sábado, 23 de diciembre de 2017

LA ESPAÑA VACÍA. Crónica sobre el vaciamiento de la España interior


Aunque el subtítulo del ensayo es “Viaje por un país que nunca fue”, a mí me parece más explicativo otro, que se recoge en sus páginas: “Crónica sobre el vaciamiento de la España interior”. O “Crónica sobre el silencio”.

“Hay dos Españas, pero no son las de Machado” -escribe Sergio del Molino. “Hay una España urbana y europea…y una España interior y despoblada…formada por las dos Castillas, Extremadura, Aragón y La Rioja…Ocupa más de la mitad del total de España”.


En ella, Teruel es la provincia más despoblada, con 9 habitantes por kilómetro cuadrado, junto a Soria y Zamora. Una densidad tan baja como Suecia o Laponia. El resto de provincias, cuyo declive empezó en los años 1950, son: Huesca, Guadalajara, Ávila, Cuenca, Burgos, León, Salamanca, Palencia y Segovia.

… “Este libro, que me ha consumido unos meses de lecturas, indagaciones y muchas reflexiones…”.

El autor, aunque nacido en Madrid (en 1979) y madrileño de cuarta generación por parte de madre, es “rural” por parte de padre, de un pueblo de Soria, Arcos del Jalón [1.573 habitantes en 2016].

“Parte de mi trabajo como periodista ha consistido en recorrer la España vacía. Como reportero del Heraldo de Aragón…” - dice. Cuando aún no era mayor de edad visita el pueblo abandonado de Ruesta, “el primer pueblo abandonado que conocí” (un “producto” de la construcción del pantano de Yesa, en 1960), en el Prepirineo aragonés. Quizá esa visita temprana le dejara un jalón en la memoria. “La España vacía fue siempre para mí una mina de historias…La España vacía casi nunca se ha narrado a sí misma, se ha resignado a ser narrada”.

La España vacía, un territorio literario, un mapa imaginario

“El primer imaginario de la España vacía es sobrenatural…Bécquer diseñó la primera cartografía romántica…desde Veruela”, provincia de Zaragoza. En 1863 va al monasterio, a los pies del Moncayo, a recuperarse de la tuberculosis. Allí escribe varias de sus Leyendas ambientadas en la zona.


“Azorín y Llamazares son dos de los grandes inventores del paisaje español…Lo más triste y terrible que percibe Azorín es el abandono…una de las primeras crónicas sobre el vaciamiento de la España interior”.


La lluvia amarilla, de Julio Llamazares (publicada en 1988) “contaba los últimos años de vida del último vecino de Ainielle, pero en realidad estaba contando todos los pueblos de la España vacía”. “Ainielle existe” -es la primera frase del libro.


Camí de sirga, de Jesús Moncada (1988) levanta “una cosmogonía alrededor de Mequinenza”, en la comarca del bajo Cinca, en Zaragoza.


El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina (1991) es “una indagación de sus orígenes rurales en la provincia de Jaén”.

El patriotismo se hace con los pies, pateando el territorio. Amar el país a través de la suela de los zapatos

“La enseñanza peripatética fue un rasgo fundamental de la Institución Libre de Enseñanza”, la ILE, nacida en 1876… “Según los archivos de la institución, solo en un año, 1880, se programaron 220 excursiones…”.


Unamuno, “un profesor que no fue de la Institución”, en Por tierras de Portugal y de España (1911), dice: “No, no ha sido en libros, no ha sido en literatos donde he aprendido a querer a mi Patria: ha sido recorriéndola…”.


Escritores que miran hacia adentro. La España vacía contada por nietos y bisnietos

Algunos los llaman neorrurales o “corriente neorruralista de la Literatura española del siglo XXI”. Para Sergio es hacer literatura de las raíces de uno mismo en la búsqueda de la identidad. Un viaje hacia el interior de uno mismo, que es íntimo y personal, diferente para cada uno.


Entre sus obras, cita: Niebla fronteriza (2015), del poeta navarro Hasier Larretxea (n. 1982). “Cuenta la reconciliación con una familia, una  tradición y un paisaje”. 


