jueves, 22 de diciembre de 2016

LUCIA BERLIN: MANUAL PARA MUJERES DE LA LIMPIEZA


“Me encantan las casas, todas las cosas que me cuentan, así que esa es una razón de que no me importe trabajar como mujer de la limpieza. Se parece mucho a leer un libro…”- comienza el relato titulado Luto. Y continúa: … “incluso las casas vacías tienen historias, pistas…”.

Quien escribe esto es Lucia Berlin que, entre muchas otras cosas y, además de escritora, fue, a ratos, mujer de la limpieza (y profesora de escritura y administrativa y telefonista y auxiliar de enfermería).  Un ejemplo de determinación y resiliencia, a pesar de todo y de todos. De su alcoholismo, de tener que sacar adelante, sola, a sus 4 hijos…


Murió el día de su cumpleaños, un 12 de noviembre de 2004, a los 68, y está enterrada en Green Mountain Cemetery, en Boulder, Colorado, “…el pueblo más sano de todo el país…donde no hay suciedad”.


Imparcialidad, compasión, detalles específicos y economía eran sus recomendaciones a la hora de escribir.

Una mujer que supo convertir su vida en literatura

“La mayoría de los escritores utilizan accesorios y decorados de su propia vida…El doctor B. está inspirado en el nefrólogo para el que trabajé durante un tiempo” – confiesa en Punto de vista.


“Tres divorcios, cuatro hijos, tantos trabajos…”- escribe en Triste idiota.

“Me gusta mi trabajo en Urgencias” (Apuntes de la sala de urgencias, 1977).

Ha habido quien la ha llamado “la Raymond Carver femenina”. Ella dijo al respecto: Nuestros estilos vienen de nuestros orígenes: No muestres tus sentimientos, no llores…”.

Libros y autores en su estantería y en sus relatos


En Inmanejable, publicado en 1992, cita títulos de Edward Abbey, escritor y ambientalista estadounidense, Chinua Achebe, escritor nigeriano que escribe en 1958 Todo se desmorona; Sherwood Anderson, maestro de la técnica del relato corto; Jane Austen, novelista británica, y Paul Auster, escritor del azar y la contingencia.

En Querida Conchi, le explica a esta amiga “literaria”: “Estoy leyendo a Jane Austen [mientras la narradora está matriculada en la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque]. Su prosa parece música de cámara, pero es auténtica y divertida al mismo tiempo”.

En Y llegó el sábado, cita los libros que leen e intercambian en el taller de escritura de la cárcel: El bote abierto, de Stephen Crane; Crimen y castigo; El extranjero; Elmore Leonard [escritor primero de novela del oeste, y luego, policiaca]; El blues de Sonny, de  (James) Baldwin; El asesinato, de Chéjov.


Una vida sin descanso, vagando

“Debo de llevar doscientas mudanzas a cuestas”- escribe en Carpe Diem. Quizá doscientas sean muchas, pero si hacemos caso a uno de sus hijos que decía que no pasaban más de 9 meses en un destino, en sus 68 años de vida, pudo mudarse más de 70. Seguro que más de 20.


Sabemos que estuvo en El Paso, Albuquerque, Oakland, Berkeley, Nueva York, Idaho, Montana, Nuevo México, Arizona,  Alaska, México, Chile, Perú… Ciudades, estados, países…

Escribir solo sobre lo que siento. Ser auténtica y divertida

“No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas”- escribe en el relato titulado Silencio. “Exagero mucho, y a menudo mezclo la realidad con la ficción, pero de hecho nunca miento” - añade más adelante.

“Podéis mentir y aun así decir la verdad” -dice la profesora de un taller de escritura en una cárcel, en Y llegó el sábado. “Esa historia es buena, y suena verdadera, venga de donde venga” – anima a uno de los alumnos.


Otras peticiones que les hace son: “…lo que quiero son dos o tres páginas  que lleven hasta un cadáver. No mostréis el cadáver. No nos contéis que habrá un cadáver. Acabad la historia de manera que sepamos que va a haber un cadáver…”. O “escribid sobre el dolor…”.

“Describe a tus personajes tan horriblemente como quieras”- le dijo a Dave Cullen- “pero bájate de su espalda”. “Chéjov era su héroe, por su férrea disciplina en pos de la imparcialidad”- afirma su antiguo alumno. Otras de sus frases eran: “Mantén el drama fuera de la escena, entre bastidores” y “Termina con una frase que sea como un puñetazo en la tripa”.

DATOS PROBABLES (sacados de sus relatos)

Nací en Alaska (Nació en Alaska en 1936 como Lucia Brown).

