El libro de Peio H. Riaño (Madrid, 1975), licenciado
en Historia del Arte y Periodismo y estudiante de Antropología, pone el acento
en lo que hay “detrás de…”. En 2014, ganó el Premio de Periodismo Cultural José
Luis Gutiérrez, donde el jurado resaltó su “forma renovadora y crítica de
entender el periodismo cultural, basado siempre en la indagación y el trabajo
de fuentes y obstinado en resaltar las contradicciones y paradojas de nuestro
tiempo”.
En cada capítulo de Las Invisibles, un cuadro sirve de
revulsivo y para revisar y re-leer la
historia de otra manera, más verdadera: Las hijas del Cid (Violadas por el arte), Inocencia (para presentar La mirada pedófila)…
Tiene sentido leerlo ahora,
coincidiendo con la exposición del Museo del Prado titulada Invitadas.
En ella, el cuadro
deteriorado (por el abandono y el desinterés) de una pintora granadina del
siglo XIX, Concepción Mejía, da la
bienvenida a la exposición, o no. (Ha sido retirada por dudas sobre su
adscripción…).
"La exposición es una
autocrítica hacia el museo y hacia la propia historia del arte, porque el papel
del que somos herederos es uno muy manipulador que deshizo muchos capítulos que
nunca vamos a recuperar del todo. El de las mujeres es uno de ellos…",
explica a el Diario.es, Carlos G. Navarro, experto en pintura del siglo XIX y
comisario de la muestra.
En el libro, antes de la
introducción, una cita de Emilia Pardo Bazán, en 1886: “Apenas pueden los
hombres formarse idea de lo difícil que es para una mujer adquirir cultura
autodidacta y llenar los claros de su educación”.
“Los hombres son los que
deciden cómo se cuenta la historia del arte en las colecciones de los museos”-
escribe Peio en la introducción. Y continúa: “Este libro es un relato sobre
privilegios y exclusiones cuyo propósito es extirparlos todos”…
En el capítulo 2, El dinero es de ellos, se aportan datos sobre
el “mercado del arte”: “entre 2012 y 2018 hubo ventas de 2.500 piezas de unas
500 artistas mujeres; en el mismo tramo, se vendieron 55.700 piezas de 8.500
artistas hombres”…Las mujeres siempre cobran menos…
Nuevas
lecturas de antiguos cuadros, y artistas
Pedro Saénz Sáenz. “Pintor
prerrafaelista”- dicen en la Wiki. Muy celebrado. En 1897, con el cuadro Crisálida consigue una medalla, y lo
mismo en 1899, con la pintura Inocencia.
Con La tumba del poeta obtiene otra
medalla, en 1901. Hoy, ver a estas niñas hipersexualizadas, cuando menos, nos interpela.
Albert
Fillol, pintor de las “tristezas sociales”
Por el contrario, en 1906,
el pintor valenciano Albert Fillol es declarado “pintor inmoral” por exponer en
el cuadro El sátiro la denuncia de
una violación a una niña de cinco años. “Ofende la decencia y el decoro…”-
dijeron entonces. Antes, en 1897, había pintado La bestia humana, una denuncia contra la prostitución. “Convencido
de que el arte no debe ser un simple
juego de nuestras facultades representativas, sino la expresión de la Vida…”- escribió el pintor en 1913 -hablando de
esta obra. “Algunos críticos me trataron de inmoral…”. Fue gracias a Benito
Pérez Galdós, Mariano de Cavia o Blasco Ibáñez que “me ampararon”, que consigue
una segunda medalla…, sin dinero. “¡Pobre venganza de los altos contra un modesto pintor de las tristezas sociales”.
En tiempos de Napoleón III,
con el salón “de los rechazados”, “nace la primera gran feria de arte
contemporáneo”. “La bomba que lo hizo saltar todo por los aires, en 1863, fue
“Almuerzo sobre la hierba” [de Manet]”. Sin embargo, en el Salón, oficial, de
1863, se celebra La perla y la ola,
de Baudry, “la mejor postal de la mujer objeto”- a juicio de Peio Riaño.
Ante el cuadro de Guido Reni,
Hipómenes y Atalanta, el periodista
se pregunta: “¿Es el arte un producto de un estilo o también de un carácter o
unos prejuicios? ¿Por qué ocultar la vida de los artistas?…”. Al parecer, el
pintor, tenía un ejemplar del libro Malleus
Maleficarum (Martillo de las Brujas),
“el tratado más importante sobre
persecución de brujas en el Renacimiento”. En él se decían cosas como
estas: “El sexo femenino es más tonto y más propenso a confundir las
sugerencias naturales o demoniacas con las de origen divino…Dado que las
mujeres tienen menos poder de razonamiento y menos sabiduría, es más fácil para
el diablo engañarlas con apariciones falsas y engañosas”. Reni prohibió el paso
a su taller a todas las mujeres -excepto
a su madre.