Pastoral (2004), de Ángel Gracia, quien dijo: “Escribir sobre mi familia es escribirme a mí mismo una carta que me cuenta o me explica de dónde vengo…”. 


Es un decir (2014), de Jenn Díaz (n. Barcelona, 1988), donde “explora la memoria de las mujeres de su familia”. 


La piel de la frontera (2015), de Francesc Serés (n. Zaidín, Huesca, 1972). “Narra la vida de los temporeros inmigrantes en la franja limítrofe entre Aragón y Cataluña – escribe en su crítica J. Ernesto Ayala-Dip. 


Crónica de viaje (2014), de Jorge Carrión (n. Tarragona, 1976), narra “su reencuentro con sus abuelos alpujarreños y sus raíces rurales andaluzas en un experimento narrativo”, que ha sido calificado de “postnovela”.


O Seré un anciano hermoso en un gran país (2015), de Manuel Astur (n. Grado, Asturias, 1980), “en donde mezcla el dietario, el análisis de actualidad y el libro precoz de memorias”- al decir de Alberto Gordo.

La España vacía. Tranquilidad, reflexión y silencio

En la coda final con “explicaciones no pedidas”, Sergio del Molino revela: “Este ensayo trata sobre el silencio, como casi todos mis libros…”. Y, aunque parezca paradójico, él  ofrece cada mañana el primer sorbo de café “a la gran crisis financiera que hundió mi país en 2007”. Porque “ha hecho de España un país más tranquilo…demuestra que también sabemos ser un pueblo pacífico y paciente…Un pueblo que deja las cosas reposar, que no se precipita, que ha aprendido a no matarse…”.

SABER MÁS

Sobre su vida, algunos datos que se filtran en el ensayo

“Mi familia vivía en el Portillo, después de Lavapiés, junto a una tapia que separaba su barrio del de más al sur”.

“Pasé mi niñez en un pueblo de Valencia donde todo el mundo se expresaba en valenciano”.

Él se define como “viejoven” (un joven antijuvenil) y se incluye en esa categoría de “nacidos en las décadas de los 1970 o 1980,…obsesionados con un vacío esencial y una quietud…Mirar en los rincones de la España vacía de los que procedemos es mirar dentro de nosotros mismos…El lenguaje es lo único que queda para reconstruir esos orígenes…Hay algo en mi generación que llama a los orígenes…Nosotros hacemos los viajes con billete de vuelta”.

“Yo también hice mi viaje de vuelta en 2014, en una novela titulada Lo que a nadie le importa, que termina en la aldea menguante donde nació mi abuelo y que es el núcleo de mi propia mitología familiar”.


Anécdotas. Galdós, un andarín

“En Fortunata y Jacinta (1886-1887), Galdós cuenta cómo se construye Chamberí y los campos del norte se convierten en calles burguesas mientras en el sur, más allá del Rastro, se amontona la mugre pobretona de las primeras fábricas”. A Galdós le gusta pasear Madrid.

Machado, el paseante solitario


“Machado lo vive [el paisaje: “es biográfico”]. Lo pasea,…pero no quiere redimirlo…Machado…no es un guía, sino un compañero de caminata”.

ENLACES





https://www.youtube.com/watch?v=OYCLiZZ2oVI. Película Surcos, 1951. Oficina de colocación.

https://www.youtube.com/watch?v=Mi2DObA1zPg. Ruesta, pueblo abandonado.

https://www.youtube.com/watch?v=EyQqAvCUhKU. Tráiler de Estación de paso, por Pilar Agudo.


PARA LEER

El camino, de Delibes


y El disputado voto del señor Cayo.


OTROS LIBROS SOBRE LA ESPAÑA VACÍA (no citados por Sergio del Molino)


La sierra del Alba, de Avelino Hernández. (sobre pueblos de Soria).






domingo, 10 de diciembre de 2017

CANSADAS, de Nuria Varela. Hartazgo y esperanza de las mujeres


Estamos cansadas de estar siempre comenzando. Y, sobre todo, estamos cansadas de ser invisibles”… -dice en la introducción.

