lunes, 25 de mayo de 2020

TRACY CHEVALIER. LA VOZ DE LOS ÁRBOLES. At the Edge of the Orchard



La nueva novela (octava) de Tracy Chevalier narra la extensión de la manzana de sidra hacia el oeste, el límite en los huertos colonos con la naturaleza salvaje (de ahí su título en inglés, algo así como “En la frontera/el filo del huerto”).

El personaje popular estadounidense, Juanito Manzanas -en castellano, (Johnny Appleseed, de sobrenombre; John  Chapman, en realidad)-, se asoma de cuando en cuando por la familia Goodenough, para azuzar las diferencias entre los cónyuges: el marido, defensor de la manzana dulce de mesa, para comer, y sus correspondientes injertos para mejorarla, y la mujer, partidaria de la manzana ácida de sidra, para beber.

“La semilla de este libro la plantó el capítulo dedicado a las manzanas de La botánica del deseo: el mundo visto a través de las plantas- explica la autora en el capítulo de agradecimientos. “También me influyó la notable trilogía de Conrad Richter sobre la vida de los colonos en Ohio…”.


Los movimientos que se producen en el libro podemos seguirlos a través de un mapa de Estados Unidos, a doble página, al principio de la novela, desde el Pantano Negro, en Ohio, a California y su Bosque de Calaveras.

También por las cartas de Robert, el hijo pequeño, que viaja, en 1840, desde el Pantano Negro, primero a Canadá y luego por los estados de Michigan, Indiana, Wisconsin, Misuri y Texas, hasta llegar a California diecisiete años después.

“Un huerto era clara señal de que un colono tenía intención de quedarse”…; por eso, el gobierno establece que, para reclamar legalmente un pedazo de tierra, es necesario cultivar 50 árboles frutales en el plazo de tres años.

Con la novela, aprendemos a injertar, sobre los diferentes tipos de manzanas…

Algunas curiosidades

Se dice que en Nova, Ohio, está el último árbol (176 años) plantado por Johnny Appleseed.
Juanito Manzanas regalaba semillas (éstas, normalmente, dan manzanas ácidas) y vendía plántulas de 1 año y plantones de dos o tres.


SABER MÁS

http://mentalfloss.com/article/62113/9-facts-tell-true-story-johnny-appleseed. En inglés. 9 hechos de la verdadera historia de Johnny Appleseed.






viernes, 15 de mayo de 2020

BIENVENIDA A CASA. En busca del hogar. Cartas, recuerdos y fotografías de Lucia Berlin


Su segundo hijo, Jeff Berlin  (n. 1958), es el autor del prólogo a  estas “historias, cartas y fotografías de los primeros veintinueve años… [de 1936 a 1965]” de la escritora Lucia Berlin, su madre (1936-2004). “Crecimos escuchando sus historias…sus aventuras con su mejor amigo Kentshereve [en realidad,  Kent  Shreve], en Idaho; la cabaña de las paredes forradas con páginas de revistas; la tía Tiny en el tejado…”.

Bienvenida a casa es el último borrador que le da a leer, “una sucesión de recuerdos de los lugares donde se había sentido en casa…Eran las historias de infancia que habíamos oído de pequeños, pero ahora en orden cronológico y ya no enmascaradas como ficción”…

En una entrevista, ya casi al final de su vida, Lucia Berlin confesó: “He vivido en tantos lugares que es, simplemente, ridículo. Y, porque he cambiado tanto de sitio, los lugares son para mí muy importantes. Siempre estoy buscando un hogar…”.

Kentshereve, en la realidad y en la ficción

En Bienvenida a casa, hablando de Mullan, Idaho, uno de sus “lugares” [en 1941; tenía 5 años], escribe: “…Hice un amigo. Kentshereve. Vivía en la casa de al lado, igual que la nuestra pero con seis niños. Eran muy pobres…Mi hermana Molly enfermó de neumonía y se pasó dos días en el hospital de Wallace. Yo me quedé con los vecinos, donde los niños dormían en el pajar de la buhardilla, encima del heno. Un hule prendido con clavos tapaba el vano de la ventana. Kentshereve y yo nos turnábamos para mirar por un agujero en la tela y ver el cielo de noche. El agujero parecía actuar como un telescopio, enmarcando y aumentando el entramado cegador de las estrellas…”.

