sábado, 27 de abril de 2019

LAS CARTAS DE LA PIRENAICA. La otra España de Franco, la antifranquista



(He tenido que leerlo en varias fases porque me dolía…). Una vez más, y van ya tantas…, me vienen a la mente las palabras de Ana María Matute: "Siempre hay unos que aporrean a los otros y no porque sean más fuertes, sino porque unos quieren aporrear y otros no". Y pienso que la crueldad humana no tiene límites, es infinita...

“Habla Radio España Independiente. Estación Pirenaica”. Estas eran las palabras que abrían las emisiones de la conocida como “Radio Verdad”, “La Pire” o “La verdad del pueblo”.

La emisora del Partido Comunista Español emitió de manera ininterrumpida desde 1941 (primero, desde Moscú, y luego, desde Bucarest; no estaba en los Pirineos, ni siquiera en sus alrededores) hasta 1977, en que se legalizó el Partido Comunista en España, tras la muerte de Franco.

El programa “Correo de La Pirenaica” daba lectura a las cartas enviadas desde España y otros lugares de exilio y emigración.

LAS MUJERES DE/EN LA PIRENAICA

La locutora, Pilar Aragón, la “Elena Francis antifranquista” y su “página de la mujer”

Su nombre real era: Josefina López Sanmartín (Barcelona, 1919).

El 6 de octubre de 1963, Pilar Aragón -al hilo de  la carta enviada por 102 intelectuales al entonces ministro de Información Fraga Iribarne, donde se denuncian torturas a mineros tras la huelga- le dedica una de sus “charlas femeninas”, centrándose en las torturas a una mujer embarazada. La charla finaliza: “…Los mineros no han cometido ningún delito. Han pedido lo que se les debe, utilizando la única arma a su disposición: la huelga. El ejemplo de las mujeres de las letras y el arte [entre las 102 firmas, se encuentran las de Ángela Figuera Aymerich, Consuelo Berges y Angelina Gatell], que junto a destacadas personalidades de la cultura elevan su voz contra la tortura espera ser seguida por miles y miles de mujeres españolas…”.


Cartas de mujeres

Unas obreras de una fábrica de maletas de piel en Feuerbach, cerca de Stuttgart, denunciaban en septiembre de 1962 sus penosas condiciones de vida: en barracones, sin un solo armario, con una bombilla, ganando muy poco…

Entre 1962 y 1964, varias mujeres hacen llegar a la Pirenaica sus salarios (en enero de 1963 un decreto-ley establecía en 60 pesetas el nuevo salario mínimo): entre 50 y 82 les pagaban en las fábricas de conservas en Alcantarilla (Murcia); 50 pesetas a las obreras agrícolas en Peñaflor (Sevilla); 23´70 una trabajadora en una fábrica de galletas de Aguilar de Campoo; entre 55 y 60 por 12 horas de trabajo las tejedoras en Mora de Ebro (Tarragona), o 15 pesetas al día una modistilla en Villarreal de los Infantes (Castellón).

El caso de Tina y Anita, represaliadas por las protestas mineras




La escritora Felisa Gil (Palencia, 1910), que escribió en 1960 España en la cruz, exiliada en México desde 1942, escribe una carta el 27 de abril de 1963 tras el asesinato de Julián Grimau. “Adelante la huelga política”- finalizaba.


Otros escritores: Antonio Ferres/Eugenio Pantoja


El escritor Antonio Ferres (Madrid, 1924) formó parte de la redacción de Radio España Independiente en Madrid; firmaba sus cartas con el seudónimo de Eugenio Pantoja. En 1963 realiza un informe sobre el caso de un niño del maquis recogido por un párroco. También se pronuncia en contra del cine “narcotizante y antiartístico” del productor estadounidense Samuel Bronston que, por aquellas fechas, había vaciado el estanque del Retiro para servir de plató a su película El fabuloso mundo del circo. (Si pensamos que su libro Los vencidos no pudo publicarse en España y que se marchó al exilio en 1964 tras publicar Con las manos vacías, novela sobre los hechos que inspirarían después  El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, ya en 1979…).