Nuria pasa repaso a algunos hitos, acontecimientos y logros, que luego no han sido para tanto o han mostrado ser una falacia:

“En octubre de 2016 se cumplieron 33 años del nacimiento del Instituto de la Mujer… El mito de la conciliación o, peor aún, de la corresponsabilidad… El trabajo, nunca tan bueno como soñamos y jamás remunerado como merecíamos… El feminismo ha desaparecido a favor del concepto “género”… La moda que declara como verdad incuestionable que los varones están cambiando masivamente…”.

“¿Cómo no estar cansadas viviendo a toda velocidad, embutidas en una talla 38 [en España, que la media es una  44, la más vendida. Fátima Mernissi dijo que el harén en Occidente era la talla 38…], sobre un tacón de 7 centímetros  (y más), y peleando cada mañana contra el paso del tiempo?”.

Aún no están bien vistas las mujeres sabias


En la presentación de su libro en Santander el pasado 23 de noviembre, Varela dijo que estamos en un “momento de reacción patriarcal muy potente”: “Se está rompiendo el silencio, el mandato patriarcal por excelencia”, y se refiere al caso Weinstein en Hollywood, a Juana Rivas, que hace público su maltrato, y al juicio por violación a “La manada”.

“El machismo no tiene capacidad discursiva; por eso es tan violento. Por eso, utiliza el menosprecio, el ridículo y el ninguneo”.

Y apunta que la nueva misoginia es más sutil y difícil de ver. “El éxito del patriarcado hoy es que se ha hecho invisible”.

Lo explica así: “Cuando se habla, y se conceptualiza (conceptualizar es politizar), de un país como una “democracia capitalista”, se le olvida añadir “patriarcal”, algo que marca las relaciones políticas. La resistencia está en el propio sistema. Cuando hablamos de feminismo, hablamos de poder (el feminismo cuestiona el poder establecido). Queremos que el poder se comparta: el poder religioso, militar y económico, está todo en manos de hombres… Las mujeres no somos las parientes pobres de la democracia”.

La realidad y los datos. El velo de la igualdad

“En 2016, las mujeres dedican en promedio 1 hora y 57 minutos diarios más al conjunto de actividades de hogar y familia que los hombres… Entre la población más joven ha descendido la proporción de muchachos que realizan alguna actividad doméstica mientras que entre las chicas no ha variado… Las excedencias por cuidado de hijos e hijas o cuidado de familiares son cosa de mujeres… Las reducciones de jornada, también”.

Pero “el velo de la igualdad”, las palabras tan repetidas de que “la igualdad ya está conseguida”, de que “ya vivimos en igualdad”, hacen que se relaje la atención o se deje de luchar. No es lo mismo igualdad legal que igualdad real...

El cansancio y el hartazgo de las mujeres

“De que se castigue severamente la apología del terrorismo pero no haya ni una sola condena por apología de la violencia contra las mujeres… Del mito del amor romántico, del romanticismo patriarcal: “si solo hay una persona en la vida para ti, tu media naranja, tu pareja ideal y única, es muy difícil que la dejes”…

El discurso de las víctimas


En 2012 Nuria Varela escribe La voz ignorada. Ana Orantes y el fin de la impunidad. “Ana Orantes tuvo que morir (fue asesinada el 17 de diciembre de 1997) para ser escuchada. Rompió el pacto de silencio patriarcal y habló en televisión…”. De ahí saldrá la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género. “Un estado no puede llamarse democrático si no puede proteger a sus mujeres. Ningún otro fenómeno en el mundo asesina tanto. Ninguna guerra es peor que la guerra contra las mujeres: es una guerra no declarada; no sabes dónde te va a atacar el enemigo, dónde están las trincheras o quién te va a proteger”.

Escuchar el relato de las víctimas es tan insoportable que escucharlas provocaría una reacción del Estado”.

Según Varela, “no hay cambio en los relatos en dos décadas”; no se hace prevención. Falta una recuperación integral de las víctimas para que no vuelvan a caer en los mismos patrones y elijan, de nuevo, parejas maltratadoras, y hay -de parte de las mujeres- una desconfianza en la justicia a la hora de proteger sus vidas.