Otro caso es el de Pedro de Madrazo (hijo del pintor
José de Madrazo), responsable de la catalogación de las pinturas y esculturas
del Museo del Prado, en 1843. Él cambia el título del cuadro de Velázquez, La familia de Felipe IV, por Las Meninas. E igualmente, uno de
Rembrandt, donde Judit (la mujer que libra de la esclavitud al pueblo judío)
pasa a ser renombrada como Artemisa. Y escribe en la cartela: “La reina Artemisa en el acto
de recibir la copa, que contiene, mezcladas con el licor, las cenizas de su
marido Mausolo”. Hasta 2009…
La palabra prohibida del
Museo del Prado es “violación”- mantiene el escritor. No aparece en ninguna
cartela (pero sucede en decenas de escenas pintadas…Se prefiere hablar de
“rapto”, “robo” o “sorprendidas”…). Por ejemplo, El rapto de Hipodamía, debía llamarse La violación de Hipodamía.
Hipodamía, el día de su boda es “raptada” por el centauro Eurito. Y lo mismo ocurre con Proserpina, Europa o Las Sabinas…
Clarividencia y
deslumbramiento por un libro que debería ser leído y analizado en las escuelas.
Algunas
frases para la reflexión
Una nueva postura para la
mirada.
Dentro de los grandes museos
no se encierra otra cosa que el mundo
mismo.
En una cartela cabe un
museo. Una cartela es un manifiesto.
Esos cuadros fueron creados
para desvelar…cuán terrible era el mundo para las mujeres.
Lo habitual se confunde con
lo natural.
El mito de la mujer
dispuesta.
El Bosco ha decidido que una
mujer es la mejor opción para representar la soberbia.
La historia del arte es,
sobre todo, la historia de las miradas que lo contemplan.
No hay nada inocente en el
arte, ni en los museos. Ni en las intervenciones de los historiadores sobre los
catálogos.
SABER
MÁS
https://elpais.com/cultura/2020-10-05/el-retrato-oficial-de-la-mujer-espanola-en-los-siglos-xix-y-xx.html. Retrato
de la misoginia en el Prado. El museo explora en ‘Invitadas’ la
construcción del ideal femenino en el arte oficial a través de 130 obras. El
afán moralizante condenó al ostracismo a artistas críticos como Antonio Fillol
o Aurelia Navarro.
https://www.eldiario.es/cultura/arte/invitadas-exposicion-museo-del-prado_1_6276536.html. 'Invitadas' y humilladas: la exposición más importante del año retrata las
vergüenzas del patriarcado y del Prado.
https://www.eldiario.es/cultura/arte/historiadora-destapo-error-invitadas-prado-mascaron-proa-exposicion-caido-discurso_1_6295451.html. Concha Díaz Pascual, la historiadora que destapó que una de las 'Invitadas' del
Prado era un hombre: "El mascarón de proa de la exposición se ha caído, y
con eso también el discurso"
https://www.eldiario.es/cultura/libros/invisibles-museo-prado-ignorando-mujeres_1_6041061.html, Las invisibles', o por qué el Museo del Prado lleva más de 200 años ignorando a
las mujeres. El periodista e historiador Peio H. Riaño publica un libro donde
revisa el patriarcado en el arte y cómo una de las principales pinacotecas de
nuestro país sigue perpetuando este legado.
https://www.elespanol.com/cultura/arte/20180519/prohibido-denunciar-violacion-nina-mejor-desnudarlas/308469153_0.html. Prohibido denunciar la violación de una niña: mejor, desnudarla.
https://www.elespanol.com/cultura/arte/20180427/pintura-inmoral-descubrio-primera-manada-hace-siglo/302970846_0.html. La
pintura inmoral que descubrió a la primera manada
hace más de un siglo.
https://www.abc.es/cultura/arte/abci-amalia-avia-puertas-adentro-200404080300-962868078564_noticia.html. Amalia Avia, De
puertas adentro: “Un hombre puede ser
abogado, ingeniero...; una mujer también, pero a condición de no dejar de ser
ama de casa”.
https://www.megustaleer.com/libros/de-puertas-adentro/MES-112575/fragmento. Fragmento de las memorias de Amalia Avia.
https://www.fillol.es/2biografia.html. Autobiografía de Antonio Fillol, en 1913.
https://historia-arte.com/obras/almuerzo-en-la-hierba. Almuerzo en la hierba.