lunes, 13 de agosto de 2012

RITA LEVI-MONTALCINI, UN EJEMPLO DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL

El pasado 22 de abril cumplió 103 años. Y, recientemente, se han publicado en castellano sus memorias tituladas Elogio de la imperfección.  En el prefacio, escribe Luigi Cavalli- Sforza: “Con casi ciento un años (…), escribe por lo menos un libro al año; es senadora vitalicia (…), conferenciante y divulgadora científica…; dirige un instituto científico (…); creó y sigue dirigiendo una fundación benéfica…”.


La neurocientífica y  premio Nobel de Medicina en 1986, Rita Levi-Montalcini, es partidaria de desarrollar en la vejez las “vocaciones ocultas”: “Yo creo que no debemos vivir la vejez recordando el tiempo pasado, sino haciendo planes para el tiempo que nos queda, ya sea un día, un mes o varios años, con la esperanza de poder realizar unos proyectos que no habíamos podido acometer en la años juveniles”- escribe en El as en la manga. En su caso, la participación en movimientos sociales.  “Trabajo para becar a niñas africanas para que estudien y prosperen ellas y sus países”- le contaba al periodista Víctor Amela, del diario La Vanguardia, en 2005. 

 
En sus memorias, recuerda que, cuando era joven, a la pregunta de sus primos sobre si “había acaso habido un Newton, un Einstein, un Bach, un Beethoven, un Miguel Ángel, un Leonardo da Vinci, un Rafael (la lista de nombres era inacabable) de sexo femenino” a ella, en ese momento, sólo se le ocurrieron los nombres de las poetisas Safo, Vittoria Colonna y Gaspara Stampa.

Más tarde, ella misma se ha dedicado a remediar los olvidos de la historia oficial. En su ensayo Tiempo de cambios, escrito en 2002, se hace eco de un libro publicado por un francés, Alononse Rebière, en 1897, Las mujeres en la ciencia, en el que recoge alrededor de mil mujeres científicas: “Recuerda a la milanesa Maria Agnesi (…) que adquirió notable fama con un tratado sobre cálculo diferencial; a la francesa Sophie Germain (…), que figura entre los fundadores de la física matemática; a la astrónoma inglesa Carolina Herschel; a la matemática escocesa Mary Somerville; a la famosa matemática rusa Sofía Kovalevskaia; a Marie Curie y su hija Irène Joliot- Curie; a la astrónoma estadounidense Henriette Swan Leavitt…”.


Rita Levi-Montalcini añade otras mujeres importantes en nuestros días: las galardonadas con el premio Nobel: “Gerty Cori, por el descubrimiento del metabolismo intermedio de los hidratos de carbono; la física nuclear Maria Goeppert-Mayer, por el descubrimiento del “modelo de capas” de los núcleos; la cristalógrafa inglesa Dorothy Hodgkin, por el descubrimiento de la estructura de la vitamina B12, y la física estadounidense Rosalyn Yalow, por la elaboración de un método de dosificación hormonal”.  Y “no menos dignas”, la física Lise Meitner, que explicó la naturaleza de los productos de fisión nuclear y los procesos en cadena que de ella puedan derivarse, y la física nuclear china Wu Chien-Shiung”.

No se cita a ella misma, descubridora del factor de crecimiento nervioso, con tantas aplicaciones hoy en día (2012 es el Año de la Neurociencia en España).

En su línea de seguir aportando nombres de mujeres a la historia de la ciencia, en 2011, en colaboración con Giuseppina Tripodi, publica el ensayo Las antepasadas (en castellano, Las pioneras. Las mujeres que cambiaron la sociedad y la ciencia desde la Antigüedad hasta nuestros días), donde se recogen las aportaciones científicas de 69 mujeres a lo largo de la historia de la Humanidad.


“A lo largo de toda la historia y hasta la época actual la mujer ha contribuido al desarrollo científico en la misma medida que el hombre, aunque ha desempeñado, además, el papel de mujer y de madre…La capacidad de producir ciencia es un atributo propio de la especie humana, sin distinción de sexos o de clases…Las capacidades intelectuales no son monopolio del sexo masculino”, se dice en la presentación.

“Para la investigación científica, ni la inteligencia ni la capacidad de llevar a cabo empresas con rigor y exactitud son factores decisivos del éxito y la satisfacción personal. Más que esto cuenta la dedicación y el empeño en superar dificultades”- afirma en el prólogo a sus memorias.

Eso es lo que ella sigue haciendo a sus 103 años: envejecer activamente siendo solidaria con las generaciones más jóvenes. “Mantén tu cerebro ilusionado, activo; hazlo funcionar, y nunca se degenerará. La clave es mantener curiosidades, empeños, tener pasiones…”.

* [Premios Nobel a Mujeres  científicas desde 1901 hasta la actualidad: en Física, Marie Curie (1903) y Maria Goeppert-Mayer (1963); en Química, Marie Curie (1911), Irène Joliot-Curie (1935), Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964), Ada E. Yonath (2009); en Fisiología o Medicina, Gerty Cori (1947), Rosalyn Yalow (1977), Barbara McClintock (1983), Rita Levi-Montalcini (1986), Gertrude B. Elion (1988), Christiane Nüsslein-Volhard (1995), Linda B. Back (2004), Francoise Barré-Sinousssi (2008), Elizabeth H. Blackburn y Carol W. Greider (2009); en Economía, Elinor Ostrom (2009)].


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