En “Autobiografía”, escrito
de 1969/1970, dice sobre sí mismo: “Lo importante es que soy pintor y escritor. Gay. Inseguro de mi
aspecto. Y con demasiada necesidad de complacer a la gente”. Y continúa: “Trabajo
muy duro. Daría mi brazo derecho por estar locamente enamorado. (Bueno, el
izquierdo). Y soy optimista acerca del futuro. (Optimista sobre mí mismo, no sobre el mundo). Adoro a la gente. No
soy muy inteligente. Pero despierto. Quiero demasiado. Lo que más quiero es abrirme.
Lo sigo intentando”.
En uno de sus miniensayos de
los años 70 (apenas una línea), bajo el epígrafe PERSONAS, pone: “Las personas son los libros más
interesantes del mundo”.
Una
persona desprendida
“Me acuerdo de haberme
desprendido, en dos ocasiones, de todo lo que poseía”.
“Me acuerdo de haberme
metido siempre en líos por esa manía de regalarlo todo…una vez, por canjear un
montón de juguetes muy caros por una piedra y una navaja de bolsillo”.
“Me acuerdo de que dejaba
demasiada propina. Y lo sigo haciendo”.
“…cuando consigo dinero no
importa ni podría preocuparme menos no haberlo tenido antes de conseguirlo”.
Sobre la pintura y los pintores
“Andy Warhol, él sí que
tiene “coraje” y sí que tiene
“ideas”…Las “pinturas” de Andy Warhol
tienen “presencia. Las “pinturas” de Andy Warhol tienen “cara”. Me
gustan las pinturas que tienen “cara” y “presencia”- escribe en diciembre de
1963 (Andy Warhol: Andy lo hizo, en
Selected Writings, 1962-1971).
“Matisse pinta la verdad…”-
escribe un Domingo, 30 de julio de 1964. “Otro gran pintor a quien conozco bien
es Juan Gris…uno puede ver el
trabajo que hay en ellas [sus pinturas], el conflicto que hay en ellas, la
manera en que fueron pintadas y por qué…Juan Gris no pinta simplemente cuadros:
Juan Gris te permite entender bien su trabajo. “Gracias””.
En los Diarios de Nueva York 1971-1972, escribe el 28 de diciembre de
1971: “Ahora en el museo [MOMA], mirando Upside
Down Ada [Ada cabeza abajo, 1965, de Alex Katz], uno de mis favoritos de
todos los tiempos”.
“Otros favoritos de todos
los tiempos, son: Impala (1968), Bather (1959), Donald and Roy (1965), Private
Domain (1969), Joe I (yo, recortado y pegado 6 veces), el recorte de Frank O´
Hara y el Autorretrato con lentes de sol
(1969)”.
Sobre
la homosexualidad
Hay varias entradas: “Me
acuerdo de que me preguntaba por qué, puesto que soy gay, no habré nacido
niña”. “Me acuerdo de una historia en la que, cuando era muy chico, conseguí
unas tijeras y me corté los rizos, porque un chico del barrio me dijo que los
rizos eran de marica”. “Me acuerdo de una discusión muy larga y muy seria que
tuve una vez con Ted Berrigan sobre si un pintor homosexual podía pintar
desnudos femeninos tan bien como un pintor hetero”.
Me acuerdo: Una máquina de recordar
Parece que decir, o
escribir, la expresión “Me acuerdo…”, desencadena un torrente de recuerdos en
cualquier persona. Varios, además, a manera de lista, comienzan con las mismas
palabras: “fantaseaba con…”.
“Me acuerdo de la primera
vez que vi a Elvis Presley. Fue
en The Ed Sullivan Show”.
Me
acuerdo: Una llave al arcón de la memoria. Una autobiografía en píldoras no
lineales (que yo ordeno)
“Me acuerdo de muchos
primeros días de clase. Y de aquel sentimiento de vacío”.
“Me acuerdo de los pisos de
linóleo de mi cuarto en Dayton, Ohio…”. [En
otoño de 1960 empieza sus estudios en el Instituto de Arte de esa ciudad, hasta
diciembre, en que abandona y se muda a Nueva York. “No quise herir sus
sentimientos abandonando sin más, de modo que les dije que mi padre se estaba
muriendo de cáncer”…].
“Me acuerdo de que iba a
vender sangre cada tres meses en la Segunda Avenida” [En Nueva York, en 1960,
alquila un local en el 210 de la calle 6 Este].