El mismo hecho lo refleja, de una forma más literaria, en el relato Temps perdu: “…Pasé una noche con él, la noche que le extirparon las amígdalas a mi hermanita pequeña. Red me mandó con mis mantas al altillo donde los cinco hijos mayores dormían en lechos de paja. No había ventanas, solo una abertura en los aleros del techo tapada con un hule negro. Kentshereve agujereó la tela con un punzón y entraba un chorro de aire como el de los aviones, pero helado. Si pegabas la oreja, se oían los carámbanos de hielo de los pinos, carillones, los crujidos del pozo de la mina, las vagonetas trajinando mena. Olía a frío y humo de leña. Cuando atisbé por el agujero minúsculo, vi las estrellas como por primera vez, ampliadas; el cielo, resplandeciente y vasto. Bastaba con que pestañeara para que todo desapareciera…”.

Una cita, referida a él y a su padre, a “echar de menos”, está en la lápida de su tumba: “Lo llaman romperse el corazón porque añorar a alguien es un dolor físico real; lo sientes en la sangre y en los huesos”. “Los eché mucho de menos, a él y a mi padre… durante los horribles años que vinieron después…”.- escribe en sus recuerdos. Eso fue cuando su padre se marchó a la guerra, tras Pearl Harbour, y ella,  su madre y su hermana tuvieron que ir a El Paso, a casa de los abuelos maternos. “Tres borrachos miserables…”- escribirá más tarde. “…Su madre. Cruel, una borracha”- dice en el relato Penas. Y los abusos de su abuelo.

La cabaña de las paredes forradas con páginas de revistas

Esto sucedió en Helena, Montana, en 1941. Así lo cuenta en los recuerdos de Bienvenida a casa: “Durante semanas antes de las primeras nieves, mi padre me llevaba a las montañas todos los sábados. Le subíamos provisiones para el invierno a un viejo prospector [Johnson] que vivía solo allí arriba desde hacía unos cincuenta años…”. Además de alimentos, tabaco y velas, le subían “pilas de revistas”. Mientras su padre recogía leña, ella “arrancaba con cuidado páginas de las revistas y las pegaba en las paredes con engrudo…A lo largo de los oscuros días del invierno, Johnson leería las paredes…Era importante mezclar las páginas y las revistas…Como no seguían un orden…, cuando leía una historia, se tenía que inventar la continuación…Creo que esta fue mi primera lección le literatura, de las infinitas posibilidades de la creatividad”…

La tía Tiny

En el relato Navidad. Texas.1956, la tía Tiny cuenta, en primera persona, por qué está en el tejado: “¡Tiny está en el tejado! ¡Tiny está en el tejado!...Parece que no pueden hablar de otra cosa ahí abajo. Pues sí, estoy en el tejado, y qué. Lo que no saben es que a lo mejor no me muevo de aquí nunca más”…- comienza.

El libro Bienvenida a casa está dedicado “a la memoria de Fred Buck y Helene Dorn”, dos grandes amigos; los Dorn (Ed y Helene), desde 1959.

Algunas notas

Lucia Berlin empezó a publicar sus relatos con 24 años [h. 1960],  en revistas. Su hijo Jeff cuenta que él, con 6 años [en 1964] lee el relato Un reino pacífico, “la primera vez que leí algo que no era un libro para niños” (Era una historia sobre dos niñas que iban vendiendo joyeros musicales por todo El Paso, relato luego titulado Los joyeros musicales). Entonces, se dio cuenta de que su madre no solo escribía cartas, “montones de cartas”, sino que también escribía cuentos. “Los primeros recuerdos que conservo son de mi hermano Mark (n. 1956) y yo dando vueltas en nuestros triciclos por el local de Greenwich Village donde vivíamos, mientras mamá aporreaba el teclado de su máquina Olympia”.

