Buena
oradora, vibrante con la pluma, luchadora, solidaria…, en 2017, es protagonista
junto a otras siete mujeres en el libro titulado Nosotras/Gu geu. Mujeres en la cultura crítica, una publicación de
las librerías La Vorágine de
Santander y Louise Michel de Bilbao
dentro del Proyecto Tan Cerca del
Ayuntamiento de Bilbao y la Fundación Santander Creativa.
La periodista Matilde Zapata
nace en Sevilla el 30 de noviembre de 1906.
Su madre, Carmen Borrego
Vázquez, era de Badajoz. Su padre, Adolfo Zapata Mezquita, de Zamora. Tras
pasar un tiempo en Toledo, la familia se desplaza a Santander hacia 1917, donde
su padre viene destinado como conserje en la Escuela de Náutica.
Una
mujer culta, ¿autodidacta…?
En sus columnas se citan
personalidades como el doctor Gregorio Marañón, poetas como Rubén Darío, los
hermanos Machado o Juana Inés de la Cruz. Escritores como Cervantes,
Schopenhauer o Tolstoi. Blasco Ibáñez, Valdés o Valera. También aparecen
nombres de mujeres, como Aspasia, Olimpia o Minerva. Reseña un par de libros de
Manuel Llano: La Braña, “un libro para el pueblo”, y Rabel. Poco más sabemos; el resto no
serían más que conjeturas.
¿Primera
aparición en público…?
En 1926, con 19 años, Matilde lee en el Ateneo Popular, presidido por Manuel
Llano, dos poemas de Jesús Cancio (“Brindis
al Ateneo” y “Mi ceguera”, un largo poema que comienza: “Ha cegado Dios mis
ojos, y en esta noche en que vivo,/de añoranzas soy esclavo, de recuerdos soy cautivo,/…”).
El 26 de abril de 1932, con 25 años, realiza su primera intervención
pública en Santoña, junto al diputado Bruno Alonso y al profesor Pedro Díez
Pérez (director de la escuela Normal de Magisterio), en una excursión de las
Juventudes Socialistas a esa localidad.
El 27 de mayo del mismo año, publica su primer artículo en La Región (Orfeón socialista “Pablo Iglesias”). Lo firma como “Matilde Zapata, del Grupo femenino
[socialista]”. El coro nace en la Casa del Pueblo (Magallanes, 6) y, su
propósito, además de difundir “las preciosísimas canciones que cantaban los
primeros militantes del Partido Socialista español” [La Internacional
socialista, etc], es “cultivar el folklore de la Montaña y ensayar algunas
zarzuelas de nuestro teatro para luego representarlas”. Está integrado “por
jóvenes socialistas de uno y otro sexo”. Y sus directivos son: Manuel Zárate,
presidente; Ramón Pérez, secretario; Jacinto Obregón, tesorero; y Paquita
Valiente y José Cruz Higuera, vocales.
El 9 de junio publica el segundo artículo, titulado La mujer en acción. Cuenta cómo Hildegart Rodríguez [Madrid, 1914-1933] funda en la Casa del Pueblo
de Santander, un grupo femenino ligado a la Juventud Socialista. Frente a la
opinión de algunos congresistas de que la mujer esté apartada en sus propias
agrupaciones (liceos o ateneos), Matilde defiende que “para la mujer
trabajadora, la mejor escuela es la que está en la brecha de las cuestiones
sociales…al lado del hombre, en la Casa del Pueblo”.
El tercero, el 23 de junio (Jardines de la Infancia), habla
de la Casa [Provincial] de Maternidad, “construida de nueva planta sobre la
Inclusa vieja, gracias a la generosidad de la marquesa de Pelayo…” [en el Alta,
hoy General Dávila]. “En Santander existe un jardín para la infancia desvalida,
un refugio para niños que tiene todo lo que el niño puede necesitar…salas,
ventiladas e higiénicas…, comedores con unas mesas enanas, con arreglo a la
estatura de los comensales, adornadas de flores y manteles de alegres colores,
donde campean unos minúsculos platos pintados con motivos infantiles…El ropero
es algo encantador…La comida trasciende a comida sana y nutritiva…”. Y termina
diciendo “…lo necesario que es…que nos ocupemos todos de que los niños, la
generación de mañana, no lleven en su alma la amargura de sentirse desamparados
y nos puedan culpar de muchos de sus defectos”.
La preocupación por los niños será una constante en sus escritos hasta
el final (uno de los últimos, ya en 1937, en plena Guerra Civil, es el titulado
Los niños y la sirena, en el que hace
referencia al estado mental de la infancia santanderina producto de los
bombardeos y el miedo (“Los niños, que deben reír hasta cuando están dormidos,
tienen quebrada la risa en el aire…saben que cuando tocan las sirenas es que
viene después la muerte…”).
Corazón,
de Edmundo de Ámicis: primer contacto con la injusticia social
Lo cuenta, en 1934, en la
columna titulada “Los presos y los niños de la Escuela Laica de Magallanes” (La Región, 27 de noviembre de 1934).
