Escultora con taller
propio y, según dicen, autora de la más bella virgen de España, no fue
reconocida en su tiempo. En 2014, una
obra de teatro la reivindicaba para la historia del arte y de la vida.
En tiempo de pasos y
procesiones, es un buen momento para conocer a otra mujer “inquieta y
andariega”, en este caso, del mundo del arte.
Su
partida de bautismo se conserva en la iglesia de Santa Marina de Sevilla con
fecha 8 de septiembre de 1652. Su padre, Pedro Roldán, escultor. Su madre,
Teresa de Jesús de Mena y Villavicencio.
Se
casa en la Navidad
de 1671, a
los 19 años, con Luis Antonio de los
Arcos, aprendiz en el taller de su padre, en la iglesia de San Marcos. Los
padrones de la parroquia de San Vicente de Sevilla registran a Luis Antonio y
Luisa Roldán viviendo en la calle de las Armas hasta 1680 en que se trasladan a
la parroquia del Sagrario.
En
1684 está en Cádiz, donde se encuentra su primera obra fechada, el Ecce Homo de
la catedral de Cádiz. En 1686 hace las tallas de San Servando y San Germán,
patronos de Cádiz.
En
1688 vive en Madrid. El 28 de febrero bautiza a su hija María Bernarda en la
parroquia madrileña de San Bernardo.
En
1692 obtiene el nombramiento de “escultora
de cámara” por el rey Carlos II, título que ninguna mujer había conseguido
antes. Su obra, El arcángel San Miguel
venciendo al demonio (en el Monasterio de El Escorial) le da el espaldarazo
(realizada en madera policromada, el arcángel San Miguel, en equilibrio sobre
la pierna izquierda, apoya ésta sobre el demonio, que se retuerce sobre sí
mismo en el suelo. Hay quien piensa que la cara del ángel sea la de Luisa y la del
demonio, la de su marido, Luis Antonio de los Arcos).
Pero
pese a su reconocimiento y su fama, nunca tendrá una posición económica
holgada. En otoño de 1693 escribe una
carta al rey solicitándole, -sin casa donde vivir ella y sus hijos- “una
habitación en las Casas del Tesoro (un lugar junto al antiguo Alcázar, en lo
que hoy es parte de la Plaza
de Oriente, donde vivían gran parte de los artistas de cámara)”. “Con eso
tendrá algún alivio, que es muy grande su necesidad”.
En
1695 le escribe de nuevo diciéndole que le comunique al Condestable de dónde va
a pagarle lo que le adeudan. En 1697, le pide que mande “le den vestuario o una
ayuda de costa”. Un año después le escribe a su esposa, la reina Mariana, “que
por estar pobre y tener dos hijos lo pasa con gran estrechez, pues muchos días
le falta para lo preciso de sustento de cada día “. Le solicita a su majestad
ordene “se le dé una ración de especies para que tenga su necesidad algún
alivio”.
El
1 de noviembre de 1700 muere el rey Carlos II y Luisa solicita al nuevo rey,
Felipe V, su permanencia en el cargo. Este no la estima demasiado: “En lo que
tiene más habilidad es en lo que toca a las hechuras de tierra…la práctica suya
no es considerable por lo que mira a obras de madera”. Sin embargo, parece que
la mediación del marqués de Villafranca consigue que continúe como escultora de
cámara.
Luisa
trabaja principalmente la madera y el barro. En la pequeña escultura en barro
los temas son más domésticos; retrata personajes femeninos en escenas
cotidianas de la vida de las mujeres: la virgen María enseñando a andar al Niño
o Santa Ana enseñando a leer a la virgen María (y no solo a coser). Sus
señas de identidad son una gran movilidad de las imágenes a través del
movimiento de las vestiduras y cabellos.
El
10 de enero de 1706 fallece en Madrid tres días después de haber firmado una
declaración de pobreza: “estando enferma en cama…no tiene bienes ni hacienda
que poder testar por lo cual…suplica al cura de la iglesia de San Andrés…haga
enterrar su cuerpo en el sitio, parte o lugar sagrado que le pareciere, y
sufragio en beneficio de su alma que pudiere en atención a su suma cortedad de medios y así lo espera
de su gran caridad”.
El
registro parroquial de entierros también cita esa mala situación económica:
“Doña Luisa Roldán, mujer de D. Luis Antonio de los Arcos, que vivía en la
calle del Gato, casas del Sr. Duque del Infantado, murió en diez de enero de
mil setecientos seis. Hizo declaración de pobre en ocho de dicho mes y año ante
Miguel Ramón. Enterróse en secreto en esta iglesia. Pagó a la fábrica seis
ducados”.
El
mismo día que murió, la
Academia de San Luca de Roma la nombró “académica de mérito”: “Donna Aloisa de los Arcos (apellido de su
marido), da Madrid, castigliana…”. Su retrato se conserva en el libro Historia del Escorial.
PARA SABER MÁS
Mª Victoria García Olloqui es, en la actualidad, la mayor especialista en su vida y su obra.
En 2010, Pilar de Arístegui publica una novela, La Roldana.
En 2014 se estrenó una obra de teatro – La soledad, de la compañía La Tarasca- que le daba visibilidad y reconocimiento.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/mujeres-en-la-historia/mujeres-historia-luisa-ignacia-roldan/848600.
Mujeres en la historia: Luisa Roldán.
https://www.youtube.com/watch?v=JaHwgzr2c2o.
La Roldana, por cineclub Claudio Guerín.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/04/07/andalucia/1396891161_297330.html.
La Roldana, al teatro.
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