A pesar de todo, una esperanza

Se logró acabar con la esclavitud en el siglo XIX y se logró acabar con ETA en el siglo XX. Del mismo modo, se puede erradicar la violencia de género, algo que afecta a la mitad del mundo. Las mujeres no somos una minoría: somos la mitad de la población mundial. E importamos.

Nuria lo cuenta “fácil” y se entiende todo muy bien. Ahora falta que se impliquen, nos impliquemos, TODAS las mujeres y TODOS los hombres...

SABER MÁS

PARA LEER

Libro de Gioconda Belli, El país de las Mujeres, con su manifiesto…



Para jóvenes, El diario violeta de Carlota, de Gemma Lienas.


Para iniciarse… Feminismo para principiantes, de Nuria Varela.


Examínate de feminismo…





miércoles, 29 de noviembre de 2017

PENELOPE FITZGERALD, TODA UNA VIDA REINVENTÁNDOSE


Isabel Coixet acaba de llevar al cine su novela La librería, editada en 1978. Una autora que empieza  a publicar novelas casi con 60 años, a la muerte de su marido,  tras una vida que, económica y socialmente, va de más a menos.


https://www.youtube.com/watch?v=e0TYP1q7590. Tráiler de la película.

Coraje y resistir, en el libro y en la vida. “Determinación por sobrevivir”


“Abrir una librería es enfrentarse a cosas inverosímiles”- dice en un momento uno de los protagonistas…

La librera, Florence Green, “era pequeña de aspecto, delgada y huesuda,  un poco insignificante vista desde delante y completamente insignificante por detrás”- es su primera descripción. “Una mujer más o menos pequeña, que no parecía ser intimidante”, “no parece fuerte…”. Pero “A los 16 años había empezado a ganarse la vida por sí misma…”.

El pueblo, Hardborough, “una isla entre el mar y el río”, es un lugar “donde los amplios espacios permitían ver a todos los que se acercaban, y donde todo lo que se veía era objeto de comentario…Todo el mundo…sabía cuándo quedaba vacía una propiedad, quién tenía problemas financieros, quién necesitaría un poco más de espacio en nueve meses y quién estaba a punto de morir”.

Los nombres tienen algo de simbólico: Green, además de verde (el color), también significa “inocente”; Hardborough significa “pueblo duro”. The Stead, la residencia de Violet Gamart, tiene que ver con “steady”: firme, fijo, estable…

Actores y ambiente

“Uno no podía tomarse una ración de Fish and Chips, ni había tintorería, ni siquiera cine…”. “Solo había dos abogados (Thomas Thornton y John Drury)… y muy pocos negocios”. Rhoda´s, la tienda de ropa; Deben, el pescadero. La tienda de lanas Busy Bee, donde prestan novelas. Un banco…

En cuanto a los vecinos, están: Raven, el hombre de los pantanos, que hace de veterinario y, en ocasiones, de sacristán. La señora Traill, directora de la escuela primaria; Jessie Welford y su sobrina Ivy;  la señora Gamart (Violet), de The Stead y su sobrino y diputado;  Milo North, cínico y vividor,  y el señor Brundish, de Holt House.

Otros protagonistas son: las chicas Gipping, competentes y muy mañosas, con Christine, rápida y habilidosa, al frente. Y Wally, boy-scout.

El libro comienza de la siguiente manera: “En 1959, Florence Green pasaba de vez en cuando alguna noche en la que no estaba segura de si había dormido o no…”.

Y termina, "en el invierno de 1960",  con una frase pesimista y desoladora. Como se decía al principio de la novela, casi una advertencia: “Florence tenía buen corazón, aunque eso sirve de bien poco cuando de lo que se trata es de sobrevivir”…

La “tragifarsa”

Así describe Penélope Fitzgerald  el género al que pertenecen sus novelas. “…La tragedia de los malentendidos y las oportunidades perdidas que yo he tratado de convertir en comedia; de otro modo, ¿cómo podría haber sido capaz de gestionarlo…?”.