Se piensa que el seudónimo Carlos García Pacheco pudiera esconder la identidad del escritor Jesús López Pacheco (Madrid, 1930- Canadá, 1997). Una crónica de 1962 del corresponsal de la REI con dicho nombre, describe la imagen del éxodo y la emigración: “el plan de Estabilización de la dictadura franquista”…maletas de negruzca madera, sacos, matas enrolladas, hogazas de pan y alguna bota de vino…”. Muchos fueron expresos o huérfanos de republicanos represaliados cuya vida seguían haciendo imposible. Más que emigración era exilio.


CARTAS DESDE CANTABRIA

Según el estudio de Balsebre y Fontova, no existen cartas desde la comunidad de Cantabria  en los años 1967, 1969 y 1970.

El 23 de abril de 1963 llega, procedente de Torrelavega, una carta firmada por un tal “Nicolaiev”.

Jesús de Cos Borbolla (Riclones 1924-2012), “Bello”, “Bellodejosusbarcos” envía su primera carta el 12 de junio de 1963. En la segunda, reclama a la emisora: “No hacéis suficientes relatos de los camaradas que están en las cárceles…, relatos de los exiliados y los sufrimientos en campos de concentración…”.


SABER MÁS






Radio Pirenaica: la voz de la esperanza antifranquista, 2008, por Luis Zaragoza Fernández.




“Ramiro Santisteban Castillo falleció este lunes en París a los 97 años. Natural de Laredo (Cantabria), pasó casi cinco años en el campo de concentración nazi de Mauthausen junto a su padre y a su hermano.


Fue el presidente de la asociación más importante creada por los supervivientes españoles tras la guerra y nunca recibió reconocimiento por parte del Estado español”.

https://www.eldiario.es/sociedad/Campos-concentracion-mujeres-represion-familias_0_884362552.html. "Que se hable de la represión y sufrimiento de estas mujeres que se quedaron sin hijos, sin padres, sin marido, sin hermanos, y sin nada". José Manuel Castiello escribió un libro sobre la experiencia de su familia, Los Castiello, la lucha por la libertad. En 1942 les dieron la libertad definitiva, pero "no les dejaron en paz", Podían irse con la condición del destierro: no podían volver a Peón, Villaviciosa, su lugar de origen. Siguió la vigilancia durante unos años, hasta los años 50...".





viernes, 19 de abril de 2019

TUS PASOS EN LA ESCALERA. Esperando el fin del mundo que ya está aquí


También podría haberse titulado: “Mientras te espero”, pero quizá este segundo título parecería más de película romántica mientras que el primero queda más abierto/ambiguo y puede abarcar también el miedo  e incluso el terror.

Tiene un comienzo soberbio: “Me he instalado en esta ciudad para esperar en ella el fin del mundo…”. Algo que, en principio, nos parece apocalíptico e improbable y que, a medida que avanza uno en la lectura, se revela como nuestra situación actual y real,  a la vista de las informaciones de cada día.

Cambiar de país, de ciudad y de vida

Mientras espera y pone la casa a punto, el protagonista reflexiona y nos pone al día: sobre él; sobre su pareja, Cecilia, investigadora,  que está fuera; sobre su perra, Luria; sobre Nueva York, su anterior destino; y sobre las diferencias (y similitudes) con Lisboa, su actual hogar… “Este barrio es una aldea en la que se saludan los vecinos y donde puedo comprar Le Monde y el New York Times… dos ciudades atlánticas, cada una con un gran río, con puentes admirables…”.

La rutina diaria

“Los mismos gestos los repito con exactitud cada mañana. Lo primero es servirle la comida a Luria en su cuenco. Mientras se hace el café pongo sobre la mesa los dos manteles, las dos tazas, los dos juegos de cubiertos…En el centro de la mesa pongo alineados el tarro de la miel y el de la mermelada, la jarrita con la leche caliente…”.

El resumen de una vida

“Fui expulsado de un paraíso de vagancia, ensoñaciones y lecturas a los trece o catorce años, y sólo ahora vuelvo a él después de una vida entera de exilio…”. “Soy un aspirante a Montaigne y a Robinson Crusoe y al capitán Nemo…”.

No pienso trabajar nunca más; ni un solo día, ni una hora

“Cuidaré el huerto, cuando lo hayamos plantado. Iré por las mañanas con mi mochila al hombro al Campo de Ourique para hacer la compra. Cocinaré para Cecilia. Ordenaré con más cuidado los libros, los discos y las películas. Le daré a Luria paseos saludables…Me ocuparé de buscar buenas panaderías…”- son algunas de las actividades que se propone.

