En 1918, en la carta
prólogo del texto revisado La cocina
moderna, escribe: “Yo creo y practico que la mujer puede ser periodista,
autor y hasta artista, sin olvidar por eso los pequeños detalles del hogar,
para su acertada dirección, guarda de la salud, la paz y sosiego de la familia
[…]. ¡Yo no me opongo a que las mujeres vayan al foro y al Parlamento…después
de haber dispuesto la cocina en su casa!”.
Así la describe Cansinos-Assens en su
autobiografía La novela de un literato:
“…vestida como de calle,
pero con un delantal ceñido al cuerpo”.
Y, sin embargo, fue la
primera mujer en España que apareció con el título de Redactor. En 2016, la editorial Renacimiento recupera su novela La malcasada.
Carmen
de Burgos nace en Almería el 10 de diciembre de 1867 a las 3 de la mañana y
es bautizada el día 19 en la iglesia parroquial de San Pedro.
Infancia (1867-1883)
“En
mi inolvidable Rodalquilar [el
cortijo La Unión en una zona de intensa actividad minera
de minas de oro] se formó libremente mi espíritu y se desarrolló mi cuerpo…Allí
sentí la adoración al panteísmo…, la repugnancia a la mentira y a los
convencionalismos”. “Recuerdo mis días de Rodalquilar. Cuando el disco de plata
caminaba en un cielo tan claro, tan sin nubes ni celajes, en un cielo seco,
transparente, y se hundía en el agua sin perder su brillo ni su luz”. Allí leía “todo cuanto caía en mis manos”.
Juventud (1883-1899).
Almería
En
1883, con 16 años, se casa con Arturo Álvarez Bustos, quince años mayor que
ella. Pierde tres hijos, “por ignorancia” de ella y falta de caso de él- dirá
más tarde.
“Empecé
por cajista de imprenta en la que poseía mi padre político. Después escribí con
las tijeras para completar un periódico satírico [Almería Alegre]. Mi primer artículo mereció los honores de la
crítica y la reproducción fuera de la provincia”.
Madurez (1900-1932).
Madrid
Periodista liberal.
Admiración por Larra. Colombine
Lo
primero que hizo al llegar a Madrid (en 1899 se separa de su marido) fue
visitar la tumba de Larra en el cementerio de San Nicolás. Como él, viajaría
por Europa, fundaría una revista (Revista
Crítica, 1908, 7 números) y escribiría artículos con seudónimos.
El
10 de mayo de 1900 ve por primera vez su nombre impreso en la revista Madrid Cómico, fundada en 1883 por Clarín. Firma unos versos titulados Cantares.
A
finales de 1902 ofrece crónicas femeninas a El
Globo y artículos sobre Derecho Penal a La
Correspondencia de
España.
El
1 de enero de 1903 comienza a
colaborar con el recién fundado Diario
Universal por Augusto Suárez de Figueroa: “Como redactora del Diario Universal, se ha encargado de la
sección de Lecturas para las mujeres
la ilustrada conocida escritora doña Carmen de Burgos, que firmará con el
pseudónimo de Colombine”.
El
24 de marzo de 1909 se reúnen en el café Fornos más de 60 admiradores para
homenajear a Larra. “La presidencia la ocupaba el festejado Mariano José…A su
derecha estaba Colombine…A la izquierda, Ramón Gómez de la Serna”. “Yo leía sus obras
con devoción de creyente, recorrí sus lugares consagrados por él y más de una
vez fui a visitar su tumba cuando dormía olvidado en el viejo cementerio de San
Nicolás, donde iban pocas personas”- lee Carmen en su discurso.
En
1909 es enviada a Marruecos por el Heraldo
de Madrid. “He sido la primera mujer que en España ha sido corresponsal de guerra”- dirá en una
entrevista.
Escribió
cuatro tipos de obras: las
prácticas, las literarias, las biografías y los libros de viajes.
Obras prácticas
En
1900 publica en Almería Ensayos
literarios, un conjunto de textos heterogéneos, entre los que destaca “La
educación de la mujer”.
El
divorcio en España, un libro “colectivo o social”
Lo
publica en 1904, tras pedir permiso al director del diario para reunir en un
libro las cartas de importantes figuras del mundo cultural, donde estas opinan
sobre el divorcio. Las cartas eran producto de una encuesta lanzada desde su
columna diaria Lecturas para la mujer,
en la que participan desde Emilia Pardo Bazán, a Baroja o Blasco Ibáñez, entre
otros. Por su campaña y su libro se gana el
apodo de “la divorciadora”.