Mi padre era ingeniero de minas. Lo llamaban Brown el Clausurador.

Vilas, la primera escuela a la que fui en El Paso [Texas].

El primer libro del que me enamoré (una novela de Dorothy Canfield sobre una niña huérfana, [Understood Betsy].


Mi película favorita, La canción de Bernadette.


Antes de la guerra [IIGM] solo había vivido en pueblos mineros remotos.

Tenía cinco años en la mina de Deuces Wild, Montana.

Mullan, Idaho, en la sierra de Coeur d´Alene…Una escuela de una sola aula, una cantina con un surtidor de gaseosa, una estafeta de correos, una cárcel. Un burdel, una iglesia. Una pequeña biblioteca…

De niña salí callada, al vivir en pueblos mineros de montaña y mudarme demasiado a menudo para hacer amigos.

Llevaba un corsé ortopédico para la curvatura de mi columna.

Llevaba un corsé aparatoso para corregirme la columna.

Con mi tanque de oxigeno portátil.

LITERATURA Y VIDA. Detalles específicos

La forma de mirar, observadora, detallista, se atribuye a la madre, en los relatos: “Eso nos diste. La mirada…tu forma de mirar, sin que nunca se te escapara nada” (Panteón de Dolores).

“El olor de México. Humo, guindilla, cerveza. Claveles, velas, queroseno. Naranjas y orines”. (Dentelladas de tigre).

“Los olores de México…Cebollas y claveles. Cilantro, pis, canela, goma quemada, ron y nardos. Los hombres huelen en México. El país entero huele a sexo  y jabón”. (Panteón de Dolores).

“En México todo tenía sabor. Ajo, cilantro, lima. Los olores eran intensos”. (Toda luna, todo año).

“No hay luna como la de una noche clara de Nuevo México” (Perdidos).

“El olor a polvo y salvia que recordaba de la infancia [en El Paso]” (Carmen).

“Ciudad de México es una metrópoli inmensa pero la gente tiene títulos, como “el herrero de un pueblo”; el estudiante de medicina; el juez; Victoria, la bailarina…”. (Triste idiota).

[Boulder, en Colorado]. "Este debe de ser el pueblo más sano de todo el país. En las fiestas universitarias o en los partidos de fútbol no se bebe. Nadie fuma, no come carne roja o dónuts bañados de azúcar. Puedes ir solo por la calle de noche, salir de casa sin cerrar las puertas con llave. Aquí no hay bandas y no hay racismo. Tampoco hay muchas razas, de hecho" (502).

LO QUE DICEN DE ELLA LOS DEMÁS


Sus alumnos

Un alumno suyo de Boulder, en Colorado, entre 1994 y 2000, David Mulholland, explica: “Fue una inspiración que creyó en mi escritura cuando nadie más lo hacía. Por ella, estoy ahora en el lío en que me hallo.  Tengo 30 años, no puedo pagar las cuentas, he desempeñado trabajos sin futuro, pero he estado escribiendo cada minuto que tenía libre. No tengo remordimientos salvo por no haber estado más en contacto [con ella]…”.

Los dos somos buscadores, vagabundos…

Otro de sus primeros alumnos, Dave Cullen, lo cuenta así en la revista Vanity Fair, en 2015:

“Boulder, 1994. Hermosa, satinada, muy blanca. Ella tenía 58 años; yo, 33…Ella había vivido varias vidas…Yo había vivido en 10 ciudades de tres continentes desde que abandoné el colegio para ingresar en la infantería…Aún no había aceptado del todo que era homosexual…”.

Nada más entrar por la puerta, Lucia le dice: “Vas a darme problemas…”.

Ese primer semestre Lucia ha de ingresar en el hospital. La doble escoliosis le había atravesado un pulmón hacía años, y ahora, el “bueno”, también estaba afectado.

“Cuando recuerdo a Lucia, los primeros sentimientos que me vienen a la mente son: segura, respetada, amada”.

“Brutalmente honesta y, sin embargo, compasiva”

“Escribe lo que ves, no lo que quieres ver”- le dice. “Mira, mira realmente… Siéntelo, como si te estuviera pasando a ti…”- le recomienda.

“Transformó mi trabajo -explica Dave Cullen. “Tuvo un gran impacto en mi libro Columbine [publicado en 2009]. Sentía a Lucia sobre mi hombro mientras escribía, los último cinco años después de su muerte…Cuánto duele el método de escribir así…”.


http://www.vanityfair.com/culture/2015/09/lucia-berlin-is-finally-a-bestselling-author. Un alumno, Dave Cullen, cuenta su experiencia (En inglés).