Me doy cuenta de que tengo muchas menos necesidades de las que creía

“A partir de ahora no nos hará falta gastar mucho dinero. Nos hemos librado de la extorsión continua que es la vida en Nueva York…La ropa y el calzado que tengo me podrán servir con un poco de cuidado para el resto de mi vida”.

La biblioteca es otro almacén de víveres para la espera del fin del mundo

“Es una biblioteca…como para una reclusión indefinida. Y, sin embargo, no hay en ella demasiados libros, quizás no más de trescientos…”. Melville, Faulkner, Conrad, Chéjov y Henry James, Dickinson, Woolf, Carson McCullers, Flannery O´Connor, son algunas de sus joyas. “A Montaigne lo tengo siempre al alcance de la mano”…

Los libros que lee el protagonista

El libro (las memorias) del almirante Byrd,

El suceso no nombrado

El 11 S en Nueva York es el telón de fondo, el punto de fuga. “Aquella mañana que parecía que se acababa el mundo, Cecilia y yo bajamos la supermercado queriendo comprar cosa imprescindibles para una emergencia, por miedo a que sucediera otro ataque que lo trastocara definitivamente todo…Pero qué compra uno si no tiene ni idea de lo que puede suceder…”. “En Nueva York se hizo un gran silencio la tarde del 11 de septiembre porque quedó suspendido el tráfico aéreo…”.

Lisboa y Nueva York se superponen y, a veces, se confunden, son intercambiables en algunos de sus paisajes. “Antes salía a correr por la orilla del Hudson y ahora voy por la del Tajo”.

La crisis ambiental/ El fin del mundo ambiental

“En internet he visto cauces de ríos alemanes que se han quedado secos por el calor extremo y la falta de lluvia…He leído que una de cada ocho especies de pájaros están en peligro de extinción en el mundo…Cada vez más garrapatas, cada vez menos luciérnagas…2017 fue el año récord de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera…Veo fondos marinos esquilmados por…los cangrejos verdes…[que] atacan en grupo a langostas mucho más grandes que ellos…”.

“El fin del mundo es un hecho frecuente. En cualquier parte puede estar sucediendo ahora mismo un Apocalipsis. En las selvas tropicales de América millones de ranas amarillas han sucumbido en poco tiempo a un hongo letal…un grupo de islas en el Pacífico…ya ha empezado a desaparecer por la subida del nivel del mar… El incendio Thomas (los grandes incendios  (megafires) ahora tienen nombres, como los huracanes) duró un me entero…El incendio Carr lleva asoladas 66.000 hectáreas… [66.000 campos de fútbol]… En El Salvador las cosechas se han arruinado después de un mes entero con temperaturas máximas por encima de los 41 grados…En Roma…, la población de gaviotas ha crecido en los últimos años hasta alcanzar las decenas de miles”…

Recoge opiniones reales, como la del historiador británico Antony Beevor: “Beevor dice…que el cambio climático va a acabar en este siglo con la democracia en Europa…Dice que el cambio climático lleva años provocando una sequía  irreversible en los países africanos al sur del Sahara…Los europeos votarán cada vez más a partidos racistas y preferirán la demagogia de la seguridad y las fronteras al espejismo desacreditado de la democracia…”.

Un quiebro hacia la mitad de la novela

El libro empieza a derivar en astracanada a partir de la visita al Palacio, y luego, en El cuento de la criada (en el sentido que dijo su autora de que no saldrían inventos ni teorías que no hubieran sucedido ya) y en 1984. “Saben en qué están invirtiendo ahora mismo cinco de cada diez de los hombres más ricos del mundo…? En búnkeres, silos de misiles desocupados, refugios antinucleares de la guerra fría…islas…Estos líderes saben mejor que nadie lo frágil que es la situación en nuestro mundo global hiperconectado…”. El Proyecto de Supervivencia Condo (búnkeres convertidos en residencias de lujo postapocalípticas) te pone los pelos de punta.

Frente a ello, la opción del protagonista (solo al final sabemos que se llama Bruno): ser más autosuficiente, más austero. “De todas las ciudades en las que he vivido, esta es la que me parece mejor equipada para una espera…”.

Yo empiezo a preguntarme: ¿Cecilia está muerta, es real…?  ¿Es él el único habitante del mundo…? ¿Tiene alzheimer, es un paranoico…?  No soy una spoiler. Quien quiera saberlo, que lea el libro. La respuesta está en el contestador automático. En cualquier caso, el final es un final abierto.

