:

“El primer fuego doméstico que recuerdo es el del fogón de la cocina de casa de mis padres”.

“Tendría yo doce o trece años y me mandaban mis padres a comprar vino a la taberna que había al lado de casa”.

“En casa de mis padres había una fresquera”.

“Para preparar la comida, escojo procedimientos sencillos, que no requieran largo tiempo de elaboración …entre media hora y una hora…platos no muy complicados, pero que preparo con mimo…una comida simple y cotidiana para compartir entre dos…”.

Aliñado con extractos literarios… “En caso de necesidad, puede utilizarse como vaso casi cualquier cosa. Por ejemplo, un sombrero. Así lo cuenta el Cantar de mio Cid”... “Uno de los poemas más conmovedores de Juan Ramón Jiménez, “La carbonerilla quemada”… Un cuento popular sobre el olor del pan…Un milagro de Berceo en el que se llama a la Virgen “Madre del pan de trigo”…Y canciones populares: “Apañando aceitunas/se hacen las bodas/y el que no va a aceitunas/ no se enamora”…

Un libro ameno en el que aprendes a la vez que recuerdas.

Sobre Paloma Díaz-Mas, contado por ella misma

“Siendo yo muy pequeña, estuve a punto de morir abrasada…”.

“Mis padres me repitieron muchas veces que el pan que yo traje debajo del brazo fue la supresión definitiva de la cartilla de racionamiento [en 1952]”.

“MI madre fue siempre una buena cocinera…, que preparaba platos sencillos pero sabrosos”.

Yo era una niña de ciudad [nacida en Madrid en 1954] y no había visto demasiados árboles en mi vida: solo los de alguna plazuela de mi barrio, los de los jardines del Retiro y de alguna excursión a los pinares de la Casa de Campo o a los bosques de encinas de la sierra de Guadarrama”…

… “era una niña nerviosa…, mala en todos los juegos que requerían control y habilidad en la coordinación de movimientos; nunca he aprendido a montar en bicicleta y siempre fui torpe en los juegos de pelota…”.

 “La primera vez que vi unas salinas [Torrevieja] fue en mi adolescencia, durante unas vacaciones con mi familia”.

 “A principios de los 80 llegué a Vitoria a trabajar como profesora”.

“Durante la segunda mitad de los años ochenta del siglo  XX… estuve algún tiempo viviendo en el estado de Oregón para dar clase en la universidad”…

Sobre su cocina actual (“Me gusta estar aquí”): … “en las paredes, azulejos de un blanco mate, y sobre ellos muebles blancos lacados, y una encimera de piedra artificial también blanca; la mesa es de cristal lechoso, de un color ligeramente azulado o verdoso…Las sillas, con patas de acero, están tapizadas de un verde lima. El suelo, de un marrón muy oscuro da un toque de calidez que evoca a la madera. Por la puerta de cristales que da al tendedero, entra en los días claros el sol a raudales, haciendo brillar toda la estancia…”.
“Así hago yo el cocido en olla a presión, en dos fases…”.

Le gusta acompañar el café o el té de después de comer con una onza de chocolate…Procura no tirar nunca comida. “En casa no se tiraba nada. Si sobraba algo de comida se aprovechaba para preparar otra comida: el pan se rallaba…; con la carne sobrante del cocido…se preparaba un guiso de carne con tomate para la comida del día siguiente…”. Con las patatas y verduras, una tortilla paisana. “Me gusta guisar sola…”.

LEER MÁS

https://elpais.com/cultura/2020/07/28/babelia/1595946999_117392.html. Paloma Díaz-Mas: “Cocinamos para compartir”. Entrevista:
“Una reflexión tomando como hilo conductor la comida… y reflexionar también sobre el proceso que logra que la comida llegue hasta nuestra mesa”…

“La cocina son una serie de saberes acumulados, de cosas que se van incorporando. Cómo comemos es la consecuencia de procesos e influencias”…

“Guisar como una forma de comunicarse, de demostrar amor…Dar comida como forma de comunicar amor”.


Dichos con pan

-       Contigo, pan y cebolla. Con otro, ni olla (la segunda parte no la había oído nunca).
-       Dios le da pan al que no tiene dientes.
-       Pan con pan, comida de tontos.
-       Pan para hoy y hambre para mañana.
-       A falta de pan, buenas son tortas.
-       Pan con queso, sabe a beso.
-       Toma pan y moja, que las tajás son p´a padre (esta segunda parte tampoco nunca la oí).
-       No solo de pan vive el hombre.