“…De niñas, cuando íbamos en
Toledo…a la escuela graduada…, leíamos frente al ventanal escolástico…un libro,
que era como un estuche del sentimiento. “Corazón” [1886], de Amicis, el
Pentateuco de la vida sentimental. Nobleza. Solidaridad. Bondad. Exaltación del
amor patrio. Amor universal entre todos los hombres…Leíamos a la hora de hacer
labor…Corazón, de Amicis, nos
iniciaba en la hermosa doctrina del desprendimiento. Garrón, el simpático
Garrón, nos enseñaba a defender al
débil, al pobre, al albañilito pretuberculoso a quien el atlético Garrón
llevaba naranjas; el muchacho florentino nos enseñaba amor a los padres…el
pobre niño fumigador a los doce años, nos hacía conmover ante la injusticia
social…”.
El 18 de noviembre de 1932, constituye en Santander el Grupo Infantil Socialista, junto con
Eduardo Camons (presidente de la Juventud Socialista), con un Cuadro Artístico
Infantil con el que actuarán en diferentes lugares de la región (Nueva Montaña,
Camargo…).
Su presidente es, con doce
años, Eulalio Ferrer, que estudia en la Escuela Laica de Aurelio Herreros
situada en la calle Magallanes 21, cerca de la Casa del Pueblo (Magallanes, 6).
Él la recuerda así en Páginas del exilio
(Aguilar, México, 1999): “[Matilde]…Me trató siempre con extremado amor. Viajé
a su lado por algunos pueblos montañeses, aprendiendo a hablar en público. Era
como la madrina del Grupo Infantil Socialista…”.
“Nuestro norte en la vida es el niño”- escribe el 6 de septiembre de
1933 (“Algo que debe conocer todo el que ame a los niños”). De la visita a las
colonias del Hipódromo [de Bellavista], colonias de intercambio con niños de
Soria, Ávila y Segovia, saca como
conclusión que estas deben ampliarse y que se debe invertir porque los
beneficios son enormes. Además de salud, “una fraternidad entre niños
montañeses y forasteros…una fraternidad que no saldrá nunca de las famosas
Conferencia internacionales” [La Haya, Versalles, Ginebra], donde los hombres
“se disputan sus tratados comerciales con egoísmo fratricida: todo para mi
país, todo para el interés personalista…”.
Reincide al día siguiente
con/en otra columna, “Más sobre las colonias
escolares”, en la que se refiere a la colonia local que sufraga el
Ayuntamiento de Santander. Tras detallar en qué consiste un día en la colonia
(gimnasia sueca, lecciones, cantos
regionales, lectura en la biblioteca, trato social, baños de mar y comida
abundante y variada (“muchos niños, por desgracia, no conocían ni de vista”
algunas de las viandas), resalta algunas deficiencias: “los dormitorios… hay
que modificarlos: necesitan más ventilación y más altura de techo…Otra cosa es
la carencia de agua…el depósito es insuficiente; además, para beber, sabe mal”.
Y explica que, cuando el hipódromo funcionaba como tal, se tiraba una cañería
desde el faro, “donde existe un manantial bastante rico, y se captaba agua para
limpieza de caballerizas y caballos”. Y finaliza: “Estúdiese la posibilidad de
llevar agua corriente para el año que viene…Las colonias del Hipódromo se han
de intensificar”.
De los niños vuelve a hablar
en otro artículo el 10 de julio de 1934, titulado Los amigos del niño y las
excursiones escolares. “Sus primeros amigos son los maestros nuevos, de
esta nueva República…Y luego, los otros maestros, los pedagogos “amateur”, que
componen la Sociedad de Amigos del Niño y la Educación Popular. Con gran
satisfacción, vemos los periódicos locales profusamente engalanados con sendas
fotografías de escolares rurales que vienen a la ciudad, porque ello significa
amor al niño y a la cultura…”.
Y a la generosidad de los niños vuelve a referirse el 15 de diciembre
de 1934 (“Por los niños [de los presos y condenados]. Manolita Vayas”) cuando
explica cómo estos han contribuido a la suscripción iniciada por Izquierda
Republicana para recaudar fondos con destino a los niños que “pasan hambre por
hallarse sus padres condenados a largos años de prisión, y otros, en espera de
ser juzgados”. “Muchos han sacrificado sus perras chicas de juguetes, cuentos y
dulzainas…Los niños de la Escuela Laica de la calle de San Roque…así como los
alumnos de don Aurelio Herreros, director de la Escuela de la calle
Magallanes…y un grupo de chiquillos de la calle Madrid…cuyas madres cargan
carbón en el muelle…”.
Matilde,
vibrante
Matilde era, por aquella
época, vicepresidenta de las Juventudes
Socialistas. El domingo 12 de septiembre de 1934, participa en un mitin con
Bruno Alonso y Eulalio Ferrer Rodríguez en la localidad minera de Barruelo de
Santullán, en Palencia. “Buena oradora, su pluma era suelta y vibrante…Escribía con una letra grande
y espaciosa, que necesitaba muchas cuartillas…”- recuerda Eulalio Ferrer.
