miércoles, 1 de abril de 2015

LUISA ROLDÁN, “LA ROLDANA”, UNA IMAGINERA EN EL BARROCO ESPAÑOL

Escultora con taller propio y, según dicen, autora de la más bella virgen de España, no fue reconocida en su tiempo. En 2014,  una obra de teatro la reivindicaba para la historia del arte y de la vida.

En tiempo de pasos y procesiones, es un buen momento para conocer a otra mujer “inquieta y andariega”, en este caso, del mundo del arte.

Su partida de bautismo se conserva en la iglesia de Santa Marina de Sevilla con fecha 8 de septiembre de 1652. Su padre, Pedro Roldán, escultor. Su madre, Teresa de Jesús de Mena y Villavicencio.

Se casa en la Navidad de 1671, a los 19 años,  con Luis Antonio de los Arcos, aprendiz en el taller de su padre, en la iglesia de San Marcos. Los padrones de la parroquia de San Vicente de Sevilla registran a Luis Antonio y Luisa Roldán viviendo en la calle de las Armas hasta 1680 en que se trasladan a la parroquia del Sagrario.

En 1684 está en Cádiz, donde se encuentra su primera obra fechada, el Ecce Homo de la catedral de Cádiz. En 1686 hace las tallas de San Servando y San Germán, patronos de Cádiz.

En 1688 vive en Madrid. El 28 de febrero bautiza a su hija María Bernarda en la parroquia madrileña de San Bernardo.

En 1692 obtiene el nombramiento de “escultora de cámara” por el rey Carlos II, título que ninguna mujer había conseguido antes. Su obra, El arcángel San Miguel venciendo al demonio (en el Monasterio de El Escorial) le da el espaldarazo (realizada en madera policromada, el arcángel San Miguel, en equilibrio sobre la pierna izquierda, apoya ésta sobre el demonio, que se retuerce sobre sí mismo en el suelo. Hay quien piensa que la cara del ángel sea la de Luisa y la del demonio, la de su marido, Luis Antonio de los Arcos).


Pero pese a su reconocimiento y su fama, nunca tendrá una posición económica holgada.  En otoño de 1693 escribe una carta al rey solicitándole, -sin casa donde vivir ella y sus hijos- “una habitación en las Casas del Tesoro (un lugar junto al antiguo Alcázar, en lo que hoy es parte de la Plaza de Oriente, donde vivían gran parte de los artistas de cámara)”. “Con eso tendrá algún alivio, que es muy grande su necesidad”.

En 1695 le escribe de nuevo diciéndole que le comunique al Condestable de dónde va a pagarle lo que le adeudan. En 1697, le pide que mande “le den vestuario o una ayuda de costa”. Un año después le escribe a su esposa, la reina Mariana, “que por estar pobre y tener dos hijos lo pasa con gran estrechez, pues muchos días le falta para lo preciso de sustento de cada día “. Le solicita a su majestad ordene “se le dé una ración de especies para que tenga su necesidad algún alivio”.

El 1 de noviembre de 1700 muere el rey Carlos II y Luisa solicita al nuevo rey, Felipe V, su permanencia en el cargo. Este no la estima demasiado: “En lo que tiene más habilidad es en lo que toca a las hechuras de tierra…la práctica suya no es considerable por lo que mira a obras de madera”. Sin embargo, parece que la mediación del marqués de Villafranca consigue que continúe como escultora de cámara.

Luisa trabaja principalmente la madera y el barro. En la pequeña escultura en barro los temas son más domésticos; retrata personajes femeninos en escenas cotidianas de la vida de las mujeres: la virgen María enseñando a andar al Niño o Santa Ana enseñando a leer a la virgen María (y no solo a coser). Sus señas de identidad son una gran movilidad de las imágenes a través del movimiento de las vestiduras y cabellos.

El 10 de enero de 1706 fallece en Madrid tres días después de haber firmado una declaración de pobreza: “estando enferma en cama…no tiene bienes ni hacienda que poder testar por lo cual…suplica al cura de la iglesia de San Andrés…haga enterrar su cuerpo en el sitio, parte o lugar sagrado que le pareciere, y sufragio en beneficio de su alma que pudiere en atención  a su suma cortedad de medios y así lo espera de su gran caridad”.

El registro parroquial de entierros también cita esa mala situación económica: “Doña Luisa Roldán, mujer de D. Luis Antonio de los Arcos, que vivía en la calle del Gato, casas del Sr. Duque del Infantado, murió en diez de enero de mil setecientos seis. Hizo declaración de pobre en ocho de dicho mes y año ante Miguel Ramón. Enterróse en secreto en esta iglesia. Pagó a la fábrica seis ducados”.

El mismo día que murió, la Academia de San Luca de Roma la nombró “académica de mérito”: “Donna Aloisa de los Arcos (apellido de su marido), da Madrid, castigliana…”. Su retrato se conserva en el libro Historia del Escorial.

PARA SABER MÁS

Mª Victoria García Olloqui es, en la actualidad, la mayor especialista en su vida y su obra.
En 2010, Pilar de Arístegui publica una novela, La Roldana.



En 2014 se estrenó una obra de teatro – La soledad, de la compañía La Tarasca- que le daba visibilidad y reconocimiento.


https://www.youtube.com/watch?v=JaHwgzr2c2o. La Roldana, por cineclub Claudio Guerín.




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