Parece que escribir bien
(correctamente y usando la palabra justa) no tuviera importancia en los tiempos
actuales de escritura rápida en los nuevos medios. Pero sí.
Es
nuestra tarjeta de visita
Escribir bien,
correctamente, usando la palabra justa, es nuestra tarjeta de visita. “Refleja
lo que somos y nos define culturalmente” –explica Marga Cabrera, doctora en
Comunicación Audiovisual.
Escribir estructura la
mente. Al tener que poner en palabras pensamientos e ideas para transmitirlos,
hay que dotarlo de un cierto orden (que muchas veces no tenemos en el lenguaje
oral). “Escribir ayuda a pensar”- dice Luis Landero.
“Escribir ayuda a ordenar el
mundo. A mí me ha servido para conocerme mejor” –escribió el periodista Manu
Leguineche.
Para
que no se pierdan las historias familiares
Todo el mundo tiene una
historia que contar. Y si no, se pierde.
“Cada vida es una enciclopedia, una biblioteca…” – dijo Italo Calvino.
Cuántas palabras y frases
que, si no repetimos, desaparecen.
Palabras como “talo”,
“hocete”, “mies” o “rumoroso”. “Cortejo” o “turbón”. “Azafate” (bandeja) o
“doblado” (desván). “Mancar” (lisiarse) o “modorro/a” (tonto/a).
Dichos como: “En pueblos pequeños,
infiernos grandes”. Ritos como “La misa de alma” o “la buena gloria” (el
velatorio).
Escribir sirve para rescatar
objetos, costumbres, cartas, fotos, libros,… que nos han sido legados. “Mi
madre metía un botón de nácar en limón para dar forma al pelo”.
Salvar del olvido historias
de amor de nuestros abuelos/padres, muchas veces desconocidas.
El recuerdo de un@ es la
memoria de much@s. Y, al narrar la historia de la familia, narras también la
historia del mundo. Porque la “Historia”, con mayúsculas, no se compone solo de
las guerras y batallas que estudiamos en los libros de texto sino que está
formada por el conjunto de las historias cotidianas, en todos los lugares, a lo largo de la
historia del mundo.
Para
lo que un@ quiera
Las personas que asisten a
un taller de escritura expresan lo que este les ha aportado:
-
Pasar un buen rato.
Compartir textos y experiencias.
- Perder el miedo a la hoja en blanco.
- Atreverse a hablar en público.
- Conocer gente.
- Aprender técnicas.
- Disciplinarse.
En definitiva, para lo que
cada cual quiera.
(Gracias a todas las
personas que, con sus aportaciones, son parte de la autoría de esta entrada).
Por si quieres leer más...
http://quefluyalainformacion.blogspot.com.es/2012/06/talleres-de-lectura-y-escritura-leer.html.
LEER Y ESCRIBIR, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA.
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