En
1904 también publica Moderno tratado de
labores y La protección y la higiene
de los niños. Ambas son declaradas de mérito y utilidad para la enseñanza
por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La
editorial valenciana Sempere acoge las obras prácticas, de amplia difusión, de
Carmen.
Campaña del voto de la
mujer. “La sufragista”
En
1906 inicia otra campaña en el Heraldo de
Madrid. En la sección del diario “El voto de la mujer”, pregunta a los
lectores: ¿Debe o no concederse el voto a las mujeres? En caso afirmativo, ¿ha
de ser el sufragio universal o solo para las que reúnan determinadas
condiciones? ¿La mujer puede ser, además de electora, elegible? A pesar de cuál
fuera la respuesta, el voto femenino tendría que esperar a Clara Campoamor en
los años 30…
Obras literarias
La
primera novela corta que escribe
aparece en 1907; la última, en 1932, año de su muerte. Eduardo Zamacois crea la
colección El Cuento Semanal el 1 de
enero de 1907. Carmen publica El tesoro del Castillo ese año. “En mis cuentos era yo, era mi
pensamiento el que se mostraba” (Autocrítica a Cuentos de Colombine”, 1908).
El ciclo de Rodalquilar
Son
textos de inspiración naturalista ambientados en un espacio rural casi mítico.
En 1909, se había definido como “naturalista romántica”.
Relatos inspirados en la
bohemia
Con
tintes decadentes y modernistas.
Narrativa social
En
ellas, pasa revista a la injusticia del Código Penal y Civil, la sujeción de la
mujer casada, etc. Incluyen: El artículo
438 o La malcasada.
Biografías y
traducciones
Leopardi fue el primero
de sus biografiados,
en 1911. En 1919 publica Fígaro, la
biografía de Mariano José de Larra, entonces la más completa hasta el momento,
pues dispone de material inédito facilitado por los familiares. En 1931
publica la de Riego, Gloriosa vida y
desdichada muerte de D. Rafael de Riego (Un crimen de los Borbones), su última biografía.
Traducciones
En
1904 traduce la autobiografía de Helen Keller, Historia de mi vida (muda, sorda y ciega).
Otras
son: Loca por razón de Estado,
memorias del conde de Mattachich; Los
Evangelios y la segunda generación cristiana, de Jules Renan; La guerra ruso-japonesa, de Tolstoi. La inferioridad mental de la mujer,
subtitulada La deficiencia mental fisiológica de la mujer, de Paul Julius
Moebius. A éste último, lo prologa.
También
traduce varios títulos de Emilio Salgari: La
conquista de un imperio, Los misterios de la India o Los últimos filibusteros.
Libros de viajes
En
1905 visita por primera vez Francia,
Italia y Suiza. Es pensionada por la JAE, Junta de Ampliación
de Estudios, para ampliar estudios en el extranjero, desde el 1 de octubre de
1905 al 30 de septiembre de 1906. La concesión de ayudas implica la condición
de redactar una memoria a la vuelta. Esto será su libro Por Europa, el primero de
los libros de viajes que escribió inspirándose en Heine, Maupassant, Pierre
Loti y Edmundo D´Amicis. “[Estos] Mezclan
con singular acierto las impresiones
personales con el ambiente de la región que visitan”.
En
Roma, invitada por la
Asociación de la Prensa
Italiana, da una charla
sobre La mujer en España, la
primera vez que opina en público sobre las mujeres de su país.
Sus casas en Madrid. “Los
miércoles de la Colombine”
En
los diferentes registros han quedado las direcciones: Calle Eguilaz, número 5. En 1908 vivió en la calle Eguilaz, 7,
duplicado. En 1909, en San Bernardo, 76. En 1910, en Velázquez, 54 y, en 1911,
en San Andrés, 18. En 1912, vivió en la calle Madera, números 5 y 7. En 1913,
en Eguilaz, 5, de nuevo, y en Divino Pastor, 1. En 1915 y hasta 1925, en la
calle Luchana, 20, entresuelo izquierda interior (el domicilio social de la Liga Internacional de Mujeres
Ibéricas e Hispanoamericanas, asociación creada en 1923). Y los últimos años,
en Nicasio Gallego, 1, bajo derecha,
donde murió.