La ironía, que salva

He aquí dos ejemplos:

“Estas [romántica o de humor]…eran las dos únicas actitudes  que uno podía adoptar en la vida, a juicio de los fabricantes de las postales”.

“Entre la clase media alta de Suffolk, la mediana edad algo avanzada solía llevar aparejada una  crisis, después de la cual casi todos se convertían en pintores de acuarelas y se especializaban en paisajes…”.

A mí me queda la sensación final de que yo esperaba más: más explicaciones, más hilazón, y quizá, en ocasiones, menos datos técnicos.

Eso es lo que ha suplido, con pequeños  y delicados detalles, una buena banda sonora y la plasmación de los sentimientos inexpresados,  la película de Isabel Coixet que, por otra parte, le ha dado un final más esperanzado.

En el film hay, además,  algunos guiños a obras posteriores de la autora (por ejemplo, la barcaza que la lleva al final se llama Grace, como la protagonista de su obra OffshoreA la deriva). 



Y Coixet ha introducido algunos de sus libros favoritos, como los de Ray Bradbury, Crónicas marcianas (1950), Fahrenheit 451 (1953) y El vino del estío (1957). Una buena oportunidad para leerlos, o releerlos, también nosotros, los “fílmicos”…

 

Algunos datos sobre Penelope Fitzgerald

Nacida en 1916, a los 45 años, ha de forjarse una carrera como profesora. Dará clases durante 26 años hasta cumplir casi los setenta. Jane Austen es su “santa patrona” en cuanto a agudeza y precisión, pero Balzac es su maestro en cuanto a describir los tejemanejes  que suceden en pueblos y ciudades de provincias.

Su padre fue el editor de la revista satírica Punch  desde 1932, y su madre, Christine (que muere cuando ella tiene 18 años), una de las primeras estudiantes en Somerville,  escribió en alguna ocasión para el Manchester Guardian.

Penélope, en Oxford, en 1935, estudió con Tolkien y C.S. Lewis, y  se graduó con buenas notas. Durante la IIGM trabajó para la BBC.

En 1942, se casa con un soldado irlandés y tiene 3 hijos: un chico (Valpy, que se casará con una española, Angelina,  en 1968) y dos niñas (Tina, Christine, llamada como su abuela,  y Maria). Viven en Hamstead y  ambos llevan la revista World Review hasta 1953. Pero su marido Desmond, que vuelve muy afectado de la guerra, empieza a beber y su carrera como abogado declina.

De 1957 a 1960, vive en Southwold,  en la casa llamada Blackshore. Ella trabaja en la librería The Sole Bay Bookshop (libros nuevos y raros), en High Street.

En 1960, los Fitzgerald compran una desvencijada casa flotante, una vieja barcaza de nombre Grace, que estaba amarrada en el Támesis. De la experiencia, nacerá Offshore (traducida en castellano como A la deriva). Luego, cuando esta se hunde, viven 4 meses en un refugio para indigentes y 11 años en una vivienda de protección oficial.

Su marido Desmond, al final de su vida,  encuentra trabajo en una agencia de viajes y gracias a ello, en 1972, Penelope pasa unos días en Moscú, en un viaje organizado. En 1977 (su marido había fallecido de cáncer, en 1976) Penelope viaja a China y regresa de allí con el esbozo de La librería.

Otras novelas autobiográficas

Human Voices (1980); en ella cuenta su vida en la BBC en tiempos de la II Guerra Mundial.

At Freddie's (1982) recuerda su enseñanza en la escuela de arte dramático Italia Conti Academy.

Primera y última obra

Su primer libro es una biografía del artista y diseñador Edward Burne-Jones, un pintor prerrafaelita.

Su última novela es  La flor azul, publicada en 1995, cinco años antes de su muerte en Londres.

SABER MÁS


Letters/Cartas ( en inglés). 

https://elpais.com/cultura/2017/11/24/actualidad/1511536985_968645.html. Librerías y libreras.

CODA

Isabel Coixet y su película consiguen el Goya 2018 a la mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado.

En abril, sale en castellano la novela de Penelope Fitzgerald, "A la deriva".