Así, “vibrante”, la califica
también el asturiano José María de la Torre (“Julio Vicente” cuando escribía)
en El muchacho inédito (Mercurio, México D.F., 10 de diciembre
de 1949). “…el diminuto Luciano Malumbres [n. 1890, en Palencia. Llega a
Santander en 1916] y su esposa, la vibrante
Matilde Zapata…eran propietarios y directores [del diario La región]. Todo a la vez…”.
En 1933, Luciano Malumbres
Francés se convierte en propietario y
director del diario La Región. El
subtítulo del periódico irá cambiando por meses: de Diario de la tarde de las izquierdas (en enero de 1933) pasa a
llamarse Diario demócrata de la tarde
(en mayo, 1933) y Periódico de clase
(en octubre, 1933).
LOGROS
EN EL ÁMBITO DE LA CULTURA CRÍTICA
En el libro de Ramón
Viadero, Las páginas femeninas de Matilde
Zapata, se hace una selección de 50 de los más de 200 artículos publicados
por ella en La Región entre el 27 de
mayo de 1932 (Orfeón socialista Pablo
Iglesias) y el 1 de junio de 1937 (¿Por
qué soy comunista?).
En ellos, pone de manifiesto
contradicciones, hipocresías e incongruencias de la sociedad de la época, y
apela a la reflexión, la compensación y
la lógica.
“ [el empréstito] lo han de
pagar los contribuyentes; los mismos que han pagado carreras de caballos, y
regatas internacionales, que en nada te beneficiaban…Aquello, dicen ellos, es
de interés general. ¿Fuiste tú a las carreras alguna vez, mujer proletaria? ¿Y
a las regatas? Tampoco…”- llama a votar a la mujer del obrero en febrero de
1934.
Afea a la Junta de damas
defensoras del Asilo de la Caridad que pidan “en una nota ñona, empalagosa y,
sobre todo…, despreciativa para el ser que ha de ir a comer al Asilo de la
Caridad…”, “ropas viejas”. “¿No les sería más fácil, señoras damas, privarse
ustedes de tanto lujo, de tanto automóvil y dar…prendas nuevas a los pobres…?”-
les dice el 6 de diciembre de 1935.
HABLANDO
DE, CON Y SOBRE MUJERES…
El
papel de las mujeres en la sociedad y sus derechos políticos
En distintas columnas habla
o se dirige a la mujer trabajadora: las cargueras del muelle, las pescaderas de
la lonja, las obreras de Santoña, las modistas santanderinas…Describe su
situación en las “Estampas” y apela a su voto ante un referéndum o unas
elecciones próximas. Las incita a reclamar sus derechos o a solidarizarse con
los de sus compañeros: “¡Obrera, a por el empréstito…!”. “¡Solidaridad, obreras
de Santoña!”. Sea un seguro de accidente para los pescadores, o unos sueldos
dignos con los que poder comprar “siquiera palometa”. “¡Deja de ser muñeca para
ser mujer!”- exhorta a las modistillas santanderinas, incidiendo en que no
olviden sus orígenes: que son obreras y pertenecen a la clase trabajadora por
más que se compongan unos trapillos aparentes
y las alaben en coplas y zarzuelas.
Retrato
de Matilde de la Torre, “un ejemplo vivo de ciudadanía”
Relatando “La excursión
artística de Voces Cántabras” a
Madrid, en diciembre de 1932, la califica como “la mujer más interesante que ha dado La Montaña”. Y termina el artículo,
diciendo: “Esto [el homenaje que le hacen las mujeres de la Asociación de
Educación Cívica de la Mujer -donde realizan una audición-, a la que pertenecen
“mujeres tan ilustres como María Martínez Sierra y Pura Ucelay,…mujeres
intelectuales, músicas, compositoras y literatas…”], le valdrá a nuestra
ilustre paisana para seguir adelante, no haciendo caso de los agudos guijarros
que la quieren poner en su camino gentes que, ciegas, ansían eclipsar una
lumbrera que, pese a quien pese, brillará en el hemisferio del arte y las
letras, como estrella de primera magnitud”.
“Un poco poeta, un mucho música y un todo completo…”- la describe en
1933 (“Mujeres de España: Matilde de la Torre”). La bautiza como “La Alonsa Quijano de las ideas puras…La Teresa de Cepeda…de las Casas Campesinas”.
“Conferenciante, música, investigadora
notable, poeta, luchadora encarnizada por y para la justicia…”.
“Vigorosidad de pensamiento, fuerza de voluntad, tozudez…habla con claridad
cristalina…” -cita como sus mejores
cualidades.
Se refiere a ella en otras
columnas: en una, no firmada, sobre “Una conferencia” de Matilde de la Torre en el teatro de la Casa del Pueblo, en
Santander, con motivo de la “Semana de Agitación Femenina” (febrero de 1933)”,
la tilda de “infatigable luchadora
socialista” y habla de ella como “la calumniada y escarnecida luchadora”.
