jueves, 13 de diciembre de 2012

ACTUALIDAD DE LAS CARTAS DE SÉNECA A LUCILIO

Las Cartas morales a Lucilio son 124 cartas, agrupadas en 18 libros, escritas en los dos últimos años de su vida, entre el 63 y el 65 d.C., en el retiro de su villa en los alrededores de Roma. “Tengo la ancianidad a la vista”.  Todas finalizan con un “Consérvate bueno” y en todas le ofrece a Lucilio el pensamiento de alguien que le ha inducido a la reflexión ese día, “luego de haber pasado por muchos pensamientos, escoge uno a fin de digerirlo aquel día”. “Escribo advertencias saludables, a manera de útiles recetas que dejo por escrito…”.


La primera Carta habla sobre el Valor del tiempo. La segunda, de Viajes y lecturas. “Quien está en todo lugar no está en parte alguna”. “Lee siempre autores consagrados, y si alguna vez te viene en gana distraerte en otro, vuelve a los primeros”.

“Si tienes a alguien por amigo y no confías en él tanto como en ti mismo, te equivocas gravemente” -escribe en la Carta III, Selección de los amigos.

Hay varias en las que se refiere a la utilidad de la filosofía: “Antes que nada la filosofía debe proponerse el sentido común, la benevolencia y el compañerismo…Nuestro propósito es vivir conforme a la naturaleza…La filosofía exige frugalidad [una pobreza voluntaria], pero no castigo…La filosofía no consiste en palabras sino en obras…forma y modela el alma, ordena la vida, nos muestra lo que debemos hacer y lo que no…La sabiduría es querer siempre lo mismo, rechazar siempre lo mismo”.

Algunas son análisis dignos de un psicólogo moderno: “Hay cosas que nos angustian más de lo debido y las hay que nos angustian sin absolutamente ninguna razón. O nos exageramos el dolor, o nos lo forjamos, o nos lo anticipamos…Aunque un mal deba venir, no veo por qué precisa que le salgamos al encuentro”.

Varias son reflexiones sobre la vejez: sus ventajas; la eutanasia…: “No abandonaré la vejez si ésta me conserva en mi integridad, entero en la mejor parte de mí; pero si comienza a cuartear mi entendimiento, a arrancar pedazos de él, si no me deja la vida, sino el aliento, saldré a escape de un edificio consumido y ruinoso…Débil y cobarde es el que muere porque sufre, necio el que vive para sufrir”. La muerte: “No es la muerte lo que tememos, sino el pensamiento de la muerte”, “Morirás no porque estés enfermo, sino porque estás vivo”. La necesidad de seguir aprendiendo: “También el viejo tiene que aprender…tienes que aprender mientras ignores, y mientras vivas”.

Muchas de las citas y sentencias proceden de Epicuro, a pesar de “hacer de la molicie su profesión”. Otras son suyas. Por ejemplo,  sobre los libros: “Lo importante no es tener muchos, sino que sean buenos”. “Lo más importante no es a dónde vas, sino quién eres tú que vas”. “Cada hombre es tan desgraciado como cree serlo”.

Séneca había nacido en Córdoba hacia el año 4 a.C. Al morir tiene  unos  70. “Antes de llegar a viejo procuraba vivir bien; en la vejez procuro morir bien”.
Merece la pena volver a leerlo a finales de 2012..., y siempre.



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