Sus hijos

El hogar era ella, el sonido de su voz y su amor

Su hijo Mark, que se define como “el mayor y más problemático”, hace su semblanza: “Mi primer recuerdo es la voz de Lucia leyéndonos a mi hermano Jeff y a mí. No importaba de qué iba la historia porque cada noche nos leía un cuento con su acento suave y cantarín  mezcla de Texas y Santiago de Chile…

Junto a su humor y su escritura, heredé de ella una mala espalda…Nos reíamos sobre el primer precepto del Budismo: La vida es sufrimiento…


Como madre joven nos llevó a recorrer las calles de Nueva York: a museos, a reunirnos con otros escritores, a ver una imprenta en acción o a pintores en su estudio, a oír jazz.

Y luego, de repente, estábamos en Acapulco o en Albuquerque, no más de 9 meses en cada destino -como promedio. Pero el hogar era ella, el sonido de su voz, y su amor…

Mi recuerdo favorito es un atardecer en Yelapa [Puerto Vallarta, México] con el sol destellando en el saxofón de Buddy Berlin, remolinos de bebop y el olor de la madera, pues Má cocinaba en un comal, su cara radiante a la luz coralina, los flamencos pescando en la laguna, el croar de las ranas, nuestros pies crujiendo sobre el basto suelo de arena. Haciendo la tarea  a la luz de la lámpara y la chirriante Billie Holliday.

Má escribió historias verdaderas, no necesariamente autobiográficas, pero bastante cercanas. Nuestras historias y recuerdos familiares han sido rehechos, embellecidos y editados hasta un punto en que ya no estoy seguro de lo que sucedió en aquel tiempo”.

De hecho, muchos de los personajes y caracteres aparecen y se repiten en muchos relatos: un abuelo lascivo, una madre alcohólica, una hermana moribunda… El colegio St. Joseph, tío John, César el buzo, Mamie la abuela tejana, una madre cruel, un hijo que siempre se llama Ben…

Una vida extraordinaria vivida intensamente

Otro hijo, David, dice de ella: “Era la mujer más lista y divertida que jamás haya conocido ni conoceré…Algunos relatos los escribía en horas y otros le llevaban décadas…Su estilo se parece tanto a cómo hablaba…Su empatía, su dolor, su humor…”.

Ella dijo en uno de sus últimos relatos: “La única razón por la que he vivido tanto tiempo es porque fui soltando lastre del pasado. Cierro la puerta a la pena, al pesar, al remordimiento…”.

SABER MÁS. Canciones, relatos...

http://luciaberlin.com/. Su página web.


http://www.cuentosycuentos.com/los-blues-de-sonny-james-baldwin.html. El blues de Sonny, relato de James Baldwin.

http://lylemei.blogspot.com.es/p/un-poema.html. Poema Los hombres huecos, de T.S. Eliot.

https://www.youtube.com/watch?v=gooN9iu4EbM. Canción Red River Valley que cantaba a sus hijos Lucia Berlin.

https://www.youtube.com/watch?v=6qtymMIAUKQ. Canción Way Down in Missouri.

https://www.youtube.com/watch?v=qkxzbzl2zKs. I´m fool to want you, canción por Billie Holiday.

https://www.youtube.com/watch?v=emiBwT-_USs. La canción de Bernadette, film.


https://www.youtube.com/watch?v=TK5mv02cxQw. Canción Long Ago and Far Away.

https://www.youtube.com/watch?v=GqMOE5AIzGg. Ay Jalisco no te rajes, canción.

https://www.youtube.com/watch?v=5X9lOWg7fNM. Do the Hucklebuck, canción.




viernes, 9 de diciembre de 2016

LA VIDA DEL PASTOR DEL DISTRITO DE LOS LAGOS


Yo la hubiera llamado “La vida de un pastor asentado”, en inglés “hefted”, que es la palabra que abre su relato. Quiere decir “apego” y remite al nórdico antiguo, donde significa “tradición”.

Tiene que ver con la tesis que se desarrolla en estas peculiares memorias a través de las estaciones de un año agrícola: “Los individuos viven y mueren, pero las granjas, los rebaños y las viejas familias permanecen”.

La historia comienza con la charla de una vieja profesora  a unos adolescentes rebeldes de 13 años diciéndoles que deben aspirar  a ser algo más que granjeros. “La idea de que tanto nosotros como nuestros padres y madres podíamos ser gente inteligente, trabajadora y orgullosa que se dedicaba a algo que merecía la pena, algo que podía ser incluso admirable, se le escapaba”.

El libro es una lección de amor y de orgullo, de defensa de un modo de vida y de los “olvidados del mundo moderno”, los “don nadie” que crean y mantienen los paisajes que luego los urbanitas disfrutamos como paseantes y domingueros ocasionales.

