jueves, 2 de marzo de 2023

CARTAS A LAS MUJERES DE ESPAÑA, EN 1915. De actualidad, hoy


El viernes 5 de febrero de 1915 Blanco y Negro anunciaba el comienzo de una sección nueva en la revista: “Blanco y Negro inaugura en este número una sección nueva, especialmente consagrada a sus lectoras: “La mujer moderna”. Esta nueva sección se publicará quincenalmente, y estará a cargo del notable escritor D. Gregorio Martínez Sierra, cuya labor literaria íntegra, novela, poesía , teatro, se ha caracterizado siempre por el sentido francamente feminista”…

Se recalcaba que no era una “sección de modas, de salones o de frivolidades… En ella se hablará a las mujeres de España de sus derechos, de sus esperanzas…, de sus tremendas responsabilidades…”.

Las cartas de María Lejárraga a las mujeres de España

“Mándame cuanto antes original…”- le escribía Gregorio a su mujer, María Lejárraga, en una carta a finales de junio de 1915.

“¿Cómo te las compones para poner emoción en todo…? Y qué admirables de doctrina todas las cartas…”- le escribe a mediados de julio.

En un artículo publicado en 1965 en el diario La Prensa, de Buenos Aires, María manifestaba sobre esa época: … “logré que Gregorio Martínez Sierra, mi marido, mi colaborador y mi cómplice, firmase con su nombre toda mi propaganda feminista”. Y continúa: “yo estaba bien segura de que las mujeres españolas habían de escuchar con más benévola atención la voz de un hombre que la de una mujer…”.

La primera carta, titulada Dolorosa victoria, se publica el 3 de enero de 1915, en plena I Guerra Mundial. En ella se alude a la situación, antes de la guerra, referente a la mujer, a las mujeres del mundo. “¿Saben…que eran ustedes, las mujeres, uno de los problemas más apasionantes del mundo moderno…? Los derechos de ustedes eran problema mundial…”. Se refiere, sin citarlo, al X Congreso Internacional Feminista, que había tenido lugar en París en junio de 1913 (entonces solo los países nórdicos tenían sufragio femenino).

La pregunta ahora es si las mujeres sirven para cosas tan importantes como los hombres. Mujeres que, con la guerra, y los hombres en el frente, han tenido que hacerse cargo de sus trabajos y de toda la intendencia en la retaguardia.

Y, cuando la guerra termine, deberán seguirse reinventando ante la falta de hombres, muertos en la batalla, o heridos y dependientes (de ahí el título: Dolorosa victoria). “¿Para qué quieren las mujeres el voto…?”.  Habrá en Europa once o doce millones de mujeres sin posibilidad de encontrar marido [hay 9 millones de mujeres más que de hombres  y “la guerra quitará la vida a tres o cuatro millones más”, más los que queden inválidos o enfermos…]”. Tendrán que mantener, con su trabajo,  a maridos, hermanos, huérfanos…

Pero para eso, “hay que prepararse” -concluye la primera carta. “Hay que aprender un poco más; hay que pensar un poco más; hay que salir del círculo encantado en que los encierran a ustedes unas cuantas mentiras bonitas de los hombres; hay que preocuparse un poquito menos de la moda y un poquito más de la vida; hay que entusiasmarse menos por el flirteo y más por el derecho…”.

La segunda carta, el 5 de febrero de 1915, está dedicada a los Clubes [Clubs] de Mujeres de Norteamérica; a explicar en qué consisten, quiénes lo integran y con qué fines. Los primeros clubes, de estudio y de cultura, los crearon amas de casa, ya en su cuarentena, con los hijos criados y “después de cumplidos sus deberes”. Las razones: “Porque siempre he tenido afición a saber…; porque mis hijos han crecido y no me necesitan…; porque quiero saber lo que saben mis hijos…; porque no quiero que mis hijos se avergüencen de mí…”.  Y porque no quieren pasarse los “veinte años de espléndida salud que aún les quedan” solo haciendo labores, cuidando al gato o acicalándose para convencerse de que aún tienen 35.

Al estudio teórico se añadió el recreo y luego el estudio con vistas a la acción práctica. Así, se crean en estos clubes distintos departamentos donde aprender sobre economía doméstica, salud pública o condiciones sociales e industriales.