Lucia publicó 76 cuentos a lo largo de su vida.

Los joyeros musicales. Un relato con niños protagonistas

“…Fue a finales de junio, en 1943, cuando Sammy y Jake nos metieron en el tinglado  a Hope [su amiga de Siria] y a mí [ambas tienen 7 años]…Sesenta cartones. Arriba, en cada cartón, había una imagen a color de un joyero musical y un sello rojo que decía NO ABRIR. Al rasgar la pestaña aparecía uno de los nombres del cartón. Treinta nombres de tres letras con una línea al lado. AMY, MAE, JOE, BEA, etc.

-       Cuesta cinco centavos la apuesta. Al lado del nombre escribes el de la persona que lo compra. Cuando están todos vendidos, abrimos el sello. La persona que escogió ese nombre gana el joyero…”.

Una vida rica en experiencias, en adaptación y resiliencia

En el relato Volver al hogar, la protagonista, dice: “La única razón por la que he vivido tanto tiempo es porque fui soltando lastre del pasado. Cierro las puertas a la pena, al pesar, al remordimiento…”.

Optimismo estridente. “Soy así de confiada y alegre”

“Siempre he sido buena para escuchar. Esa es mi mejor cualidad”- escribe en el relato Temps perdu.


LEER MÁS


SABER MÁS 

Lugares donde me he sentido en casa. El apego a los lugares. La importancia de los lugares.

En la lista, 18 lugares que consideraba su casa, a pesar de sus problemas y puntos flacos, que detalló en los años 1980s. Algunos  ejemplos:

Juneau, Alaska: “Avalancha el día que nací [12 de noviembre de 1936], que sepultó una tercera parte del pueblo”.

Helena, Montana: “Grietas en la puerta del sótano, Ventiscas”.

Mullan, Idaho: “El río justo delante, demasiado peligroso salir a jugar. Aserradero justo al lado, Encerrada en casa. Crecidas”.

El Paso, Texas: “Cucarachas, pasillo oscuro, tres borrachos miserables. Sequía. Inundaciones”.

Greenwich Street, Nueva York: “Sin calefacción después de las cinco ni los fines de semana. Los niños [sus dos hijos, Mark, nacido en 1956, y Jeff, nacido en 1958],  con orejeras y mitones para dormir. Yo tecleaba con guantes. Local sobre una fábrica de jamón ahumado. Mi W.H. Hudson aún huele a jamón veinticinco años más tarde”.

Cosas que nos comparte

“La primera palabra que dije fue luz”.

“Lo único que recuerdo de Helena [Montana] es la biblioteca, la cubierta verde de Viento del oeste de la vieja madre, la azul gastada de Betsy”. Creía que Betsy estaba escrito expresamente para mí…”. En el relato “Estrellas y santos”, escribirá: “Fue el primer libro de verdad que leí, el primer libro del que me enamoré”.

[En Mullan, Idaho] “Nos encantaba ir a la escuela [Kentshereve y yo empezamos primer curso]. Había una sola maestra, la señorita Brick, que era magnífica”.

[En El Paso, Texas] “Todo el mundo estaba rociando siempre con Flit a las cucarachas o los mosquitos…El abuelo olía a cigarrillos Camel y a ron de malagueta y a Jack Daniel´s. Mi madre olía a cigarrillos Camel y a Tabú y a Jack Daniel´s. El tío John olía a cigarrillos Delicado y a tequila…Yo comía en la mesa Duncan Phyfe del comedor, leyendo a Emily Post y las Citas familiares [Familiar Quotations] de [John] Bartlett…”.