“Esta es mi vida. No quiero otra”- termina su relato, con dos frases lapidarias y seguras.

En el capítulo de agradecimientos, entre otros muchos, están su profesora de primaria, Judith Craig, “que me ayudó a amar los libros y el conocimiento” (cita dos, en concreto, “que aún me fascinan”: I am David, de Anne Holm, y La Odisea); su madre, que escucha sus “divagaciones sobre libros e ideas cuando trabajábamos en la granja”, o mientras plancha y cocina; su mujer, Helen, “cuando te conocí, apenas podía sostener un lápiz y no entendía la gramática ni las reglas”; y la gente de las granjas.

“Este libro cuenta mi historia, la de mi padre y mi abuelo…Es la historia de una familia y de una granja…Es, en parte, una explicación del trabajo que realizamos en el transcurso del año; en parte, un libro de memorias…y en parte, un relato sobre la historia del Distrito de los Lagos desde el punto de vista de la gente que vive ahí tal como se ha hecho durante cientos de años”.


James Rebanks. En Twitter desde enero de 2012

Su presentación en la red social (herdyshepherd1) es algo así como: “Pastoreo ovejas de raza herdwick y swaledale en el Distrito de los Lagos inglés. Duro trabajo en la granja durante el día y escribiendo libros por la noche”.

En la actualidad tiene más de 84.000 seguidores. Un día se le ocurrió la idea de fotografiar lo que hacía a diario y subirlo a la red. La gente pronto empezó a seguirlo y a hacerle preguntas. Luego, le pidieron un artículo sobre su trabajo…hasta llegar al libro.


Nunca se imaginó mientras leía “El viejo y el mar” en la biblioteca que su madre heredó de su abuelo, que acabaría convirtiendo en realidad su pensamiento de entonces: “Algún día escribiré algo parecido sobre mi relación con mi padre y mi abuelo…”.

Y, sin embargo, la inspiración última para su primer libro le vino de otro con un título parecido: “Vida de un pastor” (1910), de W.H. Hudson; en este caso, en la zona de Wiltshire, en el sudoeste de Inglaterra. “Me maravillaron dos cosas: la manera tan brillante y sencilla en que contaba la historia, sin complicarse…y que éramos un tema al que se podía dedicar un libro, un gran libro”.


El de Rebanks es un libro para aprender y revisar nuestras relaciones con  los otros; en especial, cuando andamos por el campo e incluso por los parques nacionales y zonas protegidas donde siempre hay gente que, con su labor, está manteniendo lo que vemos y disfrutamos.

La forma romántica de contemplar nuestra tierra

“Para mucha gente esta es una tierra que existe para caminar, observar, escalar, pintar, sobre la que se puede escribir o simplemente soñar…ese sueño nunca fue nuestro…pensé que necesitábamos libros escritos por nosotros acerca de nosotros mismos…”.

Una imagen que parte de Wordsworth y los llamados “poetas de los Lagos”, a principios del siglo XIX. “El Distrito de los Lagos que describe el poeta era un paraje poblado por su propia cultura e historia”.


O de las Guías Wainwright. “No había rastro de ninguna de las cosas que nos importaban a nosotros…no aparecía nada de nuestro mundo”.

Y luego está Beatrix Potter (la creadora de Peter Rabbit, la señora Heelis, como se la conocía en los Lagos). En 1912 escribe una carta al Times defendiendo los usos tradicionales de la tierra: “Sostengo respetuosamente que el trabajo, la labor y los usos y costumbres que han permanecido impertérritos durante siglos deben primar sobre el entretenimiento improductivo”.

En su testamento, en 1943,  “legó 15 granjas y 1.600 Ha. de tierra a la Fundación Nacional (National Trust). Y estipuló, además, que en su tierras de las colinas debían seguir criándose rebaños de ovejas herdwick de pura raza”.

Con ello contribuyó a la protección y conservación del entorno y del patrimonio.

La realidad

“La mayor parte del trabajo cotidiano de una granja consiste en un montón de pequeñas labores insignificantes que son necesarias para la gestión de la tierra y los rebaños: Arreglar los muros. Cortar troncos. Poner setos (solo en los meses con “R”; de otro modo la savia no fluye y el seto muere). Colocar puertas. Limpiar los canelones…Bañar a las ovejas. Recortarles las pezuñas. Rescatar a los corderos que se quedan enganchados en las vallas. Lavar a los perros. Recortar las guedejas sucias de las colas de las ovejas y los corderos…”. “Para un pastor, elegir qué hembras emparejar con cada macho es quizá la tarea más decisiva del año”.

