Henry
David Thoreau murió el 6 de mayo de 1862, a los 44 años. El 2 de abril había dictado a su
hermana Sophia su última carta, dirigida a sus editores, acompañando el ensayo Las manzanas silvestres.
Cartas a un buscador espiritual (Letters
to a Spiritual Seeker) contiene las misivas que, a lo largo de trece años, entre 1848 y 1861, escribe Henry David Thoreau
a Harrison Blake, quien heredaría los volúmenes que componen el Diario de éste (iniciado en 1837).
En
ellas se llama a sí mismo “Thoreau, el agrimensor” y habla sobre sus trabajos:
“Hago mediciones de terrenos… y también doy conferencias”. Pero, sobre todo,
camina, anda mucho.
“En
un año mis paseos se han alargado y casi todas las tardes (al amanecer escribo o leo o hago lápices, y así le doy a
mi cuerpo algo de lo que vivir) visito alguna nueva colina, estanque o bosque,
a muchas millas de distancia”.
En
1838, tras finalizar en la universidad de Harvard, había abierto con su hermano
John la Academia Concord en su pueblo. Los paseos por la naturaleza y las
visitas a las tiendas y negocios locales constituían una parte integral de la educación. Cuando su hermano muere de
tétanos, le dedica el viaje que realizan juntos en 1839 a las White Mountains.
Lo titulará, en 1849, Una semana en los
ríos Concord y Merrimack. Antes, en 1842, había publicado Una caminata a Wachusett.
Sus viajes, reales e imaginarios
Viajó
a Quebec una vez (Una excursión a Canadá,
1853), a Cape Cod cuatro veces y a Maine, tres veces (la última, en 1857). En
1849 escribe el texto Una excursión a Cape Cod para leer como
una conferencia. Solo pide que le paguen los gastos si es fuera de Concord,
donde no cobra nada. También relata en The
Maine Woods, Los bosques de Maine, una escalada que realizó en 1846 al
monte Ktaadn, la cumbre más elevada del estado de Maine. En 1853 lee en Concord
su conferencia Excursión al lago Moosehead. A menudo se desplaza
en canoa. “Abandoné el pueblo y remé río arriba hasta Fair Haven Pond”. El río
es el Concord, que en su nombre algonquino, Musketaquid, significa “Río con el
fondo de hierba”. A Amherst, en New
Hampshire, lleva la conferencia “Caminar o la Naturaleza salvaje” en 1856.
Pero
es, además, un lector voraz de escritos de viajes. Devora libros sobre
Magallanes y James Cook, los exploradores árticos, los viajeros Livingstone y
Burton en África.
En
1861 viaja a la región de los Grandes Lagos. Visita las cataratas del Niágara,
Detroit, Chicago, Milwaukee, St. Paul y la isla Mackinac. Y publica el ensayo Caminar. En él, confiesa: “Si no pasara
al menos cuatro horas al día…errando por los bosques, las montañas y los
campos, absolutamente libre de todo compromiso mundano, creo que no podría
conservar la salud ni el ánimo”. Aunque haya quienes le consideren un
“haragán”. Un año después, sale a la luz Los colores del otoño.
“Fui [a vivir] al bosque porque deseaba vivir
simplemente y enfrentar los hechos esenciales de la vida”-escribe en Walden o la vida en los bosques sobre su
experiencia de vivir durante dos años, dos meses y dos días (del 4 de julio de
1845 al 6 de septiembre de 1847) en una cabaña levantada con sus manos,
sustentándose por sí mismo. “Sembré cerca de la casa algo así como una hectárea
de terreno ligero y arenoso, con judías principalmente, amén de algunas
patatas, maíz, guisantes y nabos…La comida consistió en harina de centeno y
maíz sin levadura, patatas, arroz, un poco de cerdo salado, melaza y sal; para
beber, agua”.
“No
es placentero procurarse a uno mismo lo necesario para vivir (recoger leña,
recolectar fruta)…Pero el resto del tiempo nos queda para pensar”.
Con
tablas recuperadas del río construye una vitrina para guardar los libros
“orientales” que le regala Thomas Cholmondeley. Su biblioteca será una de las
mejores provistas de todo el continente americano. “En algún sentido…yo soy un
yogui”- escribirá.
Henry
David Thoreau nació en Concord, Massachusetts, USA, en el 341 de Virginia Road
(sede desde 1941 de la Throreau Society), en 1817.
Consideraba su nariz su “rasgo más prominente”. “Feo como
un pecado”- escribe de él Hawthorne.
“Rudo y descuidado como soy…”- dice de sí mismo. “Mi mayor virtud es
conformarme con poco”.
Thoreau,
el poeta naturalista.
Sus influencias hasta hoy
En
1873, su amigo y compañero de paseos William Ellery Channing publica su primera
biografía.
Su ingente Diario se publica completo por primera
vez en 1906.
Influye
en Gandhi, que lee Walden en 1906 y
su ensayo Del deber de la desobediencia
civil en una prisión sudafricana. En Martin Luther King, con su resistencia
no violenta. También es un modelo para el movimiento ecologista. “¿Cómo se
puede esperar que canten las aves si les han talado las frondas…?”.
Charles
Ives publica en 1947 la versión definitiva de la conocida como Concord
Sonata, cuatro movimientos, cada uno
dedicado a una de las figuras del Trascendentalismo estadounidense:
Emerson, Hawthorne, Los Alcott (Bronson y Luisa May) y Thoreau.
En
1948, B.F. Skiner publica Walden 2, una utopía y una novela de
ciencia ficción, inspirada por la obra de Thoreau.
En
los años 60, Allen Sherman compone una canción parodia sobre el éxodo de la
ciudad a los suburbios, Here´s the crabgrass, (sobre la
canción English Country Garden),
donde se recoge: “Live like Thoreau there, /A life of sweet simplic ity”.
The Walden Woods Project. El Proyecto de los Bosques de Walden
Este
conserva la tierra, la literatura y el legado del filósofo y naturalista desde los años 90. El
Premio reconoce los logros en las áreas de: estabilidad climática, biodiversidad, políticas ambientales
globales, entendimiento entre los seres humanos y administración de recursos
naturales.
Para saber más
http://www.mappingthoreaucountry.org/itineraries/birthplace/. http://transcendentalism.tamu.edu/authors/thoreau/.
No hay comentarios:
Publicar un comentario