Termina: “Cuando oigo calumniar a una persona, digo: ¿Cuántas verdades habrá
dicho?”.
Una
carta a Matilde de la Torre, Tildín, amiga
No fue solo compañera de
actos, sino amiga querida y admirada, según una carta que puede datar de
noviembre de 1935, transcrita por la sección político-social de la Delegación
Nacional de Servicios Documentales, en 1955/1956 (durante la guerra, Delegación
de Estado para la Recuperación de Documentos, la DERD, que centralizaba la
documentación incautada a personas y organizaciones del bando perdedor):
“Mi estimada y admirada
amiga Tildín: He estado enferma estos días con mi catarro que, por falta de
tiempo para cuidarle, me va a dar la lata. Te supongo en plena propaganda por
tierras de Extremadura y sé que además de dejar desparramada tu ingénita
voluntad y talento, harás comprender la eficiencia y necesidad del ideal
socialista, tan atropellado y mal interpretado. Ayer se reunieron las fuerzas
vivas de Santander para tratar del asunto del ferrocarril
Santander-Mediterráneo y no te puedes dar idea del espectáculo tan bochornoso
que se produjo. No se dejó hablar ni a Bruno [Alonso] ni a [Ramón Ruiz] Rebollo, mientras que a [Isidro] Mateo [Ortega] y [Ramón] Menezo y
comparsa, no se les puso trabas a pesar de las cosas tan absurdas que dijeron.
Fue vergonzoso. La gente en la calle esperando que del Círculo Mercantil saliera la solución y, de allí, no salió (salieron)
más que insultos indecentes para los socialistas y una situación de caos que no
sé cómo se va a arreglar. Razón tenías tú en aquellos artículos (en) que
presentabas la idiosincrasia de este pueblo de Santander, que es un
Villacaciques grande, con notarios y todo. Juanito Ruiz me ha dicho que este
domingo piensan ir a Cabezón a la cuestión de la CAO [Cooperativa Alpargatera
Obrera, fundada por Matilde de la Torre el 2 de octubre de 1931. Fue incautada
el 2 de septiembre de 1938 por ser considerada desafecta al nuevo Régimen]. Yo
he querido que me dijera algo de su impresión, pero estos representativos
(representantes) son muy cucos y tuvo la habilidad de no contestarme. Me han
gustado mucho tus artículos sobre la tierra llana de Castilla, así como 500
pesetas de El Socialista, en el que tan admirablemente retratas a la señora de
la clase media. Cumplo tu encargo de mandarte periódicos donde me indicas.
Cuídate, trabaja todo lo que puedas, que es fácil que otros pueblos que no sean
el tuyo, y su madre, Santander, te hagan toda la justicia que tú mereces por tu
valer. No se me olvida aquello que dijo aquel señor de que gracias a Dios que
se había encontrado en España una mujer que no escribiera tonterías. Te quiere
y admira muchísimo, Matilde Zapata.
“Recados”
a Gregorio Martínez Sierra y a Víctor de la Serna y Espina
A Gregorio Martínez Sierra,
que ha hecho un comentario en “La Región” de Orense sobre “las mujeres pobres
que trabajan para ganar la vida”, exhortándolas a que “canten mientras
trabajen”, en junio de 1933, le responde: “No mande usted cantar a la pobre mujer obrera española: está
muy triste; tiene toda clase de hambres
insaciadas. Debe usted dirigir su limpia prosa a los otros, a los “pobres
ricos”…En ellos está el secreto del reír de la mujer obrera: que no acaparen
ellos todas las cosas placenteras, que abran más la mano…”.
“Mi prosa es dura; no tiene las sonoridades de tu estilo…”- le dice
desde su columna a Víctor de la Serna y Espina, en 1933.
OTROS
TEMAS SOCIALES
La
Junta de Damas y la Justicia social
En 1935 (el 6 de diciembre),
encabeza la columna “La divina caridad. Junta de damas”, con una cita del
sacerdote “Juan García Morales” [pseudónimo de Hugo Moreno López, Almería,
1883- Libourne, Francia, 1946] en su libro “Hipócritas, farsantes, fariseos”: “Si
no fabricarais pobres, no tendríais necesidad de fundar asilos”, que ya es
bastante explícita de lo que va a tratar.
Cita apellidos de estas
“damas aristocráticas montañesas”, de nombre “Saráchaga, Pombo, Mendicouague”,
y les afea: “…si la clase a que pertenecéis hubiera sido más justa, más
equitativa, MÁS CRISTIANA…Pero en lo social…, vosotros no existiríais como
clase superior; y, naturalmente, no tendríais que tomaros ahora el terrible
trabajo de andar pidiendo, para esos a los que llamáis con lágrimas en los ojos
“infelices desheredados de la fortuna” y “desgraciados”, y unas cuantas cosas
más que terminan en “ados”. Yo añado unos “ados” más: resignados, explotados,
maltratados…”.