Primero,
en la calle Eguilaz (“No hay estera ni lumbre en su casa. El frío es atroz”-
escribe Ramón Gómez de la Serna
en su Automoribundia) y luego en San
Bernardo, tienen lugar las tertulias de los miércoles. “Hablamos de literatura,
de arte, de la libertad del artista, de la relación entre realismo y
pornografía…”.
Los hombres en su vida
De
su marido Arturo (Álvarez Bustos),
de quien se separa en 1899 y que muere en 1906, un señorito andaluz, hijo del gobernador civil de Almería, periodista
y amante de la juerga, “esa fatal costumbre de pasar el tiempo entre guitarras
y cañas de manzanilla, lejos del hogar…Termina por llevar al alcoholismo”- dirá
en su conferencia La mujer en España…
…A
Blasco Ibáñez, de quien algunos la
hacen amante. Sin embargo, desde la revista Prometeo,
en 1909, en el artículo titulado Las
mujeres de Blasco Ibáñez, aclara: “Siempre he seguido la labor de Blasco
Ibáñez con el interés de una amistad fraternal (pese a los que niegan la
existencia de ese sentimiento entre personas de sexo distinto), y con devoción
de fervorosa discípula”.
En
1908, en abril, conoce a Ramón Gómez de la Serna, entonces de 20
años. “Por entonces aparece en mí lo excepcional, el amor compatible con el ser
literato, la relación con la escritora que vive independientemente aunque
pobre, gracias a artículos mal pagados, a un puesto de maestra y a
traducciones: Carmen de Burgos”- relata en su autobiografía Gómez de la Serna.
La describe como: “Hermosa, andaluza, noble, en la plenitud de sus treinta
años” (Ya tenía 40). Serán pareja otros veinte años hasta que ella descubre que
tiene una historia con su hija María. Ramón cuenta: “Ella [Carmen] de un lado y
yo del otro de una mesa estrecha escribíamos y escribíamos largas horas y nos
leíamos capítulos, crónicas, cuentos, poemas de la prosa…Frente a mí ha escrito
sus mejores obras: El último
contrabandista, Los anticuarios, Fígaro”. “Carmen de Burgos es la liberal, la romántica,
que compromete su pluma y su vida cuantas veces es menester por tomar una
actitud generosa y rebelde”- es su semblanza en 1924 en La sagrada cripta de Pombo.
La
malcasada, casi 100 años después. Y aún los
mismos comportamientos…
Se
publicó en 1923. “Se trata de uno de los
relatos más autobiográficos de la autora”- escribe en la introducción
Emilio José Sales Dasí. Los títulos de los capítulos ya dan mucha información:
Resignación, La caricia insoportable,
Hacia la liberación, El serrallo…Otros hacen alusión a los diferentes
“actores”: La familia, Las catequistas, Los “protectores”, Los perseguidores…
El
costumbrismo de las tradiciones se alterna con las descripciones de lugares y
paisajes y los diálogos entre los protagonistas, que los caracterizan y
definen.
Dice,
por ejemplo, Antonio, el marido: “La señoras deben oler a ropa limpia y a
jabón”, “¡Esto no puede comerse!”, “Hazte la víctima”, “No toques el piano
cuando estoy en casa”, “Las flores no sirven para nada”, “Yo no sé qué tendrán
que leer las mujeres”, “No quiero que
vuelvas ni a cambiar el saludo con esa gente”, “Mira bien lo que haces”, “Tú
estás aquí bajo mi dominio”, “Estoy
dispuesto a rajarte de arriba abajo, a abrirte en canal”…
Y
en la mitad de una historia que se lee rápido y bien, algunas frases de tesis:
“¿Por qué no separarse y tratar de rehacer cada uno su vida, en vez de
obstinarse en mantener una unión deshecha?...No era menester llegar a cometer
faltas graves, o a sufrir el martirio para poder separar un matrimonio. Bastaba
la disparidad de caracteres para no condenar a una persona a soportar siempre a
otra…Sería preciso que los jueces fueran también mujeres”.
8 de marzo de 2017: 15
mujeres asesinadas en España (hasta el 22 de febrero). Casi cien años y
seguimos igual, sin pacto de Estado. No hemos aprendido nada…
Ya lo dijo Ana Mª
Matute: “Podemos llegar a Marte…, pero seguimos llorando como en el siglo X. Y,
sobre todo, hacemos llorar…Siempre hay unos que aporrean a los otros, y no
porque sean más fuertes, sino porque unos quieren aporrear y otros no”.
SABER MÁS