[En Santiago de Chile] “Íbamos [mis amigas y yo] a la modista y a la peluquería y al zapatero, salíamos a almorzar en el Hotel Carrera o el paseo Ahumada, a espléndidas meriendas en el [hotel] Crillón o en casa de uno o de otro…la opulencia y la holgura envolvían nuestro mundo”…

[En la universidad de Nuevo México, Albuquerque]. “Me permitieron asistir a clases de literatura en cursos más avanzados, con uno de mis escritores favoritos, Ramón J. Sender, exiliado español”. En uno de los relatos, Querida Conchi, escrito en forma de cartas, le cuenta a su interlocutora: …”lo vi en el vestíbulo. Le dije que Crónica del alba era mi libro favorito…Es tal como me lo imaginaba, solo que viejo de verdad. Muy español y arrogante, todo un señor”…

En una carta de ese periodo a su compañera de colegio en Santiago de Chile, Lorna Gladstone, le cuenta: “…fui a Los Ángeles y lo pasé de fábula. Adivina con quién salí…Toro, de El llanero solitario…Se llama Jay [Silverheels], por cierto…Lo que más me gustó fue el decorado de El llanero solitario…Todo el mundo me trató de lujo”.

[En Carretera de Corrales, Alameda, Nuevo México]…”Todos nos sentíamos parte de una era emocionante para la poesía y la pintura, el jazz… Bob y Bobbie Creeley vivían al final de nuestra calle. Allí se quedaban Ed y Helene Dorn [Los Dorn], que acababan de llegar de Washington. Bob y Ed eran poetas…Otros escritores y músicos pasaron por Albuquerque: Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Gerry Mulligan, Dick Twardzik, Percy Heath…”.

Su primer marido, Paul Suttman: “Me intimidaba. Era escultor…Me vestía como me pedía que me vistiera…me hacía dormir tumbada boca abajo en la almohada confiando en corregir mi “principal defecto”, una nariz respingona… Cuando estábamos en restaurantes o en bares… Paul rectificaba mi postura… eligió todo el mobiliario de la casa…”. Cuando se quedó embarazada del segundo hijo, la abandonó.

Race Newton. “Conocí a Race la noche antes de que naciera Jeff [su segundo hijo, nacido el 26 de abril de 1958]… Quería casarse conmigo…”.

Los libros de su vida. “Durante toda mi vida leer había sido un consuelo íntimo”

En su relato Inmanejable, sobre una mujer alcohólica que intenta pensar en otra cosa mientras abre la licorería más tempranera, cita varios escritores de su estantería: Edward Abbey, Chinua Achebe, Sherwood Anderson, Jane Austen o Paul Auster.

Las canciones de su vida

En Santiago, Chile (1949…): Night and Day, Frenesí, Adiós muchachos, La Mer, de Charles Trenet; My Foolish Heart, Siboney, Long Ago and Far Away

https://www.youtube.com/watch?v=U43_f1LSKxs. Night and Day.  de Frank Sinatra sobre la canción de Cole Porter.

https://www.youtube.com/watch?v=HKb4OzSUMiQ. Frenesí, por los Indios Tabajaras.

https://www.youtube.com/watch?v=HizJZbcSovo. Adiós, muchachos.

https://www.youtube.com/watch?v=m13hKbg5KD8. La Mer, de Carles Trenet.

https://www.youtube.com/watch?v=ZCWuj2kg-HY. My Foolish Heart.

https://www.youtube.com/watch?v=20wj3xS-6qg. Siboney.

https://www.youtube.com/watch?v=k1bwhGNeUuc. Long Ago and Far Away.

Películas

La casa roja.









lunes, 4 de mayo de 2020

DIARIO RURAL, por Susan Fenimore Cooper, la hija de James



Si decimos Fenimore Cooper seguro que a tod@s, o a la mayoría, nos viene a la mente El último mohicano, sobre todo en forma de la película protagonizada por el actor Daniel Day Lewis.

Pero James tuvo una hija naturalista, una estupenda observadora de la naturaleza, ornitóloga y bióloga (aunque no tuviera títulos): Susan, considerada la primera escritora ambientalista.