“Me acuerdo de cuando
trabajaba en un negocio de antigüedades y objetos de segunda mano, y vendía
todo más barato de lo que debía”. [En 1962].
“Me acuerdo de que cuando
vivía en Boston [1963] leí todas las novelas de Dostoievski una tras otra”.
En otros escritos, por
ejemplo en May Dye, de 1964, se
sincera: “Vivo en Nueva York…tengo buen gusto…trabajo duro…haciendo collages porque es lo que más me gusta
hacer y no sé qué otra cosa hacer…No tengo empleo y no tengo ingresos y no
tengo dinero…”.
En Un diario especial habla de un día de octubre de 1969: “Esta mañana
me levanté tarde (10.30 h). Desayuné en un lugar portorriqueño sobre el [río]
Hudson. Huevos revueltos. Panceta. Un zumo de naranja grande. Y café. Después
volví a casa y trabajé en unos jardines de flores silvestres recortadas que
estoy haciendo…Hice mis flexiones diarias. Me tomé mi lata diaria de Nutrament.
Fumé un montón…y tomé un montón de Pepsis…En Aldo´s [el restaurante italiano en
el que suelo comer cuando como solo fuera] comí mi ternera de siempre (con
salsa de limón y manteca) y media botella de vino blanco (francés)”.
En Diario de Bolinas (1971), un lugar de California donde pasa dos
meses, habla de “viajar ligero” y dice
que las posesiones terrenales de Gandhi en el momento de su muerte (unas
sandalias, unas gafas), son su inspiración a la hora de hacer una maleta y
“para la vida”, en general.
Se confiesa: “Vivir en
Bolinas está resultando muy parecido a vivir en Nueva York. Es el mismo y viejo
yo todas las noches: Solo. Desesperado. Melodramático…”.
“Leer
este libro se ha convertido al final en la escritura de uno propio” (Un lector)
“Me acuerdo de todo lo que lloré mientras veía [la película] South Pacific. Tres veces”.
https://www.youtube.com/watch?v=lVOCAWyOeVM.
Tráiler de la peli. “Yo (Aída) recuerdo más la canción Balihai…Y me cogí un sofión
con la injusticia que me pareció la muerte del chaval de Billy Bood, marinero. Me acuerdo que tenía que contener las
lágrimas porque mis hermanos me miraban cuando había una escena emotiva en una
película”.
“Me acuerdo…de las arenas
movedizas en las películas de la jungla (Bastante aterrador)”. Aída: “Era
horrible ver cómo se “tragaban” a la gente. Años después leí, creo que un
Selecciones del Reader´s Digest, que si nadabas muy suave, casi sin moverlas,
evitabas que te succionaran, pero no sé…”.
“Me acuerdo de ese
sobresalto que uno tiene al quedarse dormido. Como si cayera”. Aída: “Para mí
es un vote en la cama”.
“Me acuerdo de que siempre
dibujaba a las chicas con las manos detrás de la espalda. O en los bolsillos”.
Aída: “Yo, como no sabía pintar brazos ni piernas, siempre les ponía vestidos
de manga larga hasta los pies”.
“Me acuerdo de Sixteen Tons”.
“Me acuerdo de la dulzura de Marilyn Monroe en The Misfits [Vidas rebeldes]”.
https://www.youtube.com/watch?v=DPxWXrK8RTo. Aída: “yo recuerdo la expresión de tristeza
de sus ojos, que solo Clark Gable sabe ver”, y el diálogo: “¿Qué te pone tan
triste? Eres la chica más triste que he visto nunca”. “Los hombres dicen que
soy muy alegre”. “Eso es porque les haces sentirse felices…”.
Recordar junto a Brainard
“Me acuerdo de la primera
vez que vi televisión. Lucille Ball tomaba lecciones de ballet”.
“Me acuerdo de Pat Boone y Love Letters in the Sand”.
“Me acuerdo de Teresa Brewer y I Don´t Want No [a]
Ricochet Romance”.
“Me acuerdo de The Thing”.
SABER
MÁS
Sus
iconos
Marilyn
Monroe
“Me acuerdo de cuando fui
como Marilyn Monroe a una fiesta. “Ven disfrazado de tu persona favorita”.
“Me acuerdo de la dulzura de Marilyn Monroe en The Misfits [Vidas rebeldes]”.
“Me acuerdo de Marilyn en
raso fucsia, reflejada en muchos espejos”.