En verano, el día se inicia a  las cuatro y media de la mañana. “Vamos a recoger al rebaño de la colina para esquilarlo…En la temporada de esquileo, las ovejas están plagadas de moscas… las moscas te pican en los brazos…son días largos y duros”. “Hacer heno. Esquilar. Cuidar a los corderos y las ovejas. Recoger el rebaño. Esto es lo que para nosotros significa el verano”.

El otoño es la época de las ferias y las subastas donde uno se juega el prestigio a través de los ejemplares que presenta. “Todo lo que nos convierte en lo que somos culmina en el otoño”. “Las ventas de sementales en otoño son la meca de nuestro mundillo. Las principales subastas de herdwicks se celebran en Broughton-in-Furness y en Cockermouth. Las swaledales se subastan principalmente en Kirkby Stephen y en Hawes”.

El invierno es una época dura: “erosiona el rebaño…La nieve es letal. Entierra a las ovejas. Entierra la hierba…El invierno son mis dedos hinchados…mis ojos inyectados en sangre (por las semillas del heno con que se suplementa la alimentación)…los copos de nieve o granizo que me azotan la cara…los ríos de lluvia que corren por la nuca…los árboles y los pajares derribados por el viento”. “El tiempo de lluvia y frío puede empezar en octubre y quedarse hasta mayo…Las semanas que van desde Navidad hasta marzo son las más largas y las más difíciles del año…Mantenerse seco es el mayor de los retos”.

La primavera es tiempo de cría. “Empezamos con los partos a principios de abril…Tengo un mapa mental de las ovejas que están pariendo en los distintos sitios y de cuándo tengo que ir a ver cómo están…Saber distinguir cuándo es mejor intervenir y cuándo no requiere años de experiencia…A mediados de abril recojo a las borregas (las hembras del año anterior que no van a criar) y las llevo de vuelta a la colina”.

La saga continúa

“Mis tres hijos [Molly, Bea e Isaac] tienen sus propias ovejas en el rebaño para que puedan empezar a criarlas y conocer los pros y contras de esta vida…Todos los días tienen que realizar alguna pequeña tarea (incluso en Navidad). Así aprenden a tener un sentido del deber y de la responsabilidad”.

“Isaac, mi hijo de dos años, ya entiende que el cayado es una parte de lo que te convierte en pastor”. Su hija Bea, con seis años, guiada por su padre, ayuda a parir a una oveja. “A mi hija mayor, Molly, le encanta llevar caminando a los corderos de un lado a otro”.

Un momento de asueto…de 30 minutos

“Cada principio de verano le robo un momento a otras tareas para subir a la colina que está detrás de nuestra casa, sentarme con mis perros pastores (dos border collies, Floss y Tan) y darme media hora para contemplar el mundo…Amo este lugar. Para mí es donde empieza y acaba todo…”.

Si le quedaran unos pocos días de vida, su sueño sería dedicar uno al menos a “revisar carneros de raza herdwick”. Como le dicen sus hijos, “para ti no hay nada más que ovejas…”.

Estamos hechos de historias…

“Mi abuelo contaba anécdotas de su abuelo materno, T.G. Holiday…Mi abuelo adoraba e imitaba a su abuelo tanto como lo hacía yo con él… Algunos de los primeros recuerdos que tengo son de ir detrás de mi abuelo por los campos de heno en verano…Crecí, literalmente, para convertirme en él…Mi abuelo se construyó a sí mismo a partir de las historias de T.G. Holiday, y yo me hice a mí mismo a partir de las historias sobre mi abuelo…Mi abuelo vive en mí. Su voz. Sus valores. Sus historias. Su granja…Todas las granjas cuentan con historias que permanecen vivas únicamente en la memoria de los demás pastores y granjeros”.

…y la historia verdadera del lugar

“La verdadera historia y la cultura del Distrito de los Lagos está en lugares como esos viejos graneros de piedra (cuyas vigas están adornadas con escarapelas y certificados de premios obtenidos en concursos y subastas). Pero…los miles de visitantes que pasan junto a los graneros en sus paseos nunca descubren que existe…El campo público de Keswick y sus ilustres ferias de carneros herdwick no se mencionan en la mayoría de los libros sobre el Distrito de los Lagos…Aquello que no ves no te importa”.

Hay mucho que hacer, pero seguro que Rebanks nos cuenta más cosas que contribuyan al reconocimiento y consideración del mundo rural. En la actualidad, es “asesor experto” del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO. “Colaboro con ellos como freelance para garantizar que el turismo beneficie a las comunidades locales”.

