Lo
ha dicho Philip Kerr este verano en la UIMP: “Los buenos escritores, básicamente, son lectores. Es necesario haber leído cosas antes
de escribir. Lo más importante que tenéis que aprender como
escritores: leer”.
Todo
el mundo puede escribir si tiene algo que decir (Alejo Carpentier). Pero, a
veces, se necesita un estímulo y un ambiente agradable en el que poder
compartir los textos.
No
se puede enseñar a ser escritor/ora -decía Kerr. Pero se puede animar a escribir. “Se enseña un estado
mental, estar abierto a; y disciplina. Los cursos de escritura creativa
proporcionan ayuda práctica. Los estudiantes mejoran a lo hora de producir”.
“Todas
las vidas pueden contarse como una novela”, -ha escrito Isabel Allende. “Cada
álbum de fotos es una novela”, ha dicho Cees Noteboom. “No hay personas
vulgares, no hay vidas vulgares; nada es vulgar”- es la opinión de Luis
Landero. Y, como apuntó Antonio Muñoz Molina: “Si no puedes inventar, cuenta lo
que te pasa”. Así que no hay excusa para la ficción o la memoria. “Lo más
importante son las historias, sean verdad o mentira, o las dos cosas”- mantiene
Kirmen Uribe.
Lo primero es tener un cuaderno
“Hay
que tener un cuaderno, hay que llevarlo siempre a mano, en el bolsillo, en la
bolsa de viaje…Se escribe algo porque se tiene un cuaderno, porque su forma y
sus hojas en blanco nos despiertan el deseo de escribir, de anotar, de
descubrir”- aporta Muñoz Molina en su
artículo Cuaderno en blanco.
Hacer un espacio a la escritura en tu
vida
Lo
segundo es dedicarle tiempo, hacerle un hueco a la escritura. “Escribir todos
los días, disciplina” (Muñoz Molina). Escribir por placer, de lo que se pase
por la cabeza, a diario, aunque solo sea diez minutos. “El resultado: una
recopilación de pensamientos, ideas y reflexiones”- escribe a Voltaire Madame
du Deffand.
“Escribo de lo que veo y siento”, un
lema que desagobia a principiantes
Dorothy
Parker lo tenía como lema y, lo cierto, es que ayuda a las personas que se
inician en la escritura porque apela a la subjetividad, a no compararse con
otros y a no criticar lo que es la visión ajena. Quita ansiedad y desactiva el
miedo al ridículo y al qué dirán. Cada cual escribe su visión personal y su
sentimiento sobre un hecho o una circunstancia. Y así nada puede estar mal, ni
ser equivocado.
Un clima agradable para compartir ideas
y experiencias
En
un taller de iniciación y de animación a la escritura es fundamental conseguir
crear un buen ambiente: de compartir, de construir y de mejorar. Las personas
participantes valoran el lograr la implicación de cada una de las personas del
grupo, la complicidad, el sentirse “entre amigos”, a gusto, la escucha activa y
la empatía, el compañerismo y los “ánimos”. También se aprende “comparando”.
La opinión de las personas participantes.
Aportaciones del taller
Estas
son diversas. Desde “atrevimiento para escribir y liberación a la hora de
escribir, divertirme escribiendo” a “aprender sobre mí y sobre la literatura”,
“el reto de escribir cada semana sobre algo propuesto y diferente”, “ideas
originales para escribir”, “disciplina”, “compartir experiencias”…Unas son
personales; otras grupales y, otras más, literarias.
Algunas sugerencias al hilo de la
lectura de textos
1. Al
terminar el texto, repasarlo en busca de repeticiones próximas de palabras, y leerlo en voz alta para ver dónde es
necesario respirar o si hay que partir una frase demasiado larga. “Leo en voz
alta cada frase que escribo para asegurarme de la musicalidad”. (Michel
Rostain).
2. Tener
siempre un diccionario (o varios) a
mano -para consultar palabras dudosas, acentos, o buscar sinónimos a las
palabras “comodín o baúl”, que sirven para todo (tiene, hay, era…). “La palabra
exacta, la expresión justa, ser preciso” (J. Renard).
3. No
abusar de la adjetivación y emplear adjetivos
ricos en significación, no evidentes como “verde hierba”.
4. No intentar contarlo todo.
Contar cosas interesantes. Vale más seleccionar unos detalles y dejar el resto
a la imaginación de quien lo lea. “Decir demasiado es el peor defecto de un
escritor” (K. Uribe).
5. Poner un
buen título es importante. Ser imaginativ@s y creativ@s.
6. La frase de apertura es fundamental. Hay
que enganchar, sorprender, intrigar. Que quieran seguir leyendo.
(Algunos de mis) IMPRESCINDIBLES
-
Como una novela. Daniel Pennac. Anagrama.
-
Escribir es vivir. José Luis Sampedro. DeBolsillo.
Otros que pueden ayudar
-
Gramática de la fantasía. Gianni Rodari. Booket.
-
Escribir. Manual de técnicas narrativas. Enrique
Páez. SM.
-
Ortografía BÁSICA de la lengua española. RAE. Espasa.