En la carta aparece su definición de feminista (“Las mujeres deben ser feministas como los militares son militaristas o los reyes son monárquicos”): feminista es ser “partidaria de que la mujer debe pasar su vida lo más feliz posible, haciendo la mayor suma de bien posible, siendo lo más útil posible a la Humanidad, gozando con tan perfecta naturalidad como el hombre la plenitud de sus derechos de ser humano…”.

Cuando el libro se publicó, en mayo de 1916, con la recopilación de varias de estas cartas, una reseña en un periódico de provincias, La Publicidad, de Granada, lo catalogaba así: “ He aquí un libro que, siendo honda y radicalmente feminista, no ha de levantar sin embargo airadas protestas…, escrito con más miras educadoras que revolucionarias”…

Hacer pedagogía

En la carta del 21 de marzo de 1915 se resumen las conclusiones del Congreso Internacional de Mujeres, celebrado en París, en junio de 1913, cuyo objeto era los Derechos de las Mujeres. “Se esperaban 400 congresistas y acudieron más de 2.000… Acaso el único país que no envío a él representante alguna fue España… Entre las cuestiones que fueron discutidas con más interés, están la de la protección del trabajo de los niños, la de la lucha contra el alcoholismo y la de la prevención de la tuberculosis”. Los proyectos tienen como objetivo: elevar la condición moral de la mujer; el mejoramiento de  las condiciones de la familia o el de las ciudades. Y el derecho de la mujer al voto, para intervenir directamente,  como aspiración suprema.

La carta anterior llevaba el título “¿En qué pueden y deben trabajar las mujeres?”.

SABER MÁS

https://quefluyalainformacion.blogspot.com/2015/03/gregorio-y-yo-memorias-de-una.html. GREGORIO Y YO. MEMORIAS DE UNA DRAMATURGA VIAJERA.

En 1953, María Lejárraga da a la imprenta Gregorio y yo: medio siglo de colaboración, reeditado en el año 2000 (Pre-Textos). Pensó llamarlo Horas serenas. Al final, deja el título como preámbulo (“Horas serenas porque son las únicas que quiero recordar…”). Lo comienza en Niza en 1949 y lo termina en Buenos Aires, en 1952.

De Canción de cuna (1911): “Complacíame sobre todo haber hecho llorar a los hombres”. En 1911, estrenan -en el teatro Lara- Canción de cuna.

De Galdós, dijo: “Es el primer escritor español que ha tenido piedad de las mujeres”. “De una  de sus visitas a la casa de Santander guardo un suave recuerdo. Ya estaba casi ciego, pero quiso, con graciosa cortesía, salir a despedirnos y, en el jardín, buscando a tientas una mata de hierbaluisa, cortó para mí un inmenso ramo de fragantes hojas. Largos años las he conservado hasta que se convirtieron en polvo”.

Autodescripción: “Como española, soy ventanera –o balconera”.

Maternidad: “Faltábame el instinto maternal. Jamás, jamás, ni aun en el más sincero de mis trances de amor, he soñado con tener en los brazos a un hijo de mi carne y de mi sangre”.

Religiosidad: “Fui beatita y practicante estricta de los doce a los veinte [1886-1894], y no me decidí a abandonar el redil espiritual…hasta bien cumplidos los veintisiete [1901]”.

https://quefluyalainformacion.blogspot.com.es/2015/03/andariegas-menos-conocidas-maria.html . MARÍA MARTÍNEZ SIERRA, UNA ANDARIEGA DEL SIGLO XX. Una Mujer por los caminos de España o España triste.

https://www.youtube.com/watch?v=T4gCakqygLE. Documental A las mujeres de España, María Lejárraga. Días de Cine TVE.

https://nuevecuatrouno.com/2022/04/21/homenaje-maria-o-lejarraga-pelicula-ponencia/. 21 abril 2022. El Gobierno de La Rioja homenajeará a la escritora riojana María de la O Lejárraga con la proyección de la película ‘A las mujeres de España. María Lejárraga’ en la Filmoteca Rafael Azcona, y con la ponencia ‘Redescubriendo a María Lejárraga: Epistolario del exilio. Cartas familiares (1939-1969)’, a cargo los autores riojanos Juan Aguilera e Isabel Lizarraga en la Escuela de Feminismo. Un total de 307 cartas componen este epistolario familiar del exilio de María Lejárraga, que constituyen un magnífico fresco de lo que fue su vida lejos de España, de donde se exilió en un viaje sin retorno el 19 de octubre de 1936.