SABER MÁS


"I farm Herdwick and Swaledale sheep in the English Lake District. Busy working on farm (days) and writing book (nights)".

https://www.youtube.com/watch?v=DNWLDx53BgU. Alfred Wainwright, autor de guías ilustradas manuscritas. Su autobiografía se titula “Fellwanderer” (“Vagabundo de los páramos”).

https://www.youtube.com/watch?v=-FEMg5i4H4Q. Rapsodia sobre un tema de Paganini, por Rachmaninov, la preferida de su madre.




jueves, 24 de noviembre de 2016

CONCHA MÉNDEZ, CIUDADANA DEL MUNDO: OTRA MUJER OLVIDADA


“Yo ya no recuerdo cuando era una chica “bien”, en un ambiente de burguesía. Ni cuando era ayudante de médico y dirigía gimnasia sueca. Ni cuando era nadadora en el Cantábrico. Ni cuando intenté arrojarme desde un avión con un paracaídas… Ni cuando di en Londres un primer recital de mis poemas…”- resume en una entrevista para La Gaceta Literaria, en 1929.

Pero eso son solo algunos retazos de su vida, una vida rica, libre, de una mujer vitalista, dinámica, llena de energía.

“Yo he visto nacer todos los inventos del siglo. Nací en medio de la modernidad, del canto a los medios de transporte, a la velocidad, al vuelo. Mis primeros poemas están llenos de estas cosas: de los clamores a la era moderna, de aviadores, aviones, motores, hélices, telecomunicaciones”- cuenta en sus Memorias habladas, memorias armadas…, “armadas” por su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre, hoy casi inencontrables y que deberían reeditarse como libro de bolsillo asequible para las nuevas generaciones.

Concha Méndez, por ella misma

En un breve ensayo autobiográfico, escrito en México en 1967 -publicado en 2001 en la edición de James Valender para Publicaciones de la Residencia de Estudiantes-, Concha se presenta así: “Nací en Madrid (España), lugar donde siempre residió mi familia, el día 27 de julio de 1898. Fui la mayor de diez hermanos. A los siete años empecé mi educación en un colegio laico francés, terminada a los catorce…”.

Hacer teatro

“Tendría yo unos trece años [h. 1901] cuando en San Sebastián, lugar donde veraneaba, fui a ver representar con mis familiares la famosa obra del escandivano Ibsen, Casa de muñecas, y recuerdo que salí del teatro con una idea fija: el problema de aquella mujer –la protagonista. El deseo de reivindicación tomó cuerpo en mí. También yo debiera de hacerme oír, que es un modo de reivindicarse. Así lo pensé, y fue hacia el escenario adonde se dirigió mi idea fija. ¿Por qué razón? Porque la idea de hacer teatro la llevaba en la sangre”- cuenta en un texto inédito, de 1942 (Historia de un teatro).

En enero de 1929 estrena en el Lyceum Club Femenino una (lectura de una) obra de teatro infantil  (El ángel cartero), con decorados de su amiga Maruja Mallo.

“La novia desconocida de Buñuel”, pionera del cine mudo

Pero antes, ¡se dedicó al cine! En 1927, escribe un argumento para la película Historia de un taxi, “comedia cinematográfica en cinco partes, original de la señorita Concha Méndez Cuesta”…, que no llegó a estrenarse. No se conserva el guion original, aunque sí una sinopsis del argumento, publicada por los periódicos de la época. “Quiero  ser, a más de argumentista, director, cineasta…”- escribirá en su artículo El cinema en España, publicado en La Gaceta Literaria el 1 de octubre de 1928.


Concha fue novia de Buñuel, su novia “secreta”, entre 1916 (“En uno de esos largos veraneos [en San Sebastián], a la edad de dieciocho, conocí a Luis Buñuel, a quien había de tratar, digamos a diario, durante los casi siete años siguientes”) y 1923.  “Él llevaba doble vida. Nunca nos reunimos juntos con los chicos de la Residencia de Estudiantes. La vida dividida entre los amigos y la novia era una costumbre de la época; me hablaba de ellos, pero nunca me los presentó…”.

Ella creía que el cine tenía su propio lenguaje y que no debía ser deudor de obras literarias. En su breve aventura cinematográfica, es el taxi el que cuenta la historia, toda una novedad.

Primero, poeta

Concha dice haber escrito sus primeros poemas, en francés, cuando tenía 13 años. Pero su primer libro publicado (Inquietudes) no lo será hasta 1926, con 28. Al alcanzar su mayoría de edad, decide “emanciparse” de su familia: “salir a la calle sin la vigilancia de una institutriz, o un familiar cualquiera…; así pude cambiar los tés danzantes por exposiciones, conferencias y las tertulias de  café madrileñas…; asistir a una lectura de poemas de Federico García Lorca [en el Palacio de Cristal del Retiro]: allí encontré mi camino, y esa misma noche empecé a escribir. Tenía veintiséis años”. 