Meditación
ante una muñeca de 0´95 [ctmos.] Los antecedentes del “Comercio justo”
En enero de 1934,
coincidiendo con el Día de Reyes, escribe una columna con una reflexión sobre
la muñeca de 0´95 céntimos que han comprado en el periódico para obsequiar a
una niña huérfana (La pensión que le ha quedado a su madre, de 2´50 pesetas, y
otros tres hermanos a los que alimentar, no permiten a la familia un gasto que
se les hace enorme): … “Es imposible que sin pagar el trabajo, la mano de obra,
en precio de almoneda, se pudiera formar, por 0´95, una muñeca tan perfecta y
tan bien vestida”. Y sigue: “Esta muñeca significa la “serie” agotadora donde
el obrero fabrica en tropel piezas de automóvil, zapatos, chalecos y todo lo
que supone la comodidad del hombre civilizado. Supone, las ceramistas de
Valencia, y La Cartuja, y Talavera, que pintan muchas horas por escaso
jornal…mientras las obreras van dejando la vista en las ánforas árabes o en los
talleres de deshilachados en Lagartera…La muñeca de 0´95 simboliza que aún se
gana una peseta por ocho horas, de jornal. Que una obrera ha tenido que cortar
miles y miles de diminutos equipos; ha de haber pintado miles y miles de
boquitas rojas, y ojos negros, garzos, azules, con pestañas a lo Pola Negri,
para que le den unas pesetas semanales”. Y es lo mismo en la compra de prendas
confeccionadas: “Por hacer una chaqueta de mahón, noventa y cinco céntimos; por
un calzoncillo, un real; por una trinchera de tres telas, tres pesetas…La
señora puede comprar barato prendas hechas gracias a las interminables horas de
vela en que la obrera está incrustada en la máquina…”. Y termina: “Nos duele
esta muñeca de 0´95…porque vemos el taller donde la obra muñequera se consume
en el inmenso osario que es la sala de trabajo…”. Y, sin embargo, a pesar de su
amargura, ha de reconocer (“Nosotros [los del periódico] somos pobres”) que “Si
no hubiera muñecas de 0´95, no habría niñas huérfanas que sonrieran…”.
El
mundo del circo y las condiciones de trabajo
De las condiciones de
trabajo, ha hablado en “La última pirueta de Yuki-naito”, en septiembre de 1933.
En este caso, refiriéndose a la joven artista (20 años) que cae en el Circo
Price de Madrid, “por entretener al público con proezas…por ganar unos duros…”.
Sin seguridad, con riesgo.
Según ella, hay que hacer
mucho más: “Se ha perseguido la trata de blancas; unas juntas integradas por
mujeres han impedido que sea más extensa la prostitución; pues bien, esas
sociedades que defienden a la mujer y al niño debían encaminarse a impedir que
las mujeres distiendan sus miembros bárbaramente, destrocen su aparato
reproductor en la violencia de los ejercicios, y algo más: que estas mujeres
trabajen en el circo en condiciones que todos hemos podido apreciar: en
situación que esperaban un nuevo ser…”.
Y
SIGUEN DE ACTUALIDAD, CASI 100 AÑOS DESPUÉS
Los
toros…
En la columna “Las señoritas
toreras, el toreo bufo y la España mejor”, de febrero de 1935, aprovecha las
palabras del ministro de la Gobernación, el señor Vaquero, para distinguir
entre “lo urgente y lo importante”. Al ministro, le parece “impropio de un
régimen que ha venido para hacer una España mejor”, el “espectáculo de unas
mujeres hambrientas” (también dice “o megalómanas…”), que “arrastran por esos
ruedos el pelele de su indigencia”.
Y le contesta…: “Por los
barrios de Madrid, calle del Amparo, Lavapiés, calle de Toledo…por allí, sí
arrastran las mujeres el pelele de su indigencia. Son las alquiladoras de
caricias que tienen hambre. Por la Puerta del Sol, por Alcalá, arrastran otras mujeres
el pelele de su indigencia, pidiendo limosna con un niño de la mano…Esas son
las que debe salvar la República que vino a hacer una España mejor…España será
mejor cuando en los quicios de las puertas no mueran mujeres de hambre y de
frío, cuando no mendiguen, cuando no se prostituyan…porque habrá acabado con la
injusticia”.
Hay que distinguir lo
fundamental de lo trivial o circunstancial: “Lo de las señoritas toreras es una
futesa…Las señoritas toreras no desacreditan a España ante el extranjero…Y conste
que no admiramos a las hijas de La Reverte [María Salomé, una mujer torera que
debuta en 1888], las disculpamos nada más. Lo que no disculpamos es lo otro, lo
que debe ver el ministro y debe remediar la República”- termina.