Despojarse de todo, también en el lenguaje

Yo no era consciente, pero una alumna del taller de escritura, me lo señala: “El lenguaje de Antonio Muñoz Molina es ahora más sencillo y con frases más cortas que cuando empezó a escribir… “. “Todo lo más simple es de una complejidad inaudita”…Quizá sea un proceso que va con el desasirse de las cosas materiales.

Un libro heredero de Un andar solitario entre la gente

Antonio Muñoz Molina comparte muchas emociones suyas a través del protagonista (le presta pensamientos y sentimientos). Y reúne dos ciudades que han sido esenciales en su vida y en su obra: Lisboa (desde su novela El invierno en Lisboa, publicada en 1987) y Nueva York (Ventanas de Manhhattan).

Lisboa, en concreto, se convierte en un lugar de vuelta, de “regreso a casa” frente a una Nueva York que se le ha ido convirtiendo en agresiva e invivible “La ciudad que me había estimulado tanto cuando la visitaba me aturdía y me angustiaba ahora que vivía en ella…Me desconcertaba la mezcla de amabilidad efusiva y crudeza inflexible…la actitud de ensimismamiento y defensa neoyorquina…”.

Los lugares de Nueva York

El [río] Hudson, el [puente] George Washington, la torre de la Riverside Church…; el brunch de los domingos en el Ocean Grill;…almorzando en La Flor de Mayo, el peruano de la Calle 100, delante del ventanal que da a Broadway…Silver Moon, nuestra panadería de Nueva York…, aquel sitio de Union Square, The Coffee Shop…Las comidas de los sábados en Henry´s… La librería Book Culture de la calle 112…Nuestro Farmer´s Market…

Los lugares de Lisboa

Mascote do Sacramento (restaurante): “sirve el mejor bacalhau á brás de Lisboa”. El jardín del Museo de Arte Antiga… el [Jardín] Botánico Tropical… (el mercado de) Campo de Ourique…el barrio de Graça…el mirador de Nossa Senhora do Monte…”Te llevaré en el tranvía número 18…hasta la verja misma del Jardim Botânico da Ajuda, y en el 25 hasta el Botánico tropical de Belém”…

Sobre la lectura

“La lectura abrevia y distrae el tiempo de la espera”. “Mientras estoy leyendo, el tiempo queda en suspenso”. “Leo dos o tres libros a la vez, según las horas, en distintos lugares…En un grado de grosor descendente están los libros de leer en la cama, y los de llevar en la mochila, o en el bolsillo de la chaqueta”.

Alguna definiciones afortunadas

“Leer es una vagancia sin monotonía”.

“Bioluminiscencia… un poema telegráfico de una sola palabra”.

“…el bronceado como de terracota…”.

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“…Políticamente, soy un socialdemócrata: defiendo la instrucción pública y la sanidad pública, el respeto escrupuloso de la legalidad democrática, la igualdad de hombres y mujeres, el derecho de cada uno a elegir su forma de vivir y si es preciso de morir dentro de la conciencia de nuestra responsabilidad como ciudadanos. Derechos sin responsabilidades son privilegios; un derecho individual beneficia a la comunidad; un privilegio siempre se ejerce a costa de alguien. Ser progresista no es defender a rajatabla al grupo al que uno pertenece sino vindicar como propias las causas singulares de quienes en principio no son como nosotros. Un progresista, aunque sea hombre, es feminista; aunque sea heterosexual, defiende con vigor el respeto a la condición y la igualdad jurídica de los homosexuales; un progresista se rebela contra el sufrimiento innecesario de los animales y contra el despilfarro de los bienes ambientales que son de todos, también de las generaciones futuras”.



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“Cada diez años, cortamos el 1% de la totalidad de nuestros árboles sin volver a repoblarlos, lo cual representa el equivalente a la superficie de Francia. De manera que, década tras década, se ha ido borrando de la Tierra una Francia detrás de otra”…








https://elpais.com/elpais/2019/03/22/ciencia/1553275685_962482.html. El cerebro produce miles de neuronas nuevas hasta pasados los 80 años.


https://elpais.com/diario/2009/01/29/necrologicas/1233183601_850215.html. Henry G. Molaison (H. M.), el paciente con amnesia "pura".




lunes, 8 de abril de 2019

LAS INVIERNAS. Una joya de novela



A veces, una,  buscando otra cosa, encuentra una joya. Es lo que me ha pasado con Las Inviernas. Buscaba, por orden alfabético, varias obras que tenían que ver con el mundo rural.