“Me acuerdo de las cerezas
de Marilyn Monroe jugando al paddle-ball
en Vidas Rebeldes”.
“Gracias Marilyn Monroe…por
ser tan blanca y tan divertida”- escribe un domingo 30 de julio de 1964.
Elvis Presley
JOE BRAINARD
Sus amigos: Ted Berrigan, (Providence, Rhode Island, 1934- 1983), poeta. (“Me acuerdo de mi primera anfeta. Me la dio Ted Berrigan. Me quedé despierto toda la noche, haciendo cientos de dibujos. Me acuerdo especialmente del dibujo de una taza de café”.)
Ron Padgett (Tulsa, 1942), poeta. “Una
vez le pregunté cómo vino a suceder que él fuese poeta, y él dijo: “No lo sé.
Es una cosa profunda y misteriosa en mi interior, que no puede ser explicada”
(hacia noviembre de 1966).
https://www.youtube.com/watch?v=m8pGJBgiiDU. Paterson, película de Jim Jarmusch (2016). Con los poemas de Ron Padgett. “Poética de la vida ordinaria”. Adam Driver, el actor protagonista: “Es muy valiente por parte de Jim pensar que un personaje cuya principal actividad es escuchar es lo suficientemente cinemático”. …aguantar viendo a alguien que solo piensa.
Poema CÓMO SER PERFECTO (por Ron
Padgett)
Duerme.
No
des consejos.
Cuida
tus dientes y encías.
No
tengas miedo a nada que esté fuera de tu control. No tengas miedo, por
ejemplo,
de que el edificio se caiga mientras duermes, o de que alguien a quien
amas
muera súbitamente.
Come
una naranja todas las mañanas.
Sé
amable. Te hará feliz.
Eleva
tus latidos a 120 pulsaciones por minuto durante 20 minutos
cuatro
o cinco veces por semana haciendo cualquier cosa que te guste.
Desea
todo. No esperes nada.
En
primer lugar, cuida las cosas que están cerca de tu casa. Ordena tu cuarto
antes
de salvar al mundo. Luego salva al mundo.
Ten
en cuenta que el deseo de ser perfecto es quizás la expresión encubierta
de
otro deseo –ser amado, tal vez, o no morir.
Haz
contacto visual con un árbol.
Sé
escéptico a toda opinión, pero trata de encontrar algún valor en cada
una
de ellas.
Viste
del modo que te guste tanto a ti como a quienes te rodean.
No
hables rápido.
Aprende
algo cada día. (Dzien dobre!)
Sé
amable con las personas antes de que tengan la ocasión de portarse mal.
No
te enojes por más de una semana, pero no olvides aquello que te hizo enojar.
Mantén tu ira al alcance de la mano y obsérvala, como si fuera una bola de
cristal. Luego agrégala a tu colección de bolas de cristal.
Sé
fiel.
Usa
zapatos cómodos.
Planifica
tus actividades para que reflejen un equilibrio grato
y
variedad.
Sé
amable con los mayores, incluso aunque sean odiosos. Cuando llegues a
viejo,
sé amable con los jóvenes. No les tires tu bastón cuando te llamen abuelo. ¡Son
tus nietos!
Vive
con un animal.
No
pases demasiado tiempo con grandes grupos de personas.
Si
necesitas ayuda, pídela.
Cultiva
una buena postura hasta que se vuelva natural.
Si
alguien asesina a tu hijo, consigue un arma y vuélale la cabeza.
Planifica
tu día para que nunca debas correr.
Muestra
tu aprecio a las personas que hacen algo por ti, incluso aunque les
hayas
pagado, incluso aunque te hagan favores que no pediste.
No
malgastes el dinero que podrías dar a aquellos que lo necesitan.
Espera
que la sociedad sea defectuosa. Luego llora cuando te des cuenta de que es
mucho más defectuosa de lo que creías.
Cuando
pidas algo prestado, devuélvelo en mejores condiciones.
Utiliza
objetos de madera en lugar de objetos plásticos o metal, tanto como sea
posible.
Mira
el pájaro que está allí.
Luego
de la cena, lava los platos.
Cálmate.
Visita
países extranjeros, excepto aquellos cuyos habitantes hayan
expresado
su deseo de matarte.
No
esperes que tus hijos te amen, pueden, si quieren.
Medita
acerca de lo espiritual. Luego ve un poco más allá, si tienes ganas.