Antes, al comienzo, ha dejado
traslucir su opinión sobre las semejanzas entre el “toreo bufo” y las corridas
de toros clásicas. …”el toreo bufo donde un pobre becerrete es víctima del mil
herejías, las mismas que hemos visto cometer por toreros de cartel en nuestras
corridas de abono. Ocho, diez pinchazos, catorce, catorce descabellos después
de haber destrozado los varilargueros al pobre bicho a puyas barrenadas…hemos
visto cometer atrocidades a los de los
trajes de luces, tan denigrantes como
las que califica el señor Vaquero y que se ejecutan en las charlotadas. Por lo
que sería preferible que se suprimiera
toda clase de toreo si se quiere evitar lo que titula el señor Vaquero
“indigno de una sociedad civilizada”.
El
crimen pasional. La violencia de género
El 6 de octubre de 1932, a
raíz de un asesinato, escribe Matilde Zapata sobre “El crimen pasional”.
“…Doctores tan ilustres como Marañón han estudiado el crimen pasional y lo han
despojado de todo el romanticismo, de toda la elevación de miras con que el
pueblo ha querido justificar lo injustificable y lo han quedado [dejado] en lo
que es. En muchos casos, una costumbre racial del pueblo español absorbente con
tendencia a hacerse amar a la fuerza…El crimen pasional es el producto neto, no
de la fogosidad exclusivamente y el temperamento de los españoles, de la afectividad de sus exaltados movimientos
atléticos, sino de una deficiente
educación sexual, de educación de sentimiento y educación de pensamiento…Eduquemos
al pueblo. Eduquémosle en el aspecto sexual…sin rubores idiotas…Quitemos de
nuestra flora literaria ese fárrago de héroes vengadores que llenan nuestras
novelas, nuestro teatro…Quitemos de las canciones y de los romances los
personajes de navaja y vitriolo…Eduquemos al pueblo…con los elementos que da la
nueva sociología eminentemente humanista…”.
Feminismo.
El doctor Madrazo, “soñador de la paz mundial”
Vehemente, admiradora del
Dr. Madrazo (“soñador de la paz mundial y del triunfo de la sociología, llevada
por manos de mujer”) le dedica el artículo titulado “Femeninas”, el 29 de
septiembre de 1932.
Una visita a su casa, y sus
palabras, le servirán para reflexionar y casi desplegar un manifiesto a la
manera de Gioconda Belli en El país de
las mujeres, 80 años más tarde. “¡Paso a la mujer!...Fracasado el hombre en
sus deseos imperialistas e inhumanos, fracasada la sociología que ellos han
querido imponer por medios distintos a los del amor, la justicia y la belleza,
debe ser noble – ya que no ha sido justo-, y dejar paso a la Fémina, que con
sus suaves manos de madre de la Humanidad, no consentirá nunca que los hombres,
sus hijos, se maten estérilmente en luchas de egoísmos. Ella, quitará de la
política lo nocivo y servil”. Y aclara que “la mujer, por interesarse en las
cosas sociales y políticas, no pierde su feminidad”. “Los hombres han fracasado
en su política y su sociología” – le ha dicho don Enrique. “¡¡Paso a la
mujer!!”.
El 3 de marzo de 1934, en
contestación a un artículo firmado por un tal José Alonso en El Cantábrico (“La paloma para el
nido”), “un trabajo antifeminista rabioso y una elegía cantada a la mujer
apegada a la rueca, a la “paloma del nido”, escribe la columna titulada “Para
un antifeminista”.
En ella, le aclara: “…está
en un error crasísimo al creer que la mujer ha perdido feminidad al meterse a
política y revolucionaria. El lanzarse la mujer a la conquista de sus derechos
políticos, lo ha hecho no por deseo de exhibicionismo, ni siquiera por
vanidad…Ha querido imprimir feminidad, sentimiento femenino, a todo el conjunto
que forma la vida en su aspecto
político-económico-social. Espectadora sempiterna de la construcción
social hecha por el hombre de todos los tiempos; fatigada de llorar las leyes,
se ha sentido con fortaleza suficiente…, con capacidad bastante, no para
sustituir al hombre, sino para ayudar al hombre…”.
En cuanto a otra afirmación
suya, acerca de que el paro se produce por la “intromisión” de las mujeres en
el mercado laboral, le matiza: “La intromisión de las mujeres… en los bancos,
oficinas, ministerios y comercios, ha hecho cosas tan “atroces” como disminuir
los matrimonios de conveniencia…o la prostitución”.
Y termina: “Consuélese el
articulista: Hay palomas. Lo que es, es que ya vuelan muy alto y no las alcanzan
los palomos ladrones. Además, recuerde a la poetisa [sor Juana Inés de la Cruz,
en el famoso poema que comienza: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin
razón…]: “Amadlas cual las hacéis – o hacedlas cual las amáis…”.
El 15 de abril de 1937, en
plena Guerra Civil, en uno de sus últimos artículos, titulado “Nosotras”,
conmina a sus compañeros hombres a respetarlas: “¡Respetadlas, ciudadanos! No
veáis en ellas un competidor…”. Son las mujeres que van “a enrolarse a la guerra en la retaguardia”, a
aprender en los talleres y en las fábricas. “Con nuestro auxilio se ganará la
guerra, y sin él se perderá”.
