La
primera Carta habla sobre el Valor del
tiempo. La segunda, de Viajes y
lecturas. “Quien está en todo lugar no está en parte alguna”. “Lee siempre
autores consagrados, y si alguna vez te viene en gana distraerte en otro,
vuelve a los primeros”.
“Si
tienes a alguien por amigo y no confías en él tanto como en ti mismo, te
equivocas gravemente” -escribe en la Carta
III , Selección de los
amigos.
Hay
varias en las que se refiere a la utilidad
de la filosofía: “Antes que nada la filosofía debe proponerse el sentido
común, la benevolencia y el compañerismo…Nuestro propósito es vivir conforme a
la naturaleza…La filosofía exige frugalidad [una pobreza voluntaria], pero no
castigo…La filosofía no consiste en palabras sino en obras…forma y modela el
alma, ordena la vida, nos muestra lo que debemos hacer y lo que no…La sabiduría
es querer siempre lo mismo, rechazar siempre lo mismo”.
Algunas
son análisis dignos de un psicólogo moderno: “Hay cosas que nos angustian más
de lo debido y las hay que nos angustian sin absolutamente ninguna razón. O nos
exageramos el dolor, o nos lo forjamos, o nos lo anticipamos…Aunque un mal deba
venir, no veo por qué precisa que le salgamos al encuentro”.
Varias
son reflexiones sobre la vejez: sus ventajas;
la eutanasia…: “No abandonaré la vejez si ésta me conserva en mi integridad,
entero en la mejor parte de mí; pero si comienza a cuartear mi entendimiento, a
arrancar pedazos de él, si no me deja la vida, sino el aliento, saldré a escape
de un edificio consumido y ruinoso…Débil y cobarde es el que muere porque
sufre, necio el que vive para sufrir”. La
muerte: “No es la muerte lo que tememos, sino el pensamiento de la muerte”,
“Morirás no porque estés enfermo, sino porque estás vivo”. La necesidad de seguir aprendiendo: “También el viejo tiene que
aprender…tienes que aprender mientras ignores, y mientras vivas”.
Muchas de las citas y sentencias proceden de Epicuro, a pesar de “hacer de la molicie su profesión”. Otras son suyas. Por ejemplo, sobre los libros: “Lo importante no es tener muchos, sino que sean buenos”. “Lo más importante no es a dónde vas, sino quién eres tú que vas”. “Cada hombre es tan desgraciado como cree serlo”.
Séneca
había nacido en Córdoba hacia el año 4 a .C. Al morir tiene unos 70.
“Antes de llegar a viejo procuraba vivir
bien; en la vejez procuro morir bien”.
Merece la pena volver a leerlo a finales de 2012..., y siempre.
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