Publicó su Diario rural en 1850, cuatro años antes de que Thoreau presentara su Walden (en 1854), “una sencilla crónica de esos pequeños acontecimientos que conforman el transcurso de las estaciones del año en la vida rural”- escribe en el prefacio.

Charles Darwin, en una carta dirigida al naturalista, médico y botánico estadounidense  Asa Gray, escribía: "Hablando de libros, ando en mitad de uno que me está encantando: Diario rural, de la señorita Cooper. ¿Quién puede ser? Parece una mujer muy inteligente, y ofrece un relato magistral de la batalla entre nuestras malas hierbas [las de Inglaterra] y las de ustedes".

Sus notas comienzan un sábado 4 de marzo de 1848: “A nuestro alrededor,  todo tiene un aspecto rotundamente quieto, muy propio del invierno, y la nieve recién caída cubre el terreno con una capa de treinta centímetros de profundidad”…

Susan va constatando los cambios en el paisaje, las alteraciones y novedades. También recoge dichos y leyendas populares.

La primera vez que…

El sábado 18 de marzo: “Hemos dado un paseo largo de varios kilómetros por el lago [Otsego, helado]”…

El lunes 3 de abril: “Hemos dado nuestro primer paseo por el bosque…algunos castaños, abedules y arces lucen veinte tonalidades distintas, entre grises y verdes…”.

El martes 4 de abril: “Por primera vez desde que empezó esta estación, anoche se oyeron ranas croar”.

El miércoles 5 de abril: “Primeras semillas plantadas en la huerta hoy: guisantes, remolachas, cebollas, etc”.

Domingo, 9 de abril: … “El lago lleva todo el día abriéndose. El hielo ha empezado a quebrarse por la mañana temprano: entre la hora de ir a la iglesia y volver, hemos visto grandes cambios”.

Jueves, 4 de mayo: “Hoy se han plantado patatas en la huerta. Hemos tenido el primer manojo de espárragos en la mesa, y también helado”.

Viernes, 19 de mayo: … “Los manzanos están en flor: se abrieron anoche, a la luz de la luna”…

Lunes, 22 de mayo: “Hoy han plantado el maíz…”.

Martes, 12 de junio: “Las rosas se están abriendo en todo su esplendor, con una quincena de retraso respecto al año pasado”.

Lunes, 18 de junio: “Los rosales silvestres están en flor”…

Viernes 29 de junio: “La rosa mosqueta está ahora mismo en plena flor”.

Sábado 30 de junio: “Hoy nos hemos comido el primer plato de guisantes verdes salidos de la huerta”.

Lunes 2 de julio: “Las flores de pleno verano están empezando a abrirse. La onagra común amarilla, la morada zarza purpúrea, la llamativa adelfilla de flor pequeña… y las lilas rojas y amarillas”.

Sobre especies foráneas

El martes 18 de abril: “…Están arponeando lucios…Antiguamente, aquí no había lucios, pero hace años se introdujeron…y ahora se han hecho tan abundantes que son el pez más común que tenemos…”.

El miércoles 6 de junio está dedicado en exclusiva a las “malas hierbas extranjeras” que han llegado del Viejo Mundo. Tiene su prevención contra ellas en vez de pensar como el señor Cayo, de Delibes, de que si están, para algo servirán…

Talas y cambios

…”durante el invierno, y sin nosotros saberlo, habían talado varios pinos nobles y antiguos por los que sentíamos mucho aprecio; unos tocones horrendos y montones de astillas era lo único que quedaba…la tala de estos ejemplares parece haber modificado considerablemente el carácter de los campos vecinos…”.

“Existe una cierta leyenda extendida por el pueblo según la cual el clima ha experimentado un cierto cambio desde la llegada de los primeros colonos: cuentan que las primaveras se han hecho más inciertas y los veranos, menos cálidos”.

“Cuentan que hace cuarenta años [los chotacabras] eran mucho más numerosos aquí de lo que lo son ahora”…

Apreciaciones paisajísticas

“El cereal, para lucir en toda su plenitud, ha de contemplarse a una cierta distancia, desde la que percibir los cambios de coloración con el avance de la temporada…Sin embargo, una pradera es un delicado bordado de colores, y hay que examinarla de cerca para comprender todos sus méritos…”.