Antes, hace un repaso de
frases expresadas por “hombres célebres”, no muy halagüeñas para las mujeres, y
de retratos realizados por escritores: “ese tipo de mujer de pandereta, de
claustro, de palacio real, de cortijo cordobés”; les reprocha que “ninguno supo
extraer de nuestras mujeres ni una Aspasia, ni una Olimpia”. Pero hoy, “Minerva
[la inteligencia] ha ganado a Ceres [la madre nutricia]…Ha nacido ya la mujer
moderna”.
ACTOS
DE CONCIENCIACIÓN Y PROPAGANDA
Actos
organizados por el Grupo Femenino Socialista
Las conferencias son
variadas y abarcan diferentes temas de actualidad; tratan sobre: religión, el
paro obrero, la evolución política de la mujer, la ley del divorcio, la nueva
escuela, la sexualidad o la tuberculosis pulmonar.
Los ponentes, son médicos,
maestros, políticos…Antonio Sandoval, Pedro de Castro, Antonio Tomé;
Pedro Díez, Jesús Revaque, Lorenzo Gascón; Bruno Alonso, Matilde de la
Torre, Eduardo Camons…
Participación
en mítines de propaganda
Entre 1932 y 1936, Matilde
Zapata acompaña a distintos oradores por la geografía de la región, hoy
comunidad autónoma: La Albericia, Campuzano, El Astillero, Guarnizo, Liaño,
Sarón, Liérganes, Los Corrales de Buelna, San Felices, Nueva Montaña, Santoña,
Torrelavega, Solares, Santander, Peñacastillo, Escalante, Cieza, Valle de
Camargo o Ruerrero. E incluso de la cercana Palencia (Guardo y Barruelo de
Santullán).
En unos casos serán
conferencias; en otros, actos socialistas y, a veces, inauguraciones (una Casa
del Pueblo, la creación de un Grupo Infantil Socialista…).
Sus acompañantes más
habituales: Bruno Alonso, Pedro Díez Pérez, Eulalio Ferrer, Francisco Noreña,
José Benito y Juan Ruiz Olazarán. Mujeres, cuatro: aparte de ella, Matilde de
la Torre, Josefina Granados y María Las(s)o.
SU
MUERTE
En el expediente procesal de
la prisión provincial de Santander no consta el motivo de su muerte (está en
blanco el espacio dedicado a ello), pero el 14 de junio de 1937 había hablado
por los micrófonos de Radio Santander y, el 1 de junio, una de sus últimas
columnas en La Región se titulaba
“¿Por qué soy comunista?”.
(Según el periódico “Euskadi
Roja”, de 2 de junio de 1937 (página 4), se une ese día, 2 de junio, al Partido
Comunista. La publicación recoge sus motivos: “Dejémosle que hable ella…”: “POR
QUÉ YO SOY COMUNISTA”. Soy comunista porque yo iba a la escuela del marxismo.
Yo iba a la escuela del marxismo y no sabía abrir los libros. Y los que me enseñaron,
tampoco sabían abrir los libros. Yo tuve un hombre bueno dentro del Partido
Socialista, que sabía expresar la verdad: Tomás Meabe [fundador de las
Juventudes Socialistas]. Él, que puso una inyección joven al Partido Socialista
en su renuevo. En la creación de las vanguardias juveniles. ¡Tomás Meabe! Él,
que decía que a cada cosa había que llamarla por su nombre. Y la verdad de
Meabe ha quedado impresa en mí. Yo soy comunista. Y es porque los socialistas,
mis camaradas, mis buenos camaradas de lucha, prefieren tener los libros
entornados. Y yo creo en los libros de par en par. Se es o no se es. Mis
camaradas socialistas me hicieron creer
en una verdad y para (que) ella no se mixtifique, yo soy comunista.
Tengo que agradecer sus lecciones del buen amor a la verdad. Los socialistas
que (digo) me han hecho comunista. Y, después de esto, sigo pensando en Tomás
Meabe”).
Por
la carta que escribe a su abogado defensor en el Consejo de Guerra, Joaquín
Escajedo Navedo, sabemos que le atribuían haber escrito una serie de artículos
(que ella dice no ser suyos), así como que le acusaban de “repartir armas en el
Ayuntamiento” o “subir al cuartel a hacer salir a las tropas”. Ella dice estar
enferma en esos momentos, y que lo pueden atestiguar personas con nombre y apellidos
(el doctor Santiuste y Víctor Salvador, trabajador de La Naval???). Se despide
como “una persona que practica
determinado credo político, pero que no ha cometido ningún acto que pueda
avergonzar a ninguna conciencia honrada”.
Matilde Zapata es fusilada en el cementerio de Ciriego el 28 de
mayo de 1938. Su nombre consta –desde 2001- en una lápida negra junto a otros
827 nombres, bajo el epígrafe “A los héroes de la República y la libertad”.