https://www.eldiario.es/andalucia/lacajanegra/cine/laura-hojman-si-hubieran-hablado-maria-lejarraga-escuela-habria-sido-feliz-sabia_1_8812878.html. Laura Hojman: “Si me hubieran hablado de María Lejárraga en la escuela, habría sido más feliz y más sabia”. La directora sevillana dedica un documental a la prolífica escritora y a las pioneras del feminismo en la Segunda República.

https://nuevecuatrouno.com/2020/02/20/calle-laurel-grafiti-mural-maria-lejarraga/.  20 febrero 20220. Mural  de María Lejárraga en el medianil de la calle Bretón de los Herreros, 46, esquina con la Travesía del Laurel, en Logroño. Su autora: Andrea Michaelsson (Barcelona, 1977), cuyo nombre artístico es Andrea Btoy, es una artista internacional reconocida por su especialidad en hacer murales con el contenido de mujeres icónicas en la historia universal.

Reivindicación del nombre y la obra. El gran borrado

En 1987, la crítica literaria norteamericana Patricia O´Connor publica Gregorio y María Martínez Sierra, crónica de una colaboración, donde se recoge la siguiente opinión de Pedro González Blanco, crítico y escritor: “Gregorio Martínez Sierra jamás escribió nada que circulase con su nombre. Ya fuese novela, ensayo, poesía o teatro. Eso es algo que Juan Ramón Jiménez. Ramón Pérez de Ayala y yo sabemos muy bien. Eso es algo que Usandizaga sabía muy bien; sabía que el libreto de Las golondrinas era de María. Turina sabía que el libreto de Margot era de María. Falla sabía que las directrices para los ballets de El sombrero de tres picos y El amor brujo eran de María. Eso es algo que Marquina sabía muy bien; El pavo real fue escrito por María y puesto en verso por Eduardo. Arniches lo sabía: los dos actos de La chica del gato eran de María, etc. Pero quienes mejor lo sabían eran los actores, que siempre estaban nerviosos cuando salían de Madrid y en especial cuando viajaban por América: “El tercer acto que tiene que enviar doña María no ha llegado todavía y tendremos que suspender los ensayos”…

En una carta a su hermano Alejandro, en 1948, María le confirma: “De que soy colaboradora en todas las obras no cabe la menor duda, primero porque es así, y después porque lo acredita el documento voluntariamente redactado y firmado por Gregorio en presencia de testigos que aún viven y que dice expresamente: “Declaro para todos los efectos legales que todas mis obras están escritas en colaboración con mi mujer, Doña María de la O Lejárraga y García. Y para que conste firmo esta en Madrid a catorce de abril de mil novecientos treinta”. Además, aunque, después de esto, todo es superfluo, tengo numerosas cartas y telegramas que prueban no solo mi colaboración sino que varias obras están escritas solo por mí, y que mi marido no tuvo otra participación en ellas que el deseo de que se escribiesen y el irme acusando recibo de ellas, acto por acto, según se los iba enviando a América o a España cuando yo viajaba por el extranjero. Las obras son de Gregorio y mías, todas, hasta las que he escrito yo sola, porque así es mi voluntad”.

“El amor común al arte dramático” es lo que le hace conectar con Gregorio Martínez Sierra, 7 años más joven que ella.

De 1916 a 1926 Gregorio fue el director y empresario del teatro Eslava. Su proyecto artístico fue el llamado “Teatro de Arte”. “Su vocación esencial fue la de director de escena”.

Entre los argumentos que da para firmar sus obras con el nombre de su marido, cita: “Siendo maestra de escuela, es decir, desempeñando un cargo público, no quería empañar la limpieza de mi nombre con la dudosa fama que en aquella época caía como sambenito casi deshonroso sobre toda mujer literata”. De hecho, Clarín había escrito por esos años: “…La [mujer] que recurre a las letras de molde para llenar el alma de vana gloria es ni más ni menos (y eso cuando lo es) la mulier formosa superne [mujer hermosa desde lo alto] de Horacio; y digo cuando lo es, porque las literatas, salvadas honrosas excepciones, ni siquiera superne son hermosas, y desde el moño  a los talones parecen caballos o peces”.

Ella, al final de sus memorias, escribe: “Una hembra no renuncia, no se anula voluntariamente más que en el amor”.

https://ovejasmuertas.wordpress.com/2017/09/24/maria-martinez-sierra-y-sus-paraisos-perdidos-por-patricia-w-oconnor/. PATRICIA W. O’CONNOR. University of Cincinnati: María Martínez Sierra y sus paraísos perdidos.


 

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