¿Qué
hay allá afuera?
Canta,
cada tanto.
Sé
puntual, pero si llegas tarde no des una larga y detallada
excusa.
No
seas demasiado auto-crítico ni demasiado auto-complaciente.
No
pienses que el progreso existe. No es así.
Sube
las escaleras.
Imagina
qué querrías que ocurra, y luego no hagas
nada
que lo convierta en algo imposible.
Desconecta
tu teléfono al menos dos veces por semana.
Mantén
limpias tus ventanas.
Extirpa
cualquier indicio de ambición personal.
No
uses la palabra extirpar muy a menudo.
Perdona
a tu país de vez en cuando. Si eso no fuera posible, vete
a
otro país.
Si
estás cansado, descansa.
Siembra
algo.
No
deambules por las estaciones de trenes murmurando: “¡Todos vamos a
morir!”
Cuenta
entre tus verdaderos amigos a gente de diferentes momentos de tu vida.
Disfruta
de los pequeños placeres, como el placer de masticar, el placer del agua
caliente corriendo por tu espalda, el placer de una brisa fresca, el placer de
quedarse dormido.
No
exclames: “¡No es maravillosa la tecnología!”.
Aprende
a estirar tus músculos. Estíralos todos los días.
No
te deprimas por envejecer. Te hará sentir más viejo. Lo cual es
deprimente.
Haz
una cosa a la vez.
Si
te quemas un dedo, ponlo en agua fría de inmediato. Si te martillas
el
dedo, sostén tu mano en el aire durante veinte minutos.
Los
poderes curativos del frío y de la gravedad te sorprenderán.
Aprende
a silbar a un volumen ensordecedor.
Mantén
la calma en una crisis. Cuanto más crítica la situación, más tranquilo debes
permanecer.
Disfruta
del sexo, pero no te obsesiones con él. Con excepción de breves períodos
durante tu adolescencia, juventud, mediana edad y vejez.
Contempla
todo opuesto.
Si
te asalta el temor de que has nadado muy mar adentro, da la vuelta y regresa
al
bote
salvavidas.
Mantén
tu niño vivo.
Responde
tus cartas sin demora. Utiliza estampillas atrayentes, como las que tienen un
tornado.
Llora
de vez en cuando, pero nada más cuando estés solo. Luego agradece
cuánto
mejor te sientes. No te avergüences por sentirte mejor.
No
aspires humo.
Respira
hondo.
No
seas impertinente con la policía.
No
te bajes de la acera hasta que hayas recorrido toda la calle. Desde la acera
puedes estudiar a los peatones que están atrapados en el medio del enloquecido
y ruidoso tráfico.
Sé
bueno.
Recorre
diferentes calles.
Hacia
atrás.
Recuerda
la belleza, que existe, y la verdad, que no. Mira que la
idea
de verdad es tan poderosa como la idea de belleza.
Permanece
fuera de la cárcel.
En
la madurez, conviértete en místico.
Usa
la nueva fórmula con control del sarro del dentífrico Colgate.
Visita
a amigos y conocidos en el hospital. Cuando sientas que es
tiempo
de retirarte, hazlo.
Sé
honesto contigo, diplomático con los demás.
No
te vuelvas loco. Es una pérdida de tiempo.
Lee
y relee grandes libros.
Cava
un pozo con una pala.
En
invierno, antes de ir a dormir, humidifica el cuarto.
Comprende
que las únicas cosas perfectas son una puntuación de 300 en un partido de
bowling y un partido de béisbol con 27 bateos, 27 outs.
Bebe
mucha agua. Cuando te pregunten qué quieres beber,
di:
“Agua, por favor”.
Pregunta:
“¿Dónde está el baño?”, pero no: “¿Dónde puedo orinar?”
Sé
amable con los objetos.
Comenzando
a partir de los cuarenta, realiza un chequeo médico cada tanto
con
un médico de confianza que te haga sentir a gusto.
No
leas el periódico más de una vez al año.
Aprende
a decir “hola”, “gracias”, y “palitos chinos” en mandarín.
Eructa
y tírate pedos, pero en silencio.
Sé
especialmente amable con los extranjeros.
Ve
teatro de sombras e imagina que eres uno de los
personajes.
O todos ellos.
Saca
la basura.
Ama
la vida.
Da
el cambio exacto.
Cuando
haya un tiroteo en la calle no te acerques a la ventana.
Otros escritores y sus "Me acuerdos"...