Vi el título una primera vez: me sorprendió y seguí vagando con la vista por las baldas de la librería. “¡Vaya! No tienen nada” – me desesperé. Y el ojo volvió a recaer en las mismas  extrañas palabras. “Las Inviernas”. Lo saqué para verle la portada: dos mujeres que transportan bultos sobre sus cabezas, de espaldas, en blanco y negro. La foto también me gusta. Transmite.

No conozco a la autora, una mujer: Cristina Sánchez-Andrade. En la solapa leo que es de mi quinta, la de los años 60. Nunca he leído nada de ella, ni creo haber oído su nombre antes. Nacida en Santiago de Compostela.

Mientras empiezo a leer, me viene a la mente una noticia leída hace poco sobre “Las Marías de Santiago”. Incluso pienso en “Las Guindillas” de Delibes, las hermanas de El camino.

“En su obra abundan referencias a la tradición oral” -leo en la Wikipedia. Los títulos de sus novelas incitan a leer: Las lagartijas huelen a hierba, en 1999; Bueyes y rosas dormían, en 2001; Ya no pisa la tierra tu rey, en 2004…


Y yo, sin enterarme de nada…Y Las Inviernas es de 2014, hace ya cinco años…

Al fin, gugleando por ahí, encuentro que sí había tenido un encuentro con la autora: fue en la reseña sobre el diario de juventud de Flannery O´Connor, a su vez un descubrimiento por parte de una de mis talleristas, ahora, amiga.

¡Ah! Y el reportaje de Las dos Marías es también suyo. Al final, una encuentra las cosas cuando las tiene que encontrar…

La novela está dedicada “A mi abuela Isadora, que nos regaló muchas de estas historias”. En el capítulo de agradecimientos, al final, también entre otros, están sus tías, “especialmente María Paz, que heredaron el gusto por contar de mi abuela”. Y su madre, que le acompañó “en busca de los recuerdos de la familia”. 

El telón de fondo: los secretos, rumores y sobrentendidos


Tierra de Chá es el  lugar donde sucede la historia en 1950 (la llegada de Ava Gardner a España para rodar El holandés errante en Tossa de Mar nos determina la fecha), con referencias a momentos del pasado (La Guerra Civil, 1942, 1948…). “Lo nuestro…”.  Lo mío…”.  “Lo que sucedió entonces…”. “Lo que le pasó al abuelo”...- nos van presentando la zanahoria detrás de la cual vamos intentando desentrañar lo que se desvela a cuentagotas. Por momentos, me viene a la mente el tremendismo de Cela, el humor de Don Camilo, las estrategias de Agatha Christie o las ensoñaciones de Cunqueiro. Hacía mucho que no encontraba un argumento y un lenguaje tan originales.

Palabras que he aprendido

Gatipedro, arresponsador, antroido, oblata, rueiro, tecelata, lareira, maestro de ferrado,  (Quien quiera saber lo que significan, ¡que lo busque en el diccionario, como yo!...).

SABER MÁS

https://elpais.com/elpais/2017/06/18/eps/1497737128_149773.html. Querida abuela, columna de Cristina Sánchez-Andrade. “Queda poca gente que converse y sobre todo que escuche como tú lo hacías”…“Tal vez, los secretos que todos escondemos son los que mejor nos definen”.





Otras novelas que quiero leer

María Sánchez (Córdoba, 1989): Tierra de mujeres. “En mi casa, las mujeres no nos regalamos flores, sino ramitos de laurel, perejil o hierbabuena”. "La primera veterinaria de nuestro país, María Cerrato, estudió para poder heredar el oficio y el lugar de trabajo de su padre. Necesitó un permiso del ministro y un certificado médico para cursar una carrera que terminó en dos años”.

https://www.revistacactus.com/la-importancia-de-un-nombre/. La importancia de un nombre, por María Sánchez.


Elvira Valgañón (Logroño, 1977): Invierno.


Lara Moreno (Sevilla, 1978): Por si se va la luz.


Pilar Fraile (Salamanca, 1975): Las ventajas de la vida en el campo.