“En general, no podamos demasiado todos nuestros árboles en este país…?”- se pregunta a propósito de las robinias que tienen en su casa, que rozan la hierba y nunca se han podado.

Lecturas y cultura

Se nota que Susan es una chica “leída”: habla de Heródoto, del botánico suizo Monsieur de Candolle, de Chaucer, de Coleridge, de Humboldt; conoce bien la Biblia (cita versículos de los Proverbios)…Curiosidades como que en Inglaterra uno de los nombres comunes del espino blanco (nuestro majuelo) es “May” (“mayo”, por la época en que florece) o que la margarita se llama daisy, “ derivado de “day´s eye”, “ojo del día”. “Monsieur de Humboldt  comenta que en sus viajes por América del Sur nunca vio ni un solo rosal silvestre…”.

Una gran paseante, enamorada del campo, y una fenomenóloga

“En nuestro paseo temprano, antes de desayunar…”… "Hemos  dado un agradable paseo en barca por el lago”…”Ayer y hoy han sido días muy calurosos…Hemos dado un paseo a última hora de la tarde”… “Hemos dado un paseo por Hannah´s Height y hemos recogido azaleas en abundancia”… “Hemos dado un paseo hasta los acantilados”…

Nos enteramos de los hábitos del chochín criollo; de la flora en torno a los tocones viejos, en bosques semitalados… “En uno encontramos 15 plantas distintas…; alrededor de otro, identificamos 18 variedades. En otro, había 22. Y en un cuarto, vimos 26 tipos”…De los gustos del colibrí… “Les encanta  a más no poder el grosellero dorado…, pero no hacen mucho caso a las celindas…”.

Una granja-tipo

Nos cuenta “la granja del señor B.”: “el campo de trigo, el maizal, el vergel, el patatal y el campo de trigo sarraceno”. En la huerta, había “patatas, coles, cebollas, pepinos y habichuelas; el único fruto plantado era una hilera de groselleros y, en un rincón, nos enseñaron una parcela de hierba gatera y otra de menta…No había ninguna fruta más allá de los manzanos del vergel…Un par de caballos…, media docena de gallinas y algunos gansos…Crían cuatro vacas…En primavera, mataban un ternero; en otoño, una oveja y un par de puercos…; las gallinas las tenían principalmente para los huevos y, los gansos, para las plumas…El pan lo hacían con su propio trigo, y también las tortitas y panqueques, con el maíz de indias y el trigo sarraceno cultivados por ellos mismos…El azúcar y la melaza los hacían con el arce…Bebían sidra de su propio vergel”.

Dichos  y leyendas populares

“La gente de campo suele decir que cuando un colibrí entra volando por una ventana es que lleva un mensaje de amor para alguien de esa casa”…

“Según una leyenda que se cuenta, durante la Revolución, las largas espinas del espino cerval las usaban ocasionalmente las mujeres de la América británica a modo de alfileres”.

Sobre la autora (1813-1894)

Sabemos que nunca se casó; que vivió en Cooperstown, la ciudad fundada por su abuelo (William Cooper; de hecho, el nombre de la localidad significa “la ciudad de Cooper”) en un área habitada antes por indios iroqueses, a orillas del lago Otsego (en su lado oeste), en el estado de Nueva York.

Habla de la “arboleda perenne situada en la parte de atrás de la casa” o de “un grupo de robinias jóvenes delante de la puerta”. De los manantiales  que se “esparcen por un terreno de unos treinta kilómetros alrededor del lago”;

SABER MÁS

Fenimore Art Museum. Fundado en 1899, incluye la colección de arte Indio Americano, así como libros y manuscritos raros.

El Museo de los Granjeros (The Farmers´ Museum).

Canción “Zip Coon” (“Turkey in the Straw”): https://www.youtube.com/watch?v=dMK45nYx4oc.