Su primer asesor, a quien daba a leer sus poemas, fue Rafael Alberti, “reciente premio nacional de poesía” [por Marinero en tierra, en 1925]. 

En 1928, publica Surtidor, antes de viajar, sola, por primera vez al extranjero. El último poema del libro, Verbena, remite a un cuadro del mismo título de su amiga Maruja Mallo.


“Cuando Maruja empezó a pintar, me tomaba a mí como modelo. Pintó una chica en bicicleta, que era yo…; hizo una serie de cuadros de las verbenas madrileñas…; en ellos plasmaba muchas de las imágenes que surgían en nuestras conversaciones”. Ella prefiere la palabra “poeta” a “poetisa”: … “me suena a cosa banal, entre merengue y amapola…”.

Viajera intrépida

“Debí nacer con el alma un tanto viajera…”- escribe en su ensayo autobiográfico. Su primera salida al extranjero fue a París, con 13 años, en familia. Pero ya con 7 años, al ver en el puerto de Santander uno de los barcos que zarpaban para América, dijo: “¡En uno de esos barcos me iré un día!”.

Y así fue: primero, a Inglaterra, durante seis meses (“Embarqué en Bilbao – de tripulante-…en un barco de cabotaje de los llamados “vagabundos”- hasta Cardiff. De allí volvió en un pequeño barco carbonero). Luego, en diciembre de 1929, “con un pasaje de emigrante”,  a bordo del trasatlántico Infanta Isabel, que hacía el trayecto de Barcelona a Buenos Aires.

En el primer caso, se gana la vida en Londres dando clases de español. En Madrid, en el Centro de Estudios Históricos, se había sacado el título de profesora de español, que había ocultado a su familia.

En Argentina, colaborando en diarios (La Nación) y revistas, y con un cargo “semi-oficial” en la oficina creada por el Consulado y la Embajada españoles para becar estudiantes con destino a España. La escritora Consuelo Berges, que le prologa su tercer libro, Canciones de mar y tierra (1930) -con ilustraciones de Norah Borges-, dirige la oficina. Por esa época, Berges publica en la prensa argentina el artículo “Hoy creo en la vanguardia”, que comienza: “…Ahora creo en la vanguardia. Porque la he visto…”. Es Concha Méndez, de “mirar luminoso y fuerte”. “Me ha ganado a su fe, optimista y dinámica…Concha Méndez quiere hacer de la vida muchas cosas. Por lo pronto, quiere hacer de la vida arte y, sobre todo, vida…”.

1931-1939. Luces y sombras

Con la implantación de la República, Concha vuelve a España. En Madrid asiste a las tertulias literarias, “la del café de Pombo, que presidía Gómez de la Serna; la de don Ramón del Valle Inclán, en el café La Granja [café Granja El Henar, en Alcalá 40, junto al Círculo de Bellas Artes]; las reuniones de José Ortega y Gasset en La Revista de Occidente…”. En el café La Granja, García Lorca le presenta al impresor y poeta Manuel Altolaguirre (siete años más joven que ella), con quien se casa en 1932. “Testigos de nuestra boda fueron los poetas Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, José Moreno Villa, Jorge Guillén, así como Francisco Iglesias – héroe de la aviación española- y Carlos Morla – ministro de Chile. De la boda civil lo fueron el poeta Luis Cernuda y el librero Sánchez Cuesta”.

Con su marido, Concha edita la revista de poesía Héroe y la colección Héroe, donde publican Salinas, Razón de amor, y Cernuda, La realidad y el deseo. También idean la revista Caballo verde para la poesía, “cuya dirección se le ofreció al poeta y cónsul chileno Pablo Neruda”.

En esta etapa, ella misma da a la luz El personaje presentido (1931), “Espectáculo en 16 momentos”, escrita en Buenos Aires. Sonia, la protagonista principal, “es un álter ego bastante evidente de la autora”- escribe Emilio Miró- “una mujer soñadora, dinámica, activa, que quiere escapar, que anhela volar y, sobre todo, que busca el gran amor, el amor ideal, el amor casi absoluto…”.

En marzo de 1933 nace su primer hijo, que muere enseguida, origen de su poemario Niño y sombra. Dos años más tarde, en 1935, nace en Londres su hija Paloma, que apadrina Vicente Aleixandre. Dedicada a su hija, escribe El carbón y la rosa,  “una obra de teatro para niños…La presenté en el Liceo [Lyceum] Club el mismo día que Alberti daba una lectura de poemas”.