Su epitafio, quizá
hubiera sido: “Una simple obrera de la pluma”…
HERENCIA
Su
sobrina, Mª del Carmen Zapata Victorero (1939-2016), “la hija de los
comunistas”
Cuenta para el fondo oral
depositado en la sede del Consejo de la Mujer de Cantabria (Archivo Mujeres de Cantabria. Memoria Viva. 2008)
lo siguiente: “[Hacia 1971] Yo vendía en la Plaza de la Esperanza el Mundo Obrero [periódico comunista]… fui
la que más Mundo Obrero vendí en toda
la provincia de Santander… la paloma [enlace con Francia] venía directamente a
mi casa… traía el cliché y tenía la multicopista… escondida en otra casa de mi
propiedad… iba a llevárselos a Torrelavega y Reinosa… cuando nos detuvieron a
mi marido, [Veridiano Rojo Herrero, guardia municipal] que era militante como
yo, le juzgaron como dirigente… nos levantaron hasta las almohadas… nos habían
rodeado la casa… también nos deshicieron la tienda [tenían una tienda de
comestibles en Cueto]… y los niños [cuatro], tuvo que venir una cuñada… yo
estuve en la cárcel dos meses [en 1971], no llegó, y mi marido cuatro años y
dieciséis días”. (Mª del Carmen Zapata Victorero (n. 1939, + 2016), hija de Antonio
Zapata Borrego, hermano de Matilde Zapata, 1911-1981. Antonio tuvo 3 hijos: Mª
Carmen, Liberto Antonio y Matilde). Del Archivo “Mujeres de Cantabria. Memoria
Viva”.
Para el mismo archivo,
relata que a su hermano le llevaron a Potes cuando su padre [Antonio] entró en
la cárcel, en 1939. “Allí se crió hasta los 14 años…”. Su madre, Cuca (Mª
Eugenia) Victorero, muere en 1947, cuando Carmen tiene 9 años. “A mi hermana
Matilde la metieron en un convento, Los Ángeles Custodios, porque andaba con un
chavalín que a mi tía(abuela) no le gustaba nada”. Ella tuvo su primer hijo
antes de casarse, con 16 años, en 1955 (Juan Luis Rojo Zapata). “He tenido una
vida muy dura”- contaba.
De su tía, Matilde Zapata,
recuerda ir con su tía abuela a Ciriego; “Debajo de esa palmera, está tu tía
Matilde…”- le decía. Será su marido el que le explique, más tarde. “Se quedaron
con máquinas y todo de mi tía…[la imprenta] no sabemos dónde está…Me he ido
enterando después…”. (El hermano menor de Matilde, Antonio -su padre-,
administrativo en La región, quiso
recuperar las máquinas, pero fue imposible).
Aunque reconoce entrar en el
mundo de la política por su padre, 26 años encarcelado, quizá le haya
sobrevolado el espíritu de su tía: “Hoy me hablan muy bien…: “Esa sí que era un
mujer…”. Me dicen que era como Dolores Ibárruri…”.
Ella se ve como “una gran
luchadora”, y a sus nietas, les desea “que sean activas políticamente”. “Tienen
que concienciarse…”- decía en 2008.
Su hermana Matilde, que en
2016 vive en Bilbao y que dice no haber tenido nunca problemas por llevar el
mismo nombre y apellido de su tía, me cuenta por teléfono lo que hoy sabe de
ella: “Que era una periodista muy buena, casada con Luciano Malumbres, y que
dirigían juntos un periódico, La Región…”.
“Mi hermana valdría para ser
oradora…”- dice Maricarmen en su historia de vida.
Mª del Carmen Zapata Victorero,
+ 28 febrero 2016, a los 77 años, en La Puebla de Montalbán (Toledo) [cenizas
trasladadas a Cisneros de Campos, en Palencia], ya viuda de Veridiano Rojo
Herrero. Hijos (4): Juan Luis Rojo Zapata,
Francisco Javier Rojo Zapata, Veridiano Rojo Zapata y Andrés Rojo
Zapata.
ENLACES
http://elpais.com/diario/2007/02/03/espana/1170457222_850215.html. Una investigación permite identificar a 850 republicanos fusilados y
enterrados entre 1937 y 1948 en una fosa común en Santander.
BIBLIOGRAFÍA
Las
páginas femeninas de Matilde Zapata. J.R. Saiz Viadero. APC. Asociación
de la prensa de Cantabria. Santander, 2007.
Sobre nosotras...Mujeres de Cantabria. Memoria Viva. Cecilia Gutiérrez Lázaro. Parlamento de Cantabria. Santander, 2008.
RECURSOS
EN INTERNET
BIBLIOTECA
VIRTUAL DE PRENSA HISTÓRICA: http://prensahistorica.mcu.es (La Región, desde el 2 de enero de 1933).
Centro
Documental de la Memoria Histórica (CDMH), antes Archivo de
Salamanca. Correo-e: cdmh@mecd.es. Ficha de encausada de Matilde Zapata Borrego.
AGRADECIMIENTOS
A Ramón Viadero, Jesús Salas
(UC), Isidoro Bermejo, Juan Luis Rojo Zapata y Matilde Zapata Victorero, por
recuerdos, datos y documentos.