Al destierro

Al finalizar la Guerra Civil, se exilian (“Los tres salimos al destierro”); primero recalan en Cuba, donde permanecen cuatro años. “En nuestra nueva imprenta [La Verónica] publiqué Lluvias enlazadas –poemas; como prólogo, el retrato lírico que me hiciera Juan Ramón Jiménez. En La Habana escribí la obra teatral La caña y el tabaco, alegoría antillana, en verso; y en verso también el autosacramental El solitario [1941], editado allí con prólogo de la escritora María Zambrano”. Zambrano escribirá: “De todas las bellezas que encierra El solitario: la voz de la luz y de las estaciones, la milagrosa aparición de la sirena, el color del olvido y de las horas, ninguna sin duda como estas que hallamos al hablar del tiempo y al tiempo…”.

Luego parten a México donde comparte su casa, en el número 11 de las calle Tres Cruces, con el poeta Luis Cernuda. “…Publiqué dos libros de poesía, Sombras y sueños y Villancicos” (1944). “Tan sola me has dejado,/ que estoy conmigo y me basta…”-escribe en Sombras cuando Altolaguirre la abandona.

Concha Méndez, vista por otros

Retrato de José Díaz Fernández, en 1928: “Concha Méndez Cuesta: veintitrés años, campeona de natación en los veraneos de San Sebastián, automovilista del Madrid deportivo, risa trepidante en las tertulias vanguardistas. Y, al fin, poetisa. Esta es una muchacha actual, ceñida y tensa por el deporte y el aire libre”.

Retrato de Juan Ramón Jiménez, en 1932: “Su mono añil puede ser de cajista de imprenta, enrolada de buque, fogonera de tren, polizón de zepelín, todo por la Poesía delantera que huye en cruz de horizontes ante las cuatro máquinas…

Concha Méndez era la niña desarrollada que veíamos, adolescentes, con malla blanca, equilibrista del alambre en el casino de verano; la que subía con blusa del marinero del aire, prologuista de la aviación, en el trapecio del Montgolfier cabeceante y recortaba su desnudo chiquito blanco negro sobre el poniente rojo; la sirenita del mar que sonreía secreta a los mocitos en su nicho de cristal…; la campeona de natación, de jiujitsu, de gimnasia sueca. La hemos encontrado en el Polo, el Ecuador, el cráter del  Momotombo, la mina de Tarsis…”.

Ella se retrató en sus poemas…y en sus memorias a su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre (Memorias habladas, memorias armadas).


De ellas, dice en ABC Miguel García Posada, en 1990: “…es obra de apasionante lectura…; [memorias] superiores a las de Altolaguirre, demasiado contenidas en general, además de grises estilísticamente…; memorias –estas- llenas de vitalidad…el testimonio de una mujer de posición acomodada que supo romper con los tabúes y restricciones de su clase social; que asumió muy pronto, cuando no era fácil, la emancipación de la condición femenina; que hizo, en buena medida, aquello que le gustaba hacer, y fue, fiel a su destino”.

Deberían reeditarse en alguna colección de bolsillo y ponerse a disposición del gran público; ser distribuida en escuelas e institutos, y que no vuelva a caer en el olvido un modelo y ejemplo de mujer independiente y activa, libre.

Impresora, dramaturga, poeta y pionera del cine mudo, que aún hoy no aparece en los libros de texto cuando se cita a la Generación del 27…

ALGUNOS DE SUS VERSOS

“Vine para algo más que pasar como sombra”.

“…dejar una estela de mi vida/que no pueda acabarse con mi sangre”.

“¿Qué nacerá de mí/ el día que me siembren?”.

“¡Qué lejos está la Sierra, /mi Sierra de Guadarrama!...
Por sus vertientes yo era/patinadora en mi infancia”… - escribe desde México, en 1944. “¡Ay, Manzanares, mi río,/cuánto hace que no te vi!”.

“De altos sueños y anchas luces/encendías el ambiente/
Cuando por mi casa ibas/con los amigos de siempre./
Con Luis, con Pablo, con Delia,/ con Rafael, con Vicente/,
Con Concha, Rosa y Miguel/- ¡que tuvo tu misma muerte!/…”- dedicado a Federico García Lorca.

Me gusta andar de noche (Poema de Concha Méndez, escrito en La Habana en 1939).


SABER MÁS





http://www.residencia.csic.es/bol/num5/maurer.htm. Sánchez Cuesta, el librero “omnisciente”.